El imperio
Los países latinoamericanos han vivido siempre a la sombra
de una metrópoli, cuando éramos colonia estábamos bajo la egida de España, luego
vino la independencia y de todas maneras quedó flotando en la psique colectiva
lo Europeo como símbolo de status además de la elegancia, la cultura de todo aquello a lo que cualquiera deseaba ser.
Pasaron las guerras, se pacificaron la mayoría de los países y Europa se
encontró con un competidor en el ideario global, Estados Unidos.
Ellos, los Norte Americanos, lograron exportar sus ideales
de cultura, economía, política, entretenimiento, música, gastronomía, vicios y
beneficios de su estilo de vida, transformándose en una suerte de icono mundial,
a la vez que su aparentemente siempre
boyante economía atrae no solo a inmigrantes de todas las clases sociales también
de turistas que quieren conocer de cerca sus maravillas. Por supuesto mucho de
eso se debe a una inmensa maquinaria comunicacional que le muestra al mundo su
país, una industria cinematográfica que produce más que un país mediano
monetariamente hablando, aparte tienen un imperio editorial difícil de
cuantificar pero dentro de todo tienen una estructura legal que los ciudadanos
de bien defienden a rajatabla.
Quizás por todo esto se convirtieron en el “ENEMIGO” de cuanto régimen de izquierda apareció
durante el siglo XX, ciertamente los norteamericanos han metido sus balas en
muchos sitios donde no los han llamado, son culpables de demasiadas muertes. En
muchos casos han sido co-culpables pues esas muertes fueron producto de la mal
llamada guerra fría, esa misma que se supone terminó después de la caída de la unión
Soviética, pero que en la realidad está encarnada cada mes por un líder mesiánico
distinto en conjunto con sus alianzas exóticas y su propaganda de inocencia
llena de bombas y atentados, total una locura general, de esas que los militares
las guerrillas, los traficantes, los políticos y los fanáticos (religiosos o
no) aman en su interior, buscan con desespero pero niegan en público.
Lo increíble de todo es que esos mismos que hacen público su
odio hacia el imperio, son los primeros en visitarlo, en adorarlo, en llevar sus
ahorros en moneda imperial, de no ser ellos son sus familias, pero para el gran
público manipulable ellos son ultranacionalistas de sombrero de cogollo y
hablar grosero.
Ese imperio que tanto odian y aman, tiene sus defectos, como
todo y para nosotros como venezolanos es un mundo que está lejos de la
comprensión, recordemos el gusto por las fiestas ruidosas hasta el amanecer,
nuestra nula conciencia ciudadana, la confianza ciega en que un “LIDER” nos
llevará a las puertas mismas de la prosperidad pero sin trabajar mucho pues la
parranda está primero, los beneficios de un estado todopoderoso y a la vez
alcahuete donde estudiar al parecer es una pérdida de tiempo si quieres hacer
fortuna, mejor metete a político, hazte de un buen lobby, jala muchísimo, vuélvete
intocable y después con la impunidad asegurada arma negocio con traficantes, facturas
sobre preciadas , presupuestos desviados pero todo cuidando darle su parte al
padrino político, no se olviden la codicia ha de ser compartida con pruebas de
ese compartir no vaya a ser que en alguna campaña política les dé por ser
santos y te denuncien.
Ya el imperio ni nos voltea a ver, para su petróleo tienen a
los Mexicanos, ahora gracias a la revolución estamos en el subsuelo de la venta
petrolera pero aun así hay plata para regalar en el exterior y para que acá
rinda más pues nos devalúan, así tienen más bolívares por los mismos dólares sin
que se afecte la posibilidad de sus transas con regalías a los “aliados”.
Pero China que se adueña de la mitad de nuestras cosas, no
son un imperio ni de vaina, tengo días que no miro la tele ni mucho menos VTV
pero imagino que con el anuncio de la guerra entre las dos Coreas deben estar
de plácemes y muy alegres los señores de ese canal que se vanaglorian de ser
admiradores de sus majestades comunistas. Seguro van a decir que es una guerra
de “dignidad” como dan en decir cada vez que un comunista se antoja de hacer
una guerra sin tomar en cuenta que la sangre siempre es roja sin importar el
color de su ideología, esas guerras no son de un imperio, más bien son el
resultado de la búsqueda de “libertad” de un pueblo oprimido, aunque nadie dice
que son oprimidos por su mismo gobierno que tiene campos de concentración y
tienen hasta leyes que ordenan como deben ir peinados sus ciudadanos, bonito
ejemplo se buscan los rojosrojitos.
Si desde nuestro gobierno se imitasen los procesos
administrativos imperiales, tendríamos una Venezuela diferente, seguramente también
tendríamos a todos los locos que componen la sociedad gringa, ese mundo no es
perfecto, también hay miseria, pobreza, hambre y delincuencia, sin embargo si
lo miramos porcentualmente, nuestro país tiene la población total de una sola
de sus cientos de ciudades, la criminalidad allá es de un tenor casi ridículo si
lo comparamos con la monstruosidad criolla, su poder adquisitivo está muy por
encima de nuestra imaginación, allá ciertamente el estado es una mierda con
muchas cosas, pero la moneda que tienen con todo y sus ataques es el estándar de
media humanidad lo que les asegura una inflación moderada, lo que a su vez redunda
en posibilidad de ahorro, intereses activos bajos que estimulan el crédito hipotecario
a largo plazo y el acceso a bienes y servicios sin tanto drama como por estos
lares. Si trabajas con ahínco, si te haces ciudadano respetuoso de las leyes,
ahorras, puedes hasta pagar un fondo de pensión y disfrutaras de tu ancianidad
sin mayores dramas.
Según todos los conocedores de la política local y el foro
de Sao Paulo, los “Gringos” son los culpables de las miserias de la humanidad,
nunca jamás los otros locos que gobiernan sus naciones con puño de hierro, esos
que mientras el pueblo está en la miseria se rodean de lujos desorbitados, los
mismos que se creen dioses con su coro de dioses menores de uniforme militar
que brillan de medallas, con cárceles y sitios de reeducación para que sepan
que la miseria es la orden y rebelarse en su contra se paga con la vida.
Imagino que como es más sencillo amordazar que remediar,
además que como los guiones de culpar al otro siempre son menos complicados de
explicar su nulidad cerebral pues el imperio siempre será el culpable de las
desgracias.
Fíjense que por estos lados ahora hasta las cadenas de
comida rápida son las culpables de la devaluación y de que “el pueblo” desee
otras cosas que la revolución no está dispuesta a dar, por eso está en la
agenda cerrarlas y los pendejos fanáticos apoyan eso, cuando al final con no
comer allí tienen y si de verdad es tan nocivo entonces quebrarán. Si los
cierran imagino que ya existe un plan para dar empleo a toda esa gente, aunque
se que no, lo importante es lo ideológico para lo demás hay mercal y pdval .
Ojalá nuestros hijos encuentren alguna cosa diferente a la que vivimos, que el enano Kim
IL llong no le dé por sacar sus bombas atómicas y repartan muerte por todos
lados pues así so estaríamos jodidos y ni un San chavez nos salvará de la
miseria, que las elecciones próximas nos dejen un buen sabor a triunfo, los
fanáticos se dejen de pendejadas y en vez de culpar a los otros reclamen un
mejor país que si es así yo los apoyo, el “Imperio” no es el enemigo, somos
nosotros mismos y hasta que el venezolano no aprenda que trabajando es que se
logra el avance no llegaremos a ninguna parte, el mesías se murió crucificado
hace más de dos mil años, ayer fue el aniversario de su entierro y a menos que
no sea tan brillante no creo que se atreva a volver, por muy hijo de dios eso
de morir clavado en una cruz imagino que no es una experiencia que quiera
volver a pasar.
Jose Ramón Briceño 2013
@jbdiwan , antes @jbdiwancomeback
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