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sábado, abril 12, 2014

Primavera cero


Los comunistas parecen brutos, sin embargo los únicos brutos son los que creen en ellos y trabajan en función de sus proyectos, ellos no quieren que el país surja, muy al contrario lo necesitan pobre, hambriento, angustiado y al borde de la guerra, si no hay guerra ellos tienen el “deber”  de inventarse una, no importa que sea de mentira, toca hacerlo, en primer lugar para demostrar su poder y en segundo para poder inventarse historias de heroísmo y nacionalismo, igualmente la verdad no importa, solo la versión oficial es la que prevalece.

Con respecto al asunto económico les conviene una nación miserable pues de esa manera ellos cuan salvadores de la patria terminan administrando todo, igualar hacia abajo la economía de los ciudadanos es una manera de obtener poder y entregar prebendas por absurdas que estas sean también es una forma de manipulación pues los miserables se conforman con cualquier migaja que desde el poder les tiren, además los venezolanos son tan faramalleros que buscan desesperadamente alguna forma de ser “diferentes” y con eso pretenden obtener lo que sus vecinos les está vedado, así sea solamente un bulto de leche en polvo que puedan vender por hasta 10 veces su valor en el mejor de los casos, en el peor una patente de corso que incluya balas y una protección del gobierno para anular a los contrarrevolucionarios.

La miseria, como vemos ha sido el único éxito notable de esta revolución involutiva, aunque me moleste debo admitir que somos como nación una manga de vagos dependientes del petróleo, de otra ya exportaríamos otra cosa, bueno, sin contar los miles de universitarios que se van en avión cada año a ser mesoneros o vendedores de cualquier cosa a pesar de sus títulos pues eso es preferible a ser licenciado, ingeniero, abogado, profesor o cualquier otro título que por cierto ganan menos que cualquier mesonero en Europa, sin hablar de las propinas. Acá desde que se descubrió el petróleo ha sido una maldición gitana, tanta plata producida a bajo coste y tanto miserable que ha pasado por las arcas del estado han transformado  este país en lo que hoy es, una nada en cuanto a producción, ciertamente han existido tiempos mejores, acá se fabricaban cientos de cosas, uno podía escoger entre lo nacional y lo importado, hoy solo podemos escoger entre lo que hay, todo importado pero no por eso de mejor calidad.

Nunca antes en lo que va de siglo XXI la palabra salario había sido más acorde con la realidad del sueldo, al igual que la sal este se disuelve al contacto con la realidad, los billetes valen menos que el papel con 1ue son fabricados, las monedas igualmente, la devaluación es la única constante, sin embargo seguimos regalando como si tuviésemos el mejor nivel de vida del mundo y el dinero sobrase como para andar “donando” aviones, barcos, petróleo a raudales, se pagan médicos como si las universidades nacionales fuesen de adorno, los milicos reciben adiestramiento y ordenes de los cubanos como si ellos (los locales) fuesen eunucos, de paso pretenden que uno les ría la gracia.

Como ya se está haciendo costumbre vamos perdiendo el norte, en Miraflores hay un monologo que no va a llevar a ningún lado y la oposición anda gritando a los cuatro vientos un tal triunfo en cadena nacional, sin embargo aún hay presos inocentes o cuando menos con penas que ni por asomo corresponden a lo que merecen, escasez hasta de alegría, inflación increíble, muertes sin castigo, corrupción creciente y un país improductivo, de hecho tanto así que al parecer son menos pobres los haitianos que los venezolanos.

Si bien hace falta un proyecto país por parte de la oposición, nadie ni del lado opositor serio, la sociedad civil, el estamento militar en rebeldía, los políticos de siempre, nadie ha asomado un plan B, dirigido al país para cuando llegue el momento de la transición, solo queremos a los cubanos y los comunistas fuera, toca pensar en el futuro pero accionando el presente. Me disculpan los amigos que creen en lo que ven en TV, yo personalmente no tengo el más mínimo animo de creer en triunfos verbales, en maromas cirquences  que anuncian logros inexistentes, pues ellos (el gobierno) hace tiempo perdió el pudor, no les interesa en nada la verdad, prefieren negar en público pero dar órdenes en privado para la fiesta de bárbaros en la que se ha transformado la (in)justicia venezolana, si no me creen pregúntenle a los más de 3000 presos o cómprense una ouija para consultar a los muertos que son tantos que de existir el cielo ya les deben haber habilitado un ala venezolana para agruparlos por aquello del volumen de producción.
José Ramón Briceño 2014
@jbdiwancomeback










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