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miércoles, mayo 22, 2013

Venezuela, el gran manicomio



Tal y como siempre les he contado soy un peatón, como no tengo carro ni otro  vehículo pues ando a pie, muchas veces prefiero caminar que andar en bus, la cosa es más rápida acá en mi ciudad cuando lo hago caminando, a menos que me vea obligado (tenga dinero) para irme en taxi y así acelerar cualquier trámite o hacer más cómodo el traslado por alguna razón. Sin embargo hay veces en que ya en la noche estoy cansado y tomo un bus hasta mi casa, el trayecto es como de unos treinta minutos y caminando son unos 25 por eso de la ruta.

En estos días iba en un bus y en el puesto siguiente al mío iba un señor bastante humilde, que por su actitud parecía estar bastante borracho, cosa también bastante común por la ruta que me toca abordar, pues siendo una ruta popular pues se monta todo tipo de gente que luego de una jornada larga vuelve a su casa , eran como las diez de la noche, yo volvía de dar clases y por supuesto después de ocho horas hablando de pie uno no tienen como muchas ganas de andar caminando de más, el asunto es que el señor le cede el puesto a una señora, yo veía con cierta admiración que a pesar de los tragos el hombre aun le quedaba espacio mental para tener un acto de delicadeza con una dama, además de mirar con cierta curiosidad que el hombre hablaba por un celular cuyo forro parecía ser un paño pequeño, de esos que parecen trapos de cocina y que muchos usan como pañuelos en esta calurosa ciudad (Maracay), como cualquier cosa es posible y quizás el tipo no tenía un forro no le hice más caso.

El cuento es que no existía tal celular, solo era un trapo doblado a manera de imitar la forma de un teléfono y así entabló una conversación con múltiples personalidades, desde una supuesta novia o esposa que lo esperaba hasta un tal que le daba datos para jugar a los caballos, al final el hombre no estaba borracho si no loco, no se el fin de su conversa pues me bajé mucho antes que él. Al parecer era un loco pacifico pues recuerdo haberlo visto hace bastantes años, en la misma ruta de bus, a hora similar pero en aquel tiempo si muy borracho, al parecer tanto alcohol y quien sabe que más le terminó de dañar el cerebro y quedó solo para conversas imaginarias con un paño de cocina.

Eso me hizo reflexionar sobre la locura, uno que anda en estas cosas de creerse más o menos creativo siempre tiene la secreta duda de si uno está algo loco y la gente por delicadeza no te lo dice de frente, pero ante casos de aparente normalidad que salen con semejantes actitudes pues uno constata que no está loco, simplemente que uno percibe y siente de una forma menos común que el resto de los mortales.

Desde ese encuentro de frente con la locura de otro, he visto con algo de detenimiento lo que en los periódicos se dice, sobre todo después del ventilador de excretas que se prendió en estos días, esas declaraciones grabadas atribuidas a un alto vocero del gobierno y que tienen encendidas redes y medios escritos (los televisivos o radiales no la tocan mucho no vaya a ser que los cierren) , ahora todo eso parece una novela de espías, lástima que se murió Robert Ludlum quien era uno de mis autores favoritos de novelas de espías allá en mí ya lejana adolescencia pues seguro hacia un libro arrechísimo sobre como la CIA, el Mossad, el MI5 y la KGB entablan una pelea mortal con el glorioso G2 Cubano para desmoronar la democracia en un país que no produce más que locos y aguardiente pues lo demás lo dejaron perder, se ensañan en contra de un presentador de un programa tan malo que ni patrocinantes tuvo jamás, es más la tal hojilla era tan porquería que su salida del aire no la lamentan ni siquiera los fanáticos de costumbre, todos prefieren pasar agachados no vaya a ser que los salpique un poquito de materia marrón de esa que está bañado el presentador aquel cuyo nombre no quiero recordar.

Ese mismo presentador asegura que fue un montaje, que eso se hizo con retazos de sus alocuciones diarias y que lo de la conversa es un guion claramente orquestado por el Mossad y la CIA del cual al parecer los agentes son parte del equipo de campaña del candidato opositor (o el presidente legal a quien le robaron fraudulentamente las elecciones) de ser así me quito el sombrero con esos técnicos tan buenos que al final lograron hilvanar casi una hora de palabras sueltas para construir una historia de semejantes proporciones, ni el autor de James Bond hubiese podido hacer tal portento de ingenio, solo para hacer daño a la imagen de la revolución.

Con todo ese lio político de espías, revoluciones, contra revoluciones, pajaritos místicos, estatuas que lloran aceite, empanadas donde aparece la cara de Bolívar, encuentros cercanos desde el más allá entre un embajador y el presidente muerto, bustos del difunto con velas y de seguro algunos devotos dirán que hasta milagros le hizo, la perla esa que se soltó en la grabación de la cara del actual apareciéndose en la foto del difunto como presentando la preferencia desde el más allá y de paso aseguran que hasta el multiministro gobernador lo vio pero que por parecer demasiado loca la vaina prohíbe la difusión de tal noticia. Uno ahí se vuelve a preguntar el asunto de la locura, ok, el poder es una cosa seria peo también serios deberían ser quienes lo detentan, el “pueblo” debería exigir seriedad   pero aún no lo hacen, no sé qué parte de toda esa payasada no entienden los panas tanto del gobierno como de la oposición.

Ahora pregunto yo, ¿resulta que el mundo es así de loco?, ¿el loco es uno?, ¿Quién sabrá decirme por favor como es este asunto de que nos gobiernen unos locos?, no sé, pero insisto al parecer esto se desquició y nadie tiene maneras de pararlo, coño es que no hay otra explicación, ahora se importa hasta el 100% del papel higiénico, las afeitadoras desechables, la pasta dental, el jabón de tocador, las toallas sanitarias, los pañales desechables, el desodorante y seguramente la carne, los granos, el arroz, el café, hasta la gasolina he oído que la importan, cuando en la cuarta eso no se importaba en tal medida y lo que se hacía importado eran las delicateses que ahora tampoco existen y si las encuentras las pagas a precio de oro. En otro orden ya comenté en párrafos superiores la locura mística desatada desde la cúpula gubernamental, todo esto es un manicomio, solo falta que aparezca otro profeta pero del gobierno diciendo que tienen línea directa con el inframundo, se inventan un gabinete de ultratumba y lo televisan por VTV en el espacio de la hojilla, seguro se disparan los raitings y hasta lo hacen en cadena nacional, todos muy serios y circunspectos, quizás lo hagan en el nuevo mausoleo del Libertador para darle un cariz más místico patriótico a la vaina.

En fin cada vez estoy más convencido que este país está al borde el manicomio, manejado por locos y que al mismo tiempo la ceguera de sus correligionarios es dada por que sufren del mismo mal, esa debe ser la razón para que los servicios gratuitos de psiquiatría y psicología no estén adscritos a las misiones sociales o sean de muy reducidas dimensiones en los hospitales convencionales, se imaginan queridos lectores si fuese posible tal portento de que hubiese consultas populares y medicinas de esas a precios también populares, se les acaban los votos cuando el país empiece a encontrar la razón y seamos un pueblo equilibrado.

Después de haber leído tanta locura mística y política dentro del gobierno, aquel hombre del trapo como celular me parece un tipo de lo más sano. Ojalá que en su desespero por legitimarse no les de por armar una guerra en contra de algún país vecino y ahí si nos jodemos no por los muertos que ya sobran en las morgues, esos de bala y cuchillo, ni por la escasez que ya vivimos a diario, la inflación que el único que parece no verla es el viejito ese que según el periódico de hoy dice que un tal ingreso social pasa de los tres mil bolívares, nos joderiamos por que no habría modo de escapar y los locos se van a sentir a sus anchas, pues ya no valdría ni esconderse en casa pues cuando hay guerra hasta las leyes (las pocas a las que le paran bolas) se olvidan, total vivimos en un país de locos donde los enfermeros se fueron y nos dejaron a la buena de dios.
José Ramón Briceño, 2013
@jbdiwancomeback





3 comentarios:

Unknown dijo...

Amigo con todos esos visos de humorismo, esas palabras escritas están cargadas de mucha realidad; comparto por completo esa opinión, siempre he pensado eso, lo que pasa es que todavia no he desarrollado esa habilidad para expresarlo, de esa manera genial típico de su estilo.
Otra vez felicitaciones.

Opiniones desde esta esquina dijo...

Gracias profesor, el escribir es un asunto de practica nada más, el estilo proviene de allí, no hay nada misterioso en ese asunto de expresar,muy agradecido por sus palabras, sobre todo cuando aun estoy acostumbrándome a esto de dejar la imagen para pasar a la palabra como medio de expresión.

Melito dijo...

Excelente articulo, muy jocoso pero cargado de una realidad tan palpable como la locura misma que mencionas, definitivamente si, aquí tenemos que estar todos muy locos para poder vivir lo que nos esta tocando, de otra forma no me lo explico.

Saludos.