La democracia es como
el matrimonio, difícil, laboriosa, exige dosis de tolerancia complicados de
asumir, sin embargo es necesaria para el correcto desarrollo de las sociedades,
al igual que los matrimonios siempre hay la tentación de que alguien ejerza en
poder absoluto, siempre es más cómodo delegar las responsabilidades en los
hombros de otros pues así se evitan también las incomodas peleas por los
errores en el camino.
Decir que vivimos en
democracia es una barbaridad, ya acá ser opositor es ganarse un sello en la
frente que indica alguna cosa , sobre todo porque lo poquito que queda en pie y
que ofrece cierta seguridad de empleo está en manos del estado y esos, los
jefes sobre todo viven pendientes de cazar a cuanto opositor se les ponga a
tiro para justificar cualquier medida punitiva en su contra, desde la negativa
a asensos hasta el acoso para pedir la renuncia, todo eso con el agravante de
que la economía no sirve para nada y los sueldos son poco más que limosnas, no
importa cuánto ganes, la única diferencia entre los que ganan poco y los que
ganan más es el tamaño de su miseria.
Los partidos son
absolutamente necesarios en cualquier sistema político ya que la disidencia y
la oposición aseguran que de alguna manera nadie se abrogue la capacidad de ser
un mandamás, tal y como ha sucedido por los últimos 15 años, sin embargo los
partidos o sus representantes aún no se ha
dado cuenta de su papel y siguen cometiendo las mismas torpezas desde
hace 15 años, he ahí una de las razones por las cuales vivimos este
predicamento, esa mala costumbre de los partidos de tratar la cosa pública como
si de un mercado persa se tratase, todo tiene un precio, todo tiene una
negociación y (al parecer) los más altos representantes son amigos de algunos
del gobierno pues su pasado rojorojito los delata, es más hay hasta diputados
elegidos por la oposición cuyo sino ha sido el de volverse dóciles para con los
amos de Miraflores.
Las razones las sabrán
ellos, la verdad yo mismo me encuentro en la difícil situación de escribir mal
de sus gestiones a pesar de que creo en otro sistema no militarista que nos
enrumbe al futuro posible, donde los estudios sean el pasaporte al éxito y no
pues este eterno esperar que “alguna vaina pase” para poder afrontar las
quincenas o una vejez digna.
Hace días estuve en una
asamblea para discutir la posibilidad de exigir a la MUD la realización de
elecciones primarias en mi estado Aragua, ahí escuché de una fuente en extremo
confiable las cifras que hablan de la credibilidad de los partidos acá, resulta
que más del 65% de la población no cree en nadie, ni siquiera piensa votar, pero en vez de capitalizar ese inmenso número de descontentos los
fulanos de la MUD clavan unos candidatos que a decir verdad tienen muy poco
arraigo en el estado, algo así como que somos la cenicienta del país y
cualquier cosa funciona.
No contentos con eso
los fulanos de la MUD acusan a cualquiera que no esté de acuerdo con ellos de “fracturar
la unidad”, señores yo creo que la fractura de la unidad se la clavan ellos
mismos. Tengo la impresión de que la gente está buscando una tercera via para
la resolución de los problemas del país, gente que no tenga pasados rojos, que
maneje la inteligencia de manera pública y notoria, que sepa lo que hace pero
que, además, tenga la formación y la educación para realizar proyectos
factibles y no este eterno quebrar de cientos de proyectos para el estado que
más parecen una compensación para los amigotes de quienes manejan los
presupuestos que una acción para mejorar la calidad de vida de todos.
Ha llegado el momento
de que la sociedad, apática se despierte y exija muchas cosas, entre ellas por
supuesto el conteo de las papeletas de votación pues hasta que eso no suceda
las votaciones serán siempre un terreno fértil para cualquier especulación ,
desde la intervención de las cifras por medios digitales hasta la falsificación
de los resultados, matemáticamente planificada para que ellos (el gobierno)
manejen siempre el poder y la oposición tenga algunos espacios para poder
gritarle a las paredes que al parecer son las únicas que los escuchan.
En vista de todo lo anterior,
sería interesante que las asociaciones o agrupaciones de la sociedad organizada,
se organizaran e hicieren unas elecciones primarias para escoger candidatos sin
filiación partidista, así cuando menos se aseguran que sus problemas serán
escuchados y los mismos candidatos son participes de los problemas de la comunidad,
región, estado o municipio por el que sean elegidos, amén de dar una lección histórica
a los partidos y su empeño en podrir todo con negociaciones debajo de cuerdas y
ese extraño tufo a estafa que rodea siempre el accionar de muchos partidos
políticos, con honrosas excepciones que ahora pagan una condena injusta tras
las rejas por culpa de los jerarcas asustados que prefieren tener reacciones de
gorilas a ser los sensatos que necesitamos.
Si eso no funciona, la
verdad deberíamos TODOS los venezolanos en ir pensando en un “Muro de Venezuela”,
dividámonos entre el norte y el sur, un lado estaría con el progreso y el otro
con el comunismo, en diez años compararemos.
José Ramón
Briceño, 2015
@jbdiwancomeback
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