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lunes, noviembre 04, 2013

Hablando de difuntos

Amanecí nostálgico, quizás esta manía de pensar en tiempos mejores para no deprimirme con estos no tan buenos, la verdad mi angustia actual es por lo mismo que todos nos angustiamos, es que la pelazón siempre es motivo de preocupación, pero si esta situación está cercana a las navidades tanto peor, la verdad a mí no me preocupan tonterías como los estrenos, las fiestas y tanta cosa fatua típica de por estos lados, a mí me angustia la cuenta con el niño Jesús. Este año está complicada la cosa con ese personaje, entre las “lechugas verdes” (dólar paralelo), la inflación y la poca oferta de juguetes decentes, el asunto está muy complicado.

La verdad nunca tuve dinero y mi familia mucho menos, acá todos han sido trabajadores insignes, aguantadores de esos que aplican la de que al mal tiempo buena cara, eso sí, sin dramas que se ven feos y a nadie le importan, sin embargo mi nostalgia va por que hubo un tiempo en que no me importaba ni la política, ni el futuro y mucho menos la economía, para eso estaban los adultos que se ocupaban de cosas serias y uno solamente de pasarla lo mejor posible con lo que se tuviese a mano, así fuese la televisión con su emisión infantil vespertina, la bicicleta y hasta la patineta , claro, en mi caso sin mayores pretensiones pues mi tendencia anatletica ha sido desde muy joven.

Me levanté nostálgico y de soundtrack mañanero suena una selección de tangos pues mi abuela quizás anda merodeando por acá, intentando mitigar el estrés pre navideño de cuenta cero y esperanzas disminuidas, sin embargo y a pesar de todo esto, se me ha ocurrido pensar en lo mal quienes la deben estar pasando ciertos personajes que pasaron el páramo en los últimos dos años, imagino, por ejemplo que lo del cielo e infierno debe ser algún mal invento de algún cura aficionado a los hongos mágicos por allá en el siglo I . Quizás las almas pasan una suerte de periodo de prueba y el símil del infierno es el de aguantarse los reclamos de otras almas por el resto de la eternidad. Si el difunto se tropezó a mi abuela por los caminos del inframundo, pobre, mi abuela era muy dulce pero cuando la cogía con un tema pues la cosa se ponía álgida y se volvía una suerte de metralleta verbal que no sabía de piedad con su víctima, sería muy gracioso ver la cara del difunto aquel aguantando el chaparrón, de paso es un fantasma, es decir, ahora si no se cansa ni le duela la cabeza, está jodido el pobre.

Es que el pobre no debe tener escapatoria, si por casualidad mi abuela se cansa, ha de existir toda una corte de abuelos molestos por culpa de esa administración, tantos que segurito hay sindicatos enteros que se encargan de poner orden en esto de armar peo. La cosa debe ser interesante pues en algún rincón ha de existir un lugar dispuesto para tanto bohemio inteligente, esos que seguramente ya convencieron a las autoridades del ese inframundo en la necesidad de que el alcohol forme parte de la dotación eterna para el entretenimiento.

Se imaginan cuanto ha debido crecer su prosa cuando tienen a todos los seres inteligentes de la historia y prehistoria a mano, seguramente ya existe un manifiesto que apruebe la parranda eterna como arma de salvación para las almas pues han descubierto que mientras más se ríen menos oportunidades hay para subir a la tierra a poner malos pensamientos en los siempre maliciosos humanes que por acá se matan por pendejadas, ya alejados del espectro político y en plena joda eterna, Miguel Otero, Job Pim, los hermanos Nazoa, Pocaterra, Uslar Pietri y hasta el muy serio doctor Herrera Luque andan de diatriba eterna y cuando por algún milagro la cosa baja intensidad, van y buscan al difunto para hacer su fiesta entre burlas y jodas hasta que el pobre sale corriendo para huir de todo ese lio.

En la otra esquina del sector venezolano está la generación del 28, afilando su verbo, ellos se dejaron de hablar con los escritores pues se cansaron a su vez de ser el centro de su burla, aún están arrastrando el peso muerto de sus errores políticos, ellos, en su inframundo particular se la pasan reviviendo el pasado y haciendo planes para cuando se aparezca Fidel, ya tienen unos cuantos años escribiendo guiones y papeles de trabajo para incordiar al eterno tirano que les coqueteo tantas veces y otras pues les dio la espalda, sin embargo, así, de sorpresa les dio una visita el recién difunto que pretendía formar parte de ese grupete de notables, quienes al verlo pues fieles a su costumbre le hicieron la muerte de cuadritos pues, su retórica (la del recién difunto) jamás le llegó ni por los pies a esos ilustres políticos valientes, que además son muy cultos y el odio del inframundo les ha puesto el verbo mucho muy filoso, como ya estaban aburridos de los generales ex presidentes  les llega un teniente coronel con coeficiente intelectual de cabo primero, la gran fiesta de la retórica y la burla sin piedad.

Eso seguramente ha traído como consecuencia un motín en el inframundo, según me ha contado en sueños mi abuela, hay un paro general de todos los tramites celestiales hasta que el pobre difunto no encuentre reposo, las autoridades han decidido ponerle a escoger entre tres cosas, mandarlo una temporada al purgatorio, en una suerte de encierro solo que con los cofrades que lo quieran acompañar, dejarlo venir a la tierra como alma en pena o permitirle reencarnar en Venezolano, solo que en vez de militar será profesor de liceo privado obligado por el tiempo de vida a sobrevivir con un solo sueldo, so pena de volver al inframundo y ser encadenado en la plaza del sector venezolano, dicen que aún lo está pensando pues todas las opciones son iguales de terroríficas, pobre difunto.
José Ramón Briceño Diwan, 2013
@jbdiwancomeback




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