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viernes, mayo 24, 2013

Quisiera ser chavista


Esta mañana cuando comienza a hacerse corpórea la idea del viaje al exilio voluntario, donde espero encontrar lo que por acá no he podido, mientras voy desarmando mi biblioteca, uno de mis poquísimos bienes preciados y quizás hasta idolatrado he estado pensando para intentar espantar la tristeza de la despedida, momentánea claro, pero despedida al fin.

Entre esas cavilaciones que pretenden el olvido me ha dado por pensar que quiero ser chavista, ¿Cómo es eso? Se preguntaran mis lectores, pues la cosa es simple y compleja a la vez, claro que quiero ser chavista, pero no militante pupú de perro, esos de franelita, gorra o boina, que mueren por el “ideal” pero pelan tanto o más bolas que otros, además tienen la particularidad de ser inmunes a la ofensa y el maltrato, no es una referencia al lio entre oposición y oficialismo, eso de las faltas de respeto son solo oficialistas y ellos son muy felices y hasta con cierto orgullo por hacerlo.

El ejemplo más claro es que uno se queja delante de alguno del alto costo de la vida o de la desaparición de ciertos rubros y automáticamente saltan a decir que ellos tienen de todo, mostrando su despensa o donde sea que tengan los alimentos guardados para que uno vea que tienen una buena dotación de las cosas casi fantasmales que desaparecieron de los anaqueles y que ahora pues parecen productos de ultratumba pues muy pocos son los que lo ven. Cuando viene la lógica exclamación esa tan criolla de ,¿mira y donde compraste tu esa vaina? , la invariable respuesta será el mercal o el Pdval de no sé dónde carajo, y te cuentan que por cada producto hicieron una cola, que para poder traer varios reclutaron a primitas, amigas de la hija y vecinas solteras, que se tiraron dos horas de cola a mediodía pues a esa hora abrieron el camión que traía las cosas, pero a pesar de la cola, el sol, el calor y el tiempo perdido que bien podían usar en vainas realmente productivas, se dan por bien servidos que la “Revolución” importe todo lo que antes se producía acá y de paso pues les toque sabanear los fulanos operativos, cuando hay el supermercado hereje como para poder ir a cualquier hora y comprar sin esas groserías de hacer cola como si te fuesen a regalar alguna vaina importante, como si te hicieran el favor de venderte una cosa y de paso lo hacen a precios buenos, eso no se critica, se critica la obligación de hacer colas, llenar listas, apartar números, perder horas de cosas importantes para comprar una cosa que debería estar al alcance de todos a todas horas.

Yo quiero ser chavista de verdad, de esos panas que viajan sin tener en cuenta el puto cupo cadivi ni recurrir al dólar negro para acceder a la divisa, que andan en camionetotas de dos millones de Bolívares , con quinta en urbanización de lujo, de esas con piscina y cancha de tenis, de apartamento en la orilla de alguna playa paradisiaca, aviones particulares, cuentas bancarias en dólares o mejor, en euros, viajes al imperio hasta para comprar los uniformes escolares de los niños o nietos igual vale, que se pueden dar el lujo de gastarse un sueldo de maestro en el almuerzo de los martes, que de paso no hace cola en PDVAL  o Mercal pues le llevan las cosas hasta su casa, ustedes saben la escasez es terrible y toca tener reservas no vaya a ser que se acabe su ración de café o de azúcar y de carne, no, eso es imposible.

Yo quiero ser de los que hacen mercado sin sustos ni calculadoras de mano, de esas personas que tienen que usar dos carritos para la compra mensual, con ayudante incluido claro y generosa propina a los jóvenes que empaquetan y trasladan la compra hasta el carro, claro muchas veces de eso se encarga alguno de los escoltas pues la seguridad es lo primero.

Pero por otra parte pienso que el precio a pagar por los lujos y las prebendas es bastante alto, a menos que como sospecho esos tipos (as) se hayan realizado un cursito de esos que dan los cubanos, que te desaparecen toda posibilidad de pensamiento independiente y algo de la vergüenza para soportar toda la locura de los altos cargos oficiales, desde la eliminación de los fines de semana y las noches, las reuniones a las tres de la mañana para resolver la problemática de la falta de fervor revolucionario, los conciabulos para intentar adivinar lo que quiso decir tal o cual ministro cuando inauguró la última planta que quebrará la gestión, la resolución del galimatías administrativo para que la contraloría pueda tener los argumentos de cómo se perdió la plata de la nómina entre la administración  de la institución y la cuenta en Panamá.

El terrible estrés que debe ser eso de aceptar que se te ordene sin explicación alguna , se te veje por que el tipo anda de malas pulgas, las marchas interminables y la obligación de encontrar perfectamente lógicas las explicaciones de los desastres y maldades que emanan del poder central, eliminar de tu ser todo rastro de individualidad, ignorar el avance de los gastos de la casa por eso de la inflación, transmutar el pensamiento cada vez que se miran los cerros y en vez de imaginarse toda la violencia y miseria que existe pues su cerebro ve un inmenso nacimiento viviente digno de la eterna navidad que ha traído la revolución, por aquello de la alegría perenne por los triunfos del líder y el engrosamiento grosero de sus arcas privadas.
Les juro lectores que a mí en las primeras de cambio me botan y por más que me hago el loco pues termino diciendo alguna vaina lógica lo que causaría, Si no el despido cuando menos la sospecha y eso al final será causal de despido y sin seguro para tratarme la ulcera gástrica que me saldrá o los daños al hígado después de tanta bronca continuada.

Igual fantaseo con no tener ni moral, ni conciencia y mucho menos sentido común para poder fanatizarme a tal punto que termine de ministro de energía y minas pues como parte de la revolución es premiar la ignorancia pues ese es el ministerio que me tocaría o no sé, de agregado científico de la embajada de Venezuela en Francia, de lo que sea, pero que además no sepa nada para terminar dejando todo en manos de asesores y dedicarme a gastar y a planificar cuanto desfalco pueda para así ser una persona con calma y futuro, en vez de pertenecer a esta estadística de pobreza extrema, futuro balsero del aire, seguro transmutándome en el eterno extranjero en que se vuelven todos los emigrantes.
José Ramón Briceño, 2013
@jbdiwancomeback




1 comentario:

Unknown dijo...

Así es amigo, tal cual como lo describes.
Es algo bastante complejo asumir una postura chavista, ya que son extremos los casos, los pela-bolas idealistas y los vampiros conchupadores pero que tienen esa conciencia intranquila, viviendo una zozobra arropada bajo la opulencia en su estilo de vida.
De mi parte yo prefiero seguir con mi forma de pensar y vivir, siempre con la frente en alto, para poder criticar sin ningún tipo de mordaza; tal cual como usted lo hace mi estimado compañero.