Buen día estimados lectores,
saludos desde Venezuela, imagino que para ustedes, somos un galimatías como
nación, pues les doy la razón, hasta para nosotros es complicado el asunto, sin
embargo pues no nos queda más que aguantarnos el aguacero terrorífico que nos
tiene a niveles africanos de pobreza y criminalidad, solamente por la gigante
carga de maldición que se tiene desde las cúpulas del poder.
Tenemos un presidente ilegal,
primero por su designación, después por el asunto del fraude electoral,
demostrado y comprobado, es innegable que el tipo se valió de argucias cubanoides
para afianzarse en un poder que no le tocaba, sin embargo hay tantos involucrados
y tantísimo dinero que se hace fácil pensar la razón del por qué la pelea de
los cargos públicos es a muerte en mi país. La cosa es simple, si un barril de petróleo
cuesta, puesto a la puerta del cliente 9 dólares y el recio de la calle son más
de cien dólares, sabemos que esa diferencia es un botín difícil de negar, sobre
todo si este asunto de la corrupción es campo abierto para todos los que se
incluyen en la “selecta” lista de los poderosos de la nación, es simple, si
tienes un alto cargo, le pasas plata al partido desde las partidas presupuestarias
de tu ministerio u oficina gubernamental, implicas
en el proceso a varios bichos importantes, púes estás salvado ya que los auditores
tienen orden de no tocar a ningún personero de importancia, una suerte de
patente de corso para delinquir, eso sí, solo si eres del partido, de otra eres
una especie de traidor, al que le toca el destierro, o en su defecto, el desempleo
eterno ya que no eres de confiar y la revolución necesita fidelidad, tranquilo
que si eres fiel te toca tu tajada, eso sí, nadie de afuera debe enterarse pues
de otra estás caído.
Al final el tal Maduro se
aprovecha del tinglado de terror y desastres que dejó su extinto jefe, tiene un
país despedazado entre una moneda que vale tanto como las olas del mar y un
desabastecimiento terrorífico una nación que se resiste a ser disuelta. Si el
tal Maduro fuese un hombre serio, primero se deslindaría de los cubanos, luego
apuntalaría las universidades y escuelas del país, apoyaría proyectos de
investigación, seriamos realmente potencias en alguna vaina, pero el tipo se
empeña en dejarnos mal parados y sus fanáticos en apoyarlos.
La oposición ciertamente ha
ganado espacios, sin embargo vive paralizada de miedo, los mal vivientes hacen
carrera política, el estado es el gran farsante
de toda esta historia y el abanderado opositor solo sonríe a las cámaras y habla
por sus canales de internet. cuando hubo chance de cambiar las cosas se asustó,
les dijo a los venezolanos que volvieran a sus casas, sin protestas, sin
reclamos, sin mover la calle, solo que nos tragásemos la indignación y nos devolviésemos,
que al CNE iba a resolver el asunto por la vía legal, en un país donde lo
ilegal es ya legal pues sin la anuencia de los jefes, los poderes no actúan más
que por servilismo.
Maduro atornillado, sus secuaces
enchufados, la maquinaria aceitada con petrodólares, la nacional y la
internacional, el resultado, un país deshecho, maltrecho y endeudado, los demás
alegres por el buen negocio, los chabestias alegres en su ceguera y el futuro
invisible, no hay más, solo apretar los dientes a ver qué pasa o perder lo
racional y comenzar la verdadera lucha, armarse de valor y de balas y acabar
con sus baluartes, a pesar de que me
espanta la solución es la única posible cuando menos para neutralizarlos, después
un periodo de calma, quitar las armas fuera de la fuerza armada y reconstruir
el país, si no pues estaremos condenados a la infernal manera de supervivencia
venezolana, no hay de otra, hasta que la oposición no gane el valor para las
calles Muduro y compañía seguirán matando a mi país, solo la fuerza de mi
pueblo molesto los hará retroceder y toca hacerlos desaparecer para por fin ubicarnos en ese primer mundo que nos toca y no el, inframundo en que vivimos.
José Briceño 2013
@jbdiwancomeback
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