Nunca
me han agradado los militares, hace 15 años o más, cuando esta gentuza andaba
en campaña ya lo decía voz en cuello y muchos a su vez me respondían que nada
de eso que aseguraba podía pasar pasaría en este país. Años después discutía ya
con todo el mundo al respecto y alguna vez me dijeron que realmente hubo
persecución en la cuarta república, que nadie sabía que era la persecución
política, que la “revolución” no perseguiría a nadie, llegó la “lista Tascón” y
también me decían que era porque la oposición trababa el avance de la
revolución y era necesario hacer una purga dentro de las instituciones del
estado para librarlas de todo mal.
Comenzaron
a darles cargos de importancia fuera de los cuarteles a los militares, les
dieron la responsabilidad de mantener una red de alimentación, lo que miraba
con estupor, militares vendiendo papas y pollo, haciendo de ministros de economía,
con cargos que distaban años luz de su escasa formación académica (nadie que
prenda a matar solamente puede ser considerado inteligente), otra vez los
defensores de todo me dijeron que mejor estábamos con los militares pues son íntegros,
además ejecutan sus órdenes sin pararse mucho en detalles burocráticos, la
verticalidad de su organización aseguraba el éxito de su gestión y eliminaba la
coyuntura del compadrazgo y el amiguismo que tanto daño hizo al país la cuarta
república.
Según
muchos la avanzada cubana de “médicos” y “técnicos” iba a traer la sabiduría de
un pueblo en resistencia que nos haría salir del marasmo de ser parte del
tercer mundo, la acción social eliminaría paulatinamente la espiral de
violencia que traemos desde la cuarta república donde adecos y copeyanos se
dividieron el país según sus preferencias, dejando al pueblo más pobre que
nunca, un país dirigido por camaradas comprometidos necesariamente tendría que
estar a la zaga del avance nacional, en poco tiempo tendremos hasta un tren que
comunicará a toda la república permitiendo el libre tránsito como se debe
hacer.
Ahora
me encantaría tener algunas palabras con esa sarta de ilusos que me dijeron
esas cosas, aunque jamás les creí, siempre pensé que era un desubicado político
pues jamás me interesaron más que las novelas ya que los libros de teoría política
me parecen un bloque de difícil digestión, aunque siempre tuve la impresión de
que el comunismo y algunos ismos similares eran una plaga espantosa.
Hoy
más de 18 años de aquel inicio político, constato que todos mis temores eran ciertos,
todas las hipótesis que me trace se han hecho realidad, hoy día donde todos los
venezolanos somos poco más que los recogelatas del continente, donde estudios,
formación, educación son cosas para pendejos y la inteligencia está más cercana
a ser servil para tener las prebendas de un estado forajido, me gustaría que
los cabecillas de aquellos años, esos que preconizaban un maravilloso futuro
con la izquierda en el gobierno, aquellos con los que me pelee en las aulas
universitarias donde, a pesar de no tener tiempo que perder en diatribas y
conciabulos siempre me di el espacio para mandarlos al carajo con sus boberas
que más sonaban a excusa de flojo que a otra cosa.
Me
encantaría una disculpa pública de todos ellos, me gustaría que se hicieran un
bloque que denuncie las arbitraridades de una manga de ineptos que por tener
carnet del psuv se creen la gran cosa, que hablan de libertades pero detienen a
la gente por pensar diferente, que matan de manera pública y con videos
incluidos de su culpabilidad pero que jamás pagan un muerto, esos que matan
estudiantes y los tiran en la vía, aquellos que tan mal habla de la derecha
fascista pero que últimamente se parecen mucho a los camisas pardas de
Musollini, perdón de seguro no saben ni que es el fulano fascismo, de otra se controlarían
en mencionarlo tanto pues son tan parecidos que solo los diferencia el idioma,
si llegan a hablar italiano me da una vaina.
Me
gustaría muchísimo que levantaran la voz por los presos políticos, por los
hospitales públicos que son antesalas de la miserable muerte, las escuelas
depauperadas, la violencia desatada con apoyo oficial, los centros de la
delincuencia organizada donde la Guardia Nacional hace las veces de ordenanzas
de los capos, la economía de basurero que tenemos, las medicinas que no se
encuentran , la comida incomprable. La verdad me gustaría que en muchos casos
utilizaran su inteligencia para hacer algo bueno alguna vez en sus vidas,
reclamar la libertad que nos quitaron y que ELLOS apoyaron desde sus espacios y
que hoy día los acorralan igual que antaño, solo que con más saña.
José
Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback
Foto; José Briceño, 2014 |