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sábado, junio 06, 2015

La guerra de los pranes

El día viernes hubo un gran tiroteo en Caracas, la verdad entre tanto horror de muertos y balas unos disparos ya no asustan a nadie, en cualquier parte te puede tocar, acá todos andamos mirando siempre encima del hombro, solamente en nuestras casas, bajo siete llaves, forrados en rejas y candados podemos darnos el lujo de no andar paranoicos, pero cada mañana toca salir a comenzar otra vez el circulo vicioso del miedo.

Hace un par de tardes salí a visitar a unos amigos, ellos viven en una urbanización grande, como todos los urbanismos de mi ciudad, esos de clase media baja para arriba, viven encerrados en sus casas muertos de miedo (muy justificadamente por cierto) lo que hace a las urbanizaciones los sitios más peligrosos, pues sus calles están desiertas a todas horas. Mientras esperaba que mi amigo bajase a buscarme, salió un señor mayor que me sonrió y me comentó que apenas hace diez minutos habían atracado a alguien a veinte metros de donde estaba parado, lo único que me salió contestar fue un “menos mal que no vino por acá”, el señor se fue y me quedé pensando en lo que dije.

Me imaginé a un fulano puñal o revolver en mano exigiéndome plata y teléfono, también me imaginé mi suerte cuando el fulano se diera cuenta de que dinero no tenía y mi teléfono aunque no es del todo feo, tampoco vale la gran cosa, eso seguramente me hubiese valido una reprimenda acompañada de un disparo y en el mejor de los casos un amago de puñalada, quizás me hubiese defendido, a lo mejor el fulano hampón se hubiese cobrado de mi parte toda la bronca que tengo encima por las mil cosas que pasan y las que no pasan, terminara  preso por agredir a quien me quisiera agredir, uno nunca sabe por dónde salta la adrenalina, aunque prefiero pensar que no va a pasar nada, como los que van a la guerra, saben que muchos no volverán pero tienen la esperanza que a ellos no les tocará, algo así es salir a la calle en Venezuela.

Comenzaba este articulo hablando de un hecho sucedido en Caracas, a cien kilómetros de donde vivo, sin embargo llama la atención el saldo, un policía muerto, nueve motos quemadas, mucho miedo pero nada en ningún lado sobre lo que sucedió allí, no sabemos ni siquiera quienes cayeron del lado de los atacantes. Hace un mes hubo algo similar en mi ciudad y el saldo de muertos según gente de mucha credibilidad sobrepasó los cuarenta pero en la prensa se habló de tres apenas, esta gente del gobierno miente hasta cuando dice la verdad, nunca jamás dirán nada para seguir haciéndose los locos.
Desde hace días vengo pensando en que no habrá ningún estallido social, tampoco elecciones y de esas si las hubiere serán manidas y fraudulentas como todas, no importa lo que me digan, no creo nada.

La cosa de la violencia desatada, esa que se lleva 24 mil compatriotas o más cada año, que los idiotas del gobierno al verse sin poder responder, por un asunto político (recordemos que en las barriadas están los votos duros así como los posibles defensores en caso de que algo suceda) decidieron firmar unos “tratados de paz” con las bandas armadas, de paso a muchas les dieron armas de fuego con potencia de guerra, les dieron zonas desmilitarizadas que llamaros ostentosamente “zonas de paz”, les han permitido acumular poder desde las cárceles mismas apuntalando a los fulanos “Pranes” quienes gobiernan con la anuencia de las autoridades desde los penales, ahora les ha vuelto la espalda y se han sacado la verdadera naturaleza maléfica, lo que pensaban usar contra la oposición ahora les mata a su gente.

Todo este embrollo político se ha extendido hacia quienes deberían ser los enemigos de TODOS, pero los chavistas en su eterno idiotismo ideológico que les da por tomar atajos en contra de toda lógica y cuando la cosa sale mal resulta ser culpa de la derecha, los para militares, el imperio, la oposición y hasta el Papa Francisco, pero ni de vaina se enserian, prefieren poner presos a los estudiantes, matar niños con pancartas, encerrar alcaldes y hasta tirar a camarógrafos desde las azoteas, pero al momento de enfrentar un enemigo de verdad salen con las tablas en la cabeza, así es fácil ser muy malo, tener un arma y un pelotón para golpear, matar y maltratar a gente desarmada pero con la gente armada  prefieren voltear hacia otro lado y en muchos casos hasta colaborar para tener parte del botín.

Ojalá esté equivocado y la guerra no comience por ahí, bajará de los cerros a lomo de moto, no para defender a nadie, los harán para instaurar un régimen donde todo se vale, tendremos que armarnos de valor, hacer frente como podamos pues ya está demostrado que las policías poco valen frente a tal amenaza, mientras al otro lado de la realidad el presidente y sus acólitos seguirán jugando al zorro y la gallina mientras, nosotros, la gente, estaremos pecho a tierra esquivando balas y lamentando no haber huido mientras pudimos.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




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