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viernes, diciembre 02, 2016

Desde esta otra esquina (mi exilio, parte I)


Me he mudado de esquina, ahora más hacia el sur, me fui por tierra y un trecho por aire, fue un asunto emocionante, desde que comencé a planteármelo , tres fronteras diferentes , dos países más, unas culturas diferentes en cada caso , ver en Brasil que hacen publicidad para alcohol y cigarrillos, cervezas hasta en la farmacia, todo muy pulcro, organizado, desde en la más humilde bodega hasta el lujoso sitio igualmente impolutos, un tercer mundo con visos de primero donde se nota la diferencia en contraste con el caos venezolano.

Pero no todo es tan bueno, ahí por primera vez me sentí tratado con desdén y antipatía por los nacionales, como si eso no fuese poco, los mismos venezolanos se tratan mal entre sí, incluyendo algunos que se niegan a hablar español. Por ejemplo, escuche a un fulano decir, muy orgulloso que no jamás se sintió venezolano  solo por tener un abuelo europeo, la cosa me dio asco en verdad, vale, no somos la gran cosota que se diga pero que un tipo tan musiú como yo , me diga que no se siente parte del país que lo vio nacer porque el de sus abuelos estaba en una crisis de hambre o de guerra cuando aquel abuelo se mudó hasta mi país natal, me pareció de  alarmar ya que seguro hay muchos como ése personaje que no aportan nada más que mala vibra por su condición introxenobica y una ignorancia vil pues el tipo a la primera oportunidad se identificó como profesor de matemáticas egresado de una universidad nacional , es de suponer que un título universitario debe darte un proceso de pensamiento que te permita ejercer la inteligencia no diciendo tamañas idioteces como esa de negar su gentilicio .Sin tocar el tema de la bronca entre unos y otros todo el tiempo, total, tenemos muy mala fama por múltiples razones aunque en mínimo numero pues me niego a pensar que todos los emigrantes son así.

Me entristece saber que los compatriotas se tratan mal entre sí, casi tanto como enterarme de malvivientes con mi mismo pasaporte que andan por ahí abusando de la buena fe local, por las malas condiciones por las que a todos nos sacó del país, como de la envidia manifiesta entre unos y otros ya que (sospecho) que todos se miden por un asunto de mala costumbre  por creerse más por lo que hacen y no por lo que son, la verdad no entiendo. Si hubiesen más inteligentes debería existir aunque sea un restaurante para venezolanos , así como hacen otras comunidades cuyos clubs funcionara , además, como centros de negocios y hasta espacios que terminarían como  potenciales instituciones que pudieren mejorar las condiciones de los compatriotas con ganas de trabajar y aportar cosas buenas para el país que los acoge sin la necesidad de olvidar el propio, eso me encantaría en verdad, de seguro en esta última etapa de diáspora , los que nos vamos y hemos conocido el hambre a pesar de tener empleo formal con supuesto sueldo  de profesional especialista, así que es una tragedia común donde no te puedes traer a todos tus seres queridos por razones económicas, conocen más de cerca la destrucción nacional, quizás ellos puedan ser luego más comprensivos y colaboradores con esos tantos que vienen atrás y como si fuese poco, lavar la cara a la mala percepción de nosotros como gentilicio en exilio gracias a otras actividades culturales, deportivas , artísticas o científicas entre instituciones educativas , comerciales o empresariales  de cuyo intercambio nazca otra mirada a nuestros connacionales en el exilio, lo contrario, eso que vi en Brasil no me agradó, lo peor es quizás solo una manifestación de un fenómeno global.

Estar divididos ha sido nuestro gran pecado nacional, a pesar de toda la buena gente venezolana que he conocido en mi vida, de lo cual me siento orgulloso  de ser sus compatriotas , al salir por Maiquetía parecen sufrir algún tipo de lesión cerebral que los convierte en seres tan negativos. Pero estoy generalizando mucho, debo admitir que también me han tratado muy bien en otros sitios, un buen amigo venezolano me prestó toda su ayuda, desde hospedarme en su casa hasta nacionales que me prestaron apoyo con la compra de pasajes en las distintas ocasiones, desde una intrincada ruta aérea a un excelente precio que me ahorró 60 horas menos de carretera hasta un humilde pasaje de bus en algún remoto rincón brasilero.

Sin embargo y aunque prefiero pensar otras cosas , ya cuando tomé el bus desde Boa Vista , en un punto de control pidiendo documentos a los pasajeros , la policía me ordena bajar para mostrarles mi equipaje , la parte que levanta sospechas es que solo nos detuvieron a tres mujeres con toda la estampa de compartir oficio de magdalenas en alguna calle y a mí, es decir, a mí y a tres putas nos bajaron para revisarnos documentos, esa cosa de mezclar a uno, todavía no sé si pensar que ellos creían que o era el proxeneta de las mujeres o me nivelaron en el mismo aroma de legalidad que también cumplen las sospechosas de usar su vagina como materia prima para su sustento, asunto siempre mal visto por las razones morales universales, sostengo que me pararon por estar sorprendidos de mi condición legal y mis intenciones manifiestas solo de ir de paso. El joven policía militar me solicita abra la maleta que ya con cierta lástima por su estado físico (el de la maleta) , al mirar su contenido me preguntó en portuñol que había ahí, le dije que ropa, documentos y zapatos, se encontró mi trípode ,preguntándome si yo era fotógrafo y cual equipo  usaba, le contesté y mostré mi humilde D5100 , ahí mismo estaba el envoltorio de mi título universitario hecho de cartón con botellas de agua mineral (un detalle de mi padre cuya sutileza raya en lo extravagante) , le explico mi grado de profesor de lengua y literatura mientras pensaba como justificar un par de cajas de alprazolam que me traje para ayudar con el estrés. El oficial abandonó la requisa con una sonrisa de conmiseración, me invitó a cerrar la maleta con una par de palmadas por la espalda como disculpa por haberme bajado junto a las tres mujeres de oficio cuestionable como sospechoso de pertenecer al bajo mundo que al final resultó un fulano de los más honorable en títulos y oficio.

Igual cosa me sucedió con un guardia nacional en Santa Elena de Uairen , quien al ver mi evidente esfuerzo al cargar en vilo una maleta muy pesada  sin un minuto de perdida me mandó a requisar con un sargento de muy amarga cara quien me hizo un par de preguntas y me solicita abrir mi maleta, mientras reviso con cierto nerviosismo mi billetera pensando que había botado mi cedula se me caen dos carnets, uno de profesor de la escuela de arte de Maracay y otro de profesor de la UBA en Venezuela, el guardia al ver los documentos y esperando que le esgrimiese alguna credencial policial que le hiciera la vida más amarga de lo que ya pinta su cara (por aquello del rango y sus monstruosidades), al yo explicarle que eran de mis dos trabajos, el hombre cerró la maleta, pidió disculpas y me dejó ir , supo de inmediato que un profesor no tendría nada de valor y mucho menos capital, lo más seguro es que ambos terminen llorando y el profesor le martille un par de cajas de cigarros , cuando no el almuerzo para ahorrase una comida en el viaje, creo que hasta se espantó. Eso da una idea, en el primer caso de cuanto somos respetados los docentes en el extranjero y de que tan poco nos valoran como profesionales en nuestro país, que los matraqueros nos consideran perdida de tiempo.

Esta  ranchificación mental que ha sufrido mi nación desde que los vivos, valiéndose de una retórica tan falsa como trasnochada han capitalizado el resentimiento entre la clase educada y la clase “obrera” en Venezuela ,logrando como primer y único gran logro revolucionario es retrotraer a la economía haciendo un país cuyos valores educativos iban delante del nombre , a otro donde es mal visto ser de verbo más elegante o menos grosero que el de sus propios líderes , sin mencionar el hecho  que el 98% de la población nacional navega ya en el maloliente pantano de la pobreza miserable que les habían prometido como el mar de la felicidad. Por tanto va perdiendo por mucho la academia y con ello un país ignorante es precisamente el germen de su propia destrucción.

En fin , el resto de Brasil lo vi desde la ventana de un bus, otra parte desde el cielo en cuatro vuelos que tomé en un solo día, en una noche durmiendo en un aeropuerto y donde (muy orgulloso) compré tiempo de internet con el dinero que me ha dado la venta de mis libros ya que es un momento especial, descubrir que algunos te compran tus libros y de paso ese dinero lo puedo usar sin tener que molestar a nadie , todavía tengo la esperanza de que algún día se lo suficiente no para pequeños lujos mínimos si no para vivir de mi esfuerzo intelectual, sería una maravilla terminar como Bukowsky quien después de vivir tanta miseria terminó sorprendido en su vejez por unas comodidades que solo soñaba en su juventud.

Por el momento son algunas cosas que he visto, aún faltan otras por digerir, solo quería notificar que mi esquina se ha mudado, ahora está en Uruguay comenzando una aventura que va con aires suaves pues estoy recién llegado con más expectativas que realidades pero donde tengo la firme esperanza de mejorar mi situación económica y la de mis seres queridos será una pronta realidad, además claro de algunos sueños que quedan por cumplir.
Desde hoy puedes donar 
José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback

El amigo Venezolano que me recibió en su casa, mientras estuve en Boa Vista

Rio Branco, Boa Vista

Boa Vista








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