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miércoles, julio 23, 2014

Mensaje a los docentes Venezolanos

Mensaje a los docentes Venezolanos

Últimamente me he topado con una suerte de depresión colectiva, no hay un día que uno no escuche alguna imprecación, que no lea en las redes expresiones de rabia, que no mire a la cara de los peatones su incomodidad, eso por supuesto ha subido los niveles de agresividad general y no es para menos, ya no importa cuánto ganes, igual eres una suerte de indigente con sueldo y algunos beneficios (si los hubiere).
Tanto así que tengo días pensando en que quizás sea interesante parafrasear al maestro Zapata y editar algún pasquín llamado “El Pelabola Ilustrado”, que expresa realmente el sentir de los profesores de todo el sistema educativo en este país. Llegaron las vacaciones y con ellas los pagos extras para “cubrir” los gastos, todos los colegas esperan ese extra para viajar con la familia , hacer mejoras en la casa, comprar los útiles escolares o simplemente bebérselos en su casa con los amigos , lo que sea, el asunto es que no alcanza ya para nada, lo más indignante es quizás lo desigual de la escala salarial docente, mientras un profesor de escuela (entre primero y sexto grado) en alguna escuela de PDVSA gana alrededor de 15 mil bolívares, donde el cesta ticket es más de cuatro mil, un profesor de la misma escala gana si acaso cuatro mil, en el caso del liceo son cuatro mil ochocientos y en ningún caso el fulano bono de alimentación sobrepasa los mil trescientos bolívares mensuales.

Con una inflación de dos dígitos altos que hace que la cesta básica sea de por lo menos tres veces el sueldo, no entiendo todavía que carrizo hacen los gremios docentes  los colegas profesores, se vale jalar pero no guindarse , se puede hasta entender que muchos a pesar de lo que pasa defiendan las ideas de los jefes pero de ahí a soportar ser poco menos que mendigos hay una distancia enorme.

No pertenezco a ningún colegio ni sindicato ¿la razón? Está a la vista, nadie dice ni hace un carajo por mejorar la situación económica de los colegas (incluyendo claro la propia), no creo que nadie en su sano juicio pueda defender la iniquidad de un sistema que le paga mejor a los obreros que a los profesores, repito, no tengo nada en contra de la clase obrera, pero si tengo mucho en contra de premiar la ignorancia y primar pasar un coleto antes que la de generar conocimiento, lo primero lo puede hacer cualquiera, lo otro pues también pero cualquiera que por lo menos se aguante cinco años de universidad más los dos del posgrado para no ponernos tan exquisitos.

Cuando uno vive en un país así es complicado no estar deprimido, es más, no puedes ni pensar en emigrar pues un pasaje hasta alguna isla del caribe o un país vecino no cuesta menos de once meses de sueldo, eso sin comer, beber, tomar autobús ni ninguna de esas otras cosas naturales del vivir y aun así cuando por fin logras reunir para el desgraciado pasaje todavía no te alcanza para el cupo de dólares, si acaso el pasaporte no se te ha venido en el camino y toca volver a repetir el ciclo pues ya lo que tenías reunido no te alcanza ni para el bus al aeropuerto.

Ojalá pudiera yo sentarme con los representantes sindicales para gritarles en su cara, cuan porquerías son, más allá de su sesgo ideológico se supone que debieran trabajar en función de mejorar las condiciones de sus agremiados pero al parecer trabajan para hacer la pantomima y lograr que a sus agremiados les sigan descontando del sueldo su cuota y los pendejos profesores sigan agremiándose a ver si algún día les regalan su apartamentico o les permiten pasar un poquito más de hambre mientras les descuentan de nómina por el aire acondicionado de “mi casa bien equipada”, de mi pate reciban una cordial mentada de madre y si la decencia no me obligase dejaría por escrito un largo rosario de insultos , aunque sé que no logro nada, por lo menos me queda el consuelo de haber insultado a unos cuantos, cosa que mi depresión agradece.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


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