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martes, abril 23, 2013

Entre terroristas vivimos




Hemos sido acusados de terroristas, todos los opositores de alguna manera somos terroristas a la mirada del estado y de sus secuaces. Por lo general uno se imagina que los terroristas son como los malos de las películas, esos que usan turbantes, son fanáticos y hasta torpes pues los malos jamás han de tener  buena apariencia en nada, si naciste en los ochenta seguramente ese es el prototipo de los malos, si lo hiciste antes o era un asiático furibundo a un Ruso gigante quien por quítame estas pajas destripaba a los amigos del protagonista o amenazaba con volar países enteros con bombas atómicas hechas con material radioactivo robado o comprado a los países del bloque soviético , imagino que los productores se montaban en la ola de grima oficial gringa para hacer su plata.
Hoy día el terrorismo ha ido cambiando su cara, aunque multiplicando sus misiones y visiones, me explico, en Europa están el IRA (Ejército Republicano Irlandés) , las Brigadas Rojas italianas, la ETA Española, células de Alqaeda árabe y quien sabe cuántos más, los gringos pues no se salvan de la acción de esos y otros, como la hermandad aria, el Ku klux klan , los panteras negras junto con sus hermanos del otro lado del mar hacen sus fechorías o están en sus conciabulos eternos. En el caso de la ETA y el IRA, tiene validez sus reclamos, no así su accionar, en vez de hacer de machos como se corresponde a un movimiento independentista con guerrilla  enfrentándose al ejército para quienes de paso la muerte a bala es un hecho natural, en vez de andar poniendo bombas en trenes, autobuses, centros comerciales donde las victimas por lo general son inocentes, eso no se hace y por esa razón a mi juicio son terroristas. En cuanto a los Árabes va el mismo juicio y a los gringos, bueno con ellos el juicio seria mucho peor pues no pelean por independencia si no por asuntos raciales, esos pues dan asco y mejor ni hablo de ellos.
Por estos lados de America del sur el terrorismo tiene su matiz local, en Colombia las guerrillas que alguna vez fueron vistas con cierta simpatía por el “ideal” que encarnaban, hoy día y desde hace años no son más que carniceros que se disfrazan de comunistas para mantener en armas un ejército que vive del secuestro, la extorsión y la venta de estupefacientes, las perfectas joyas de la corona. Pues bien, esas joyas han sido aliadas de la “revolución” (dime con quien te juntas y te diré quién eres), no fueron contactos ultrasecretas para mantener las formas, fueron años de entrevistas y hasta la pretensión del gobierno venezolano de hacerlos ver como soldados de un país extranjero para que fuesen candidatos a acogerse a la convención de Ginebra, esa que regula las guerras convencionales, disculpen lectores pero los gobiernos no deberían comportarse así.
Estoy seguro, aunque no tengo manera de comprobarlo que ellos (la guerrilla Colombiana) está adentro de mi país, con la anuencia y el apoyo de tanto malandro con chapa oficial, que gracias a la vida no conozco a ninguno pues esos son los casos en que ni que sea buena gente lo trago por traidor. En fin, hablábamos del terrorismo, en el caso de los Colombianos, se por ser vox populi, que ellos mantienen nexos con una vaina que se llama “Frente Bolivariano de Liberación Nacional” sea lo que eso signifique, además de la milicia campesina y el ejército, da que pensar.
Al principio del texto digo que a los opositores se nos considera terroristas, pero en vista de lo antes mencionado la verdad no llegamos ni a huelguistas de escuela privada, nada, somos una manga de pendejos que nos hemos dejado pisotear toda la vida por los señorones bestias que se disfrazan de rojo, ahora pues imagínense cuanto empleado del estado andará borrando gente de sus redes sociales y midiéndose hasta en los mensajes de texto no vaya a ser que pierda su empleo, que si bien paga mal es el único que tiene y ve con espanto la oportunidad de perderlo, además con el añadido de que la liquidación y los pasivos laborales capaz no aparecen con lo que al final pierden todo, ya saldrá alguno a decir que exagero, pero seguro no escuchó al ministro que carajo importa como se llame, que la ley es se la pasaba por el forro y que escuálido que encontrase escuálido qu8e botaba, con aplausos y hasta lágrimas de la nueva clase de jalabolas oficiales.
Ahora digo yo, ¿Quién es e terrorista?. Se supone que el derecho a la protesta está consagrado en la constitución nacional pero a estos tipos no les tembló el bigote para disparar a los manifestantes, detenerlos y maltratarlos con vejaciones de esas que solo se les ocurren a los retorcidos y plagas de nuestro país, los militares, en especial los de la GNB que más parece que los enseñan a rebuznar pues de otra no se entiende como un oficial que se supone estudia que jode termina permitiendo que sus tropas (cuidado si no fue por orden suya) cometan tales desmanes.
Otras de las perlas que ha habido en estos días son los motorizados armados que andan por las calles en bandadas atemorizando, disparando y jodiendo a la gente, pero de ellos, a los cuales he visto en sus andanzas , nadie habla en el gobierno, son solo los de la oposición que no se creen el cuento de las elecciones y están empeñados en tumbar al gobierno con ollas y gritos, entonces repito la pregunta ¿Quiénes son los terroristas?.
Eso sin hablar de la escases, la devaluación, los apagones diarios, el encarecimiento de la vida, la delincuencia desatada que al parecer tiene que ver con los señores de la política, la policía invisible e inútil, los sueldos de lastima mientras los señores diputados pues viajan por el mundo, el hampa omnipresente, el miedo eterno pues no sabes si hoy te va a joder un delincuente, un policía, un comando político por parecer opositor, la guardia nacional por el mismo asunto o la policía por gusto, nadie sabe.
Entonces en Venezuela estamos peor que todos, no solo somos pobres y cada día más, también vivimos con un miedo eterno entre los malandros, los policías, los políticos, los militares y ahora hasta el hambre pues si te apendejeas te botan del trabajo y de paso se limpian con la inamovilidad laboral. Vivimos entre terroristas, aterrorizados y para colmo nos dicen que los terroreistas somos nosotros, vayan derechito al carajo señores que ya les legará su hora.
José Ramón Briceño , 2013
@jbdiwancomeback




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