El
cine junto a la música han llenado la
infancia, adolescencia y adultez de muchos, en sus múltiples géneros y estilos,
traen recuerdos de cosas gratas, claro también de otras no tan gratas, pero al
final todos los recuerdos se atesoran, en especial en esta época cuando ya la
temporada pre navideña arranca. No sé si es idea mía pero no hay nada de
ambiente en ningún lado, los supermercados están si no vacíos cuando menos faltan
productos como lácteos, en cualquier presentación y los precios, coño, los
precios son de antología, pero de horror, como aquellas que publicaba el círculo
de lectores en los años ochenta, esos en que al parecer eran un negocio tipo Herbalife
y en todas las casas habían libros de esa editorial , así como sus catálogos,
pues bien en el apartado de horror de los dichosos muestrarios de esa editorial
encajaría perfecto uno sobre las navidades del 2013 y los precios en los
supermercados, abastos y similares.
El
inicio de esta temporada me tiene en vilo, claro, sin empleo ni tigres que
matar a la vista, tengo claro que las navidades van a ser si no tristes cuando
menos no muy alegres, ya notifiqué a familia y novia que este fin de año no
salgo ni a la esquina, quien quiera verme que me visite, me dicen aguafiestas y
amargado, pero es que con los pronósticos para el año entrante más la situación
actual siento de verdad que no tengo nada que celebrar, por supuesto, toca
celebrar la vida, sobre todo con el cuento del hampa y la violencia, pero esa
igual la puedo celebrar acá junto a mi gato y espero mi hija, entiendo que las
otras personas a mi alrededor quieran celebrar y no lo critico, es una decisión
absolutamente personal, la cosa la veo tan negra que las gaitas me suenan como
la canción que sonaba en aquellas películas de los 90´s “pesadilla en la calle
del infierno”, la misma que sonaba cada vez que se le iba a aparecer a la víctima
el victimario y plus malvado Freddy Krueger .
¿Por
qué me suena así la cosa?, imagínense nomás que cualquier muñeca de las de moda
cuesta casi cuatro mil bolívares de cartón, pero ya ni valen el cartón piedra o
MDF, de cartón corrugado y de reciclaje, un perfume decente no baja de los
cuatro mil, una guayabera pues tres mil si son de las más o menos y algún artilugio
electrónico de esos que llaman gadget ni soñarlo, quienes puedan cubrir a todos
sus seres queridos con regalos y demás, pues sepan que desde mi esquina les
aplaudo. En mi caso de verdad ya ni sé que pensar. Las probabilidades de que
mejoremos las veo igual a que si yo apostase ganar un maratón, cuando la verdad
jamás he corrido más de una cuadra y con todos los kilos que he perdido (van
30) no lo haré, así está mi nivel de descontento, más bajo que el subsuelo,
puros planes, nada en cierto, quizás hasta un carcelazo hasta me caiga solo por
criticar a quienes nos tienen así, además claro de los lectores que son
oficialistas y tienen el mal gusto de leerme solo para criticar.
Entiendo
que quejarse no tiene sentido, la verdad nadie va a venir en ayuda de nadie todos
están en la misma situación, solo que su apreciación va de acuerdo al nivel
socioeconómico en que vivan, pero en líneas generales, en este país solamente
los políticos tienen el nivel como para no asustarse por las navidades más allá
de temer perder su mina de oro por obra y gracia de su rastrerismo, los
militares son otros, sin embargo igual están jodidos, pues no creo que todos
tengan los mismos privilegios de los generalotes y además, los neo oficiales,
esos TSU que ahora portan insignias de rangos que por tradición no les
pertenecen seguramente son parte de la componenda para mantener este régimen coprológico.
Quisiera decir que no tengo nada en contra de los militares, pero no puedo, de
igual forma sobre los políticos rojos y algunos disfrazados de opositores así
como a los corifeos de tirios y troyanos, son la misma plasta.
Total
, a menos que pase algún milagro navideño, creo que debemos ponernos rudos
antes que la cosa se ponga más álgida, yo por lo pronto voy haciendo acopio de
anís y limones que si acaso es lo que me tocará comprar para “celebrar”, bajaré
más música para mi Walkman y así no oír esta imitación navideña de escuchar la
voz infantil terrorífica de la película mientras los demás oyen a neguito Borjas
o a Guaco.
José
Ramón Briceño 2013
@jbdiwancomeback
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