Como
la mayoría de la gente estoy haciendo planes de emigración y aunque estoy al
borde de asegurar para “donde sea” no creo que vaya a ser así, sumando a la
incertidumbre que es Venezuela he decidido tirar la toalla y que lo que tenga
que ser será, no quiero seguir nadando contracorriente. No sé a quién más le
pase pero cada vez que hago un plan que tiene miras de factibilidad, termina
por volverse agua y sal, así que desde hace unos días he decidido que el mejor
plan es no hacer plan.
Sin
embargo voy haciendo todos los trámites para tener los documentos en orden y la
escogencia de destino está condicionada a la buena fe de los amigos que a mis
nulas posibilidades económicas momentáneas, como todos venderé todo lo vendible
y quizás hasta tenga suerte y se vendan muchos libros tanto en amazon como en
maracaybooks.com como para pensar en tener fondos para la supervivencia hasta
encontrar empleo y volver a ser gente otra vez, si toca pasar hambre un rato
tampoco será tan grave pues vivir en Venezuela te da entrenamiento más que
suficiente para poder vivir con poco sin que el asunto moleste en demasía ya
que mucho no se puede hacer, sobre todo en mi caso en que me niego rotundamente
a hacer colas para pasar por la indignidad de estar parado por más de tres
horas solo para poder tener cuatro kilos de harinas que me llenan el estómago
pero matan mi autoestima.
Como
sé que hay muchos en el mismo plan, la única recomendación es que escojan
países donde sus títulos tengan valor y puedan ser usados, nadie se hace más
joven con el tiempo y si bien mientras , hacer labores de limpieza se vale, con
el paso del tiempo el organismo pasará factura dura y estando solos es
complicado sobrevivir así, entonces monten bien sus planes que con trabajo duro
e inteligencia todo se puede.
Muchos
han optado por invertir y buscar crecer en el país, eso lo aplaudo pero en mi
caso ya no puedo más y razones muy personales obligan a buscar otros rumbos
para lograr las cosas que quiero para mi vejez que a decir verdad no está muy
lejos. Mientras espero que la maquinaria burocrática mueva sus lentos engranajes que
sabemos todos pueden ser acelerados con algún dinero (que no tengo) me he dado
a la tarea de ayudar a todo aquel que pueda hacerlo, el buen karma debe ser acumulado
para llevar a feliz término la aventura que tengo planteada, así mismo quisiera
pedir por favor a todos que imiten eso de ayudar al prójimo, la vida me ha
demostrado que funciona, ha habido muchas sorpresas en el camino por parte de
gente que a fin de cuentas ni conozco pero han extendido su mano amiga sin
esperar más que mi sentido agradecimiento, la lista es tan larga que no me
atrevo a nombrarlos porque de seguro alguno se me escapará y lo ofenderé. Pero
ellos saben quiénes son, están regados por el mundo y desde sus esquinas
distantes siempre aportan alguna cosa que mejora mi día, también hay muchos en
el país, gente muy valiosa que está pasando lo mismo que yo y que aun así
apartan un rato para dedicármelo, igual se les quiere y cuando por fin me vaya
me harán una falta increíble , lo único que me consuela es que mi casa siempre
estará a disposición de quien quiera irse de aventura pero con cierto plan para
prosperar como debe ser.
Tenemos
que volver a ser gente, así toque abandonar la tierra que nos vio nacer.
José
Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback
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