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viernes, enero 03, 2014

Careo entre un cachicamo y un morrocoy

Tanto en el gobierno como en la oposición hay cosas que de verdad no entiendo, como esa espantosa manía de acusar de cosas normales, pero decirlo en tono y entonación que al final parece que están hablando de instalar crematorios para viejitas y niñitos vivos, cuando la verdad es que solamente critican por pendejadas que no tiene sentido alguno tan siquiera discutir, pero la oposición siempre al borde de la histeria , salta a refutar las acusaciones sin enterarse que están cayendo en el mismo juego perverso ese del gobierno.

La ultima gracia, esa de que algunos jerarcas opositores pasaron sus navidades en el exterior, tiene más de envidia malsana que de otra cosa, pongámonos la mano en el corazón y pensemos si no nos gustaría haber recibido el año con los nuestros así sea en Curazao, no importa que nos hubiese tocado ir a la isla en peñero después de 12 horas en bus cama hasta la Vela de Coro y con los peorros 500 dólares en efectivo de cadivi, que importa, al final unas horas sin miedo de ser abaleado, puñaleado, víctima de una bala perdida, asaltado o cualquiera de las posibilidades de esa ruleta macabra llamada hampa y que este año que recién terminó,  se ha cobrado la vida de 14 mil compatriotas sin contar las otras víctimas de sus diversas formas de hacer mal, un rato lejos vale la pena, no hay crimen en ese viaje.

Discutir quien ha viajado más y con la plata de quien no tiene sentido, los jerarcas del rojorojito régimen saben que ellos la viven poniendo, las hijas del difunto son todas unas cosmopolitas que se conocen el mundo al derecho y al revés, sus allegados también, la playa para la familia presidencial ha cambiado su forma, ahora van en helicóptero del estado, en vuelos chárter, si es al exterior seguro lo harán en clase ejecutiva y no en la espantosa clase turista que nos toca a la mayoría , de los otros mejor no digo nada, pues la lista sería muy larga.

Los opositores de pendejos caen en el peine, arman su escándalo, sacan argumentos, en vez de quedarse tranquilitos, dejar a los pájaros bravos desgañitarse sin que se les mueva un pelo, después, cuando baje la marea para los animalejos esos, simplemente se despliegan los argumentos, se corre la voz, se aplican las denuncias respectivas y vuelven a dejar a los payasos del alto gobierno con una raya más que ellos mismos se han buscado por bocones, no queda de otra pues los bravucones dejan de serlo cuando sus bravuconadas no hacen el efecto deseado.

Las ganas de sembrar odios y envidias desde el sector gubernamental es muy evidente, lo peor es que se autodenominan revolucionarios amorosos, no entiendo eso de que tener porque te lo has ganado con tu trabajo es un crimen, ser pelabola la norma, mientras que TODOS los roboilusionarios exhibe una riqueza difícil de justificar a pesar de los altos cargos, allí es difícil encontrar alguien honesto, todos son la misma porquería, que de paso y como si no bastase este infierno, siguen su campaña para destrizar lo poquito que queda con devaluaciones, prohibiciones, regulaciones y hasta la eliminación de los pasaportes, pero nadie fue, es que la derecha internacional le hace la guerra económica al país.

Cual guerra económica nada, son unos imbéciles todos, me explico, quebraron las cementeras, las procesadoras de harina de maíz, el campo Venezolano, la producción agrícola, la industria ferrominera, no hay cosa que no toquen que no se vuelva materia fecal y después toca importar, de paso los bichos esos devalúan la moneda cada vez que se enteran de que la cagan. Como si todo eso fuera poco y para dar más fuerza a la tesis de que todo es una comedia, le dan un cargo diplomático a un tipejo que una vez abaleo a bastante gente cuyo crimen (el de los abaleados) era querer al difunto fuera, se quedan en evidencia, no son más que una plaga de proporciones bíblicas.

Resulta que con todos los problemas acá, los más difíciles son esos de que alcaldes y otros viajen al exterior en las navidades, no sé, creo que existen cosas más importantes que tener en cuenta, no esa pendejada.

Hasta donde se viajar no es pecado y si yo, que como buen docente no tengo ni una bicicleta, jamás me he robado ni un chicle, he viajado, muy limitado siempre, pero es otro país, otra mirada, otra dimensión de lo que podría ser Venezuela, yo opino que todos esos pendejos que hablan boberas sobre capitalismo salvaje y comunismo salvador (¿?), neo marxismo y cualquiera de esas estupideces, deberían viajar así sea hasta Bogotá para que vean otra realidad diferente al negocio petrolero, si en Latinoamerica aún hay mucha pobreza, pero también hay mucha oportunidad para quien estudia y se esfuerza, acá, el esfuerzo efectivo parece más bien un ejercicio chamanico pues jalar tanta bola ha de ser algo inhumano.

Viajar no es un crimen, lo contrario si lo es, robar, matar y ahogar el país en la miseria es un delito más allá de la imaginación, no tiene sentido hacerle caso a resentidos y envidiosos, más bien toca analizar la porquería de gestión y de allí hacer la protesta.
José Ramón Briceño Diwan, 2013

@jbdiwancomeback






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