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viernes, enero 15, 2016

Feliz día para los maestros de Venezuela

Me gustaría comenzar felicitando a muchos colegas, aunque es complicado no sentir cierta compasión por quienes trabajan tanto por tan poco sueldo, sin embargo también toca admitir que los gremios se han abandonado a la complacencia con el estado. Lo más triste es tener un vicepresidente que fue maestro pero que se ha olvidado de los colegas, es más, toda la burocracia estatal sufre de amnesia “corporativa partidista” pues una vez que se alzan con el cargo administrativo se convierten en seres que solo viven para hacer loas a sus jefes, olvidando que ellos también alguna vez fueron mal pagados y maltratados por el sistema.

Les recomendó que se pasen por el IPASME (instituto de previsión social del ministerio de educación) y se sienten una mañana o una tarde a ver la cantidad tan grande de colegas buscando reposo psiquiátrico, es algo increíble, más son aun los cuentos de horror que muchos comentan, desde balaceras, atracos, violaciones, prostitución, amenazas y alumnos con guardaespaldas armados en las aulas hasta segundos empleos o renuncias para vender tortas en alguna acera pues es más rentable que usar el título profesional.

Sé que en ninguna parte del mundo los maestros son millonarios, en casi todas partes se consideran mal pagados pero también sé que en muy pocas partes del mundo los maestros no ganan ni para comer, como acá. La verdad ya ni tiene sentido pues los beneficios contractuales han desaparecido, no tenemos seguro médico privado, el fulano Ipasme es solamente para avalar reposos, el acceso a casas o la compra de bienes está desaparecido también, entonces, viéndolo de manera absolutamente pragmática, no tiene ningún sentido ejercer la docencia.

Muchos colegas alegan ser docentes por vocación, al ser vocacional el sueldo no importa mucho, eso se lo he escuchado a unos cuantos estudiantes idiotizados por el discurso izquierdista, ahora me gustaría verlos con carga familiar intentando balancear un sueldo que apenas da para malcomer y tener que pagar las otras cuentas del diario vivir, rogando a todos los santos que nadie se enferme ni necesite nada importante para la salud pues lo más factible es que no lo consigan o peor, no lo puedan pagar.

Una de las cosas más terribles de las crisis es la insensibilización de quienes viven en ellas, de otra forma hasta los padres y representantes se condolerían por la situación de quienes educan a sus hijos, se harían aliados en esto de recuperar la dignidad del maestro, para que TODOS los colegas vuelvan a tener estatus de gente, no ésta eterna pobreza de alma, mente y bolsillo en que muchos viven, no sé, creo que una de las cosas que deberíamos planteárnoslos docentes es volver a conquistar el orgullo y quizás hasta ser un poco presumidos como oros profesionales que apenas se gradúan ya se creen la tapa del frasco, en cambio los egresados de las universidades pedagógicas tienen esa manía igualitaria que al final no hace más que hacerlos sentir menos que los demás y en consecuencia todos se aprovechan  de esa característica para abusar.

En fin, espero que esta nueva época de avances en materia política sea el inicio del avance en muchas cosas, especialmente en la calidad de vida de los colegas, quienes deben empezar a creerse la gran cosa pues lo son, nadie llega a la universidad sin haber pasado por una escuela o liceo, nadie aprende a leer en casa, los primeros años en la vida de cualquiera son importantes, más aun los de la escuela y en consecuencia somos importantes los maestros, así debemos creernos pues así somos, feliz día del maestro a todos mis colegas.
José Ramón Briceño 2016
@jbdiwancomeback



1 comentario:

Anónimo dijo...

Saludos, lamentablemente la realidad del docente es así y mucho mas trite de lo descrito, sería interesante ir al Pedagógico de Maracay y ver que los estudiantes son cada vez menos, aulas con no mas de 10 estudiantes, profesores que no asisten, otros simplemente haciendo planes y maletas, ni que hablar de las areas de especializacion en ciencias básicas (física, química, biología, matemática), lo otro sería escuchar los comentarios de estudiantes en el transporte en cuanto a su futuro laboral son para nada alagadores e incluso algunos profesan haberse equivocado de carrera, todo un drama es el sistema que sostienen los docentes en sus espaldas.