Como buen ciudadano de a pie, soltero y cuarentón, hago vida
en las redes sociales, en mi caso no lo hago por asunto de buscar compañía virtual,
pero debo confesar que esto de la internet es un invento muy entretenido, ya no
compro periódicos, para que , si las noticias acá son gratis, uno tiene acceso
a TODOS los medios del mundo, hace amigos virtuales que muy generosamente
comparten artículos e información, conoce de primera mano y sin intermediarios
las opiniones de políticos además de lo que otros ciudadanos como uno escriben por estos medios, también se
cumple una suerte de fantasía que tenemos casi todos, esa de ser importantes e
influir en la evolución de los hechos con sus opiniones. Claro eso sucede pero
al final no son solo las opiniones de uno solo, son las de millones quienes por
acá y gracias no solo a las computadoras, también a los llamados teléfonos inteligentes
que permiten acceso inmediato a las mismas redes.
En fin, una maravilla tecnológica que los políticos y
militares odian de manera natural, pues por la falta de restricciones atentan
contra su natural tendencia a obligar a los demás a pensar y actuar como ellos,
en ese orden de ideas, estos días han sido bastante convulsos, claro, está el
tema del fraude electoral que tiene los ánimos crispados de mucho salvaje de
esos que usan el tricolor nacional cuan esvástica atada al brazo y que
entienden el juego democrático como una manera de sumisión absoluta a los
designios de unos cuantos.
Ayer, cuando volví a mi casa luego del día normal de patear
la calle e intentar que el asfalto arrojase dinero, abrí una de mis cuentas de Facebook,
en esa cuenta una amiga que vive en Barcelona (España) me escribió bastante
preocupada pues a su vez a ella le escribe otra persona rogándole que por favor
no le postease más noticias sobre políticas de oposición, a esa persona le habían
exigido en su trabajo que diese las claves y las cuentas de sus redes sociales
so pena de despido para conocer su opinión política. Mi amiga muy preocupada y
a sabiendas que yo no me callaría me escribió para ponerme al tanto, por su
costumbre de vivir entre la civilización eso la alertó sobre manera, claro a mí
no solo me alertó, me indignó ya que solo confirmaba un rumor que tenía todo el
día rodando no solo por las redes, también de boca en boca acompañado por
muecas de susto.
Ayer se cayeron no solo las caretas, también los discursos,
desde la Asamblea nacional decide su presidente quitarle la voz y el voto a los
diputados que no reconocen al presidente, contra todas las leyes y reglamentos
existentes y nadie dijo ni mu dentro de las filas oficiales, también ha
comenzado una ola de despidos por asuntos de afinidad política, la revisión de celulares
inteligentes y eso que llaman PIN (el servicio de mensajería de los blackberry)
, imagino que todo esto acompañado con una ola de intervenciones telefónicas realizadas
por los “servicios de inteligencia” , los amedrentamientos, agresiones,
amenazas y hasta disparos realizados por partidarios del gobierno que cuan
adalides de la libertad olorosos a anís y Ron andan en sus motos dando vueltas
por la ciudad más protegidos por la policía que los ciudadanos de orden.
Ellos que acusan de fascista a todo que que no comulgue con
su ideología, no están dando muy buen ejemplo de civilidad ni de apertura política
que digamos, seguramente el miedo no es al saboteo, es a que esta maravilla de
las redes sociales los dejen desnudos ante los ojos del mundo, sus salvajadas
son ahora del dominio público y el secretismo con que les encanta moverse está
al descubierto.
Quien sabe cómo terminará todo esto, ellos hablan de
revolución, yo pues digo que es involución, no quiero creer que todo esto de la
democracia les sepa muy mal cuando el asunto no les favorece.
Los gobiernos totalitarios, esos mismos que terminan por
hundir a su gente en el atraso , comienzan con promesas de libertades, se dicen
más democráticos que nadie, hasta que su pueblo comienza a notar cierta
incomodidad con las restricciones que en pro del avance de sus revoluciones o
como quiera que los llamen se rebela y
pide cambios, hasta ese momento son adalides de la libertad, lo sorprendente es
su cara dura, mientras dicen por los medios que ellos son incapaces de partir
una matica, en las calles sus partidarios y los siempre complacientes sádicos de
los servicios de seguridad del estado hacen desastres de sangre y cárcel. Claro
a policías y similares no se les puede culpar, ellos son formados para eso y
cuando les dan carta blanca se desmandan con alegría y bastante dedicación,
total, los opositores por ser gente pacífica terminan siendo unos pendejos a
quienes someten de manera simple y sin peligro, para luego en los cuarteles (si
es que van presos y no los matan o hieren en el sitio) gozan una bola con la
tortura y el ensañamiento, aunque no creo que todavía estemos a nivel de
tortura tipo película de acción, más bien es de orden psicológico.
La libertad de expresión en mi país está de capa caída, todavía
somos bastantes los que podemos gritar por estas redes lo que nos provoque,
ciertamente el precio a pagar será pertenecer a la nueva casta de los
intocables, nuestros contactos que laboran en la cosa pública seguramente nos irán
eliminando de sus redes, no los culpo la economía está fatal y sin empleo
formal la cosa se podrá aun peor para ellos, si alguna vez asumimos que pudiéremos
encontrar empleo en la maquinaria gubernamental ya toca bajarnos de esa nube
pues con solo revisar nuestras cuentas de sitios sociales y les aseguro
queridos lectores que ya lo hacen sin o con nuestro permiso ya pertenecemos a
alguna suerte de lista negra de opositores y por tanto enemigos del régimen,
parias del sistema podría decirse.
No sé qué tienen en
la cabeza esos animales (de antemano le pido perdón a mi mascota pues ellos no
pueden ser comparados con esa otra “gente”), como a estas alturas del partido
se les ocurre ir hacia atrás, con tácticas represivas, en unos casos pasivas, o
te sometes o te despido, en otras
violenta, con sus grupos de choque armados y los “cuerpos de seguridad”
tiroteando, golpeando, provocando, desapareciendo gente, que solo pide que se
aclare la cosa fraudulenta de unas elecciones tan amañadas que en vez de la
tristeza de perder otros comicios se siente rabia por el engaño.
No me extrañaría en modo alguno que mañana u hoy aparezcan
las “juventudes revolucionarias” con uniforme y brazalete incluido desfilando
en “honor” a los señores del gobierno, grupos de “ciudadanos” también en las
mismas condiciones haciendo gala de su sumisión y reconocimiento a la burla
generalizada en la que estamos viviendo, seguramente aparecerán las fulanas
auditorias diciendo que el tal maduro no ganó por uno por ciento, que fue mínimo
treinta y cinco y que ellos por error habían contado mal, que la oposición está
poseída por el espíritu demoniaco y el odio desmedido hacia ellos que solamente
quieren que nuestro país flote en el mismo mar de felicidad que Cuba, que de
tan democrática la gente mal agradecida se va en balsas o como sea de sus
fronteras sin importar un carajo la indefensión natural de esa decisión de
convertirse en emigrante. Mientras sucede la toma de posición en un curul
robado en nuestras caras cuyo apoyo son unas instituciones tan politizadas que si
las eliminan todo quedaría igual, en la calle seguramente habrán grupos de
choque, policías, colectivos y quien sabe más que calaña de gente, haciendo
represión al peligrosísimo hecho de
golpear las ollas, mientras los malandros impunes como siempre pero más aún
solo porque nadie les para harán desastres, ya la morgue de la capital ha
recibido casi trescientos cuerpos por violencia mientras los bárbaros están pendientes de la oposición.
En fin, ya la dictadura se instauró, ya comenzaron por los
empleados públicos, solo es asunto de tiempo para que lleguen a los demás ciudadanos
esas restricciones, internet se transformará en campo minado, nuestros hijos
serán adoctrinados a la fuerza, la vida se convertirá en una eterna pedidera de
referencias del partido, iremos presos por pensar diferente cuando no es que
nos tocará salir pitando del país bien como refugiados o como emigrantes pues
nuestro tricolor se ha trasformado en una esvástica y el PESUV en el carcelero
de mi país.
José Ramón Briceño, 2013
@jbdiwan
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