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martes, abril 02, 2013

El cáncer de las balas y los uniformes nos ha sido inoculado



Usualmente la máxima de que “piensa mal y acertaras” es bastante cercana a la naturaleza humana, más en la política que ya, en sí misma es una suerte de hoguera de vanidades, donde lo mismo se usa para lograr empleo excelentemente remunerado sin tener cualificación académica que para resolver el asunto económico de un país declarando la guerra a otro así sea para entretener a sus habitantes o mentir sobre las razones del desbarajuste económico y social. Lean la historia de algunas guerras, sobre todo las del siglo XX que esconden más el deseo de un loco presidente por obtener mejores ganancias que por asuntos ideológicos o territoriales.
En mi país ya la guerra llegó hace rato para mal de todos, pues es una guerra sin frentes y donde cualquier desconocido puede ser el enemigo, es decir, el hampa que anda desatada desde hace un tiempo, el mismo en que las morgues están llenas con tanto muerto como en cualquier conflicto de esos que nos espantan, los que vemos en los noticieros y ocupan los titulares de  los medios reales o virtuales, nadie está absolutamente seguro, a menos que vivan en fortalezas y rodeado de guardaespaldas, dicho sea de paso debe ser terrible eso de andar escoltado con una sombra que porta armas y de paso te quedas sin vida privada, pero esa forma de vida está solo destinada a los ricos y famosos o a los políticos, no a los ciudadanos de a pie como yo.
Por tanto toca vivir pensando mal solo para tener una “certeza” de supervivencia. Con todo ese panorama de muertos y hampones uno se imagina que cualquier gobierno serio, le amarraría la cara al hampa y lograría cuando menos mitigar el efecto mortal de la misma, para el resguardo de las fronteras donde no es menos peligrosos el asunto están las fuerzas armadas que se supone son las llamadas a la defensa del país. Todo este comentario viene a razón de una noticia que aparece hoy en los medios, según Rocío San Miguel “7408, beneficiados 18684 socialistas según informe del Ministro de la  defensa”  eso da un total de 26.092 favorecidos con la política de defensa del estado, ahora me pregunto yo, ¿defensa contra quién?, un “Imperio” que tiene mejores cosas que hacer que molestarse con un país tan pequeño como el nuestro,¿ la guerrilla que se pasea tranquilamente por la frontera y hasta es defendida por el gobierno?, ¿el hampa desbordada que tiene en jaque a todos sin distingo de clase?, ¿eso quien lo paga?,¿Quién audita esas armas?, ¿ si hay ejército, guardia nacional, fuerza aérea y armada que ya cuestan millardos a la nación, que razón hay para más cuerpos armados?.
La respuesta señores es más compleja, sin embargo solo hablare de dos posibilidades, la primera, entretener a esa gran masa de fanáticos que andan deseosos de “colaborar” con la revolución de alguna manera, lo que se transforma en votantes duros y hace que se olviden un poco de la precaria situación del país, recordemos que al venezolano promedio le encanta un disfraz y una chapa que le dé un aura de “poder”, los uniformes tienen esa cualidad, bien sea por el supuesto respeto que inspiran así como el sentirse parte de un movimiento con fuerza, muchos de esos estoy seguro prestaron servicio militar y les quedó el gusto de ser ordenados, vejados, gritados, insultados pero con un uniforme bonito, además el arma crea una sensación de sentirse un héroe de acción, cuando al final son fantoches de salón.
La otra es más evidente, una fuerza de choque que disuada a todo aquel que pretenda adversar al tirano de turno. , convirtiendo una tesis muy complicada en algo tangible para que el avivamiento ideológico esté allí, una suerte de lavado cerebral para tener acólitos peligrosos y armados para cualquier contingencia mientras los jefes toman aviones y escapan en caso de un problema serio, es decir puro circo, que sería divertido si en el medio no hubiese armas de por medio. Son 26 mil y tantos votos en resguardo, sin contar los que arrastren, además que son otros tantos partidarios duros dispuestos a cualquier vaina, seguimos en la onda de dar poder y beneficios (aunque imaginarios en este caso) a gente sin estudios ni preparación, presa fácil de fanatismo y la locura.
Bueno al final eso no sorprende a nadie, ya se veía venir desde hace mucho tiempo, solo que toca decirlo para no dejarlo adentro y con ganas de escupirle al primero que se atraviese, solo que ellos son muchos y yo siempre ando solo, así que mejor lo digo por acá, fijo posición y me quedo tranquilo. No vaya a ser que los amigos que levan mi expediente en las oficinas de recontraespionaje de “control” manden a un agente 86 a saldar cuentas conmigo.
Vale pensar mal del vecino, vale también cuidar todas las posibilidades entrenando soldados (lo mejor sería que no hubiese necesidad de eso), pero de allí a inventarse cuerpos para militares que ocupen espacios que ya están delimitados por la ley, además usarlos como escudo político y bastión ideológico cuando todos sabemos que ideología, fanatismo y armas son peligrosísimos para la integridad física de los habitantes de un país, un coctel de muy mala inversión para todos. Ojalá que quienes dirigen este país se dieran cuenta que mejor es invertir en cultura, educación, deportes, ciencia, tecnología y vida es mucho mejor negocio que invertir en armas para que salgamos de nuestro atraso y dejemos de ser el patio trasero de todo aquel que se cree con derecho y los jalabolas que se lopermiten, para ser simplemente un país de inmigrantes y progreso, no la tierra de emigrantes, tristeza y hampa en lo que nos hemos vuelto.
José Ramón Briceño 2013
@jbdiwancomeback 

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