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martes, enero 19, 2016

Mentiras verdaderas


Hace días, un muy buen amigo me recriminó por un artículo (exclusivamente ficcional) donde se me ocurrió atar cabos e hilvanar todo un esbozo de cuento negro sobre la posibilidad de que un ex altísimo funcionario de la administración galáctica pudiese ser un agente de la CIA que está operativo desde tiempos de Carlos Andrés Pérez I, casualmente senador en aquellos años lo salvó cuando salvando su voto para un antejuicio de mérito y lo hundió, años después como calumnista, perdón, columnista de un periódico.  El asunto es que mi amigo periodista dice que en este país la ficción es peligrosa, sobre todo cuando tiene visos de posible realidad, no sea que por mala suerte la cosa sea verdad y algún funcionario pues decida darle a uno dos balazos de gratis por exponer a su jefe.

Al reírme pues a pesar de la realidad, considero eso de la seguridad algo muy serio para que me tomen en serio cuando ni periodista soy, mucho menos ligado a las alturas de poder alguno, vuelve el amigo a la carga y me recuerda aquel loco que abrazó al presidente, un mero acto de cariño que merecía si acaso un par de planazos (duele mucho pero cuando menos nunca más lo hará) y consulta con el psiquiatra, en cambio le salió acusación de magnicida, una ridiculez difícil de justificar, el pobre hombre terminó preso, si por casualidad el asunto de un alto funcionario agente de la CIA fuese cierto , mínimo me pasa un camión de mercal por encima.

Resulta que uno nunca sabe con quién habla, mucho menos puede imaginar cuales personajes leerán mis letras, ahí mismo mi amigo pasó a contarme una anécdota. Contó que hace unos años, estando en México de invitado a una boda por aquellos lares, como él habla inglés y es un tipo bastante conversador le dio por hablar con los compañeros de mesa, aunque no se conocían bien vale cualquier excusa para seguir la fiesta a pesar de ser un extraño, al final el vecino de silla hablaba español, además decía haber vivido en la década de los setentas en Venezuela, entre una y otra cosa mi amigo lo acosó a preguntas hasta que el fulano le confiesa que fue agente de la CIA en los tiempos de Pérez I , ante la incredulidad del venezolano, el  “agente” le muestra una credencial de agente retirado.

Como mi amigo no solo es criollo y curioso si no también periodista, le pregunta quién mató a Kennedy, el otro muy fresco, como hablando de lo mala que es la comida en McDonald’s, le dice que lo mató su vicepresidente, que eso lo sabe todo el mundo pero que al parecer, por vergüenza propia nadie lo dice, prefieren las mil teorías locas antes que darse cuenta que al único que le favorecía el asunto era al tal vicepresidente. Sin ser periodista me picaban las manos por escribir eso como la NOTICIA del siglo, ahí mi amigo me dijo que no lo hiciera pues me estaba rifando algo no muy bueno.

Al final nos reíamos del asunto pues de ser verdad nadie nos creería y de ser cierto, se volvería una teoría conspirativa más de las millones que existen sin que sepamos a ciencia cierta cuales pudieran ser verdaderas y cuáles no, tildar de loco a cualquiera es la cosa más simple del mundo, todos quieren quedarse en su parcelita de intelecto y no salirse ni un poco para no sentirse defraudados.
Si a Kennedy lo mata su propia gente y terminan incriminando al Papa, a la mafia, Fidel, los rusos, los chinos, los vietnamitas pudiendo llegar a culpar hasta a los makiritares del sur del lago que sin existir de seguro se los inventan, muchos lo creerían a partes iguales, es complicado creer en estos émulos de lo peorcito de la historia que nos han tocado en suerte gracias a las parcelitas cerebrales de quienes los votaron.

No me siento incomodo diciendo esas cosas pues recuerdo muchos artículos que aparecían en la prensa nacional antes de las elecciones aquellas de los tiempos pre Chávez, los miles de artículos, conferencias, denuncias, muertos y hasta miserias que se denunciaban ya en la primera presidencia del galáctico, sin embargo a nadie le parecía factible que terminaríamos así, ellos despachaban el asunto con un “no vale, no creo que se atrevan”, caramba y se atrevieron, ya se habla de un 500% de inflación, 26 mil muertos al año, miles más por falta de medicinas y todo un rosario de dificultades que eran complicadas de creer hace 5 años.

De paso son tan exagerados que por una vez la oposición les gana y se ponen a patalear como niños a quienes le quitan el juguete faltando el respeto a los electores. No pueden ni esconder la baja ralea de su estirpe, una tiene sobrinos presos por narcos.

Uno puede decir que los sobrinos no son los hijos, quizás la famosa y poderosa tía es una mujer tan ocupada que no estaba enterada, hasta que lee las noticias y se entera que casa militar estaba implicada, se cae la mentira ya que ahí el espionaje debe ser la norma, por tanto si hay oficiales en malos pasos lo más normal es que el presidente se enteré pues no es que revendían la leche en ´polvo del cuartes cuan bachaqueros, es que vendían otro polvo más caro que traería más problemas.
El presidente del Banco Central fue atracado, vale, el hampa es terrible, pero después uno lee de fuentes aparentemente confiables que no hubo cárcel para los ladrones (se llevaron 300 mil dólares más 40 mil euros en efectivo) imagino que por lo de que ladrón que roba a ladrón , pero no, según fue una novia de 17 años que lo robó, el PRESIDENTE DEL BCV  tenía ese platal en efectivo cuando acá para que te vendan 1500 dólares se requiere un papeleo inmenso para terminar de mendigo en el sofá de algún amigo, pero el gran jefe que maneja la escasez se embolsilla millones de gratis, sin contar que “sale” con una menor de edad, solamente por lo último le sale cárcel, por los dólares también.

Eso visto a vuelo de pájaro en picada, si le ponemos lupa, solamente con el último año hay prontuario interesante para muchos. Aquellos que decían “no vale, no creo” deberían darse con una piedra en los dientes.

Es tan fácil hacernos creer cualquier cosa que hasta hace unos días yo no pensaba que el asesino de Kennedy fuese algo tan fácil de adivinar pero que a nadie se le ocurra decirlo, ni siquiera a los exCIA que andan por ahí sin millones, seguro era mucho más simple  hacer creer a muchos por acá que la izquierda es la vía y ellos los abanderados. De no ser por la escasez y la inflación no hubiesen perdido las elecciones, aun creerían que la pobreza es un invento de la derecha internacional.
Kennedy sigue muerto sin asesinos oficiales, acá quieren resucitar a un muerto a ver si siguen gobernando y yo me seguiré preguntando como nadie de los seguidores del chavismo levantó la voz para señalar las idioteces , dándole tanta cancha a estos monstruos que nos han empobrecido, regalado, robado y hasta botado de nuestra casa por embolsillarse unos millones, aún resuenan en mi memoria las palabras aquellas de “no vale, no creo…” cuando la verdad es mucho más simple y por lo mismo (aparentemente) difícil de creer.
José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback  



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