Uno
de los asuntos más ridículos de la cosa política es ese de que todos en
realidad son enemigos, a pesar de los grupos que naturalmente surgen en el seno
de las distintas organizaciones, bien sea por afinidad ideológica, amistosa, de
compadrazgo o de lazos consanguíneos, siempre habrá otro grupo o individualidad
que será considerada como enemiga. No importa de cual sea el extremo del
espectro político del que estemos hablando, siempre eso del enemigo es una
constante.
Creo
que tenemos que clarificarnos como grupo opositor si queremos alguna vez
mejorar el país desde nuestra filosofía del progreso, no es posible que la
oposición sea un saco de gatos donde todos se quieren y se odian en la misma
proporción, la mayoría de las veces es un asunto de ego pues quienes se pelean
no tienen ni siquiera real base política para creerse la gran cosa, todos son
simplemente uno más cuyo aforo es superior al de quienes ni se interesan en
hacer vida política, pero tampoco es que llenan un estadio con seguidores, si
acaso un par de centenas los siguen por Facebook, unos cuantos más en las otras
redes sociales y ya se creen émulos de quien sabe quién carrizo.
Si
por casualidad los cofrades de la misma ideología no los siguen o apoyan
terminan saltando la talanquera, se pasan al oficialismo sin que se les mueva un
pelo, de paso tienen el descaro de ocupar centimetraje de prensa “denunciando”
lo que hasta hacía apenas unas semanas eran sus banderas de lucha, no sé.
¿Quiénes
son nuestros enemigos reales?, en primer lugar el ego desmedido de unos
cuantos, los he visto, he hablado con ellos, me he burlado y en algún momento,
ya harto de sus pajuatadas, los he insultado, sé que no es el deber ser hacer
ese tipo de cosas, sin embargo el intelecto a veces obliga liberar presión con
un par de insultos bien colocados así termine siendo un enemigo más, ya ni
importa realmente, no tiene sentido andar por la vida sin fijar posición y creo
que se hace necesario un poco de honestidad en eso de la política, Versalles
queda muy lejos como para pretender imitarlo. Los enemigos somos muchas veces
nosotros mismos.
Claro
aplican como enemigos, el ejército, la policía, el gobierno, los malandros, los
colectivos, el hampa, la economía y pare usted de contar sobre las cosas que
atentan contra nuestra calma mental y nuestras vidas, las balas no saben de
ideologías. Los enemigos a acabar en estos tiempos deben ser la ignorancia, la
apatía, ese gusto de muchos por no ser ciudadanos, el ego desmedido y la
blandengeria política.
En
esto último quiero hacer hincapié, eso de aceptar que los “dirigentes”
opositores reciben coimas del gobierno para quebrantar la oposición, todos
saben quiénes son pero igualmente les permiten espacios en las organizaciones
opositoras, esa cosa espantosa de recibir con los brazos abiertos a ex
militantes de relevancia en el partido de gobierno me parece sospechosa,
discúlpenme, quizás peco de exagerado pero no puedo creer que un dirigente del
Psuv salte a la oposición por que una mañana vio la luz para descubrir milagrosamente
que el tal partido no hace nada por la humanidad ni es salvador de la galaxia y
sus alrededores, ese salto responde (según mi opinión) a dos cosas, la primera,
no le dan espacios para su ascenso político, la otra, recibió órdenes
superiores para perforar la oposición y ser un buen informante para sus jefes.
Mientras
no seamos un solo bloque, hagamos formación ideológica, respetemos a nuestros
iguales, tengamos un poco de humildad para reconocer que no somos la gran
vaina, quienes pueden hagan aportes reales por el avance de la población, para
eso son diputados a la asamblea nacional, alcaldes o gobernadores carajo y
manejan un presupuesto que bien pueden apuntalar más las ideas y menos a las
personalidades que de paso algunos son nulidades absolutas cuya presencia da
más grima que gusto. Mientras no ofrezcan soluciones reales, por ejemplo en vez
de regalar tanques de agua ofrezcan de manera publica un plan dirigido a
resolver el problema del agua, facilítenselo a los vecinos y que ellos se ocupen
de reclamar a las autoridades sobre el asunto, claro con alguna orientación por
parte de los equipos de prensa de quienes ofrezcan esas mismas ayudas, no puede
ser que sus egos los descentren tanto que a pesar de las protestas y los
problemas se pongan como cachorros cuando se aproximan las elecciones a
cualquier cosa, es deprimente como en vez de amarrar la cara ante la
problemática muchos simplemente mueven la cola y hasta ladran de contento ante
la proximidad de n proceso eleccionario.
Ojalá
me lean algunos de esos señores de la oposición, sé que muchos lo hacen, sin
embargo a pesar de que estoy claro que caeré en la lista negra de muchos, mi
esperanza es que se avergüencen de su actuar y se replanteen muchas cosas, no
estamos en tiempos de divos, estamos en tiempos de trabajo duro, con miedos sí,
pero de no repensar con seriedad corremos el riesgo de terminar regalando el
país para que lo terminen de destrozar mientras nosotros seguimos llorando
nuestras miserias y los miserables se llevan nuestro futuro.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback