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martes, diciembre 15, 2015

Lo que debe venir

Últimamente me ha dado por leer para ver cómo se entiende este modelo de política al estilo manicomio y he llegado a la triste conclusión de que la verdad, la política en este país se ha regido por un modelo perverso basado en los intereses de particulares que en el avance nacional. Quizás lo más sorprendente sea cazar a los pesuvistas que al final no son más que adecos pintados de rojo, lusinchistas de boinita roja que se tragan el cuento de la “independencia” bajo la bota cubana, rusa o de quien sea su “aliado”, para, finalmente estar en el foso porque nadie tiene los pantalones de poner orden.

La verdad no sé quién vendrá luego de este espantapájaros de traje y corbata que abusa de su cara de monigote para hacer creer a la gente idiota cosas que no son, por cierto, hay un listado de posibles nuevos ministros que demuestra una vez más que para estar en el gobierno no hace falta ser inteligente, todo lo contrario, solo resta ser bien arrastrado y fanático para lograr escalar hasta las alturas del poder. En el listado está un fulano que ha sido ministro varias veces, para lo único que sirvió fue para matar el aparato productivo rodeado de los mismos imbéciles que él mismo formó, expropiaron todo el campo solo para dejarlo morir de mengua, el mentado exministro no es más que un matón rodeado de matones, desgraciadamente trabajé cerca de él, con uno de esos a quienes les tuve en alta estima hasta el mal día en que acepté un cargo para terminar renunciando 11 meses después con la depresión desatada y el asco activado, la verdad hasta ese día el fulano (quien de paso ayudó pues el sueldo de profesor de universidad privada solo da para morirse de hambre), eso de trabajar, conocer y ver el horror de la incompetencia gubernamental, sin que la duda razonable pudiere amainar un poco mi opinión es algo que mata las ganas a cualquiera.

La fulana ministra de cultura propuesta, debe saber de cultura absolutamente nada, el único mérito es ser hija del galáctico, así un largo etcétera de incapaces demostrados cuya única función será terminar de matar lo poquito que queda pues no quieren entender que nadie los quiere.

Pobre del hombre o mujer a quien le toque meterle el hombro a este entuerto llamado Venezuela, las medidas económicas serán dolorosas para volver a tener aparato productivo, los vagos de oficio tendrán que trabajar, las cárceles deberán ser recintos para aprender que lo que hiciste fue mal y no el despacho privado de los altos jerarcas del hampa, los militares y civiles que son sus cómplices deberán pagar sus crímenes, el hampa comenzar a reducir su esfera de influencia, la izquierda “pupú de perro” deberá ser encauzada a los limites naturales de la democracia o volver a vivir el horror de la cárcel y la persecución pues hasta que todos esos flagelos no estén bajo control nada se podrá hacer.

Estamos tan mal como cuando el galáctico lanzó aquel “por ahora” , aunque viéndolo de otra perspectiva estamos peor, antes era una corrupción módica, no habían presos por narcotráfico, tampoco implicados altos jerarcas gubernamentales, ministros tan encochinados que imagino que cada mañana se bañan en desinfectante para que la peste que despiden no la huelan todos, aunque más de uno frunce la nariz cuando los sienten pasar a un lado.

Quien le toque meterle el hombro al país ha de estar claro que pasará a la historia como el gran dictador, alguien que respeta la libertad individual pero persigue con saña todos los desastres impuestos por la camarilla de Miraflores, que debe acabar si es posible a sangre y fuego con tanta porquería que afea mi país, para que mis nietos puedan tener la mitad de la dicha que tuve yo en mi infancia, cuando tenía que comer sin que mis padres pasaran grandes penurias y donde estudiar sea la clave para progresar.

Ojalá las facciones que se pelean el poder no sean la manga de hipócritas donde priven más el egoísmo de quienes solo buscan ganancias rápidas y desproporcionadas que otra cosa, que el partidismo no vuelva a matar la pluralidad, que las envidias sean solo chismes de secretarias y por último, que el conocimiento y la sensatez sean nuestro norte para nunca más volver a vivir así.
José Ramón Briceño 2015
@jbdiwancomeback





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