Días
como hoy agradezco que este blog sea enteramente mío, no responder a líneas editoriales
es un beneficio que solo ve contrariado por la falta de ingresos, sin embargo
la recompensa está en ser leído, multiplicado y entendido por muchos, lo que de
alguna manera ayuda a la calma pues uno no está tan solo ni tan equivocado, sin
embargo es un compromiso con mis lectores, además de con la historia pues estoy
seguro que alguna vez los blogeros seremos referencia obligada cuando toda esta
barahúnda que se parece mucho a una plaga bíblica pase.
Voy
a hacer un ejercicio de engreimiento y voy a pensar por un momento que los
mandatarios, partidos y ciudadanos de otras naciones, con poder de decisión me
leen alguna vez, además claro del ya tradicional mirón gubernamental que debe
registrar desde mis archivos hasta lo que publico tanto por las redes como en
mis correos personales.
Señores
de otras latitudes, en primer lugar un gran saludo desde esta humilde esquina, como
ciudadano de a pie, no comprometido con ningún partido ni responsable ante
ninguna célula política más allá de mi familia y amigos, hago un llamado
general a que se censure al gobierno de Venezuela (no se me da eso de república
bolivariana) .
Más
allá de lo que los servicios informativos estatales permiten. Hay una línea
editorial gubernamental que tira un manto de silencio y censura alrededor de lo
que sucede pues todos los actos y consecuencias de ellos están cubiertos de ilegalidad, teóricamente tenemos
una constitución que justifica legalmente todas las protestas siempre y cuando
estas sean pacíficas. Pero lo de pacifico aún no sabemos cómo lo interpreta el
estado pues ante cualquier protesta reacciona con inusitada violencia, esta
violencia desmedida ya lleva 14 muertes por balas oficiales, más de mil
detenidos y unos cientos de desaparecidos, en estos dos últimos casos hasta con
aislamiento, juicios sumarios, sin el debido proceso. En muchos casos hasta
viciados de nulidad pues los detenidos son producto de allanamientos sin orden
de ningún tribunal.
Mientras
todo eso sucede, igual el índice criminal se mantiene, con su terrible saldo de
víctimas que tampoco son cuantificadas y cuya divulgación es severamente
castigada. La censura es total, ningún medio nacional, local o regional está
autorizado para publicar noticias de los desmanes del gobierno, si acaso
aparece alguna nota de las marchas, eso solo si el estado no la reprime, en
cuyo caso nunca sucedió nada. Si la policía sorprende a algún fotógrafo o
periodista cubriendo algún hecho, inmediatamente lo retienen, le decomisan su
celular además del equipo de trabajo y en el mejor de los casos lo dejan en
libertad, todavía hay varios detenidos, sobre todo los corresponsales de medios
locales que no tienen gran peso en la opinión pública ni internacional.
El
estado siempre ciego se ha hecho de “Colectivos” que no son más que bandas armadas y fanáticas
dedicadas a aterrorizar a la población, muchas veces escoltados y protegidos
por policías y guardia nacional, algo absolutamente ilegal y hasta vergonzoso. Con
el internet pasa algo curioso, todavía no han cerrado las redes sociales, sin
embargo consulté con algunos expertos y ellos me dicen que no lo hacen pues es
un medio para espiar a los ciudadanos, sacar información y así mantener
ocupados a los servicios de inteligencia en cuanto a los sucesos y activistas
que hacen vida por internet, que de paso se ha vuelto el único medio de
comunicación válido para enterarse de lo que sucede en el país ya que las
televisoras ni las radios y mucho menos la prensa lo hace, en el caso de las
televisoras y radioemisoras, estás son amenazadas con suspenderles la concesión
del espectro radio eléctrico, la prensa escrita pues solamente se les niega el
acceso a las divisas para importar el papel para imprimir, ya muchos diarios,
sobre todo los del interior de la republica han cerrado sus puertas, despedido
a la mayoría de los empleados y si acaso se quedan con una edición digital,
alimentada por las imágenes que saturan twitter además de constantemente
atacadas por los fulanos hackers del gobierno, total, estamos sitiados.
La
desolación de supermercados, farmacias y hospitales es total pues en todos hay
deficiencias severas en el stock de productos para la venta, en el caso de las
medicinas, no hay material para exámenes de laboratorio, tampoco existen los
medicamentos para las quimioterapias, no hay retrovirales para los pacientes de
HIV, tampoco medicamentos para la diabetes y así un largo etcétera de cosas
importantes para mucha gente que no se encuentran, en cuanto a los alimentos no
hay un día en que no se observen largas colas para adquirir cosas tan simples
como la leche en polvo, café, aceite, harina de maíz o de trigo, azúcar y hasta
jabón de baño, simplemente desaparecen de los anaqueles y ya se hizo una
tradición intercambiar esos productos entre conocidos y vecinos, una suerte de
trueque, en los casos de los más bajos estratos, allí hay un mercado negro
bastante grosero, ellos hacen colas, se organizan y luego venden esos productos
hasta por el séxtuple de su valor.
En
cuanto al desempleo, ese está en su momento álgido, hay quienes aseguran que
empeorará pues la empresa privada ha cerrado sus puertas, el estado inoperante
tiene la nómina más grande de la nación, sin embargo, bajo cuerdas está
cerrando empresas por no poder mantenerlas, en muchos casos hay empleados que
llevan años con contratos indeterminados, que no los atan laboralmente, lo que
quiere decir que pueden ser despedidos sin razón aparente y sin liquidación, es
más, ni tan siquiera hacen aportes al seguro social para la eventual
jubilación.
Pero
en las cadenas oficiales todo está bien, el país está en calma total, las
protestas son brotes de cuatro gatos que impulsados por el imperio que odia los
avances de la revolución se empeña en patrocinar la resistencia de los “escuálidos”,
déjenme decirles que no es así, en las líneas superiores hay todo un decálogo de
los males que nos arropan a diario, no es el imperio, ni la derecha, ni los
relegados enemigos políticos del régimen, es el resultado de muy malas
políticas económicas y un despelote fiscal lo que nos ha traido hasta este piélago
de miserias que se mira en las calles, por tanto, amigos de otras fronteras,
los venezolanos agradeceremos que presionen a sus gobiernos, para que ellos a
su vez presionen a estos vándalos para que de una vez por todas dejemos de ser
los mendigos con mayor índice PIB de Latinoamérica pero de peor economía del
mundo.
Saludos
desde mi esquina
José
Ramón Briceño Diwan, 2014
@jbdiwancomeback
José Briceño @plurifotos |