Seriedad
señores, seriedad
Estar
claro debería ser una condición normal en todas las épocas de la vida de todos,
sin embargo, tal y como muchos rubros de la cesta básica, son más bien escasos.
En todas partes hay desubicados, en ambos lados de la moneda política hay sus
extremos y descolocos por montón, lo que más asombra es que existan unos
cuantos en la palestra nacional, como es posible que llamen a “dialogo” con un estado a todas luces sordo, mudo y ciego para lo que no sea beneficio para
ellos, la verdad no entiendo.
La
gente estudia, la mayoría de los políticos esgrimen títulos de abogados, por la
medida chiquita (del lado oficialista más que todo) algunos hasta bachilleres
son, entonces no hay razón para ser tan duro de mollera que no pueda tomar una decisión
final, escoger un bando y batirse con lo bueno y lo malo de cada cual.
Estoy
harto de oír en la calle, “yo trabajo o soy beneficiario de tal o cual beca o
lo que sea, pero no vuelvo a votar por ellos”, “me da miedo que sepan de que bando soy” o los
otros que se asumen como ambidiestros políticos , es decir, esos que según el
auditorio se presumen de uno u otro bando, sin embargo está claro en que la mayoría
de esos son “ceros a la izquierda” sin injerencia en las líneas nacionales, aunque
eso ya es feo, peores son esos que abjuraron de uno y de otro, se pasan a la
oposición, los que siendo opositores se cambian de bando como si de interiores
fuese la cosa, aquellos que aun asumiéndose opositores se arrodillan creyendo
cuentos de caminos gobiernero, cuando lo más ruin es lo normal del otro lado. Esos
son los de peor calaña pues como sea no solo han manejado fondos públicos de
paso avalan todas las trapacerías, esas mismas que ellos criticaron firmemente
en su momento, ahora por obra y gracia del milagro de santo galáctico,
cambiaron de parecer de manera súbita y mortal.
Casualmente algunos son gobernadores, otros
aspiran serlo, algunos hasta hicieron telenovelas, todos figuras públicas
acostumbradas al intenso roce social del oficio y a sabiendas que con un paso
similar se auto anulan, sería interesante cual será la campaña de Capriles si
pretende volver a lanzarse o la del falconiano, luego que han hecho de todo por
enfriar la calle, si no tienen nada que decir, saben que callados se ven más
formalitos y decentes. También es un buen ejercicio de imaginación que será de
la vida de Roque Valero y Winston Vallenilla luego de tan rastrero actuar, se
vale ser simpatizante pero después de hasta ir de candidatos a dedo, de figurar
en espacios que no le corresponde y de paso pretender que la clase media y todo
la comunidad los quiera, es como pedir mucho, esos dos que le deben bastante a
eso que llaman derecha fascista, esos que hasta protagonista de telenovela fue cuando
de pana ni el físico le ayuda, aquel que protestó porque se quedaba sin trabajo
en RCTV que hasta la madre le mentó al galáctico, ahora se rasga las vestiduras
pero un ataque de luz roja súbita, le abrió los ojos al verdadero negocio,
perdón, vocación revolucionaria.
Un
abogado calvo, se hace ver como opositor, fue cofundador de un partido de
oposición ahora torpedea toda acción de la misma supuesta bancada que teóricamente
está con él, menos mal que se queda hablando solo, el otro que ya he nombrado líneas
arriba tampoco colabora mucho que digamos, su discurso está dirigido a enfriar
la bomba de relojería que ha provocado el desastre institucional y administrativo
de un estado, que está empeñado en demostrar que la revolución es un asco y de
tener una animadversión con el general Bolívar pues ha devaluado la moneda con
su nombre que es más cara la impresión del billete que su valor monetario, ni
siquiera tuvieron el pundonor de cambiarle al nombre a la moneda, que como va
bien podría llamarse “papel moneda, cóbrese al portador según su peso (el de
los billetes claro)” si eso no es una falta de respeto inmensa al libertador,
la verdad toca volver a la universidad a cursar las clases de semiótica del
discurso. Bueno, de unos tipos que hablan de “la siembra del comandante” como
aquellos de los 80´s, mal nos vemos.
Al
final todo lo que quiero pedirles a los “amigos de la MUD” es que por favor
sean serios y terminen ya de saltar la talanquera o funden un partido con tasa
de inscripción y otra de perdón a los pecados oficiales como si de bulas papales
se tratase, así dejan la payasada de andar diciendo tonteras en vez de meterle
el pecho al asunto como muchos valientes que por ahí caminan. Del gobierno ya
ni hablo, se me caerá la lengua o se me borraran las huellas digitales si sigo
en esto de pedirles seriedad en su gestión, saludos desde mi esquina.
José
Ramón Briceño Diwan, 2014