La
escogencia de oficio o de profesión siempre ha sido un asunto bastante
complicado, es una decisión muchas veces basada más en la posibilidad de
supervivencia que en otros factores, como el gusto personal o la capacidad intelectual
y hasta los beneficios contractuales que devienen de ejercer una profesión
definida. Así vemos a muchos que se deciden a ser militares pues así jamás les
faltará empleo, otros terminaron de médicos pues de esa manera algún día
tendrían consulta privada y no se privaran de nada en el futuro, así un largo
etcétera de profesiones regidas más por el importantísimo factor económico más
que el vocacional.
Hoy
día la cosa ha cambiado pues el único oficio que podría darte beneficios
económicos más allá de la media es la política, hasta los militares terminaron
de politiqueros para poder acceder a sus inmensas cuotas de poder, los demás
pues ya se lo pueden imaginar, es más, ya ni es necesario asistir a la
universidad a nada, el intelecto es un asunto incomodo, mejor te metes a
político, te borras las neuronas de la lógica y obedeces ciegamente, así te
aseguras una parcelita de poder que te permita sobrevivir con cierta holgura
sin las miserias que tienen que tener los ciudadanos que nos negamos a ser borregos,
lo más triste es que tanto gobierno como oposición piensan de esa manera.
Dirán
que soy un exagerado, pero seamos sinceros ¿Cuándo alguna de estas crisis han
sido tratadas con la seriedad debida? ¿la crisis de la salud ha sido resuelta
más allá del ámbito político?, la respuesta es negativa, ¿la razón? , los
cargos de responsabilidad son seleccionados según su adhesión a tal o cual
funcionario, quien a su vez está conectado con tal jerarca y este igualmente
depende directamente de las altas esferas de poder, el resultado es que tenemos
gente que no sabe mucho del asunto administrando hospitales y ambulatorios,
falseando estadísticas (en el mejor de los casos) engañando a toda la cadena
administrativa para demostrar que el fulano instituto funciona a las mil
maravillas pero que la derecha internacional los odia tanto que sabotea toda su
gestión pagando a gente para que se muera de mengua. Igualmente nadie dice que
los mencionados sitios no tienen agua corriente, medicinas básicas ni personal
suficiente para funcionar correctamente, pero la revolución avanza.
En
el caso educativo el panorama no es mejor, aunque allí la cosa es más rara aun
pues casi todos sus funcionarios son docentes que si bien no todos ejercen ,
cuando menos alguna vez lo hicieron o tienen hijos y saben cómo debería
funcionar el asunto, pero por el asunto político prefieren hacerse los locos y
hacer felices a muchos con ignorancia al mayor que poner el grito en el cielo
para exigir una educación diversa y exigente que produzca generaciones valiosas
para todos los campos del saber humano, no esta suerte de lotería que depende
más del interés de los padres que del interés de las instituciones.
Quizás
la apuesta sea para que los padres hagan su parte, pero sabemos que la economía
no da para que una madre o un padre estén dispuestos a vivir de cabeza en los
colegios tal y como pretenden desde el ministerio, la sinverguenzura de muchos
padres llega hasta el extremo de “exigir” que su representado sea promovido al
grado superior así no sepa leer muy bien, por eso el sistema educativo no sirve
de mucho. Si hablamos de los maestros y profesores, ellos no pueden más,
hablamos de gente mal pagada que ya ni beneficios tienen pues lo usual es que
algo tan básico como el seguro privado siempre esté suspendido por falta de
pago, no existan políticas habitacionales ni incentivos académicos para el
avance profesional y personal de un empleado que debería ser tratado con más
consideraciones pues es el soporte básico de todo el sistema educativo del país,
sin embargo un obrero sin el bachillerato aprobado gana más que un licenciado
en educación con carga horaria completa.
Vamos
directamente a ser un emulo de las naciones africanas, esas donde aún viven en
el siglo XVII, en algún momento se abrirán las iglesias chavistas del siglo
XXI, se inventarán alguna jerarquía eclesiástica y yo dejaré de escribir por
acá, bien sea por que se dañó mi computadora y no pude comprar otra, me
pusieron preso, escapé por los caminos verdes o alguna bala se tropezó con mi
cuerpo y me volví parte de alguna estadística, dramas aparte si no superamos
esta pendejada de ver todo de manera política, nos ponemos serios en esto de
acomodar el país y castigamos a tirios y a troyanos con la debida contundencia,
estamos condenando a nuestros hijos a malvivir en esta tierra o peor, a vivir
en tierra ajena, siendo siempre extranjeros sin gozar los beneficios de ser
venezolano, aunque no sirva efectivamente de mucho, es algo que tenemos que
mantener pues de eso otro se alimentan los jerarcas y los politicuchos, por
nuestra indiferencia han logrado estar donde están.
José
Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback