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martes, mayo 08, 2012

De salida


Irse  no siempre es huir, muy al contrario es buscar una mejora en la vida, siempre hay gente que ha viajado y decide no volver, más allá de las nostalgias de la tierra natal. Mucha gente conocida se ha ido del país, unos por esa búsqueda, otros por que sin nada que los ataba pensaron que en otras tierras quizás si encontrarían eso que por acá no tenían.
Ahora gracias a la internet uno puede saber de ellos muy rápido, hacer seguimiento de sus vidas y hasta darse cuenta que lo que muchos cuentan son fantasias, pero estemos claros, por aca la vaina no está color de rosas, patriotismo aparte, sabemos que con un sueldo de profesor mucho no se hace, con uno de TSU menos, aun licenciados e ingenieros los he visto trabajando de taxistas o de vigilantes, aunque el trabajo no deshonra a nadie, esos empleos no necesitaron de cinco años de carrera universitaria para realizarlos, da bronca.
Hoy mataron a un ciudadano de a pie frente a un banco, la verdad sucede todas los días, pero eso no quiere decir que a uno tenga que agradarle la vaina por ser Venezolano, en días atrás a cientos los han matado por quitarles un teléfono, un par de zapatos, una computadora portátil y hasta por una botella, que cagada, alguno que levante la mano y diga si vivir en otra parte donde tus hijos no vivan en esa zozobra no sería mejor. Eso que somos pobres pues de otra hasta ir al cine sería un peo con los secuestros express y demás linduras del hampa.
No creo que en ningún cerebro con algo de masa encefálica funcional le guste vivir entre balas y puñales, a nadie le debe agradar vivir encerrado por  que “uno nunca sabe cuando le toca”, aunque los jóvenes de el adefesio aquel de “Caracas ciudad de despedidas” se expresen de la manera más burda y tonta sobre esta problemática, toca estar claro que la cosa en estas tierras no está fácil para nadie y si se pudiese muchísima gente emigraría huyendo del hampa, y si nos metemos con la cosa económica pues peor, conozco muchísimos que doblan la cabeza para poder trabajar, otros (como yo) no tenemos ninguna posibilidad dentro del ambiente natural de trabajo (ministerio de educación)  pues la cosa política pesa dentro de los pasillos de ese ministerio.
Algunos que lean esto seguro se preguntarán,  por que  carajo no me he ido, desde aquí se los voy a contar, tengo hijos que no me puedo llevar pues su madre no lo permitirá, entonces me sale calarme lo que pase pues es peor el asunto desde lejos y a los hijos les falta el calor y el cariño de ambos padres.
A quienes desde su ceguera política o de la que sea, les de por hablar de luchar por el país y otras vainas por el estilo, desde estas líneas les hago una propuesta, revisen sus sitios de redes sociales y saquen cuanta de cuantos se quieren ir y cuantos se han ido, pregúntenles y luego revisen la crónica roja de los diarios para que vean que quien se quiere ir no escapa, busca otro sitio donde sus hinos tengan más posibilidades de llegar a adultos sin que ningún malandro los mate o los veje por robarles alguna vaina que si bien es cara, no vale ninguna vida humana, adonde tu trabajo te permita tener las cosas que quieres y el estilo de vida que te provoca sin estar asustado o mejor, sin tener que soñar toda tu vida por una casa, un carro y una vida digna pues sabes que tu ingreso te lo va a permitir en menos tiempo que por acá.
Prof. José Ramón Briceño
2012

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Realidad cruda

Indira dijo...

Totalmente de acuerdo....ahora haces terapia también? Casi me pongo a llorar :'( ....jajajajjaa buen desahogo!!

sofía rodríguez dijo...

Ahhh cada vez que leo las noticias de venezuela, la nostalgia se me pasa. Tambien creo que nada es fácil en otro territorio, que estas conociendo. Pero algo que nadie me puede quitar es que duermo tranquila