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lunes, febrero 04, 2013

Conspirando…



Conspiración o conjura (del latín conspiratĭo, -ōnis) hace referencia a la acción o conjunto de acciones realizadas por varias personas con ánimo de unirse contra su superior o soberano, de arrebatar el poder a otro grupo, o de hacer algo con intención de causar perjuicio o daño a alguien que está en una posición consolidada
La anterior cita habla del significado real de la palabra, en esta fecha, cuya importancia ha sido aumentada de manera artificial por los grupos de poder, donde el olvido ha sido la marca más importante, sin bien es cierto que para la época el instinto represor de aquellos cuerpos de seguridad se desató y los excesos estuvieron a la orden del día, no es menos cierto que quienes originaron toda aquella carnicería hoy son tratados como héroes, lo que sorprende es que es una suerte de heroicidad endógena, artificial de bolas , me explico, ellos mismos se condecoran, se alaban y de paso ensalzan la figura del líder con discursos rastreros cuan si haber obligado a unos soldados a matarse por las calles de Caracas fuese la gran vaina, además al final nunca hicieron nada.
¿De quien es la culpa de esto que hoy día estamos viviendo?, la verdad yo creo que de todos, muchos hoy día opositores al régimen, esos lo apoyaron, lo llevaron en hombros, lo patrocinaron y hasta convencieron a buena parte del país que era lo mejor que había sucedido en los últimos años, hoy estamos pagando con sangre y plata ese impulso que se le dio a quienes debieron pasar a la historia como ejemplo de lo que no debe suceder en democracia, que las armas no sirven y que la violencia solo engendra violencia.
Nadie ha pagado los muertos de aquella fecha (4 de febrero) quienes debían pagar cárcel se convirtieron por obra y gracia del faramallerismo criollo en fenómenos mediáticos y hasta un experimentado político con un pasado de conspiraciones como lo fue Rafael Caldera, abogó y logró que a TODOS esos criminales se les suspendiera condena con indulto presidencial incluido. Ese fue otro crimen que la tumba dejo impune, esos militares nunca debieron salir de la cárcel o cuando menos no tan rápido, a todos al parecer se les olvido como violentaron el estado de derecho, la sangre que costó la intentona golpista , eso sin reclamar lo que costó al estado reparar los daños dejados por esos salvajes y el gasto en material de guerra.
No entiendo, para esa época yo era un muchacho más pendiente de las mujeres y la parranda que de otra cosa, pero de igual manera la cosa nunca me agradó, no es que supiese nada de política pero hasta donde siempre supe, el único militar democrático es el que está tres metros bajo tierra, de resto la estructura vertical de su jerarquía les impide ser democráticos un carajo, quienes hemos pasado por instituciones de corte similar, que probamos los sinsabores de un superior jerárquico que por algún misterio hormonal te trata como si no existieras más allá de sus deseos de poder omnímodo, sabemos que lo único democrático en ellos es el apodo si acaso, entonces no se engañen diciendo guevonadas y creyéndose la propaganda oficial, en los cuarteles, ahora mientras más arrastrado eres y tu genuflexión sea mayor, así mismo será tu ascenso dentro de las institución.
Afuera, los civiles del PSUV hablan en la jerga militar como para mojonearse creyéndose parte de esa “mítica” asonada, andan con fantasías conspirativas, de guerrillero viejo, todos sueñan con un baño de sangre que los equipare a esos “héroes” de afiche y medallita de latón, que de paso han cometido el desfalco más grotesco de la historia Venezolana, miles de millardos despilfarrados, control de cambio, invasiones foráneas de “países amigos” , presidentes que gobiernan tras una cortina, camioneteros sin mayor formación como vice presidentes, tenientes que han sido superministros, bachilleres presidentes de instituciones, guerrillas y “colectivos” armados patrocinados por un estado supuestamente pacifista, la deuda externa creciendo como un monstruo del que nunca más se ha dicho nada pero que en cualquier momento ataca por la espalda y nos termina de dar el tiro de gracia. Y entonces pretenden celebrar con bombos y platillos esta nada de 14 años jodiendonos la vida.
¿Conspiradores?, si, aunque ahora acusen a la cúpula opositora de conspirar contra el régimen, sepan que según la definición con la que abro el artículo, resulta que existimos más de cuatro millones de conspiradores contra este régimen coprológico que no acierta una vaina buena, pues de otra los mercales no tendrían razón de ser, en todas partes encontraríamos anaqueles con todo tipo de cosas que pudiésemos comprar, el empleo seria solo un detalle y ganarse la vida cuestión de selección y no de contactos y de suerte, no habría controles cambiarios y seriamos la potencia que dicen ser los patrocinantes y censores de esta mal llamada revolución.
Perdón, dije mala llamada revolución, si hay una revolución pero a la inversa, en vez de ir hacia adelante estamos en franco retroceso tanto de libertades económicas como las individuales, ahora bajo la egida de los cubanos, todos somos objeto de monitoreo, no hay privacidad por ningún lado, las redes sociales, celulares y otras formas de comunicación son vulneradas y hasta lo hacen público sin sanción para ninguno de los implicados, de bolas, son todos fichas del régimen y arrastrados de oficio, con camisitas rojas, eslogan de moda, discurso nacionalista pero con cuentas en divisas, ni de vaina tienen todo acá, se hacen pasar por trabajadores de la clase popular, pero usan relojes de miles de dólares, corbatas de diseñador italiano, chaquetas de la quinta avenida de new york y escoltas privados, los demás pues estamos jodidos.
Este 4 de febrero no hay nada que celebrar, excepto el velorio continuado en que vivimos, el desabastecimiento que padecemos y esta incertidumbre de la que sufrimos. Los presos políticos que de seguro irán subiendo en número, la fuga de capitales y cerebros, la criminalización de la protesta, la violencia política fomentada e impulsada desde el poder, la impunidad generalizada y por último la agonía de las libertades.
Los que celebren de corazón, la historia los censurará, los que van obligados pues lo hará su conciencia y los que adversamos seguiremos pendientes, vigilantes y conspirando para en algún momento ponerle punto final a esa aventura que poco a poco está matando todo aquello que deseamos.
José Ramón Briceño, 2013
@jbdiwancomeback




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