La revolución de las avestruces

Desde hace tiempo vengo preocupado por la censura, aunque existan quienes dicen que es un invento de la asquerosa derecha que pretende ofender la memoria del comandante galáctico y su heredero, sin embargo nadie puede negar que en los años recientes se han hecho avances cualitativos y cuantitativos en la aplicación de medidas fascistas por parte de un estado totalitario que pretende, con los argumentos más PENDEJOS posibles hacer creer a los demás en su buena fe.

He mirado y leído, no sin sorpresa, como gente cuyo cargo los debería hacer unos seres serios, cuyos argumentos fuesen de un peso tan fuerte que no existe la posibilidad de refutar sin quedar en ridículo, bueno, esta gente hace lo contrario, se inventan argumentos tan infantiles que si no tuviesen consecuencias tan funestas darían risa, tal es la última joya, esa de promulgar una ley que prohíbe a los noticieros reportar los crímenes que por estas tierras suceden, ojo, no solo los noticieros de Tv que hace rato flexionaron sus rodillas para rendirse ante las presiones de los jefes miraflorinos, es que hasta la prensa escrita estará sujeta a esa mordaza.

La excusa es que si se silencian esos hechos, la ciudadanía dejará esa mala costumbre de atracar y matar, señores, eso es muy sospechoso, puedo ponerme cursi y decir que es un deber patriótico  callar a las voces que comentan a cuatro columnas como unos facinerosos mataron y violaron a una viejita en algún barrio de la periferia caraqueña, o ser serio y poner en evidencia la inutilidad del sistema de justicia que permite que un criminal reincidente, con antecedentes más que suficientes y muertos varios en su historial ande libre y contento por ahí. Como las cárceles de mi país son escenario de muerte, fiesta, putas, drogas y armas bajo la mirada complaciente de un estado forajido, que en vez de combatir prefiere esconder la cabeza bajo la tierra para no reconocer su inutilidad manifiesta.

Otra cosa que me parece muy sospechosa pues si se promulga tal aberración cualquiera es sospechoso de crímenes de palabra, esos que tanto gustan a los imbéciles rojillos, disculpen mi sinceridad, es que me da bronca que unos señores y señoras tan “rectos y circunspectos” hagan de payasos sin ningún pudor, de paso lo hagan en cadena nacional , lo peor es que no creo que la inteligencia se haya batido en una retirada tan rauda y veloz de las mentes de los fanáticos de franelita y boina, es increíble que ninguno de esos tales levante su voz para gritar a los cuatro vientos cuan ridículo estamos siendo como nación, es una cuestión de sentido común, eso de levantarse en contra de cualquier censura, esa en algún momento nos alcanza a todos sin distingo de lado político.

No estoy de acuerdo en que se silencie a ninguna facción, una de las cosa más interesantes del ser humano es la diversidad del pensamiento, ¿quieren bajar los índices?, hagan bien su tarea, eliminen toda esa propaganda oficial sobre el tal “otro beta”, las caricaturas esas de malandros con la cara del galáctico, hagan cumplir la ley a TODOS, retiren las armas, intervengan los “colectivos” armados que andan sin pena por los barrios, bájenle dos a los discursitos del presidente y sus corifeos, pongan en cintura a los de las cárceles, doten a las policías técnicas, establezcan escuelas de ciudadanos a todo nivel, párenle bolas en serio a la educación, déjense de pavadas con los cubanos y equilibren la economía, sincérense con el país y pongan presos a esos generalotes del narco, equilibren la balanza de la justicia y que todos los culpables paguen.

Dejen la mala costumbre de pensar que nadie piensa en este país, si se empeñan alguna vez en hacer las cosas bien quizás les salga bien alguna vez algo, esa pésima costumbre de relajar el orto según se los ordene el jefe de turno, aplaudir las imbecilidades, construir discursos vacíos en tono a ese esperpento que han dado en llamar retórica. Pero muy importante, no sigan jodiendonos con sus razonamientos ramplones dirigidos a justificar lo injustificable para poder ser impunes, ojalá estas leras calen hondo en la psique de quienes me detestan, que la inteligencia se haga presente, los partidos políticos hagan oír su voz, los de la izquierda recobren el sentido pues ellos no están exentos de ser víctimas de  la censura, miren que una vez que se instaura eso los caminos democráticos se cierran. Recuerden que la censura se inventó para apuntalar la impunidad de la persecución, la misma que dicen haber sufrido en la IV ahora en la quinta es ley, aplaudida por aquellos que dicen defender las libertades pero que sospechosamente la condenan con sonrisas, cantos, dibujitos y ánimo patriótico.

José Ramón Briceño Diwan

@jbdiwancomeback