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miércoles, marzo 04, 2015

Instantáneas de este manicomio tropical


Quienes no viven ni han vivido en Venezuela seguramente les costará entender lo que hoy escribo, la verdad estamos en un país excesivamente loco, con una población altamente disociada cuyo deseo de liberar tensión por donde sea está a la orden del día. Lo que se oye por accidente está entre lo cómico y lo trágico, siempre hay alguien en alguna parte hablando alguna cosa que a esa persona le parece muy seria, pero a mí cuando menos me parece halado de los pelos.

Por ejemplo, en estos días me reuní con un par de amigos en un bar de chinos, para hacer un acto simbólico de despedida a otros dos amigos que se fueron, ambos fotógrafos, ambos brillantes. Como llegué temprano a la cita pedí una cerveza, para no estar ocioso en la espera, saque mi cuaderno de apuntes que tan pomposamente llamo “agenda” y comencé a esbozar una historia que en algún momento me pondré a escribir, mientras lo hacía dos mesas más atrás estaba un señor , hablaba por el celular como queriendo que todo el restaurante supiera que el tal era un fulano importante para alguien, la cosa se puso álgida cuando el fulano al teléfono dice “Que bolas soy un ingeniero bachaquero”, ahí una mirada de entendimiento se cruzó entre el señor y la gerente, luego hizo más llamadas cuyos tópicos iban desde comentar una tal corrida de toros , como se iba a vestir, junto a quienes se pretendía sentar y que marca de wisky iba a poner en la “bota” aclarando que a el le regalaron la entrada , aunque también dijo que “tú sabes que mi carnet me permite entrar en cualquier evento”, discúlpenme pero comentar voz en cuello la ropa que vas a usar me parece más conversación de señoras sin nada más que pensar.

Disimuladamente pasé al lado del hombre para verlo más de cerca, era un fulano bastante común de franelita, gorra de cualquier cosa, bigote a lo charro y esa estampa de viejo solterón que tienen los amigos en esa condición, como de un divorcio no superado. Al rato se sentó otro fulano y la conversa giraba en torno a las “novias” que un sutano le había quitado, como si de niños de kínder se tratase, no me quedó más que reírme del asunto.

Esa tarde me dejó un raro sentimiento, pues tengo rato mirando las locuras de la gente, por ejemplo, hace días estuve con una secretaría que así como así, sin tenerme confianza me contaba como convenció a sus hijas para que se graduaran en la universidad de alguna cosa, si el comentario lo hubiese hecho de forma casual no habría gran problema, lo sorprendente fue la puesta en escena de todo el cuento, parecía un monologo bien ensayado para “lucirse” con las visitas. Otra vez, mientras esperaba que el semáforo me diese paso, un señor que estaba en la cola para pasar con su carro, se adelantó solo para comentarme que tuvo el carro accidentado por unos días y recién lo sacaba a rodar ese día, como si a mí me importase que carajo le pasaba a alguien que ni conozco, la cosa me perturbó pues no puedo entender como la gente se encuentra con un desconocido y le suelta su vida así, sin saber si uno anda con ganas de oír a nadie.

Anoche, ya a la hora del cierre del bar, cuando estábamos por retirarnos y de la caja nos mandaron la cuenta para muy amablemente pedirnos que nos retirásemos, se acercó un borracho que pretendía contarme alguna vaina y de paso se antojó de que quería abrazarme por alguna razón, a mí que no me agrada mucho eso del contacto físico por razones sociales , mucho menos con desconocidos, me persiguen cosas por el estilo, el asunto fue aún más sorprendente cuando otro (imagino que amigo del señor) le dijo al borracho que estaba sobrando y en la mesa habíamos puro policías, eso fue como cuando el padre Karras le pone agua bendita a la niña de “El exorcista”, el borracho salió disparado, no solo de la mesa, también del bar, ahora uno piensa de la que se salvó pues si alguien se espanta ante la presencia de unos policías es que debe alguna cuenta a la justicia, lo más ofensivo es que estábamos varios profesores universitarios y fotógrafos bebiéndonos unas cervezas, eso de que lo confundan a uno con un policía roza el insulto, sobre todo en estos días.

Por último, hace unas horas me encontraba saliendo de mi trabajo y me puse a conversar con varios colegas, la charla iba como de costumbre, de lo insustancial a lo serio, hasta que llegó otro fulano y dijo sin pena pero con cierta petulancia que “El gobierno debería prohibir las tarjetas de crédito pues son la cosa más capitalista del mundo, nos tienen tomados por el cuello entre pagar intereses y abonar capital”, yo, que difícilmente me quedo callado le solté que si el gobierno fuese más eficiente, los intereses no serían la gran cosa pues esos intereses, aunque están por debajo del índice de inflación son los que le dan rentabilidad a la cosa, además, si no te agrada pagar intereses no uses las tarjetas, el fulano se despidió y volvió a una supuesta actividad que me suena más a excusa para no seguir haciendo el ridículo.

Ejemplos hay como para escribir un libro de aventuras con lo que se oye, se ve y hasta se siente andando por las calles de la ciudad, sin embargo me parece que estas  historias dicen bastante de lo loco que está esto por acá, quisiera saber si hay alguna razón específica, más allá de mis elucubraciones, me agradaría mucho tener algunas opiniones de quienes se encargan de hacer estudios sociales, los sociólogos, psiquiatras, psicólogos y cuantos más profesionales de la vida humana existan, un grupo multidisciplinario para que me cuenten de manera científicamente comprobable que lo que nos pasa como ciudadanos a ver si le encontramos solución a nuestra situación como país.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback


martes, marzo 03, 2015

La historia y el Psuv


La historia está llena de malvados que han sido héroes políticamente “correctos”, por ejemplo, El Libertador, sin entrar en demasiadas profundidades filosóficas o teosóficas, el decreto de guerra a muerte tiene más tintes de genocidio que de otra cosa, es sospechosamente parecido a la solución final de aquel engendro alemán cuyo fantasma pervive en la mente de algunos fanáticos, aunque de siglos, entornos, países y hasta ideologías diferentes mantienen similitudes más de fondo que de forma.

También en el siglo XIX hubo un coronel español que hizo destrozos a la república y cuyas tropas causaron  más de la mitad de las “bajas” de la guerra, José Tomás Boves “el taita” quien era el héroe de las clases oprimidas en cuyo nombre se cometieron cientos de atrocidades, pero para buena parte del país era el HEROE aunque la historia oficial no lo dibuje así, de hecho el teniente Pedro Camejo fue soldado de Boves antes de ser oficial al servicio de otro llanero valiente como fue José Antonio Páez, cuyo valor y destreza para la guerra jamás ha estado ni siquiera cerca de la sospecha, tan peligroso era que hasta Bolívar le tuvo miedo y también buena parte de la tropa había servido bajos las ordenes de Boves, lo que no los ayuda en la idea que de ellos tengo, deben haber sido unos malvados de primera línea.

Hacia la última mitad del siglo XIX existió otro que ahora es considerado casi que una divinidad por los círculos izquierdosos y hasta ha sido parte del panteón heroico de la revolución, Ezequiel Zamora, sin embargo sus métodos distan mucho de los teóricos esos de humanidad y progreso, según se sus oficiales competían a ver cuál de ellos descabezaba más limpiamente a los prisioneros de guerra con el sable, lo que tampoco habla de buena gente.

Estrenando el siglo, de las montañas viene un hombre que tuvo el país entre su puño por 35 años, Juan Vicente Gómez, quien usó métodos nada humanísticos para su gobierno, de esos si se hablan ya que está muy cerca aun el recuerdo de lo bueno y de lo malo que hizo y para muchos es casi un santo, de hecho, en su mausoleo se pueden ver muchos recuerdos para “agradecer” algún favor celestial según sus fieles.

Esta mirada a vuelo de pájaro del poder y de quienes han estado cerca de él, es que ninguno de ellos ha sido ni siquiera cercano a la definición de lo que debería ser el poder, recto, decente, pacifista, progresista, muy al contrario profesan otras cosas bajo excusas heroicas y románticas esconden una faz cuyo sino es la maldad pura en pos del beneficio propio. La diferencia es que la mayoría de ellos sabia de guerra, de plomo, de miedo y valor, estos de ahora solo son valientes cuando andan empatotados, son fortísimos cuando el ejercito los apoya, cuando no es así son mansos corderitos que alegan inocencias de prostituta miserable.

La maldad de estos está más cerca de la canallada del criminal que de la excusa de la historia, no hay tal buen plan tras toda la sangre y los abusos, solamente existe el egoísmo y el pánico que empuja a los malos hombres a ser peores y a los otros los envilece con su discurso ponzoñoso preñado de malas intenciones, que han pactado con el diablo y con infinitud de demonios menores o mayores para hacerse fuertes a costa de lo que sea. Así ganen y se queden por siempre jamás nadie olvidará jamás su maldad, la saña, lo viles que son, la brecha que han abierto se hará más profunda con los años, muchos han comenzado a escribir, su gente se les voltea para narrar su molestia, los muertos gritan desde sus sepulcros cuyo estruendo anda resonando en todo el mundo, los emigrantes del éxodo contarán a viva voz sus relatos de horror.

Serán recordados como lo que fueron, una mancha en la historia contemporánea de Venezuela, como una cagarruta de mosca en un libro blanco, no importa cuánto uno intente limpiarla, la mancha sigue ahí alborotando el asco de todo el que la mire. Al contrario de los otros bárbaros no habrá quien les limpie las intenciones con libros laudatorios, no habrá sexta república ni futuro en sus supervivientes, nunca más podrán volver a levantar la cabeza, les falta inteligencia,  y educación, su ignorancia supina los mantendrá en el limbo donde moran los muertos sin dolientes.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



lunes, marzo 02, 2015

El discurso presidencial y sus implicaciones


Tenía días fuera de las redes, estaba sin servicio de internet en casa y la verdad detesto los sitios esos donde alquilan computadoras, las máquinas extra lentas, los muchachitos jugando cosas y la gente viendo por encima de mi hombro, mientras pueda evitarlos lo haré. Tengo un artículo bastante virulento para el día de hoy, sin embargo, ara liberar un poco la tensión y lograr vencer mi prurito al insulto, la verdad el insulto a la inteligencia bien merece una burla.

Al no tener televisor ni radio no tengo posibilidad de oir las peroratas presidenciales, me conformo con leer notas de prensa y hacer una búsqueda de lo más importante, no soporto al fulano, es más, tengo un par de teorías para explicar el actuar presidencial, la primera, el fulano es tan inteligente que es imposible seguirle la lógica, la otra pues es la común sobre su escaso seso.

Debo admitir que me agrada la idea de pedir visados a los nacionales estadounidenses, me parece que lo que es igual no es trampa, además sería lógico que así se comportasen las naciones, lo que no me agrada es el tono en el que está hecha la exigencia, esa gente no viene a menos que tenga negocios acá o estén seguros del aparato de seguridad que los va a acompañar, de otra prefieren olvidar (que seguro lo hacen muy bien) la existencia de este país lo que determina que la excelente idea termine por parecer una escena de algún programa humorístico de aquellos ramplones de la televisión nacional,  allá en los 90´s.

A mediodía, mientras viajaba en un bus, escuché sin escapatoria posible una propaganda del gobierno que duró no menos de quince minutos, oí la cosa esa del Tucano que bombardearía supuestamente la ciudad de Caracas y lo mataría a él, además de otros 20 “blancos” de los bombardeos del Tucano solitario que haría hasta varios viajes a alguna isla vecina para recargar munición y combustible hasta terminar la titánica tarea de derribar el gobierno a balazos, más allá de lo halado de los pelos, creo que al presidente debieron decirle que era un F16 y en el camino lo olvidó, como el asistente le había entregado una cotización para pintar y reparar por lo menos dos Tucanos para presentarlos en el desfile del día del “perrero desconocido”, y se le salió lo del avioncito de marras. Tanta coprolalia con los fulanos Sukoi, que son arrechísimos, que vuelan a trescientos mil cuatrocientos kilómetros por segundo y transportan hasta misiles aire-luna, para que se arme toda una estrategia propagandística por un miserable avioncito que en teoría los fulanos Sukois tumbarían sin despegar tan siquiera, eso da pena señores.

Aún estoy esperando la mañana que me sorprenda un titular de prensa donde el presidente libra una orden de detención contra el “Papa”, “Obama”, “Fernando del Rincon” y el Topo Gigio por sedición y amenaza de golpe de estado, con todo lo que he oído, leído y vivido en esta tierra, me creo cualquier cosa de esta gente. ¿No se dieron cuenta que el día que la guardia mató al muchachito en los andes quedó en el ridículo más absoluto pues las redes le ganaron a la noticia y la transmitieron toda?, el actuar sensato de gente asustada que explicó en la cadena no fueron ni parecidos al real acto de cobardía y sadismo con el actuaron los de la GN.

Lo peor es que el presidente no monopoliza el derecho de insultar a la inteligencia, desde aquella ministra que dijo en la ONU que Venezuela es un territorio libre de violencia a pesar de los 25 mil muertos del año pasado. La otra que aseguró en televisión nacional que Venezuela exportaba medicinas mientras la gente se muere de mengua y de estrés ubicando algún medicamento importante que está desaparecido.

La guerra económica, la conjunción astral malvada entre la derecha y la CIA, la baja del petróleo, el alza de la gasolina, los “avances” de la revolución, la prohibición de las colas en los establecimientos, la “guerra” en contra de los acaparadores, las expropiaciones, la leche desaparecida, la nula producción del país luego de expropiar el 79% del campo y dejarlo inactivo, la porquería de la ley de educación, la economía tipo “Cucarachita Martinez” quien espera “encontrar medio para completar un real” del 99% del país, los videos de la hija de diosdado explicando las maravillas del país, el Simadi, los cupos, el bachaqueo, los pranes y sus conexión con el alto gobierno, la muerte del galáctico, los quince sitios natales del presidente, son tantas que explayarse hace demasiado largo el texto, de seguro quien estas líneas ya sabe a qué me refiero, seguir insultando a esa gente nos volvería a ese lugar común que es el insulto sin sustancia.

¿Qué hacer? ¿Cómo actuar? ¿Qué decir?, la verdad no sé, pero estoy claro en que toca descargar de vez en cuando y dejar el tono serio para “vengarse” la pobreza desde la burla, que al final será el legado inmortal de esta gente para con el futuro.
 Cuando llegue el futuro...

José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



jueves, febrero 26, 2015

Irse o no irse, he ahí el dilema

Comenzaron los desaparecidos, todos los días veo en las redes sociales un aviso de algún muchacho o muchacha que se han llevado detenido por la policía, hace unos años estaríamos seguros que del susto no pasaría, hoy la cosa tiene otro cariz y todos los miedos con respecto a la salud del joven afloran. Uno, desde su posición de nulidad e impotencia pues ni poder tiene para exigirle nada a quienes nada quieren hacer, no le queda más que morderse los codos en un grito de rabia. He intentado por todos los medios que la cosa no me afecte en extremo, hay lujos que los de a pie no nos podemos dar, nadie va a hacer nada por nosotros y tenemos obligaciones que cumplir, nada trágico pero la vida te obliga a salir así no quieras.

Me he dado cuenta, no sin sorpresa que ir a trabajar es un suplicio, no son mis alumnos, de verdad disfruto cuando miro lo que avanzan, como llegaron y como se van al terminar cada nivel, es el entorno, el sueldo, la paja política y la imposibilidad de cosas mejores, ni siquiera hay beneficios que compensen lo que te tragas. Ayer me tropecé con dos personas que me aseguraron se iban del país en breve, ambos por la misma razón, descontento por lo económico y hartos de estar hartos con el hampa, la inseguridad, la escasez y la búsqueda de mejores posibilidades para los hijos que van creciendo.

Lo más impresionante fue quizás que una de esas personas, una amiga de muchos años, quien hasta hace poco era militante furibunda del gobierno y con quien tuve alguna vez agrias discusiones sobre su ceguera selectiva por la situación del país, sobre todo la ignorancia supina y adrede de las autoridades culturales quienes por comodidad prefieren apoyar esperpentos como los llamados “cultores” en vez de impulsar el raciocinio lógico del artista, en fin, la mujer me dijo que no se aguantaba más la situación, que vendía hasta la cama para irse definitivamente en cuestión de un año o menos, lo que tardase en reunir y vender todo lo vendible para irse sin intenciones de volver no de vacaciones.

Hace unos días me llamó el jefe a su oficina, me pidió que actualizara los programas de fotografía “antes de irme”, me aseguró que él sabía que me iba del país en breve, todavía no sé si fue por algo que dije, si es por la onda de todos o que me cree lo suficientemente talentoso como para tener un plan B que me saque del país en cualquier momento. Tuve que explicarle las razones más que evidentes para quererme ir, así mismo le expliqué las razones por las cuales por mucho que lo quisiera no me puedo ir, al final salí de la reunión con la impresión de que fue un llamado a botón, que debería meterme a buhonero para reunir el dinero, comprar los dólares y pedirle a alguien desde el extranjero que me compre el pasaje en avión, que al bajarme se lo devuelvo en dólares para dejar la deuda saldada de una vez.

Claro que uno no escapa a la tentación de irse, de dejar todo este estado de guerra para ofrecer algo nuevo a los hijos, aunque en muchos casos signifique perder el camino andado profesionalmente hablando. Muchos me lo aconsejan, debo admitir que cada día lo pienso más, sin embargo debo confesar también que da miedo la cosa, sin dinero, sin empleo y sin contactos en ningún lado es difícil hacer el camino de la emigración, muchos tienen familias que los acogerán, oros tienen amigos del alma dispuestos para lo mismo, alguno no tenemos a nadie y me he dado cuenta que ninguno de mis amigos entrañables, de esos que ya se fueron , trabajan ni siquiera en la periferia de lo que hago para vivir.

Después de tanto muchacho muerto a manos de la policía, de tanto preso sin juicio solo por expresar su indignación, de la pobreza de indigentes que tenemos muchos por acá, de la desesperanza sobre el futuro, de la imposibilidad de muchas cosas, claro que uno piensa en irse, ahora el asunto es como resolver eso, amanecerá y veremos, por lo pronto ya conseguí los libros de Paulo Coelho y bajaré algunos libros más del tema de la autoayuda para proyectar en mi mente lo que quiero. Eso es encontrar alguna manera elegante de exiliarme, llevarme a mi familia y olvidar que alguna vez viví al borde de un ataque de nervios , en una zona de guerra, esperando la desgraciada quincena con la alacena casi desierta, ligando que nadie se enferme para no tener que llorar de impotencia pues no hay medicinas, tomando un lexotanil a la semana (así estirar el blíster regalado) para poder dormir si terrores nocturno, bebiendo mal vodka para olvidar y seguir evitando el tema del futuro y la esperanza en este país que ha pasado de ser una promesa a ser un moridero de pobres.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




martes, febrero 24, 2015

La muerte se viste de uniforme en Venezuela


Tener poder es algo complicado, sobre todo cuando quien lo ejerce está de primero en la línea de mando, entre tanta inutilidad es difícil asumir a un solo culpable. Hoy mataron a un niño de 14 años, le dieron un balazo con una escopeta en la cabeza, por supuesto murió instantáneamente, el presidente dice en cadena nacional que el policía se sintió amenazado, la ministra que fue un “accidente” y que ellos (los policías) intentaron ayudar al muchacho, ya saldrán miles de fulanos defendiendo lo indefendible, quizás acusaran a Obama o a Clinton (cualquier barbaridad es posible) a lo mejor hasta el expresidente Uribe.

Pero este jovencito apenas ha sido el último de una cadena de asesinatos realizados sin lugar a dudas por funcionarios quienes a su vez reciben órdenes de sus superiores, quienes indefectiblemente las reciben desde las alturas del poder, toda una cadena de órdenes que conllevan a establecer un clima de terror en la población. Algunos dicen que es para que la gente olvide la mierda de economía que tenemos, otros para que nadie piense en toda la porquería que cometen a diario, los menos alegan que es para evitar las elecciones parlamentarias.

Yo digo que son simplemente estrategias de supervivencia para acrecentar el estado de malestar y de paso matar a todos los que de alguna manera se oponen, aquí todos piden un “peo” (lio, protesta, guerra, cualquier evento violento) que acabe con todo el “orden” comunista, peto olvidan que acá las armas son privilegio de los afectos al gobierno y al hampa que últimamente se parecen tanto que es difícil diferenciarlos. Es difícil que una poblada se levante ante tales bárbaros, aquí todos temen pues saben que cualquier uniformado te puede detener sin ni siquiera una orden que lo avale y matarte en cualquier sitio sin que exista culpable alguno, aquí todos tienen miedo de unas leyes que nadie respeta y un gobierno empeñado en “olvidarlas”.

Estoy tan molesto que me cuesta no soltar una sarta de improperios para expresar mi malestar sobre la situación de mi tierra, la muerte anda de uniforme, la impunidad se viste de carnet, de militancia, de fidelidad perruna, de horda organizada y de miedo institucionalizado que se traduce en plomo para todos.

Hoy mataron a un niño, apenas un quinceañero que ni siquiera vivió lo suficiente para conocer cosas que muchos señores (como yo) damos por descontado, sus padres no podrán saber que pasaría con los sueños del muchacho, las novias que pudo haber tenido, los hijos que quizás hubiese podido tener, las alegrías que le pudo haber dado a la familia, un futuro quizás brillante, a lo mejor cumpliría todas esas cosas que TODOS los padres queremos para nuestros hijos, hasta que un mal nacido le disparó a quemarropa en la cabeza y los otros cobardes de uniforme lo protegieron y hasta lanzaron bombas lacrimógenas para ayudar a escapar al engendro ese que se disfrazaba de policía, dicen que ya lo pusieron preso, yo creo que lo que van es a enfriarlo hasta que otro muerto opaque al muchachito, luego lo ponen de escolta de alguien y hasta ahí la historia, el muerto se pudrirá y el vivo disfrutará de su familia e hijos sin ni siquiera una reprimenda, tengo la impresión de que lo felicitaran por defender la revolución, asco que me dan todos.

Maduro, sé que no me leerás pero solo para que quede constancia, me das asco igual me lo dan todos, me importa un carajo si alguien se ofende pues es mi intención, se han defecado en toda la historia republicana, han cometido todos los crímenes más abominables que alguien se puede imaginar y lo peor es que todavía respiran el mismo aire que la gente de bien y pretenden pedir respeto.

No se caigan a embustes, esos fulanos no respetarán elecciones, leyes, normativas ni jerarquías, el pueblo les importa nada, primero están sus alforjas, menos aún son de izquierda, esos no son más que ultra derecha pintada de rojo , con consignas, estrellitas, frasesitas y hasta falsos profetas, el día de mañana se quejaran por que los odian, invocaran cualquier estupidez pues ellos (los comunistas) son unas estrellas para hecerse ver como disminuidos mentales y ser siempre los buenos de la historia, hoy son la hez de la historia que nos ha tocado soportar, amanecerá y veremos, cuando les toque no sentiré ni siquiera lástima, no lo merecen.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




lunes, febrero 23, 2015

Venezuela, guerra, silencio e impunidad

Desde muy joven he sido un lector omnívoro, me he leído casi todo lo que ha pasado por mis manos, lo malo o lo bueno y así poder distinguir literatura de lo que no lo es, luego la universidad me afiló el discurso, aun así sigo leyendo todo lo que puedo. En todas esas lecturas, he realizado algunas para intentar vislumbrar que se siente estar en combate, que tanto miedo tendrán esos hombres y mujeres que se aprestan a cualquier cosa bajo las balas, esa gente que se batía a espada, machete y fusil en la época de la independencia o en otras guerras más modernas, donde lo más cercano son las pavorosas bayonetas que ahora lucen algunas veces los ejércitos.

Lo que he podido concluir me llena de espanto. Imagino que si sales vivo de una escabechina así debes sentirte inmortal, casi dios por poder seguir caminando después de tantísimo peligro, de eso viven los militares y la izquierda no puede ser menos, señal clara de eso es el alto índice delincuencial, los “colectivos” apoyados por la guardia nacional y los guardias mismos que son los grandes capos en estos tiempos. Seguramente todos se creen un emulo de algún héroe de acción jolibudense, más allá del discurso pavoso ese de “patria, muerte y servilismo” hay un ego desmedido en la creencia de sentirse invencibles, lo que me deprime más es al parecer lo son.

Ciertamente estamos solos, nadie nos defenderá, lo único que se ven son palabras, jamás acciones. No me malinterpreten no estoy pidiendo guerra, muy al contrario, pero nadie puede decir que no debo indignarme por los jóvenes muertos, los del año pasado, los de esta semana, los de todos los días, donde jamás los culpables existen, hay hasta un comité de víctimas de las guarimbas, lo triste del caso es que son supuestamente apoyados por el mismo estado que mató a la gente en las mencionadas acciones de calle, lástima me da esa gente que por un mendrugo ha vendido a sus muertos.

Más tristes aún son las acciones del gobierno que por “lavarse” la cara internacionalmente publica una lista de supuestos escritores que apoyan al presidente, donde el único nombre conocido es el de un antiguo ministro cuyo único libro fue una gran jalada de bolas que le hizo su gente publicándole los garabatos que hacía mientras escuchaba al presidente anterior en sus interminables peroratas, tristes desconocidos que quien sabe con cual promesa se hacen pasar por escritores, a lo mejor sí lo son y sus libros se venden a dos bolívares en las piras de las fulanas librerías del sur donde al parecer nadie compra por otra cosa que no sea lástima o fanatismo religioso-político tan común entre los ilustrados del caletre pesuvista/comunista.

Volviendo al tema de la guerra, acá solo faltan los morteros y los ejércitos, todos los días se mueren decenas de compatriotas víctimas de una extraña envidia, esa del dinero fácil y la búsqueda de bienes de consumo, en una economía tan endeble como triste. He visto en varias casas de conocidos y gente de mi familia, depósitos de alimentos no perecederos anteponiéndose a una posible hambruna, algo realmente nunca visto, solo leído en los libros de historia. La guerra está en los autobuses, en las calles, las escuelas, las casas de la clase media, la clase alta, los barrios, en las playas, los hoteles  y hasta en las iglesias, para el hampa no hay sitio imposible.

En algunos hay víctimas mortales, en otros pues  son de otra índole, como en los ministerios y en los cuarteles donde el hampa funciona de otra manera, siempre buscando la riqueza súbita que los libre de todo mal. Si llega o no la guerra a mi país, si es de manos de algún militar con tropa y cojones, si llega de manos de los colaboracionistas, si nos invaden de otro país que no sea Cuba (ellos están incrustados acá desde hace rato), si la guerra es popular, de clases, de soldados o de narcotraficantes, lo que hará es hacerse (más) publica pues está entre nosotros hace años y la situación económica no hará más que acentuarla hasta un nivel desconocido por nuestra sociedad ya que, al contrario de otros países, tenemos más de 100 años sin  un (serio) conflicto armado.

La guerra está entre nosotros y las morgues son la prueba fehaciente de que sucede, cientos de casas se enlutan a diario en este pequeño país de menos de 50 millones de habitantes, todos tenemos un miedo que no nos cabe en el alma, todos los días, cuando salgo a la calle obligado por las obligaciones del vivir, me siento como cuando era niño y me tocaba una escuela nueva, bravucones nuevos y siempre en desventaja, pero no había de otra más que buscarle la vuelta a los “matones infantiles”, uno que otro moretón y al final lograr que me dejasen quieto, con que no me molestaran más yo era feliz, algo así sentimos todos pues el enemigo viste de mil maneras y simula ser gente para no ser reconocido, lo peor es que los ciudadanos siempre estamos en desventaja, en este país donde nunca pasa nada, hasta que pasa.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback


sábado, febrero 21, 2015

Mi opinión sobre las elecciones en Venezuela

Los últimos acontecimientos han destapado pasiones encontradas entre quienes aprueban unas elecciones y quienes abogan por la abstención, ambos bandos arguyen como valederas sus razones, por supuesto hay de por medio muchas ambiciones. Me siento en una disyuntiva profunda, por un lado me niego a seguir haciendo el payaso con mi dedo pintado de azul mientras el CNE hace lo que le da la gana con mi opinión y la de todos.

No tengo la verdad en mis manos, mucho menos tengo pruebas para asegurar nada, sin embargo, cuando vemos como el mismo estado sabotea las gestiones de los poquísimos alcaldes opositores y si no le encuentran la vuelta electoral los ponen presos bajo cualquier excusa, claro, tampoco hay que perder de vista que una buena parte de la población los apoya (al estado claro). Por distintos medios me han hecho saber algunos oficialistas su desprecio por lo que escribo, también con algunos argumentos de difícil digestión, comenzando por asegurar que mi prosa es a todas luces algo ofensivo para ellos, un par se han dado a la tarea de citar al engendro de Lina Ron como si de un catedrático marxista tropical se tratase, algo sobre la gente que “escribe y habla bonito son sospechosos de ser enemigos del pueblo”, eso constituye una prueba de por dónde va el pensamiento de la gleba cuyo sino particular está constituido por una cierta alergia a la educación y las buenas maneras, con esa gente no tiene sentido discutir pues están buscando realmente que a alguien se le olviden las buenas maneras para recordar otros tiempos y terminar yéndose a las manos o a los insultos, para luego gritar a los cuatro vientos que la “derecha fascista los odia” y saben, tienen razón en lo del odio, en lo de fascistas pues creo que esa gente se olvida de verse al espejo, cuando quieran les regalo una biografía de Mussolini que tengo en mi biblioteca a ver si se reconocen.

En fin, vuelvo a las elecciones, tengo la impresión de que tienen varios años haciéndonos trampa, sabemos de sobra que trampa y estado son casi sinónimos, sobre todo cuando TODOS los jerarcas de TODOS los niveles siempre esconden sus fechorías de alguna manera y NINGUNO es inocente, TODOS son culpables por acción u omisión.

Sabemos que en esta era digital no existe nada prohibido para los que saben de informática, si se roban un banco en Suiza, entran a las bases de datos del FBI, se burlan descaradamente de todos los sistemas de seguridad informática, tanto así que las grandes instituciones contratan hackers para supervisar su seguridad a diario, sin ir muy lejos, usted puede ver que a diario hay nuevos virus informáticos, de eso viven los que producen antivirus quienes a su vez son hackeados para beneficio de cualquier buhonero que te vende cualquier programa a menos del uno por ciento de su valor en cualquier mercado informal de este país.

En fin, estoy casi seguro que los votos de todas las máquinas de votación pasan por un filtro digital que los acomoda según los deseos del patrono, lo de la múltiple cedulación y demás sutilezas son pendejadas para que el gobierno pueda decir que capturó a fulano o zutano intentando hacer trampa electoral, la verdadera trampa está en los datos. Total, como lo que se audita son los libros de votación y se contrastan con el número de votantes independientemente del resultado, nunca se sabrá por donde va la trampa, ahora, si me dicen que las cajas contentivas de las boletas de votación se abren y se auditan junto a todo lo demás, ahí si me la ganan, mientras no suceda eso seguiré pensando que me timan en cada proceso.

Creo que ya debemos de dejarnos de esa “inocencia” de creer que el fulano arbitro es imparcial, que los fulanos del PSUV van a jugar limpio, que las elecciones tal y como vienen planteadas son un “ejercicio democrático”, yo no lo creo, si acá las leyes se respetasen la cosa seria diferente, si acá por fin los líderes opositores hicieran exigencias en pos de unas elecciones realmente libres y justas, si los ciudadanos del psuv se sienten ofendidos por mis palabras los conmino a exigir la auditoria total de papeletas-votos electrónicos-libros de votación para que me trague mis argumentos, mientras nada de eso suceda seguiré pensando que todos los votantes somos unos soberanos pendejos cuyo mejor argumento es quejarnos sin hacer nada para superar nada.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback






viernes, febrero 20, 2015

Vivir en revolución

Escribir lo que pienso sobre la situación nacional sin acudir a los verbos escatológicos y poco elegantes que se me ocurren para expresar toda la rabia que tengo es complicado, amén de tener que confesar que tengo miedo. Las razones para temer sobran, desde tener miedo por amigos, hija, querencias y familiares que andan por las calles hasta por mi persona, creo que estos tiempos son para temer hasta de la sombra.

El hampa está desatada como todos sabemos, ahora hasta secuestran a los niños para exigir como rescate el pago íntegro de un mercado que equivale a bastante dinero, sin hablar de la angustia. Hay bastantes personas presas por decir cosas a través de las redes sociales, han matado a yo no sé cuántos políticos “menores” como sindicalistas y concejales de la bancada opositora cuya muerte se la ha atribuido al hampa común, sin embargo la duda flota en el aire como hedor de animal muerto.

Los alcaldes no se salvan de la cárcel, han puesto entre las rejas a unos cuantos solo porque hacen su trabajo a otros les sabotean la gestión llegando incluso a quemar bienes del estado sin que tampoco existan culpables, lo que sigue apestando a rata. Anoche pusieron preso a una de las cabezas más visibles de la oposición, casualmente a un hombre que sacó más votos en su elección que el presidente de la AN, además imagino que deben haber sido tantos votos que los hackers del CNE no se atrevieron a ponerlo a perder por ese pudor malsano que tienen todos los sátrapas de cualquier dictadura.

No escapo al terror, siempre le he temido a las rejas, quizás ese temor me salvó de cometer las tonterías propias de cualquier adolescente realengo aunque tuve más suerte que otra cosa pues siempre me tropecé con policías hasta buena gente, esos que lo encontraban a uno caminando a altas horas de la madrugada y en vez de llevarte detenido te llevaban hasta la puerta de tu casa, esos mismos que te defendían de los malandros de la zona sin que uno tuviese que rebajarse a pedirles protección o pagar alguna coima para eso, ahora pues la cosa es distinta.

Ser opositor, disidente o cualquier otro adjetivo calificativo es cosa peligrosa en estos tiempos, el gobierno está a la caza de cualquier disidente para dejarlo sin empleo, ponerlo preso y si la cosa es muy urgente , mandarlo a matar y luego declarar que dos fulanos en una moto de alta cilindrada te dieron dos disparos para robarte el Smartphone de 20 dólares (como el mío).

Decir “No vale, yo no creo, estás exagerando” ya es bastante mérito para cuando menos decir dos mentadas de madre al interlocutor, estamos en una dictadura, donde disentir es pecado y quejarse sobre las burradas de los jerarcas es causal suficiente para cárcel, la lógica ha desaparecido y el miedo ahora es una cuestión de supervivencia para muchos.

Lástima pues alguna vez tuvimos una nación de gente brava, que no se dejaba amedrentar y que a pesar de las circunstancias y de los distintos esbirros siempre estuvo al día con defender lo que se considera libertad y progreso, hasta hubo militares inteligentes, no como estos de ahora que se cuadran ante un extranjero por orden superior para acallar su conciencia con fabulosas cuentas en moneda dura. No me quiero meter con lo del narco pero cuando el río suena tan duro es que alguna cosa de cierta ha de tener el rumor.

Amanezco triste, con rabia y susto, mi futuro lo miro más gris que de costumbre pues la pobreza se ha instalado (casi) definitivamente frente a mi puerta, como los inquilinos molestos que ni pagan ni se quieren ir, salir a la calle parece un paseo por las líneas enemigas, uno tiene que mirar constantemente a todos lados, evitar a quienes se miran sospechosos no tanto por su indumentaria como por su actitud, no dejar salir a los niños a jugar, evitar llevarlos al supermercado o a cualquier aglomeración pues uno nunca sabe, acostarse a dormir temiendo que en algún momento te tiren la puerta abajo para llevarte detenido en medio de la noche y en el mejor de los casos terminar en un limbo de rejas pues ningún cuerpo de seguridad asumirá tu detención y en el peor aparecer en otro estado maniatado y con un tiro en la nuca sin que nadie sea culpable tampoco.

En fin, el gobierno revolucionario de los bárbaros gorilas de verde oliva ha fusilado las leyes por decreto y de manera sumaria, los ciudadanos aténganse a las consecuencias, pensar es un delito, reclamar también y su condena será directamente proporcional al rastrerismo de tu captor.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

jueves, febrero 19, 2015

Para la izquierda “inteligente”


Nunca me han agradado los militares, hace 15 años o más, cuando esta gentuza andaba en campaña ya lo decía voz en cuello y muchos a su vez me respondían que nada de eso que aseguraba podía pasar pasaría en este país. Años después discutía ya con todo el mundo al respecto y alguna vez me dijeron que realmente hubo persecución en la cuarta república, que nadie sabía que era la persecución política, que la “revolución” no perseguiría a nadie, llegó la “lista Tascón” y también me decían que era porque la oposición trababa el avance de la revolución y era necesario hacer una purga dentro de las instituciones del estado para librarlas de todo mal.

Comenzaron a darles cargos de importancia fuera de los cuarteles a los militares, les dieron la responsabilidad de mantener una red de alimentación, lo que miraba con estupor, militares vendiendo papas y pollo, haciendo de ministros de economía, con cargos que distaban años luz de su escasa formación académica (nadie que prenda a matar solamente puede ser considerado inteligente), otra vez los defensores de todo me dijeron que mejor estábamos con los militares pues son íntegros, además ejecutan sus órdenes sin pararse mucho en detalles burocráticos, la verticalidad de su organización aseguraba el éxito de su gestión y eliminaba la coyuntura del compadrazgo y el amiguismo que tanto daño hizo al país la cuarta república.

Según muchos la avanzada cubana de “médicos” y “técnicos” iba a traer la sabiduría de un pueblo en resistencia que nos haría salir del marasmo de ser parte del tercer mundo, la acción social eliminaría paulatinamente la espiral de violencia que traemos desde la cuarta república donde adecos y copeyanos se dividieron el país según sus preferencias, dejando al pueblo más pobre que nunca, un país dirigido por camaradas comprometidos necesariamente tendría que estar a la zaga del avance nacional, en poco tiempo tendremos hasta un tren que comunicará a toda la república permitiendo el libre tránsito como se debe hacer.

Ahora me encantaría tener algunas palabras con esa sarta de ilusos que me dijeron esas cosas, aunque jamás les creí, siempre pensé que era un desubicado político pues jamás me interesaron más que las novelas ya que los libros de teoría política me parecen un bloque de difícil digestión, aunque siempre tuve la impresión de que el comunismo y algunos ismos similares eran una plaga espantosa.

Hoy más de 18 años de aquel inicio político, constato que todos mis temores eran ciertos, todas las hipótesis que me trace se han hecho realidad, hoy día donde todos los venezolanos somos poco más que los recogelatas del continente, donde estudios, formación, educación son cosas para pendejos y la inteligencia está más cercana a ser servil para tener las prebendas de un estado forajido, me gustaría que los cabecillas de aquellos años, esos que preconizaban un maravilloso futuro con la izquierda en el gobierno, aquellos con los que me pelee en las aulas universitarias donde, a pesar de no tener tiempo que perder en diatribas y conciabulos siempre me di el espacio para mandarlos al carajo con sus boberas que más sonaban a excusa de flojo que a otra cosa.

Me encantaría una disculpa pública de todos ellos, me gustaría que se hicieran un bloque que denuncie las arbitraridades de una manga de ineptos que por tener carnet del psuv se creen la gran cosa, que hablan de libertades pero detienen a la gente por pensar diferente, que matan de manera pública y con videos incluidos de su culpabilidad pero que jamás pagan un muerto, esos que matan estudiantes y los tiran en la vía, aquellos que tan mal habla de la derecha fascista pero que últimamente se parecen mucho a los camisas pardas de Musollini, perdón de seguro no saben ni que es el fulano fascismo, de otra se controlarían en mencionarlo tanto pues son tan parecidos que solo los diferencia el idioma, si llegan a hablar italiano me da una vaina.

Me gustaría muchísimo que levantaran la voz por los presos políticos, por los hospitales públicos que son antesalas de la miserable muerte, las escuelas depauperadas, la violencia desatada con apoyo oficial, los centros de la delincuencia organizada donde la Guardia Nacional hace las veces de ordenanzas de los capos, la economía de basurero que tenemos, las medicinas que no se encuentran , la comida incomprable. La verdad me gustaría que en muchos casos utilizaran su inteligencia para hacer algo bueno alguna vez en sus vidas, reclamar la libertad que nos quitaron y que ELLOS apoyaron desde sus espacios y que hoy día los acorralan igual que antaño, solo que con más saña.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

Foto; José Briceño, 2014

miércoles, febrero 18, 2015

Vivir menos en revolución


La inflación en el país es una de las pocas cosas que sorprenden, la verdad no hay mucha variedad pero lo que se encuentra está a precios de novela de ficción, pero los sueldos siguen insuficientes, no importa cuánto ganes, aunque mientras más te acercas al sueldo básico más reducidas son las posibilidades de que puedas comprar nada.

Un mercado decente, según las cifras de la canasta básica, cuesta 30 mil bolívares pero el sueldo básico está en cinco mil, el alquiler de un anexo, en una zona no tan peligrosa no baja de 15 mil, un par de zapatos de dudosa calidad cuesta seis mil bolívares , así mismo un pantalón, las camisas ni hablar, un licor de esos que uno jamás compraba por aquello de la calidad cuesta ahora 500 bolívares que equivalen a la mitad de una quincena, los cigarrillos van para 150 la cajetilla, eso antes del nuevo aumento del impuesto.

Las computadoras, celulares, línea blanca, muebles, televisores y otras cosas de amoblar son artículos de lujo, por ejemplo, una neverita de 10 pies cúbicos, de marca  desconocida cuesta 30 mil bolívares, una grande va por el orden de los doscientos mil, algo así como cuarenta sueldos básicos, el Smartphone más barato no baja de 15 mil y solo se puede adquirir de contado, ya las rebajas por comprarlo con tarjeta de crédito no existen.

De las medicinas mejor ni hablo pues me deprimo más ya que además, como si fuera poca la desgracia no se encuentran y las que se pueden localizar es gracias a la solidaridad de quienes las quieran donar o traerlas como parte de su equipaje. ¿Viajar? Ciertamente no es imposible, nadie te lo prohíbe pero los pasajes solo se pueden comprar en dólares y hay un control de cambio excesivamente hijo de puta, a las líneas aéreas nadie les quiso pagar la deuda que tiene el estado pues uno compraba en bolivares y se supone que el estado pagaba a su vez en dólares, cosa que jamás hizo.

La verdad a mí me importa poco la vida de nadie, no me interesa el chisme, pero me parece ofensivo que un gordo con quien sabe cuántas decenas de kilos de sobrepeso diga en público que los consejos comunales harán cursos para enseñar a comer menos a la gente, los jerarcas paguen comerciales para que una “niña de papá” cuyo único merito es que su padre es el presidente de la AN y con un físico bastante agraciado, a quien se le ve por encima los millones que gasta en vestimenta, hace un comercial en inglés para “demostrar” que acá a gente es feliz, la palabrota que se me ocurre no la voy a escribir pues siento que solo tiene fuerza cuando la grito con toda la rabia que tengo acumulada.

Hoy comenzará la subasta por los dólares en el nuevo sistema cambiario, seguramente esta noche alguien publicará que pasará los doscientos bolívares y yo me entristeceré más pues mi sueldo será ya de menos de 30 dólares al mes, así sucesivamente hasta que gane solo unos céntimos mensuales, cuando algún bobo de esos que pululan por los pasillos de las instituciones educativas públicas (que son las que “mejor” pagan)  diga alguna babosada sobre la revolución o como hacer “carne mechada” con la concha de plátano maduro o insista en la necesidad de sembrar en los espacios verdes de mi sitio de trabajo, lo mandaré derechito a comerse una montaña de excremento aderezado con mucha patria para que sea serio, al próximo que me venga a comentar de la necesidad de ir a elecciones parlamentarias sin las condiciones mínimas de transparencia le diré lo mismo.

Tengo días pensando en cómo será el momento de mi huida, pues aunque sea pidiendo aventón me llevo a mi hija de toda esta mierda, la verdad hoy miércoles post carnaval no ando para nada alegre, muy al contrario ni quiero ir a trabajar pero como la necesidad tiene cara de perro iré a ejercer mi oficio de maestro aunque la idea de que soy un recogelatas del conocimiento no se me va, feliz día.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback





martes, febrero 17, 2015

Martes de Carnaval

Es martes de carnaval, por primera vez en muchos años me levanto sin resaca ni malestar, quizás algunos pensaran, claro, el profesor Briceño ya es un señor de 43 años que no debería estar pensando en alcohol y fiesta a estas alturas del partido, toca dar buenos ejemplos a los hijos y sobrinos, nada de excesos por aquello del colesterol, la tensión, el colon irritable y hasta la novia regañona aplica. Lo más seguro es que quienes piensen así no viven en Venezuela, ni han estado en la situación de 32 dólares mensuales de sueldo desde que allá en su temprana adolescencia vendía baratijas en el recreo para poder comprar las barajitas para el álbum de esa temporada.

Otra de las razones para que estos carnavales hayan sido de mesura estiba en que la mayoría de los amigotes de toda la vida, esos con los que uno se emborracha sin pudor y con quienes la vergüenza ya no aplica pues cometimos todas las barrabasadas posibles hace muchos años, están viviendo fuera del país, los pocos que quedan prefieren estar sanos para poder correr ante cualquier eventualidad, han dejado de fumar, de beber y hasta de trasnocharse, no para ser más sanos, tengo la certeza de que es para no morir de un infarto cualquier quincena cuando la cajera del supermercado, antipática como la mayoría, le obligue a usar la tarjeta de crédito para llevarse las tres cosas que podrá comprar sin endeudarse la gran cosa con el banco. Además de aquellos que por ser reiteradamente victimas del hampa se ha  vuelto reclusos voluntarios de su casa o esclavos del televisor para beneplácito de la esposa.

Inventar cualquier tontería en estos días equivale a gastarse el sueldo de un mes en malos licores, ya no comprar disfraces a los hijos se puede, afortunadamente mi hija ya está en esa nebulosa edad donde comienzan a tomar conciencia de que no son tan niños ni son adolescentes por lo que eso del disfraz no le va, además ha sido contagiada con el virus del miedo razón por la cual salir a dar una vuelta por cualquier sitio donde la gente pulule no es de su agrado, a decir verdad del mío tampoco.

Antes quienes no tenían para inventar grandes planes de hotel, piscina, restaurante y playa los días de asueto, se conformaban con el simil de carpa, cava, mosquitos y alcohol para estos días, sin embargo la más factible es que cualquier invento de esos termine en tragedia con tanto malviviente suelto y la excesiva impunidad que impera por acá, la verdad aquí uno nunca sabe quiénes son peores, si las autoridades o quienes las ignoran, hasta acampar en el jardín es complicado por la misma razón.

Tengo la impresión de que los únicos que celebran el carnaval con comparsa, disfraces, humor y hasta teatro son los políticos de uno y otro lado, hacen lo posible para que nadie tome conciencia que estamos, económicamente hablando, peor que en cualquier país africano asolado por las guerras tribales, los mercados parecen sacados de alguna escena de película apocalíptica, las farmacias iguales pero la sensación es peor gracias a la función que deben cumplir, hasta tenemos zombis que se pasean con su uniforme rojo, esos que hasta en las redes sociales muestran su nulidad cerebral celebrando las “gracias” de sus ídolos, pero los políticos siguen recitando sus pendejadas que solo los zombis aceptan como verdades, todo un carnaval.

Mientras, los afortunados que tenemos café y aún podemos fumar, pensamos en cuan diferentes son los carnavales de estos nuevos tiempos en comparación con los de apenas hace tres años donde, siendo miserables, éramos millonarios en comparación a esta de estos días, donde lo más simple es lo más costoso y la preocupación mayor está solamente en terminar vivo al caer la noche, feliz martes de carnaval.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback


sábado, febrero 14, 2015

Feliz día de San Valentín


Hoy es 14 de febrero, la verdad no sé la razón para que le hayan endilgado el asunto este del día del amor y la amistad, creo que eso último, lo de la amistad, algún benévolo lo agregó para reducir el estrés de quienes por alguna razón no tienen pareja, aunque para muchos sea algo natural, al parecer estar sin pareja no es tan raro como uno se figura, cosas de la modernidad donde ya tampoco es tan común eso de los matrimonios largos, es más, cada día es más extraño que la gente se case, sin embargo algunos valientes hay que se tiran al agua varias veces, como es en el caso de mucha gente de mi edad (43), casi todos son sobrevivientes de varios divorcios y otras tantas rupturas con la cola de gente con la que le ha tocado en suerte tener algo más que una conversa.

Hoy he decidido no hablar de política, aunque ya ella se ha colado dentro del seno de la sociedad, muchos son los amigos que han dejado de serlo por motivos políticos, a decir verdad en muchos casos ha sido un asunto de sanidad mental eso de desechar conocidos y hasta familia por ser incompatibles con las ideas políticas, hasta la familia ha cobrado lo suyo en eso de dejar de verse o de hablarse por la preferencia política.

En fin, más allá de los regalos que no podemos dar pues la quincena no alcanza para tanto, la angustia de vivir por acá, los apuros naturales de esta crisis que está llegando a todos por igual, con sus excepciones claro, sin embargo hasta esos que uno considera “más cómodos” no la están pasando fácil, tengo la impresión que días como este son más para pensar en nuestros afectos, agradecer a quienes tenemos cerca, visitar a los hijos si no se vive con ellos, hacerle aunque sea la cena a la mujer que aman, abrazar al perro, al gato así sean de los vecinos, sonreírle a la joven de la panadería , esa que nos vende a diario el pan para la cena o el café para el desayuno, escribirle a los amigos de toda la vida para mentirse diciendo que se van a encontrar este lunes de carnaval y beberse hasta el agua de los floreros como hace 20 años que no lo hacen.

A pesar de todo lo malo que nos sucede como país, en mi caso soy un tipo afortunado, sin ser un fulano simpático ni tener grandes habilidades para socializar tengo un numero grande de amigos de toda la vida, de muchas tendencias políticas, de muchos modos de vida diferentes, desde aquel que no bebe gota de alcohol, café o cigarrillo pues se dio a la tarea de sr un tipo sano, hasta aquel que aún se bebe cualquier cosa que le pongan por el frente, aquel que le ha dado por dejar las cosas legales para abrazar la religión de la yerba santa, las amigas y amigos que se casaron e hicieron vida lejos, sin embargo aún apartan unos minutos al día para leerme, como si fuese poco, de paso escribir sus opiniones. Tengo un padre que  se comporta como una madre y con los años se ha vuelto más un amigo de tragos que la figura  severa que supone ha de ser, una hermosísima hija que me mantiene en vilo por aquello de las preguntas sobre todas las cosas, su ánimo de aprender esas cosas que no se enseñan en ningún lado y que ha terminado por aceptar que su papá no es un fulano normal de salsa, merengue, reguetón, cerveza, telenovela y película de silvester estalone, tengo una novia muy bella que se ha dado a la tarea de quererme a pesar de mis neurosis constantes y eso vale agradecerlo de mil maneras pues en estos tiempos donde la chequera vale más que la inteligencia, tener una hermosa mujer cerca de uno es algo excepcional.

Puedo darme el lujo de escoger con quienes reunirme para las conversas insustanciales que hacen falta de vez en cuando, los amigos catedráticos con quienes me reúno en “la oficina” de los chinos para tener una conversa sobre el romanticismo del siglo XIX o el avance de la fotografía venezolana entre tercio y tercio, con risas y verbos que la concurrencia no entiende (ni le interesa), los amigos para conversar sobre la situación política, económica y social del país, lo otros para recordar cuando éramos flacos, teníamos cabello y el Ron decente un lujo exótico, por cierto aun 25 años después seguimos siendo amigos del alma, ya no bebemos tanto pero conversa siempre hay, los amigos digitales a quienes jamás les he oído la voz pero con quienes mantengo largas conversas que van desde la natural mentada de madre contra el gobierno hasta la terapia psicológica gratuita, a todos, Feliz día, se les recuerda, se les quiere y se les extraña, ya vendrán tiempos mejores para cerrar algún bar solo para los amigos, sus novias, sus hijos y hasta sus padres que en muchos casos fueron cómplices obligados de nuestra adolescencia.

A quienes estén solos piensen que siempre hay alguien pensando en uno, a los presos que injustamente están en ese limbo espantoso de las rejas vaya mi solidaridad, a quienes no tienen pareja ni familia váyanse al primer bar e inviten unas cervezas que en este país es fácil hacer amigos de siempre a los 20 minutos y tres cervezas, quienes tienen hijos visítenlos y abrácenlos que al final no hay amor más grande que ese, también aplica visitar a la familia sin olvidar a los viejos que se resienten de su olvido y agradecerán profundamente un abrazo, si no pueden comprarle nada a la esposa o la novia, no importa, háganle el amor como la primera vez hasta que se desmaye de contento, en fin, seamos felices por unas horas que igual la economía, la política, el gobierno, los malandros, la pobreza, el calor, las suegras (las malvadas claro, hasta en eso he tenido suerte) y todo aquello que nos desagrada está esperando a que lo miremos para atormentarnos.
FELIZ DÍA DE SAN VALENTIN
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback