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viernes, mayo 16, 2014

Entre apátridas y patriotas

En un estudio que vi por ahí, de muy reciente data y de bastante credibilidad, leí un dato que me llamó profundamente la atención, resulta que en este país, donde pensábamos que la división de clases no existía más que en la chequera de cada quien, ahora si existe y de paso se ignoran unos a otros. El gobierno con sus campañas ha logrado hacer una división a base de resentimiento, que si bien existía en focos pequeños ahora se ha extendido a toda la población, donde los que son pobres detestan a los que no lo son tanto porque se les ha inculcado que su estado de pobreza es culpa de “los otros”, así de simple.

Anteriormente si eres pobre, en tu casa te hablaban de trabajo, responsabilidad, esfuerzo y estudio como las herramientas para dejar la pobreza atrás y treparse en la escala social a fin de vivir en mejores condiciones para ti y tú familia, ahora pues la viveza, el resentimiento y la facilidad de obediencia son las herramientas (supuestas) para salir de la pobreza, sin tener en cuenta que lo que fácil viene fácil se va y si no te pones a trabajar en función del avance NADIE vendrá a sacarte de ningún lado ni te va a regalar nada. Eso del regalo es precisamente lo que muchos pobres esperan. De esa manera el gobierno se asegura de tener acólitos que los mantengan en el poder por tiempo indefinido, sin importar el costo.

Recuerdo hace unos años, cuando era universitario, haber tenido algunas discusiones con profesores pro gobierno, ellos pretendieron alguna vez convencerme de la bueno del “proyecto” con argumentos como “los presos políticos” el “despilfarro” los “ladrones de la cuarta” los “vendepatrias pitiyankis” y cualquiera de esos manidos discursos que ya sabemos todos dicen, lo increíble del asunto es que ese discurso lo tenían tipos que se han leído muchos libros, con más de un posgrado, que tienen camionetas que son más caras que una casa tipo clase media, que debieron haber ganado su último sueldo básico hace más de veinte años cuando alcanzaba para algo, hasta acusaban a otros de vende patrias pero nombraban al vejete castro como “mi comandante” hasta que un día perdí las formas y los insulté de la manera más elegante, tumbándole todos sus argumentos con otros sacados de la prensa y de las vivencias, hoy día si me encuentran en la calle cruzan la acera sin saber que me dan un alivio grande, eso de andar insultando a diario me afecta así que se agradece que no den la oportunidad, sobre todo en estos días aciagos donde se ha puesto en evidencia toa la maldad y la virulencia de un régimen que se quejaba de los barbarismos militaristas de antaño y ahora pues los imitan a la perfección, en algunos casos hasta mejorando los métodos.

Otro detalle, nadie se siente culpable de nada, no importa que muchos de nuestros males se hayan podido solventar hace rato poniéndole un parado a los tarados del gobierno, nadie levantó su voz, es más, muchos hicieron campañas a favor, no por que estuviesen de acuerdo, si no porque les iba a dar algún provecho en un futuro cercano, sin importar cuanta gente saliera dañada con tales iniciativas, eso señores es ser ciudadanos, el socialismo no es esta paja de marx ,de chavez, el che, Fidel, hochimin o cualquier otro engendro histórico, el socialismo ha de ser entendido como un accionar colectivo en pro del bien común, no este accionar de una masa coaccionada en pro del bien de unos pocos, no importa sus argumentos, esa retórica de cuarto nivel solo sirve para justificarse. Si revisan la historia de otras naciones, el mismo discursito se lo encuentran a Videla, Stroessner, Perón, Pinochet, Pol Pot, Idi Amín Dadá y cuanto bárbaro asesino, ladrón, genocida e imbécil que gobernó con puño de hierro su nación, todos además se sirvieron en principio de eso que llamaban “pueblo”, luego cuando este se comenzó a molestar pasaron a ser las fuerzas armadas los consentidos y encargados de eliminar los focos de rebeldía y solo en el caso chileno salieron fortalecidos en todos los sentidos de tales ignominias.

Es momento de dejar las diferencias de lado, entiendo que costumbres, gustos, posibilidades y hasta deseos nos separen, sin embargo, hay que estar claros que no importa cuánto ganes, la verdad es que eres igual de pobre que los otros a pesar de tus vacaciones en Miami , no te llames a engaño ganas menos que un obrero gringo y pasas pena por tu poder adquisitivo y tus títulos solo te equiparan a cualquier clase media baja del mundo decente, si eres pobre recuerda que ese gobierno que una vez defendiste te ha llevado a la miseria más absoluta, con las devaluaciones ganas por día menos que un mendigo del primer mundo, hasta que el estado no se entere que la cosa va comienza por una economía fuerte no saldrá nadie de la miseria, entérate (si alguno me lee) que al gobierno no le interesa que dejes la pobreza, es más , le conviene pues si eres pobre estarás siempre más ocupado con eso de sobrevivir que de velar por el interés del país. El dialogo tiene que comenzar por ahí, hacer frente común por el futuro de todos, si a ti no te interesa pues jodete solo y si te interesa olvídate de rencores estúpidos que con trabajo, estudio y esfuerzo se logran muchas cosas pero si seguimos con este zoocialismo del siglo XXI terminaran nuestras hijas de jineteras y los hijos de chulos para medio vivir en la cloaca que se ha convertido esta otrora sucursal del cielo.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback




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