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martes, julio 14, 2015

Credulidad

Cuando era niño me imaginaba el año 2000 lleno de máquinas voladoras, me imaginaba viviendo en una casa montada en una montaña rodeado de perros, gatos, hijos y hasta una hermosa señora que me acompañaría en mi avanzada edad de cuarenta años, es que a los nueve años, los cuarenta parecen todos los años del mundo. La verdad es que en este siglo XXI las únicas cosas de avanzada tecnológica real que poseo son la computadora, mi cámara digital y mi celular inteligente que por anciano ya parece que tiene alzhéimer .

Bien , ésta avanzada tecnológica debería ser suficiente como para que la gente sufriese una crisis de descreimiento, total solo con teclearle a google cualquier duda, en cuestión de segundos aparecen millones de posibles respuestas, desde los fanáticos hasta los científicos, cosa que nos permite, sin mucha complicación buscar respuestas lógicas ante cualquier duda que tengamos, la verdad es otra, la epidemia es al contrario, ahora cualquiera se inventa cualquier cosa y existen legiones dispuestos a creérselo a pies juntillas y en algunos casos hasta dispuestos a matarse para defender su creencia por absurda que esta sea.

No digo que todos debieran buscar dudas teologales pero tampoco acepto que todos los seres humanos sean tan idiotas de creer en cualquier pendejada solamente porque algún buen redactor se ha inventado cualquier patraña para ganar adeptos. Si no me creen miren a su alrededor, detallen la locura en la que vivimos y contrastenla con las declaraciones de los políticos del gobierno o mejor, lo que no dicen los de la oposición.

Cada mañana, cuando abro mi sesión en las redes sociales me tropiezo con cada noticia que si cediera al impulso ya tendría una ulcera estomacal de tanta bronca que me producen los comentarios, desde aquellos que hablan sobre lo que los babalaos han hecho para ayudar al gobierno a mantenerse al pie del cañón hasta aquellos que alegan la inocencia del CNE en las tesis sobre la “inviolabilidad” del proceso electoral. En lo electoral por ejemplo, el estado se empeña en hacernos creer que otras instituciones de gran credibilidad han refrendado lo impoluto de los resultados electorales pero a nadie se le ha ocurrido decir que si bien hay instituciones que han auditado las fulanas maquinas también es importante saber que ha sido el mismo gobierno quien facilitó los aparatos para el muestreo, cosas que les permitió organizar quizás las únicas máquinas no trucadas del sistema, quedando ellos con la cara lavada ante la opinión internacional mientras el resto del sistema apesta de lo podrido que se presiente.

Otra cosa, también aplica a quienes hablan de la guerra económica, si una paginita web como dollar today destroza la economía de un país, quiere decir que la economía de ese país no sirve para nada. Cada día aparece un escándalo nuevo pero los creyentes siguen empeñados en pensar que es culpa del imperialismo, la oligarquía, los enemigos de la orden del santo cristo de las espinas, Obama y hasta el papa pero en ningún caso aparecen culpables.

En cuanto a la más que evidente asociación entre la delincuencia organizada y los cuerpos de seguridad del estado, a nadie parece importarle pues no he leído a ningún vocero hacer alocuciones alrededor del tema a pesar de que todos somos víctimas de una u otra manera de esa situación, a pesar de que todos saben que desde las cárceles de máxima seguridad se manejan todos los secuestros, asaltos y hasta asesinatos, donde los custodios se han vuelto sirvientes y hasta el gobierno les ha regalado zonas de paz. Ciertamente ha habido algunas escaramuzas donde el gobierno pretende informar a los malandros que el estado es más malo, sin embargo el sur del país, los llanos y algunas otras poblaciones son guetos sin ley a la luz del día sin vergüenza, pero la guerra económica es la culpable.

Ciertamente envidio la credulidad de muchos, es mejor andar por la vida aferrado a cuatro preceptos básicos sin pensar mucho, miren que pensar en esta tierra donde no hacerlo es la norma, las buenas maneras se han esfumado, la educación o su ausencia en 16 años ha rendido sus frutos, acá los jóvenes piensan que es más rentable ser mototaxista que estudiar ingeniería y los maestros, acostumbrados a ser la cenicienta de este cuento de terror, terminaron por aceptar su nulidad terminando por ser autómatas que prefieren regalar la nota y egresar idiotas antes que rebelarse para exigir mejores condiciones, elevar el nivel de exigencia con los alumnos y espantar este tufo infecto de ignorancia que ya se desprende de todas las calles de mi país.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




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