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miércoles, noviembre 13, 2013

De donde venimos,¿hacia donde vamos?

Buen día, Venezuela es un país extraño, donde cualquier cosa pasa y a nadie se le mueve un pelo, acá los políticos son tan descarados que así se les ven las costuras a sus excesos tienen la desfachatez de salir por televisión, armando el alboroto del siglo, vía cadena de radio y Tv, imagino que como demostración de poder, por ejemplo, con todo este lio hay muchos que piden cuentas claras, pues ayer se quemó el archivo del ministerio de comercio y seguramente allí reposaban todos los expedientes de las transas por los dólares, los registros perfectos para que comerciantes y prensa pudiesen recamar por el abuso al que se les está sometiendo, también, en otro orden de ideas, dicen con bombos y platillos que están poniendo presos a los especuladores, pero solo hablan de unos gerentes y encargados de tienda, pero por ninguna parte he leído que hablan de los dueños de esos locales, lo que falta es que igual que con el fulano chino del mal recordado Recadi, pongan preso a algún vigilante o vendedor comisionista por usura, mientras los dueños de las tiendas están traquilitos y a buen recaudo en cualquier país adonde sea menos complicado eso de hacer dinero, así tengan más vigilancia gubernamental, cosas de este tiempo de  payasos y boberas.

Todo eso nos lleva a una pregunta, ¿de dónde venimos?, ¿a qué razón se debe que exista tanta gente, a pesar de ser tan victimas como oros, aplauden la cosa?,¿ese demonio interno de muchos venezolanos que huele a envidia, odio social y a rapiña, de donde sale?. Algunos amigos de esos muy sabios, con bastante mundo y mejor inteligencia, hacen algunas aproximaciones a esa razón, sumados claro a otros que no conozco pero que a través de sus textos he podido medio asomarme tras esa cornisa de la venezolanidad, con sus virtudes y defectos.

Ahí voy, según Francisco Herrera Luque, en sus tesis doctoral llamada “Los viajeros de indias” , pinta un panorama psicopático de herencias genéticas, no muy halagador que, sumado al olvido de leyes y hombres por ser una simple capitanía, creó una nación adonde la ley es un adorno muy bonito usado solo para ser aplicada a los pendejos, mientras los fuertes pues se ríen de todos sin pudor alguno, una suerte de derecho divino los ampara, claro, igual pasa con los de escasos recursos económicos (gente como yo pues, económicamente hablando, nada más) que siente que cualquier burla al orden establecido es una especie de guiño al poder que siempre han deseado, la viveza criolla tan mal vista pero tan común. Uslar Pietri, aseguraba un muy mal futuro a la Venezuela saudita, decía que si no se diversificaba la inversión y la producción más allá de la petroparranda, en algún momento Venezuela pagaría cara su estupidez de dinero fácil y futuro siempre incierto, dependiendo siempre de un ingreso artificial que al final da más beneficios a sus explotadores que a eso que llaman Pueblo, si quieren léanlo, se llama “De una a otra Venezuela” profética la cosa y escrita mucho antes de Pdvsa.

Hoy hasta me voy a arriesgar a sumar un punto más a estas teorías, claro, jamás me igualaría con los señores que he nombrado, sin embargo, con estos hechos vandálicos de estos días, el hampa que no tiene comparación con casi nadie en el continente al menos, sobre todo por su violencia y voracidad, las payasadas de gente que prefiere no comer pero tienen un Smartphone de última generación, los ranchitos con Tv de plasma, equipos de sonido como para hacer una fiesta en una carpa de circo, los zapatos más espantosos que valen más de un sueldo básico, repitiendo la viveza criolla y hasta el odio de clases que estos tipejos han revivido, pues nunca ha estado muerto.

Resulta que el siglo XIX fue una sola y eterna guerra, desde la independencia hasta que bajaron los andinos de sus montañas e invadieron el país, fueron un ejército de ocupación pleno de los infaltables genuflexos y con un tino para la violencia, la tortura y el asesinato como nadie más en nuestro historia republicana, pero, pagaron la deuda externa que tenía poco más de 70 años atormentando al país y de paso ocasionó el bloqueo de nuestros puertos, pues Gómez los solucionó. En fin, ustedes lectores, se imaginan cuanta violencia, rabia y odio hubo en esos años de guerra, ¿Cuántos de los venezolanos de a pie descienden de los mismos soldados (tropa) que hoy son motivo honores cada fecha patria?, ¿sabían ustedes que ellos igual cometieron actos vandálicos durante toda la guerra?, ¿el saqueo, el petateo (violación), asesinato y quien sabe cuántas cosas más? Eran asunto de todos los días en esos tiempos, ¿piensan que las tropas de José Tomás Boves eran los únicos “malos” de la partida?, saben por ejemplo que esas mismas tropas a la muerte del taita Boves se pasaron al bando patriota y pelearon bajo las ordenes de Paez y Bolivar, si me extiendo va a ser demasiado largo el artículo.

Ahora toca preguntarse, cuantos de nosotros tenemos en nuestros genes esa carga de violencia soterrada, cuanto de eso ha pervivido en el inconsciente colectivo de muchas familias, no sé, pero sería interesante asomar algunas hipótesis para encontrarle razón a tanto atraso, tanta locura, tanto loco, y tanto sin futuro que veo todos los días, tanta tristeza en las calles pero lo que más preocupa, el futuro tan extraño que se le ofrece a nuestros hijos, sin futuro, con la patria dividida, pero con una extensa epidemia de falta de cerebro que a aquejado a gran parte de la población de mi querido país.
José Ramón Briceño Diwan, 2013
@jbdiwancomeback
 
Panteón Nacional, foto José Briceño 




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