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sábado, diciembre 31, 2016

Mañana de noche vieja, 2016

Soñar tiene sus bondades y sus maldades, sobre todo cuando ese sueño es causante de algunos males en pos de un supuesto bien mayor, el atropello en nombre de lo que sea, sobre todo cuando ese “lo que sea” causa peores cosas que las que pretende curar ha sido la plaga más grande de la humanidad desde que esta descubrió que con la retórica todo se justifica y los pobres de espíritu siempre son mayoría con lo que la dupla política/necesidad logra hacer que millones crean mentiras que la historia no se cansa de repetir su fallido sino.

Sin embargo y a pesar de los sueños malvados también existen otros amables, esos que logran que uno se esfuerce, piense, trabaje y hasta se arriesgue cuando no encuentra otra opción que saltar al vacío para buscar las metas perdidas, en ese sentido hay muchos venezolanos por el mundo buscando esos sueños que su país les niega, hay otros que no se van precisamente para lograr que eso se les cumpla, los menos son aquellos que se rinden ante el desencanto y sucumben a la tristeza dejando que la vida los lleve a tumbos hasta el sepulcro, de estos últimos están llenas las barriadas de mi país. Esta gente sin sueños más allá de comer mañana, de sobrevivir al atraco en cualquier parte, de estar atentos a los ruidos de las balas para esconderse bajo la cama apenas suene muy cerca, evitar la policía no vaya a ser que alguno se enamore de alguna pertenencia y termine en una comisaria robado y sin posibilidad de denunciar a nadie pues a las autoridades les vale madres que un don nadie les reclame, perdón ellos no conocen el significado de la vocación de servicio ni el de ciudadano con derechos, el derecho comienza y termina con un nombramiento oficial, un compadrazgo , una amistad influyente o un carnet partidista de resto todos son ceros a la izquierda en la ecuación del poder  por tanto no existes más que para ser parte del sustento de las autoridades, también aplican los esbirros de la bolsa de comida o los otros que a lomo de moto defienden sus feudos libres de policías a cambio de vender su ínfima alma al demonio de la revolución.

Hay sueños sin embargo que se cumplen, en algunos casos comienzan como pesadillas plenas de nostalgias, tristezas y angustias que por lo general desembocan en alegrías amortiguadas por la distancia de gente con la que se quisiera festejar y alegría sin compañía se disuelve en el éter de las memorias. Desde que salí de Venezuela no hago más que pensar en ella, en mi hija, en mi viejo quien por cierto es un soñador compulsivo cuya pelea diaria va en función de no dejarse ganar por el desaliento, en mis amigos que quedan allá, en mi cielo azul, mis montañas , mis playas y hasta mis calles que por feas no debería recordar pero uno siempre añora el hogar por más amargo que este pueda parecer, me fui en pos de un sueño, a falta de balsa pude irme en autobús.

Hoy me he levantado de madrugada viendo un cielo gris que anuncia un día no muy bonito que digamos, quizás eso juega para que me ponga nostálgico queriendo sentir un abrazo que se no voy a poder tener hasta dentro de algún tiempo. En busca de volver a tener ese abrazo no me permito dejar de soñar, también quiero que nadie deje de hacerlo, me gustaría mucho que en este año que comienza mis compatriotas dejaran de solo desear para trabajar activamente por sus metas, no se dejen ganar por el desconsuelo, el hambre o el miedo, si la política no los ayuda háganlo ustedes mismos miren que el poder e sustenta en cuatro pelagatos armados pero que con maña se puede revertir. Quienes como yo están en el extranjero prepararse, aprendan, hagan contactos, contribuyan a la causa, déjense de olvidos que su país los necesita y que al caer aquel horror igual tenemos que volver para empujar lo que queda y convertirnos en lo que pudimos ser y no fuimos por la culpa de quienes utilizaron los sueños de autoengaño para apropiarse de vidas, bienes, hogares y sueños.

Espero que este año, luego de las doce a pesar de la escuálida cena que tendrán (los que tengan que comer y beber) la rabia se transforme en el eco generador de nuevas ideas, de inspiradas acciones y que toda esa energía se centre en lograr sus sueños para que se cumplan más allá de sus expectativas.
Hoy estoy soñando con que todos cumplan sus sueños, quiero que sepan que si se puede y si se pone manos a la obra el universo nos recompensará con sorpresas que escapan a nuestra comprensión, que desde el mismo instante en que lo piensen su mesa se llene de comida, que los que se fueron vuelvan, la mesa no tenga puestos vacíos, las revoluciones sean solo un mal recuerdo, los niños tengan futuros brillantes, la pobreza solo sea para quienes no se preocupan en evitarla , el hambre una excepción y no esa espantosa regla que toca a todos aquellos que no ganan cientos de dólares (por no decir millones y esos sabemos quiénes son) , que la tristeza abandone el país para volver a ser alegres y despreocupados, total, que el año nuevo inunde los hogares de mi país junto a los de cientos de miles de compatriotas que andan rodando por el mundo persiguiendo el sueño de libertad y progreso que la evolución les ha negado por simple necedad de ser la peor bazofia humana que ha tenido poder desde hace más de un siglo, que esa bazofia desaparezca de la faz de la tierra, que los pseudointelectuales tengan vergüenza de seguir defendiendo lo indefendible y que el próximo año mis letras sean más amables por tener la meta cumplida de que mis sueños también se cumplan más allá de las más desatadas y delirantes expectativas .
José Ramón Briceño, 2016

@jbdiwancomeback







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