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viernes, junio 17, 2016

Historia del espanto cotidiano



Cuando publique esto habrán pasado tres días desde la última quincena cobrada por los profesores que dependen de las distintas gobernaciones, cuyo ámbito laboral es el de los colegios de secundaria, ya es harto sabido por todos que la crisis abarca todos los estratos del espectro docente, lo que me llama la atención es que al parecer los únicos afectados son los de la educación superior, los docentes de los escalafones de secundaria y de primaria hacen mutis por el foro, sobre todo los dependientes de las gobernaciones.

Para quienes no conocen la organización de los colegios públicos les diré, los hay nacionales que dependen del gobierno nacional y los estadales que dependen de las gobernaciones, alguna vez el “presidente” en alguna de sus múltiples alocuciones anunció aumentos que solo llegaron al sector de los colegios nacionales, a los regionales no les ha llegado nada desde hace tres meses. Lo que cobraron el 15 de este mes los maestros regionales fue apenas cinco mil bolívares (en dólares de los que queda del mercado negro son apenas 5) para que se hagan una idea, con esa cantidad de dinero apenas se puede comprar un kilo de carne de primera, dos kilos de pollo, tres kilos de granos a excepción de las lentejas ya que con cinco mil apenas te alcanzará para 800 gramos, 10 panes, un kilo de jamón, kilo y medio de queso llanero, si nos ponemos exquisitos , dos entradas al cine (sin cotufas, refrescos ni dulces) ,dos kilos de pescado del más barato o una bolsa de comida de esa miserable que ofrece el gobierno, no me mal interpreten, no es que puedes comprar todos los productos en las cantidades que nombro, es solo que te puedes comprar uno solo de los ítems que nombro donde no hay nada de las otras cosas esenciales para vivir.

Es claro que con uno solo de esos ítems no se sobrevive 15 días, la pregunta que me hago es ¿Qué les pasa a los colegas? , ¿no tienen autoestima? , ¿piensan que la miseria es algo normal y feliz? , ¿se sienten tan poca cosa que no se atreven a alzar la voz? , ¿existen gremios?,¿los sindicatos se quedaron sin voluntad?, toca preguntarse algunas cosas al respecto.

Hace muchos años, cuando yo era estudiante, recuerdo que los que podían inscribían a sus hijos en escuelas privadas para evitar la pérdida de clases por las huelgas que en los normales once años entre escuela y liceo fueron innumerables, imagino que ahora que los antaño sindicalistas están del lado de su izquierda pútrida en el poder, sienten que la labor de defender los sueldos de sus agremiados es una cosa impensable pues primero está la revolución, quizás los colegas temerosos de quedarse sin su miseria de hambre no se atreven a quejarse más allá de la conversa de pasillo, la de la vecina, en los autobuses pero jamás en ningún caso con los entes que pudieran tomar las decisiones sobre la posible solución al problema que con cada día es más grande, en mi caso he decido quedar moroso con mi tarjeta de crédito, esa misma que unos (irresponsables) del banco donde tengo mi cuenta nomina me dieron pues ni siquiera pedí, la pagaré si aparece algún trabajo extra de esos que se nos atraviesan a los fotógrafos de vez en cuando ya que la crisis hasta se ha llevado eso de las cuentas normales de cada mes, me sentiré el peor padre del mundo, no solo porque este fin de semana  es el día del padre, es que tampoco podré cumplir con las múltiples obligaciones normales de cualquier padre divorciado responsable y estoy seguro que hay miles o millones de padres en la misma situación aunque eso no disminuye ni un ápice el drama personal.

Mientras me quejaba, una colega me dijo que cambiase mi código de nómina, eso quiere decir que me pasara al sector obrero, no tengo nada contra los obreros pero yo he construido mi carrera para dictar clases no para pasar escoba no hacer cosas no calificadas, fui a la universidad para otra cosa, si me hubiese tocado de obrero (que lo hice bastante en mi juventud) quizás la historia sería diferente, pero no lo es. Esa misma persona que se ganó un par de insultos que no voy a reproducir acá, luego me cuenta muy sonreída que cambió puntos para aprobar a algunos alumnos por perrarina para alimentar sus mascotas, un kilo, un punto, me disculpan pero eso marca la máxima línea de la miseria pues indica que su sueldo tampoco le alcanza para nada pero se escuda en la infantil excusa de la “vocación” y la verdad eso es parte del problema.
Nadie va al mercado y dice “yo soy un docente cuya vocación maneja su vida, soy tan entregado a mi labor como formador de mentes inteligentes que me merezco un mercado completo que incluya todos los productos de la canasta básica y uno que otro antojo, incluyendo comida para las mascotas” , tampoco le puedes decir lo mismo al casero, la gente que vende ropa, a la señora que hace el transporte escolar , a los señores taxistas, al portugués de la esquina, al señor de la licorería, en las clínicas donde ya no aceptan el seguro, en las farmacias, el veterinario (otra vez la mascota) el banco cuando te suspendan la tarjeta de crédito por moroso, al señor o señora de la zapatería, al de la tienda por departamentos donde le compras la ropa a tus hijos o adonde sea, simplemente en todas partes debes pagar con dinero y de eso NO HAY.

Entonces, las quejas no resuelven nada, andar preguntándonos ¿hasta dónde llegaremos? , tampoco, decir ¿y yo que culpa tengo? Menos aún, escudarse en la excusa de que la vocación no te permite sumarte a una huelga es la pendejada más idiota que cualquiera me puede decir. En primer lugar esos muchachos no son hijos tuyos y si lo fueran te harías solidario con quienes se ocupan de ellos todos los días por menos de lo que gana a la semana la señora que vende café en el quiosco de la esquina, en segundo lugar, con vocación nadie vive, tercer lugar, si no te molestas en serio y tomas acciones nada cambiará, por último, si lo que te da miedo es no tener con que vivir debes recordar que con ese sueldo tampoco puedes vivir.

Ni Facebook , ni twitter, Instagram, Pinterest ni ninguna red social vendrá en nuestra ayuda, la OEA, la FAO, la ONU ni la OTAN les interesa en lo más mínimo si vives o mueres, simplemente somos una manga de mortales que no hacemos falta más que a nuestras familias así que ellas nos debemos y si seguimos de borregos pues como ellos moriremos, y según las estadísticas esa lotería tiene más números ganadores cada día, solo que el premio nadie lo quiere.
José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback


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