Hace
tiempo vengo pensando en la posibilidad de que en las filas oficialistas exista
una epidemia de estupidez, me es difícil pensar que tanta gente esté
equivocada, de paso no se necesite más comprobación que dar algunas vueltas por
la ciudad y de remate alguna que otra morgue. En el caso de los mayores de 40
años, me cuesta pensar que no recuerden como era la vida hace 20, es verdad,
jamás fue fácil la cosa pero tampoco era tan jodida como en estos días.
La
conclusión a la que he llegado me ha asombrado, resulta que si eres
inteligente, defiendes la lógica, presentas proyectos factibles y no te prestas
para nada absurdo no tienes chance ni siquiera de ser portero de alguna
institución, mucho menos llegar a tener poder que de paso es lo que todos
buscan para acomodarse y acomodar a los suyos. Toca ser fanático ultroso,
hacerse la vista gorda, decir a todo si mi comandante, jalar bolas diciéndole
al jefe ingeniero, doctor, licenciado o cualquier otro título aunque sepan que
el fulano ni siquiera es bachiller, también toca aprender el arte de hacer
bolitas de moco para “trabajar” hasta altas horas de la noche, de esa forma te
haces la fama de que trabajas por la revolución, también te toca pertenecer a algún
colectivo, milicia o simplemente cargar una pistola al cinto para no dejar duda
de que tu defenderás la revolución con tu vida de ser posible. La cosa de la
gente armada es que quienes realmente ejercen el asunto ese de la violencia son
malandros cuyo oficio es realmente el de usar el arma y no para amedrentar
precisamente.
Ser
inteligente usualmente va de la mano con la inconformidad, el ser inteligente
jamás dice que si de gratis, toca convencerlo con argumentos de peso,
cuestionan, se molestan, discuten y no se aguantan a cualquier imbécil que
investido por algún padrinazgo reparta ordenes absurdas como si supiera alguna
vaina, la gente inteligente no se fanatiza , tiene creencias pero hasta estas
viven sumidas en dudas, todas las creencias son pasadas por el filtro de la
duda, si pasan todas esas consideraciones pues son merecedoras de su creencia.
En
cambio, aquellos cuya inteligencia no les da más que para no hacerse encima,
hablar, caminar, medio leer y escribir, son fáciles presas del fanatismo, total
esa es la única manera de que logren avanzar en la vida, si se someten
absolutamente a todos los designios de los semidioses cuyo maná viene en forma
de papel moneda, además te aseguran impunidad absoluta bajo la patente de “luchar
por la revolución” , cuyo resentimiento por la inteligencia ajena los hace un
bloque dispuesto a cualquier barbaridad para mantener sus privilegios, que
dicho sea de paso no se creen los criminales que son pues o alegan defensa
propia u obediencia debida, la culpa jamás es de ellos, esos son los que
manejan el estado, no existe cabida para nada más.
Alguien
me hablará de títulos universitarios, posgrados y hasta doctorados, yo les diré
que en esos casos es más triste la vaina pues ellos se concentraron solo en
aprobar materias no en abrir su cerebro, esos de paso son los más tristes pues
se obligaron a perder lo aprendido, para involucionar en función de un “ideal”
que los retrotraiga a la imbecilidad izquierdosa de la que tanto se ufanan, la
historia no los absolverá, muy al contrario, cuando esto pase yo seré uno de
los primeros que les arrojará piedras para que nunca nadie olvide que su
posición de victimas es propia de los victimarios cuyo poder se les ha agotado.
Sé
que algunos amigos se sentirán identificados y hasta ofendidos por mis letras, también
saben que me importa nada, mejor me quitan hasta el saludo que no me hace
falta, hace rato decidí no tratar pendejos y ellos, a pesar de que ganan cien veces
más que yo, su intelecto los ubica como los más grandes pendejos de la
historia, cuya falta de cerebro ha ayudado a maltratar a más de 40 millones de
compatriotas, sin hablar de los muertos, exiliados y hasta presos políticos, mi
repulsa es total.
En
otro orden de ideas, la oposición tampoco es que se salva mucho, solamente que
ellos no están en el poder pero algunos tránsfugas que brincaron la talanquera
luego de que los votos opositores los pusieron allí también merecen que se les
escupa un ojo (o los dos), su cerebro escaso y lleno de la misma materia fecal
que el chavismo pudo más que la supuesta inteligencia que poseían.
José
Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback
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