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viernes, abril 19, 2013

Como ser paria y compartirlo por las redes




Como buen ciudadano de a pie, soltero y cuarentón, hago vida en las redes sociales, en mi caso no lo hago por asunto de buscar compañía virtual, pero debo confesar que esto de la internet es un invento muy entretenido, ya no compro periódicos, para que , si las noticias acá son gratis, uno tiene acceso a TODOS los medios del mundo, hace amigos virtuales que muy generosamente comparten artículos e información, conoce de primera mano y sin intermediarios las opiniones de políticos además de lo que otros ciudadanos  como uno escriben por estos medios, también se cumple una suerte de fantasía que tenemos casi todos, esa de ser importantes e influir en la evolución de los hechos con sus opiniones. Claro eso sucede pero al final no son solo las opiniones de uno solo, son las de millones quienes por acá y gracias no solo a las computadoras, también a los llamados teléfonos inteligentes que permiten acceso inmediato a las mismas redes.

En fin, una maravilla tecnológica que los políticos y militares odian de manera natural, pues por la falta de restricciones atentan contra su natural tendencia a obligar a los demás a pensar y actuar como ellos, en ese orden de ideas, estos días han sido bastante convulsos, claro, está el tema del fraude electoral que tiene los ánimos crispados de mucho salvaje de esos que usan el tricolor nacional cuan esvástica atada al brazo y que entienden el juego democrático como una manera de sumisión absoluta a los designios de unos cuantos.
Ayer, cuando volví a mi casa luego del día normal de patear la calle e intentar que el asfalto arrojase dinero, abrí una de mis cuentas de Facebook, en esa cuenta una amiga que vive en Barcelona (España) me escribió bastante preocupada pues a su vez a ella le escribe otra persona rogándole que por favor no le postease más noticias sobre políticas de oposición, a esa persona le habían exigido en su trabajo que diese las claves y las cuentas de sus redes sociales so pena de despido para conocer su opinión política. Mi amiga muy preocupada y a sabiendas que yo no me callaría me escribió para ponerme al tanto, por su costumbre de vivir entre la civilización eso la alertó sobre manera, claro a mí no solo me alertó, me indignó ya que solo confirmaba un rumor que tenía todo el día rodando no solo por las redes, también de boca en boca acompañado por muecas de susto.

Ayer se cayeron no solo las caretas, también los discursos, desde la Asamblea nacional decide su presidente quitarle la voz y el voto a los diputados que no reconocen al presidente, contra todas las leyes y reglamentos existentes y nadie dijo ni mu dentro de las filas oficiales, también ha comenzado una ola de despidos por asuntos de afinidad política, la revisión de celulares inteligentes y eso que llaman PIN (el servicio de mensajería de los blackberry) , imagino que todo esto acompañado con una ola de intervenciones telefónicas realizadas por los “servicios de inteligencia” , los amedrentamientos, agresiones, amenazas y hasta disparos realizados por partidarios del gobierno que cuan adalides de la libertad olorosos a anís y Ron andan en sus motos dando vueltas por la ciudad más protegidos por la policía que los ciudadanos de orden.
Ellos que acusan de fascista a todo que que no comulgue con su ideología, no están dando muy buen ejemplo de civilidad ni de apertura política que digamos, seguramente el miedo no es al saboteo, es a que esta maravilla de las redes sociales los dejen desnudos ante los ojos del mundo, sus salvajadas son ahora del dominio público y el secretismo con que les encanta moverse está al descubierto.

Quien sabe cómo terminará todo esto, ellos hablan de revolución, yo pues digo que es involución, no quiero creer que todo esto de la democracia les sepa muy mal cuando el asunto no les favorece.
Los gobiernos totalitarios, esos mismos que terminan por hundir a su gente en el atraso , comienzan con promesas de libertades, se dicen más democráticos que nadie, hasta que su pueblo comienza a notar cierta incomodidad con las restricciones que en pro del avance de sus revoluciones o como quiera que los llamen se  rebela y pide cambios, hasta ese momento son adalides de la libertad, lo sorprendente es su cara dura, mientras dicen por los medios que ellos son incapaces de partir una matica, en las calles sus partidarios y los siempre complacientes sádicos de los servicios de seguridad del estado hacen desastres de sangre y cárcel. Claro a policías y similares no se les puede culpar, ellos son formados para eso y cuando les dan carta blanca se desmandan con alegría y bastante dedicación, total, los opositores por ser gente pacífica terminan siendo unos pendejos a quienes someten de manera simple y sin peligro, para luego en los cuarteles (si es que van presos y no los matan o hieren en el sitio) gozan una bola con la tortura y el ensañamiento, aunque no creo que todavía estemos a nivel de tortura tipo película de acción, más bien es de orden psicológico.
La libertad de expresión en mi país está de capa caída, todavía somos bastantes los que podemos gritar por estas redes lo que nos provoque, ciertamente el precio a pagar será pertenecer a la nueva casta de los intocables, nuestros contactos que laboran en la cosa pública seguramente nos irán eliminando de sus redes, no los culpo la economía está fatal y sin empleo formal la cosa se podrá aun peor para ellos, si alguna vez asumimos que pudiéremos encontrar empleo en la maquinaria gubernamental ya toca bajarnos de esa nube pues con solo revisar nuestras cuentas de sitios sociales y les aseguro queridos lectores que ya lo hacen sin o con nuestro permiso ya pertenecemos a alguna suerte de lista negra de opositores y por tanto enemigos del régimen, parias del sistema podría decirse.

No sé qué tienen  en la cabeza esos animales (de antemano le pido perdón a mi mascota pues ellos no pueden ser comparados con esa otra “gente”), como a estas alturas del partido se les ocurre ir hacia atrás, con tácticas represivas, en unos casos pasivas, o te  sometes o te despido, en otras violenta, con sus grupos de choque armados y los “cuerpos de seguridad” tiroteando, golpeando, provocando, desapareciendo gente, que solo pide que se aclare la cosa fraudulenta de unas elecciones tan amañadas que en vez de la tristeza de perder otros comicios se siente rabia por el engaño.

No me extrañaría en modo alguno que mañana u hoy aparezcan las “juventudes revolucionarias” con uniforme y brazalete incluido desfilando en “honor” a los señores del gobierno, grupos de “ciudadanos” también en las mismas condiciones haciendo gala de su sumisión y reconocimiento a la burla generalizada en la que estamos viviendo, seguramente aparecerán las fulanas auditorias diciendo que el tal maduro no ganó por uno por ciento, que fue mínimo treinta y cinco y que ellos por error habían contado mal, que la oposición está poseída por el espíritu demoniaco y el odio desmedido hacia ellos que solamente quieren que nuestro país flote en el mismo mar de felicidad que Cuba, que de tan democrática la gente mal agradecida se va en balsas o como sea de sus fronteras sin importar un carajo la indefensión natural de esa decisión de convertirse en emigrante. Mientras sucede la toma de posición en un curul robado en nuestras caras cuyo apoyo son unas instituciones tan politizadas que si las eliminan todo quedaría igual, en la calle seguramente habrán grupos de choque, policías, colectivos y quien sabe más que calaña de gente, haciendo represión al peligrosísimo  hecho de golpear las ollas, mientras los malandros impunes como siempre pero más aún solo porque nadie les para harán desastres, ya la morgue de la capital ha recibido casi trescientos cuerpos por violencia mientras los bárbaros están pendientes de la oposición.

En fin, ya la dictadura se instauró, ya comenzaron por los empleados públicos, solo es asunto de tiempo para que lleguen a los demás ciudadanos esas restricciones, internet se transformará en campo minado, nuestros hijos serán adoctrinados a la fuerza, la vida se convertirá en una eterna pedidera de referencias del partido, iremos presos por pensar diferente cuando no es que nos tocará salir pitando del país bien como refugiados o como emigrantes pues nuestro tricolor se ha trasformado en una esvástica y el PESUV en el carcelero de mi país.
José Ramón Briceño, 2013
@jbdiwan




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