Fascismo
El
fascismo no es una táctica: la violencia. Es una idea: la unidad. Frente al
marxismo, que afirma como dogma la lucha de clases, y frente al liberalismo,
que exige como mecánica la lucha de partidos, el fascismo sostiene que hay algo
sobre los partidos y sobre las clases, algo de naturaleza permanente,
trascendente, suprema: la unidad histórica llamada Patria. La Patria, que no es
meramente el territorio donde se despedazan aunque sólo sea con las armas de la
injuria varios partidos rivales ganosos todos del Poder. Ni el campo
indiferente en que se desarrolla la eterna pugna entre la burguesía, que trata
de explotar a un proletariado, y un proletariado, que trata de tiranizar a una
burguesía. Sino la unidad entrañable de todos al servicio de una misión histórica,
de un supremo destino común, que asigna a cada cual su tarea, sus derechos y
sus sacrificios. En un Estado fascista no triunfa la clase más fuerte ni el
partido más numeroso que no por ser más numeroso ha de tener siempre razón,
aunque otra cosa diga un sufragismo estúpido, que triunfa el principio ordenado
común a todos, el pensamiento nacional constante, del que el Estado es órgano.
Para encender una fe, no de derecha (que en el fondo aspira a conservarlo todo,
hasta lo injusto), ni de izquierda (que en el fondo aspira a destruirlo todo,
hasta lo bueno), sino una fe colectiva, integradora, nacional, ha nacido el
fascismo. En su fe reside su fecundidad, contra la que no podrán nada las
persecuciones. Bien lo saben quienes medran con la discordia. Por eso, no se
atreven sino con calumnias. Tratan de presentarlo a los obreros como un
movimiento de señoritos, cuando no hay nada más lejano del señorito ocioso,
convidado a una vida en la que no cumple ninguna función, que el ciudadano del
Estado fascista, a quien no se reconoce ningún derecho sino en razón del
servicio que presta desde su sitio. Si algo merece llamarse de veras un Estado
de trabajadores, es el Estado fascista. Por eso, en el Estado fascista y ya lo
llegarán a saber los obreros, pese a quien pese los sindicatos de trabajadores
se elevan a la directa dignidad de órganos del Estado.
El párrafo anterior fue escrito hace unos años, por
un señor llamado Primo de Rivera, en una España que gracias a dios ya no
existe, aunque fácilmente puede ser un calco de lo que actualmente vivimos en
este país, me refiero claro a la actual administración liderada por el supremo
comandante de la galaxia y aspirante a salvador de la raza humana.
En estos últimos años (los últimos 14) se ha hecho
muy común esto de tildar de fascistas a los opositores, pues ellos (los rojos)
son poseedores de la verdad absoluta, y creo firmemente que tienen un error de
concepto pues usualmente los poseedores de la verdad, o cuando menos los que lo
creen así, siempre terminan por aplastar a quienes no piensan como ellos,
ejemplos los hay por millones en la historia de la humanidad y ahora pues no es
la excepción.
Ya van muchas emisoras de radio cerradas por no
tener la línea editorial favorable, otras tanto han retirado del aire a
programas incomodos para el régimen, han cerrado canales de TV (Radio Caracas
por ejemplo), los periódicos pues no han cerrado por la mistica de sus empleados
y ejecutivos, amén del elevado costo político y pare usted de contar cuantos
han sido silenciados, cuantos desprestigiados por los habladores de oficio que
desde los canales del estado (son muchísimos, entre nacionales y regionales)
además de los periódicos y revistas que el mismo estado patrocina y mantiene
para servir de plataforma comunicacional a su discurso. En otros ámbitos recordemos
la lista tascón y su chorrera de desempleados , la maisanta y la que casi se
forma cuando exigieron, a ultima hora los cuadernos electorales de las
elecciones primarias, sin incluir la vulgar falsificación de la historia que
han venido impulsando con los libros de texto escolar. No han ido más allá por
que no se lo han permitido, pero ellos pues siguen en la labor de eternizarse
en el poder a cualquier costo.
Otra cosa y quizás me desvie un poco del tema, pero
otro ejemplo claro de fascismo está en el manejo de los símbolos, franelas,
gorras y eslogan son de uso obligatorio en cualquier dependencia oficial, no
lucirlos es un delito que se pagará en algún momento con el cargo o cuando
menos con el estancamiento profesional del empleado, las elecciones donde ganaron,
estas ultimas que aun nos tienen con un despecho pos electoral, tienen una
maquinaria política que difícilmente puede ser superada, no por la cantidad de
votantes que realmente creen, es por la gran cantidad de dinero que la
organización (PSUV) invierte en los comicios, son miles comités que van desde coordinaciones
nacionales hasta su mínima expresión, dirigida en cada cuadra por los puntos
rojos, así se organiza un control absoluto y hasta una estrategia de espionaje,
nadie escapa de la vigilancia estadal, por tanto es una táctica de control por
parte de un estado policial, ahora me pregunto, ¿Quién es fascista?.
Si el estado se dedica a espiar al ciudadano y
manipular a su antojo las leyes de la República, además de usar todos los
medios a su alcance para impulsar el miedo de la población, además de su
dependencia ya que entre otras estrategias se han encargado de destruir el
aparato productivo, persiguiendo a la inversión privada ahogándola con millones
de trabas, impuestos y regulaciones que al final ocasionan su quiebra.
No se ve muy democrática la vaina, es más, de paso prohíben
a sus militantes quejarse de las barbaridades y abusos que cometen los jerarcas
del partido así como sus sátrapas en la administración publica so pena de
despido y pérdida de los beneficios alcanzados (liquidaciones y pasivos
laborales). Entonces desde estas líneas les pregunto a ustedes lectores, ¿quien
es fascista? El estado que domina y pretende someter a quienes disentimos, o
aquel que impulsa la economía privada y las libertades individuales del ser.
Ese estado que te presta una casa para que creas que
es tuya y de tus hijos (recuerden que son adjudicadas, de propiedad estatal, no
es propiedad privada) o aquel estado que lucha por tener una economía estable
que permita el ahorro y fomente la posibilidad de créditos para vivienda,
educación y otras cosas importantes de la vida. Señores del PSUV ustedes son
más fascistas que muchos de los que acusan de ello, viven en un eterno dialogo
interno de chantaje y mentiras para mantenerse en el poder y ahora plantean la
destrucción de estado para tomar el toro por los cuernos y declarar mi país
comunista leninista cuan si descubriesen el agua tibia.
Amanecerá y veremos, lástima que con tanto potencial
mi patria pues halla caído bajo la bota de un fascista (camisa parda)
disfrazado de verde que además de llevar mi país al foso se empeña en negar que
su “democracia” ha degenerado en una dedocracia fascista por antonomasia, el peo
al final no es que hallan cientos de fascistas en el gobierno, el problema es
que aun hay ilusos que viven pensando que consideraciones como estas son
falsas, ojalá de verdad esté equivocado.