Hace días, un muy buen
amigo me recriminó por un artículo (exclusivamente ficcional) donde se me
ocurrió atar cabos e hilvanar todo un esbozo de cuento negro sobre la
posibilidad de que un ex altísimo funcionario de la administración galáctica
pudiese ser un agente de la CIA que está operativo desde tiempos de Carlos
Andrés Pérez I, casualmente senador en aquellos años lo salvó cuando salvando
su voto para un antejuicio de mérito y lo hundió, años después como calumnista,
perdón, columnista de un periódico. El
asunto es que mi amigo periodista dice que en este país la ficción es
peligrosa, sobre todo cuando tiene visos de posible realidad, no sea que por
mala suerte la cosa sea verdad y algún funcionario pues decida darle a uno dos
balazos de gratis por exponer a su jefe.
Al reírme pues a pesar
de la realidad, considero eso de la seguridad algo muy serio para que me tomen
en serio cuando ni periodista soy, mucho menos ligado a las alturas de poder
alguno, vuelve el amigo a la carga y me recuerda aquel loco que abrazó al
presidente, un mero acto de cariño que merecía si acaso un par de planazos
(duele mucho pero cuando menos nunca más lo hará) y consulta con el psiquiatra,
en cambio le salió acusación de magnicida, una ridiculez difícil de justificar,
el pobre hombre terminó preso, si por casualidad el asunto de un alto
funcionario agente de la CIA fuese cierto , mínimo me pasa un camión de mercal
por encima.
Resulta que uno nunca
sabe con quién habla, mucho menos puede imaginar cuales personajes leerán mis
letras, ahí mismo mi amigo pasó a contarme una anécdota. Contó que hace unos
años, estando en México de invitado a una boda por aquellos lares, como él
habla inglés y es un tipo bastante conversador le dio por hablar con los
compañeros de mesa, aunque no se conocían bien vale cualquier excusa para
seguir la fiesta a pesar de ser un extraño, al final el vecino de silla hablaba
español, además decía haber vivido en la década de los setentas en Venezuela,
entre una y otra cosa mi amigo lo acosó a preguntas hasta que el fulano le
confiesa que fue agente de la CIA en los tiempos de Pérez I , ante la
incredulidad del venezolano, el “agente”
le muestra una credencial de agente retirado.
Como mi amigo no solo
es criollo y curioso si no también periodista, le pregunta quién mató a
Kennedy, el otro muy fresco, como hablando de lo mala que es la comida en
McDonald’s, le dice que lo mató su vicepresidente, que eso lo sabe todo el
mundo pero que al parecer, por vergüenza propia nadie lo dice, prefieren las
mil teorías locas antes que darse cuenta que al único que le favorecía el
asunto era al tal vicepresidente. Sin ser periodista me picaban las manos por
escribir eso como la NOTICIA del siglo, ahí mi amigo me dijo que no lo hiciera
pues me estaba rifando algo no muy bueno.
Al final nos reíamos
del asunto pues de ser verdad nadie nos creería y de ser cierto, se volvería
una teoría conspirativa más de las millones que existen sin que sepamos a
ciencia cierta cuales pudieran ser verdaderas y cuáles no, tildar de loco a
cualquiera es la cosa más simple del mundo, todos quieren quedarse en su
parcelita de intelecto y no salirse ni un poco para no sentirse defraudados.
Si a Kennedy lo mata su
propia gente y terminan incriminando al Papa, a la mafia, Fidel, los rusos, los
chinos, los vietnamitas pudiendo llegar a culpar hasta a los makiritares del
sur del lago que sin existir de seguro se los inventan, muchos lo creerían a
partes iguales, es complicado creer en estos émulos de lo peorcito de la
historia que nos han tocado en suerte gracias a las parcelitas cerebrales de
quienes los votaron.
No me siento incomodo
diciendo esas cosas pues recuerdo muchos artículos que aparecían en la prensa
nacional antes de las elecciones aquellas de los tiempos pre Chávez, los miles
de artículos, conferencias, denuncias, muertos y hasta miserias que se
denunciaban ya en la primera presidencia del galáctico, sin embargo a nadie le
parecía factible que terminaríamos así, ellos despachaban el asunto con un “no vale,
no creo que se atrevan”, caramba y se atrevieron, ya se habla de un 500% de
inflación, 26 mil muertos al año, miles más por falta de medicinas y todo un
rosario de dificultades que eran complicadas de creer hace 5 años.
De paso son tan
exagerados que por una vez la oposición les gana y se ponen a patalear como
niños a quienes le quitan el juguete faltando el respeto a los electores. No
pueden ni esconder la baja ralea de su estirpe, una tiene sobrinos presos por
narcos.
Uno puede decir que los
sobrinos no son los hijos, quizás la famosa y poderosa tía es una mujer tan
ocupada que no estaba enterada, hasta que lee las noticias y se entera que casa
militar estaba implicada, se cae la mentira ya que ahí el espionaje debe ser la
norma, por tanto si hay oficiales en malos pasos lo más normal es que el
presidente se enteré pues no es que revendían la leche en ´polvo del cuartes
cuan bachaqueros, es que vendían otro polvo más caro que traería más problemas.
El presidente del Banco
Central fue atracado, vale, el hampa es terrible, pero después uno lee de
fuentes aparentemente confiables que no hubo cárcel para los ladrones (se
llevaron 300 mil dólares más 40 mil euros en efectivo) imagino que por lo de
que ladrón que roba a ladrón , pero no, según fue una novia de 17 años que lo
robó, el PRESIDENTE DEL BCV tenía ese
platal en efectivo cuando acá para que te vendan 1500 dólares se requiere un
papeleo inmenso para terminar de mendigo en el sofá de algún amigo, pero el
gran jefe que maneja la escasez se embolsilla millones de gratis, sin contar que
“sale” con una menor de edad, solamente por lo último le sale cárcel, por los
dólares también.
Eso visto a vuelo de
pájaro en picada, si le ponemos lupa, solamente con el último año hay
prontuario interesante para muchos. Aquellos que decían “no vale, no creo”
deberían darse con una piedra en los dientes.
Es tan fácil hacernos
creer cualquier cosa que hasta hace unos días yo no pensaba que el asesino de
Kennedy fuese algo tan fácil de adivinar pero que a nadie se le ocurra decirlo,
ni siquiera a los exCIA que andan por ahí sin millones, seguro era mucho más
simple hacer creer a muchos por acá que
la izquierda es la vía y ellos los abanderados. De no ser por la escasez y la
inflación no hubiesen perdido las elecciones, aun creerían que la pobreza es un
invento de la derecha internacional.
Kennedy sigue muerto
sin asesinos oficiales, acá quieren resucitar a un muerto a ver si siguen
gobernando y yo me seguiré preguntando como nadie de los seguidores del
chavismo levantó la voz para señalar las idioteces , dándole tanta cancha a
estos monstruos que nos han empobrecido, regalado, robado y hasta botado de
nuestra casa por embolsillarse unos millones, aún resuenan en mi memoria las
palabras aquellas de “no vale, no creo…” cuando la verdad es mucho más simple y
por lo mismo (aparentemente) difícil de creer.
José Ramón
Briceño, 2016
@jbdiwancomeback