Cada
día entiendo menos la política nacional, sobre todo por el descaro con el que
sus personeros hacen gala de una inmensa ignorancia, no estoy hablando de gente
que se supone jamás ha estudiado más allá del bachillerato (que de esos hay por
montón y en cargos alisimos) a quienes quizás se les puede perdonar algo de esa
ignorancia pues su falta de formación así lo exige, hablo de los que se dicen
licenciados, doctores, magister y hasta especialistas, esos la verdad dan muchísima
lástima pues una cosa es la ignorancia “accidental” de quien le hace falta formación
académica y otra la ignorancia “incidental” de quien sabiendo las cosas
prefiere ignorarlas para agradar a los jefes o por no perder el trabajito que
le regalaron por su filiación política.
Hace
días discutía sobre mi incomodidad con este nuevo sistema educativo que premia
la ignorancia y la flojera entre los estudiantes de bachillerato, quienes desde
el primer día saben que van a pasar de año sin mayor problema pues así lo exige
la ley, el tal me contestaba que no había problema pues la educación ha de ser
libre y popular, es más, aseguraba que materias como matemática, física, química
y biología debían desaparecer del pensum pues ¿Qué iba a hacer un joven en la
vida real con saber la raíz cuadrada de nada?, ¿Qué de bueno traería para un
ciudadano cualquiera saber química, física o biología?, que eso debía de estar
enmarcado en su usa diario para que pudiera ser efectiva la educación, allí apreté
los dientes para no decirle cuatro cosas ofensivas.
No
me cabe en la cabeza ese razonamiento cuando hablamos de jóvenes de
bachillerato, que de por si no es la gran cosa, ponerlo peor solo para
satisfacer su ánimo idiota, imaginemos por un momento que un joven quiere
estudiar medicina, arquitectura, química pura, ingeniería en cualquiera de sus
variantes, cuando arranque el primer semestre no sepa ni hacer una regla de
tres simple para calcular nada, tampoco en que consiste la osmosis ni pueda
hacer algún cálculo de resistencia de materiales pues no sabe más allá de los
rudimentos matemáticos, ¿Qué tipo de profesionales egresaran las universidades?,
imagino que su plan está solo para las universidades de cartón piedra y títulos
de papel higiénico como esa bolivariana (en minúsculas adrede) pues en las
universidades decentes no pasaran ni el examen de admisión, he ahí la razón de
que quieran “democratizar” el ingreso a las universidades. Si esa conversa se
hubiese dado con un ciudadano común, uno dice mentalmente “el tipo es un imbécil,
mejor lo ignoro y sigo pensando en la inmortalidad del cangrejo”, pero no, el fulano
es subdirector de un liceo de mi ciudad, ahí sabemos que la cosa está mal pero
va para peor gracias a las gracias de una camada de imbéciles que quiere dejar
ignorante a todo un país donde, mientras las minorías se preocupan por la
educación de sus hijos, las mayorías se disfrutan más la cola de mercal.
La
lógica dice que si estudias, progresas, si un país está lleno de gente
inteligente tiene más posibilidades de superar cualquier crisis, pero estos
bichejos piensan otra cosa que dista de la lógica, sobre todo cuando el
ministro en persona dice voz en cuello que van a “Eliminar la ciencia que no le
interesa al pueblo, la elitesca”, uno piensa ¿Cuál ciencia es elitesca?,
caramba, toda ciencia es importante, ahora que sus cerebros de pollo no les dé
más que para pensar en eliminar lo que no entienden ni añoran, la verdad me
provoca sentarme a llorar o salir a comprarme todo el licor baratísimo que me
encuentre y meterme a alcohólico nada más que para no sabe nunca más quienes y
que hacen los idiotas del gobierno.
Entre
la conversa que tuve en la calle con el fulano ese que abogaba por eliminar las
materias científicas y el idiota ministro no queda mucho espacio para n
entender que el norte de la revolución está más cerca de sus cuentas bancarias
que del real avance y progreso del país. Mejor no sigo escribiendo más pues mis
deseos podrían fácilmente tentar a algún comando del sebin a pensar que con mis
malas vibraciones mentales puedo cometer “magnicidio”.
José
Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback