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jueves, mayo 28, 2015

La verdadera REVOLUCIÓN de Venezuela


Nunca fui un excelente estudiante, ahora sé que era porque me disgustaba la escuela, nadie me entendía muy bien así que desde que salí de primer grado, cuando iba a la clase de una maestra de la que solo recuerdo el apellido y quien de verdad me encantaba, hasta (mal) graduado del bachillerato , ciertamente odie todo el asunto, seguramente esto ser nerd tenía algo que ver pues cuando en el bachillerato obligaban a leer libros, por lo general ya los había leído todos, con excepción de “María” de Jorge Isaac del cual aún tengo arcadas cada vez que lo recuerdo, tanto así que me pelee con mi profesora de literatura general I en la universidad para no volver al incordio lento del romanticismo colombiano.

De esos tiempos solitarios aún me ha quedado ese vicio exótico por leer, sin orden ni escrúpulo, casi todo aplica. Alguna vez leí, hace muchos años, que después de una lectura seria debería haber cuando menos un libro de entretenimiento para “desintoxicar” al pensamiento y poder afrontar sin problemas otro libro que dejara que pensar, eso lo entendí cuando me dio por entrarle a Milan Kundera y la novia de aquellos años, al verme tan negativo y meditabundo, pensando si era más importante pesar o ser leve en el paso por la vida (a los 23 años no es edad para andar en esas diatribas) me comenzó a buscar libros entretenidos, de ahí me quedé enganchado con la “literatura” de aventuras, especialmente aquellas de los tiempos de la guerra fría, con los súper espías amorales, que ridiculizaban a los soviéticos, los cubanos y hasta los chinos, los mostraban como patéticos anormales que vivían asustados hasta de su sombra pues cualquier desliz o delación los haría perder las migajas que le permitían sus patéticos empleos, también había unos malos que te paraban los pelos de la nuca pues comerciaban con cualquier cosa imaginable, incluidas vidas humanas.

Para ese tiempo y hasta hace muy poco (apenas unos años) siempre pensé en la saña de esos autores de best sellers que escribían de esa manera para colaborar de alguna manera con la propaganda anticomunista. En principio, siempre creí a los militares capaces de cualquier cosa, los comunistas que son apoyados por los milicos necesariamente deben también estar dispuestos a cualquier cosa, solo que jamás pensé en creerme una novela de aventuras como si de verdad pasaran esas cosas.

Ahora, viviendo en este país tan loco, me entero que ciertamente esos personajes malvados que dibujaban aquellos autores de libros poco serios, escritos para leer en el bus y olvidar a los diez minutos de terminados, no estaban tan alocados, aquí la maldad tiene acento cubano con ribetes chinos, estilo ruso con ambiente carcelario, cualquier otra imagen del matón de moda en aquellos años (80´s y 90´s), bien sea ruso, chino, colombiano, cubano, vietnamita o norcoreano, se queda pálido ante los matones venezolanos, hasta las maras salvadoreñas palidecen ante la maldad de esta gentuza.

Las estrategias gubernamentales para inventarse cosas que seguramente la histeria antichavista acogería con desespero para que los agitadores de oficio, después agreguen algunas cosas más y así desviar la atención de las cientos de acusaciones que van desde el sicariato, el tráfico de drogas, de órganos, cobro de comisiones, de órganos, de mujeres, niñas, muchachos, hasta los bachaqueros de seguro tienen algo que ver ahí. Eso sin contar por supuesto los negocios exóticos de las cárceles que tienen discotecas, prostitutas, desde donde TODOS saben que se manejan TODOS los negocios ilícitos en sus respectivas áreas de influencia que bien pueden extenderse hasta cualquier confín del planeta vía internet, donde los custodios, antaño temidos por los antisociales, ahora son sus sirvientes.
La policía (piense en alguna, que todas aplican) está incurso en cosas como el cobro por protección, también hacen parte de bandas organizadas, los militares no se escapan a toda la barahúnda de porquería, con todo y su inutilidad manifiesta tienen los mejores sueldos de toda la escala salarial, un PROFESOR universitario con doctorado (los de otros niveles educativo gana menos aun) gana menos que un sargento recién salido de su cursito de seis meses en cualquier perrera de esas que llaman cuartel. Lo más espantoso del caso, todos muy patrióticos, muy cumplidores de la ley, una burla continuada a la inteligencia que va desde el soldado raso hasta el general, sin dejar por fuera al diputado, concejal, juez, escabino, periodista, secretaria, fiscal de tránsito, guardia nacional, funcionarios de todo rango y razón social, hasta el cura o el pastor de cualquier iglesia que hace pingues negocios para la propaganda política igual de irracional.

Todo esto lo he pensado mientras leía una novela de esas, muy vieja, que me he encontrado en una biblioteca donde muy amablemente me prestan los libros para leer en las tres horas diarias que paso en el transporte público de mi ciudad, ciertamente la ficción se queda corta ante cualquier situación de las miles que a diario asolan mi país, alguna vez escribiré un bestseller que todos pensaran exagerado pero que los venezolanos reconoceremos como realidades exactas del diario vivir.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback


miércoles, mayo 27, 2015

Resentimiento obrerista

Acabo de leer en alguna parte que un fulano ministro dijo que un MEDICO y un BARRENDERO debían ganar lo mismo, casi me da un ataque e iba a cobrar sin tener culpa alguna mi computadora, es una portátil cualquiera que tengo hace dos años, la cuido casi tanto como a mi cámara pues pensar en comprar otra es un asunto tan complicado como salir con una modelo internacional teniendo sueldo de profesor, así que otra vez se ha salvado el aparato de cobrar por culpas ajenas, debo confesar que entre mis sueños está el de poder botar la computadora por el balcón sin que me dé remordimiento alguno.

En fin, el ministro acaba de aclarar un misterio, el de los sueldos gubernamentales. Como he dicho en reiteradas ocasiones no tengo nada en contra de los obreros, la verdad tengo por costumbre tratar a todo el mundo con la misma cortesía más no con la misma deferencia, no creo eso de ser amigo de muchos, con los que tengo me sobra aunque también debo admitir que siempre tengo espacio para nuevos amigos, la única condición es que sean inteligentes. Lo de los obreros me indigna pues para pasar una escoba o hacer cualquier trabajo manual no hace falta estudiar mucho, es más quizás con solamente el tercer grado que te enseñe a leer y a escribir algunas cosas basta, lo otro son florituras de la inteligencia, en cambio para ser médico, ingeniero, arquitecto, físico, químico, matemático, filósofo y hasta profesor de cualquier nivel con pretensiones de seriedad, toca estudiar bastante, hacer acopio de fuerzas más allá de lo normal y aguantarse muchas lunas sin fiesta para lograr su cometido, la cosa empeora cuando el mentado decide seguir el curso natural de la inteligencia, sigue estudiando, se pos gradúa, se doctora y algunos hasta se pos doctoran, eso si sumamos todos los años desde el kínder es algo así como 25 años estudiando y preparándote, para barrer basta un cursillo de unas horas bajo la vigilancia materna, la esposa, la novia, el padre o en el último de los casos del jefe.

Ser obrero necesita cero preparación, además si no lo haces bien como mucho te sale reprimenda, el medico que no hace bien su trabajo, mata gente y en el “mejor” de los casos deja secuelas espantosas. Imagínense el caos si un contador o un administrador hacen mal su trabajo (a menos que trabaje para el gobierno, en cuyo caso es una obligación hacerlo mal), un profesor ciertamente tampoco matará a nadie pero si el conocimiento real no se hace con el debido cuidado tendremos generaciones de imbéciles que no sirven más que para ser empleados estatales, así sucesivamente, las profesiones serias tienen impacto serio, los obreros pues su impacto no va más allá del horario de trabajo y la reunión a la puerta de la licorería, el patio de bolas o el traspatio de alguna casa de algún amigote, mucha música a volumen inaudible y una pasión desmedida por demostrar cada fin de semana que tienen un aparato de sonido más grande y ruidoso que el de su vecino más cercano.

No siempre fui profesor, en verdad he trabajado de todo lo que he podido en esta vida, muy temprano, cuando era estudiante de bachillerato trabajaba como obrero en un depósito de pinturas, cargando cajas y haciendo cuanta cosa me pidieran hacer, en horario especial para poder asistir por las tardes al liceo, fui camillero en un hospital, también trabajé como obrero para una fábrica de pilas donde mi trabajo consistía en descargar conteiner de mercancía a los depósitos, he hecho de buhonero y lo último fue de mesero en un restaurante en otro país, es decir que puedo saber con exactitud que es el trabajo.

Como la gentuza comunistoide esa que maneja el país no hace nada sin medir las consecuencias, creo realmente que lo que están haciendo es equilibrar el país hacia abajo, mucho idiota feliz de su ignorancia ha de estar celebrando la “ocurrencia” del ministro, pero su ignorancia no les permite ver que el daño se lo hacen también a los suyos, mucho estudiante ha de leer eso y decepcionarse enseguida, sobre todo si el estado se abroga por motivos absolutamente egoístas dar los cupos universitarios sin contar con los méritos académicos, aunque en ese punto tengo la impresión que el ministerio correspondiente ha de estar salvando su responsabilidad en la caterva de bachilleres cuyas capacidades están por debajo de cualquier exigencia por culpa de una  ley de educación básica que promueve la vagancia.

Los médicos por lo menos tienen el consuelo de la consulta privada, en el caso de otras profesiones el sector privado es más feroz en la miseria de sus pagos, a excepción de los científicos que tienen la suerte de ser bastante inteligentes como para que las grandes empresas los contraten. Soy de los que piensa que ser obrero es algo que todos deberíamos hacer alguna vez en la vida, pero sin dejar de lado las miras a superarse desde todo punto de vista, si el mundo fuese así, les aseguro que este país fuese otra cosa.

Lástima estar rodeados de gente cuyas miras van a lo inmediato, que no piensan en el futuro y se escudan en su pobreza para ni siquiera dignarse a hacer el esfuerzo de estudiar para, cuando tengan más de 40 (como yo) el esfuerzo del trabajo sea más mental que físico y con ello además tener más beneficios que tristezas, por esa razón muchos estudiamos, quienes no lo han hecho pues se solazan en supurar su envidia, ojalá alguna mañana escuche o lea algún ministro o diputado exigiendo que los ellos ganen lo mismo que los obreros, claro eso si los indignaría, al igual que las sanciones aquellas.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



Ficción cruel

Estuve (otra vez) retirado de las redes por unos días, debo confesar que me sentí algo menos estresado. En estos días en que no tengo acceso a internet me doy cuenta a cabalidad cuan desinformados vivimos, cuan poco sabemos de lo que sucede en otras partes del país y de cuanto ha sido el avance de la censura previa en TODOS los medios de comunicación venezolanos, si a eso le sumamos que no tengo televisión por cable, se imaginarán cual es el nivel de “tranquilidad” que posee el ciudadano promedio.

Mario Vargas Llosa, hace años escribió una tesis doctoral que se llamó “Historia de un deicidio” allí hizo algunos aportes sustanciales para entender cómo se come eso de la ficción, allí habla de tres cosas importantes de las que debo hablar para intentar comprender la percepción tanto del habitante promedio, la del creyente y la del extranjero, todos sujetos al bombardeo propagandístico del régimen. Don Mario habla en su tesis de una “realidad real” que se corresponde a la parte de la ficción que responde a las leyes de la física, el tiempo y el espacio, es decir, el personaje vive, muere, camina, le da hambre, se enamora, se despecha y hasta va al baño, la otra categoría es la de la ficción pura o “realidad ficticia” donde está enmarcado todo el andamiaje de posibilidades que a un autor se le puedan ocurrir y que por estar en el campo de la ficción son “reales” o posibles solo en ese espacio, a esta categoría también podríamos añadirle una más, la “realidad hiperterrita” donde se combinan las otras dos categorías pero nadie se sorprende, todo es de lo más normal del mundo para los personajes de esa ficción.

En Venezuela, a pesar de que todos creemos vivir en una realidad absoluta pues tenemos cedula, pasaporte,  nos da hambre, envejecemos, nos enfermamos, nos molestamos, nos enamoramos, desenamoramos, extrañamos y toda la gama de verbos posibles tras de los que podemos escudarnos para poder asegurar que aún estamos vivos. Sin embargo toda esta presunción se desbarata cuando leemos lo que se publica en los diarios, lo que sale en los noticieros, lo que dicen las “autoridades” y la contrastamos con lo que vemos a diario.

Los fanáticos oficialistas, esos que viven de cola en cola imagino que viven en alguna de las categorías de la ficción que el Nobel de literatura se inventó hace más de 40 años, pues de otra es imposible saber cuál es la razón para que sean tan felices haciendo buchitos con la miseria nacional, así mismo el gobierno o sus representantes (que vienen a ser lo mismo) cuando declaran las barbaridades que dicen, cuando jamás ellos son los responsables, que todo es un invento de la CIA o de quien sabe quiénes pero que, además, no contentos con mentir descaradamente en torno a todo lo de importancia nacional, se dicen demócratas pero amordazan a todos y si no bailas al son que ellos toquen pues toca decidor entre cárcel o alguna cosa tan mala (puede pensarse que hasta la muerte es preferible a terminar en esos guetos infernales).

Por ultimo están todos aquellos que viven en una “realidad hiperterrita” donde a pesar de todo lo que pasa se niegan a hacer propuestas, solo gritan su descontento pero nada en firme proponen, entre esta categoría de ciudadanos hay quienes ignoran todo y hasta les importa poco lo que sucede, son capaces hasta de salir a defender lo indefendible para seguir comiendo de sus miserias mientras el mundo se desmorona.

Los que nos va peor somos aquellos que vivimos en una “realidad real” donde sufrimos en carne propia los embates de la mala economía, que tememos hasta de la sombra del mediodía, de los otros pasajeros del autobús, que nos peleamos hasta con el jefe por lo que creemos justo y que la situación nos ha costado hasta la salud mental pues entre la miseria y el conocimiento más o menos sensato de que ni emigrar podemos, cada día suma desencantos difíciles de manejar, muchos han colapsado, los de más suerte han logrado medicarse y andan por ahí felices pero en una realidad alterna, ficticia gracias a la química legal, los menos se han entregado a otras sustancias no tan legales pero que igual anestesian el pensamiento, imagino de paso que debe haber un repunte en los casos de alcoholismo pues cada quien busca como aminorar sus angustias para sobrevivir más o menos entero a este caos.
Este país está tan loco que hasta un análisis cuyo origen y uso corresponde solo a las categorías de la crítica literaria se pueden aplicar con cierto éxito, la diferencia es que con los libros, simplemente se cierran cuando se terminan o no son del gusto del lector, el país no se puede cerrar ni reescribir por mucha imaginación que se tenga.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback


sábado, mayo 23, 2015

Paraíso perdido

Historias del horror cotidiano III
Desde que comencé a escribir estas historias de terror venezolanas, que parecieran ficción sin serlo, se  han acercado algunos amigos para contarme sus vivencias, he decidido, por un rato escribir sobre ellas, en primer lugar para sacarlas de mi cabeza pues atormenta la posibilidad de volverme un número más de las estadísticas extraoficiales, por otro lado, darles difusión para que otros sepan que el asunto aquí está más allá de la estupidez política y la miseria económica que nos agobia todos los días, donde un grupo de inútiles de traje y corbata hacen ruido daño declaraciones para achacar su imbecilidad a otros , sin jamás hacer amago de aceptar sus errores o enmendarlos, siempre el cambio es para peor.

En el estado Aragua existen varias playas, entre ellas, La Ciénaga,  que antaño fue una suerte de refugio donde se supone jamás pasa nada pues el único acceso que tiene es por mar, a pesar de ser parque nacional existen allí varias casas vacacionales, un par de docenas acaso y todas a la orilla del mar, por ser una ensenada están enfrentadas orilla con orilla y separadas por unos cien metros (en su parte más ancha) por una lengua de mar. Desde niño he pasado allí cientos de fines de semana, tenía un padre bastante irresponsable que me dejaba a mis anchas por horas hasta que volvía de la pesca o de juguetear con alguna novia del momento, nunca me pasó nada, es más creo que allí aprendí a estar solo, aprendizaje interesante para estos años de mi adultez.

Ayer un buen amigo y colega me contaba, mientras tomábamos un café que hace poco ha habido una ola de robos allá, una noche asaltaron por lo menos a diez casas y quince campistas que dormían en sus carpas, los despojaron de todo. Se metieron en las casas y se llevaron hasta las plantas eléctricas junto a cualquier cosa de valor, entre las víctimas se cuenta un señor de más de 60 años a quien le fracturaron la frente con la culata de un fusil de asalto, de esos de uso militar, mientras amarraban a un poste a la nieta del señor quien no tiene más de diez años. Todos los asaltantes venían en botes a motor y como dato curioso usaban botas militares, según mi amigo se movieron con rapidez, como si hubiesen tenido todo planificado de antemano y no con la acostumbrada improvisación que para esos casos exhibe usualmente el hampa desorganizada.

Un tiempo después, volvieron pero esta vez abrieron las puertas de las casas y las mudaron otra vez, también armados, al filo de la madrugada, para irse por donde volvieron, por supuesto eso jamás salió reseñado en ningún medio y nadie dijo nada, quiero pensar que por un asunto publicitario pues la percepción de ese espacio es que está a salvo del hampa, cosa que como ya veo no es así.

Como dato curioso me cuentan que un domingo cualquiera , una lancha entró a la ensenada a una velocidad inusual pues lo normal es que todas las embarcaciones reduzcan la velocidad al entrar pues hay mucho nadador pasando de una orilla a la otra, además de gente buceando o simplemente pasando el rato en el agua aprovechando la calma y la ausencia de olas, resulta que iba perseguida por otra embarcación con identificación de la guardia costera, al llegar justo a la mitad de la ensenada ambas embarcaciones abrieron fuego, un domingo a las doce del día, donde ambas orillas están llenas de temporadistas, ni los perseguidos no los que perseguían tuvieron la decencia de no hacer disparos pues nadie pensó que pudieran haber heridos, que milagrosamente no hubo, al final el perseguido había secuestrado quien sabe en qué playa al lanchero y lo obligó a encallar en alguna playa desierta de las muchas que hay en la costa, para acto seguido escapar por la montaña, dicen que el lanchero quedó detenido, sin embargo, menudo domingo de terror han pasado esos pobres turistas que escapando de las balas de la ciudad igual se las encuentran en el mar.

Ambas situaciones son graves, pero la última podríamos achacarla a una muy mala casualidad. El primer relato me causa cierta suspicacia pues esta playa está a apenas diez minutos de navegación de una base militar, eso de los asaltantes armados con fusiles de asalto, usando botas militares y con cierta disciplina para ejercer su maldad me da muy mala espina, no quiero pensar que todo se debe a que algunos altos oficiales quieren tener sus casas de veraneo allí a precio de ganga pues el miedo usualmente hace que la gente se deshaga de todo al precio que sea, a veces perdiendo se gana y la vida pues no tiene precio, aunque la verdad en este país de horrores cotidianos cualquier cosa puede pasar y cualquier intento de ficción se tropieza con una realidad aún más retorcida que la mentira literaria.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



viernes, mayo 22, 2015

Historias del horror cotidiano (II)

De policías, ladrones y otros peores



Alguien hace días me preguntaba por qué no estaba con la revolución, si se supone que de alguna manera la intelectualidad ha de estar cuadrada con el progreso social y que ese es el fin supremo del proceso revolucionario, la verdad no le quise contestar con la amplitud que merecería pues quise saber que pasa en otros círculos para no pecar de egocentrista pues yo no estoy solo en el mundo y hay muchas cosas pasando de las que uno no se entera.

Pues bien, anoche tuve oportunidad de testear dos visiones de dos realidades muy distintas a las que uno vive día a día, la de un médico especialista en un hospital público y la de otro ciudadano de a pie que reside en la capital del país, ambas visiones se tocaban en lo referente a la violencia, el médico me comentaba la medicina de guerra que se aplica en su sitio de trabajo, de pacientes que necesitan operarse y no hay insumos, de resolver prótesis con  materiales de desecho o eso de unir huesos rotos que deberían ser operados, con yesos momentáneos que por lo general terminan siendo ,a solución ya que los pacientes no tienen dinero y el hospital no puede asumir los costes de las piezas metálicas (placas, tornillos, etc.etc) , además de la sorprendente cantidad de gente baleada que recibe su servicio a diario, con repuntes lógicos cada fin de semana. Este amigo me comentaba que el sesenta o más por ciento de esos ingresos de bala, eran ciudadanos que fueron atacados por el hampa, por robarles desde celulares inteligentes , motos, carros y hasta zapatos, lo increíble es que los carros robados lo son para dos cosas , o para cometer otros crímenes o para quitarles piezas de repuesto que no existen en el país , igual pasa muchas veces con las motos, en cambio los celulares son otra historia y su robo es para ser revendidos y así apuntalar el estatus de sus compradores quienes por lo general son gente de bajos ingresos que desean (aun no entiendo por qué carajo tener un aparato de uso ejecutivo cuando se es vendedor en alguna tienda). Va por mal camino mi país cuando la excusa para matar es un aparato tan común o una motocicleta de bajo coste que hasta a crédito te la venden.

El otro amigo me narró la historia de horror del robo de su carro, entrando al estacionamiento de su residencia fue asaltado por tres maleantes con intercambio de balas incluido, las balas las inició un vecino que harto (imagino) del abuso y la impunidad, recordemos que solo el UNO por ciento de los crímenes se resuelve en el país, decide estar armado para defender familia y propiedades, eso ayudó a que los ladrones perdieran el interés en los asaltados para responder las balas que desde el edificio les disparaban y así esconderse de cualquier otra idea genial que tuviesen los señores ladrones. Hasta allí todo transcurrió con el guion que por lo general te cuentan, golpes, insultos, y robo, con suerte no hubo muerte en ese evento, además el carro aparece tres días después en una barriada caraqueña con evidencias de haber sido usado en otro secuestro exprés, lo que se salió de madres fue el relato de su periplo por los organismos del estado para recuperar su vehículo, todos los policías pidiendo comisión para prestar el servicio por el que les pagan, hasta dicen haber oído a uno comentando en voz alta el negocio que haría este fin de semana con unos cadáveres de caídos por la violencia, eso para entregarlos a sus deudos de manera rápida, ya calculaba seis mil por cada uno y eran unos cuantos cadáveres, buena repartición de pagos extras por un trabajo por el que ya se les paga.

Toda una cadena de corrupción institucional avalada por chapas y jefes, de hecho, un abogado les recomendó no entregar la película de la cámara de seguridad del edificio a la policía pues por el modus operandi parecían efectivos de ese cuerpo quienes cometieron el atraco. Que cagada, ahora seguro saldrá un defensor del proceso y dirá que eso no lo saben las autoridades, que lo denuncien para que vean lo que pasaría cuando las inmaculadas autoridades de este país lo sepan, pues desde acá me adelanto a su pregunta y le respondo, no pasará nada si acaso los denunciantes sufran un accidente espantoso o les encuentren misteriosamente un paquete de un sospechoso polvo blanco y se les acuse de narco tráfico o algo similar  y en el peor de los casos los atraque (de nuevo) un motorizado para robarles los teléfonos con sus respectivos disparos de gracia.

Eso de que no lo saben se cae por su propio peso pues los cuerpos de seguridad tienen unidades de ¿inteligencia? Desplegadas en todas partes y seguramente saben como se mueve la plata proveniente de todo ese lucro ilegal, cuando en las cárceles mandan los llamados pranes con la anuencia de todos y están mejor armados que los custodios, no me jodan con eso de la ignorancia del crimen cometido reiteradas veces, es decir que las victimas lo son dos veces, la primera por los asaltantes y la segunda por las autoridades que se supone deben velar por la integridad de bienes y personas, que vaina más terrorífica.

En los hospitales del país se sufre una suerte de violencia en contra de los derechos fundamentales que dice defender el estado y en las calles la policía mantiene una empresa sobre la desgracia de los ciudadanos que trabajan todos los días, además de (tan evidente que me atrevo a afirmarlo) mantener una alianza con la crema y nata de la criminalidad criolla. En ambos casos se quebranta el derecho fundamental a la vida pues si no tienes un seguro médico acorde a la situación y te toca tener atención pública estas jodido. Si te atracan o matan a un ser querido también estás mal pues los criminales no son condenados y en muchos casos son los mismos que reciben la denuncia , en caso tal si saliste ileso del atraco quizás no lo hagas de la denuncia.

Entonces como estar con un estado que avala tal despropósito , que parece ser movido por lo electorero y el maquillaje para que crean que sirven para algo, que no resuelve nada a pesar de los millones de ingreso petrolero, donde policías y maleantes solo los diferencia el uniforme, y eso sin hablar de las acusaciones reiteradas de nexos criminales entre la alta cúpula militar y civil con el narcotráfico. Un estado plagado de informantes que detallan la vida y milagros de miles de venezolanos y asegura no saber nada del desastre de la administración de justicia.

Entonces no me jodan. A veces me levanto creyendo que todo es una pesadilla al mejor estilo de Stephen King, pero que la realidad me patea confirmando que no existe tal pesadilla. Nunca estaré de acuerdo con ningún estado criminal donde a fuerza de costumbre ya la gente agradece a los criminales que no los maten o hieran como si el solo hecho de la violencia no fuese ya una ofensa a la vida, donde los hospitales viven en una economía de guerra cuando la nación regala a manos llenas a cuanto presidente le jale bolas al comandante de las legiones salvadoras de la humanidad, otro crimen contra la vida, donde los militares ya no usan el uniforme verde oliva, si no el uniforme verde pimentón por aquello del guiso continuado. La vida desde cualquier ángulo es intocable pero si el mismo estado la lesiona por omisión o por acción ya estamos mal, lo peor es que ya nos estamos acostumbrando como nación a mal vivir, en esta historia de horror de una patria que alguna vez se consideró una sucursal del cielo pero que en estos años se ha transformado en un círculo infernal donde sus guardianes visten de rojo y hasta el diablo se fotografía en misa de cinco con crucifijo y lágrimas.

 Esto fue escrito y publicado hace unos años, estos amigos de los que hablo, hoy día viven felices y tranquilos en otro país, luego de la esta experiencia decidieron emigrar, con tanta "suerte" que mi amigo encontró una vacante, de la misma empresa donde laboraba en Venezuela en ese otro país, su esposa pues dejó un negocio que comenzaba a florecer pues el miedo puede más que las ganas, cosa que seguramente hoy agradecen (la huida claro) pues en el momento que estoy escribiendo esto la moneda no oficial (el dolar) según la métrica proscrita por el gobierno (dolar paralelo) amanecio a mucho más de 400 bolívares por divisa, es decir, el billete de mayor denominación no vale ni siquiera 25 centavos de dolar, mismo que se utiliza para importar todo y que el estado por irresponsable dilapidó en sus idioteces revolucionarias hasta que el petroleo bajó tanto que se desfalcaron las reservas internacionales y por tanto somos los más pobres del planeta o por lo menos del continente para no ponernos aún más trágicos. 
José Ramón Briceño
@jbdiwancomeback
P.D; este amigo que emigró hace un rato, en su cualidad de hermano de escogencia pues nos conocemos hace más de 20 años, me ha permitido usar su cuenta paypal para recibir donativos, si usted, querido lector que vive en otras latitudes quiere donar algo se lo agradeceríamos (mi familia y yo)  enormemente







jueves, mayo 21, 2015

Historias del horror cotidiano (I)


Todos sabemos que hay un gentío yéndose del país, hay muchos (como yo) a quienes la tristeza no les alcanza en estos días, para colmo todo es una porquería, entonces la suma de todas las cosas es un desastre interno (muy personal por cierto)  de dimensiones estrambóticas por decir algo. Hoy hablé con una colega quien está esperando unos meses para irse del país, me contó una de las historias de horror más espantosas que he escuchado de gente conocida alguna, resulta que al marido de esta señora, profesora de Ciencias Sociales de un liceo de Valencia, le robaron su carro hace un par de meses, con golpiza y extorsión incluida , le pedían ciento cincuenta mil bolívares por devolverles el vehículo hurtado, que por cierto costó menos de la mitad hace diez años cuando lo compraron.

La cosa ya estaba fea, se puso peor cuando la misma policía les aconsejo buscar algún recluso de la cárcel de máxima seguridad más cercana y así recuperar el vehículo, coño, LA POLICIA mandando a buscar a un hampón para recuperar lo que ya desde el principio es tuyo, que asco.

En medio de la conmoción por el asunto, la colega se tropezó con un ex alumno quien ahora no anda en muy buenos pasos, este hombre dice tener una deuda de gratitud con la señora y en cuestión de horas encuentra el vehículo y a quienes lo habían robado, sin que la policía hiciera nada al respecto, el final de la historia es que el carro fue “liberado” al sur de la ciudad, donde la policía lo encontró y en teoría lo desvalijó. Lo que sucedió fue que el robo se hizo sin consentimiento ni aprobación del PRAN del penal, por tanto la pareja de ladrones estaba en desventaja por lo cual y debido a la intercesión del mal hechor, la pareja de amigos (mi colega y su marido) recuperaron su carro , pero los que cometieron el robo fueron castigados con una ejecución por parte de su propia gente.

A pesar de lo trágico o sórdido que pueda parecernos esa historia en 100% verídica, mi colega ha vendido hasta las escobas, ya la pareja tiene pasaje comprado y están esperando solamente que llegue el día para irse para nunca jamás volver, lo dejan todo pues un día cualquiera confirmaron que las historias de terror no lo son tanto y que lo que decimos desde la oposición no son exageraciones, años después que se jactaron de tener filiación chavista, ahora saben que la revolución “empoderó” a quienes no eran, por suerte se pueden ir, sin embargo existimos millones que no.

La verdad no creo tener todas las respuestas ni todas las preguntas, lo único que sé, es que de esa  pregunta que nos hacemos todos ya me espanta esbozar la respuesta, sin embargo a pesar de lo dolorosa, no creo que exista otra solución que no implique cosas espantosas , eso de pensar que debemos estar peor para estar mejor, es un axioma que me repito cada mañana antes de salir, que voy pensando mientras camino y desconfió hasta del gato que salta de la pared vecina, del motorizado que viene por la calle, del que se sube en el bus, de quien camina por mi acera y del sonido de los disparos que se oyen en mi barrio por las madrugadas.

Solo por el gusto del exorcismo mental seguiré contando las historias de horror que escuche por ahí, querido lector no crea que estoy haciendo alarde de alarmismos ni de mentiras para que crean que vivo en un el país del espanto, la verdad supera a la ficción y la maldad en Venezuela está desatada, solo espero jamás tener que escribir mi propia historia de horror y que de este trance salgamos ilesos, solamente los que tenemos que salir ilesos para lograr vivir en un sitio de calma y progreso.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

Amigos y política

Algunos amigos me han reclamado pues a su vez tengo amigos que trabajan para el estado, algunos con cargos de cierta responsabilidad pero sin real poder político, la mayoría son gente a quienes trato desde hace varios años, en algunos casos desde antes de que la locura chavista se apoderase del país, de aquellos años en que la izquierda aún tenía el aura de inteligencia que hoy ha perdido.

Me niego a caer en el incómodo momento de dejar de tratar a la gente por sus ideas, aunque para ser sincero en muchos casos he dejado de tratar gente, pero eso es más por su cortedad de ideas que por otra cosa (hace años decidí que el único pendejo que trataría soy yo, de ahí en adelante paso), también es cierto que en este país y en todo el mundo uno debe mantener a los amigos, eso de andar solo por ahí, con un grupito de conocidos que solo son afines a las mismas ideas que yo, que no se discute mucho, donde todos coinciden en las mismas cosas y ni siquiera se esfuerzan por buscar argumentos para desmontar los discursos ajenos sin llegar al insulto, es muy aburrido.

En mi caso tengo una suerte de “pacto de no agresión” con los pocos oficialistas que trato, esos son mis amigos desde hace muchos años y creo que mi deber es mostrarles donde están equivocados, a los que trato sin ser mis amigos del alma, debo admitir que me divierte señalarle sus errores, los del gobierno que defienden y de su idiotez fanática, los hago verse en el espejo de su miseria solo para dejarlos descolocados de forma tal que sientan vergüenza por apoyar todo este circo. Claro, no siempre la cosa sale bien ni siguen siendo amigos, de hecho sé que hay gente que cruza la acera cuando me ve solo por no verse obligados a saludarme pues temen que de hacerme un desaire, alguna barbaridad diré o los dejaré en evidencia sobre algún tema como una suerte de venganza.

Si por casualidad algún amigo oficialista me lee sabe que lo que digo es cierto, además puedo acotar desde mi esquina mi preocupación porque no hagan ningún gesto de asco sobre la situación, tampoco que no se pronuncien sobre la payasada de las instituciones, que nadie levante su voz para señalar la porquería en la que nadamos, algunos sé que no tienen opción, otros pues que por sentirse importantes prefieren ser miserables con chofer, aprovechar sus quince minutos de gloria antes de volver a la piedra de donde salieron pues en un país normal ellos no tendrían oportunidades de nada ya que tampoco estudiaron nada, su empleo se lo deben a su buena memoria por saberse los textos chavistas además de las cuatro máximas de Marx, las mismas de Wikipedia.  Esos panas de verdad, prefiero no decir nada pues saben mi opinión y si no se han dado cuenta me pueden invitar unos tragos y se los explico con amplitud, no las invito yo pues mi sueldo de maestro no da para esos “lujos” de cerveza y conversa, así sea en la puerta de la licorería.

Mi reserva de odios siempre ha estado vacía, no creo en eso de perder el tiempo odiando gente que no sabe ni que existo, claro que resentimiento guardo bastante, esta esquina ha servido por lo menos para imaginar que mucha de la gente que detesto lo sabe, así que puedo odiarlos desde la premisa de que cuando menos saben quien soy y también me detestan, con el añadido de que la inteligencia no les da para mucho, por eso jamás borro los comentarios que hacen en mis post, ellos mismos se encargan de confirmar mi tesis sobre su idiotez.

Quizás soy en extremo idealista, me repugna eso de la segregación por los motivos que fueren, estoy claro que los países son como las familias grandes, no todos se soportan pero hacen el esfuerzo por que así sea y si nos ponemos en el mismo plan de ellos pues fracasaremos ya que repetiremos en el futuro las mismas estupideces de los actuales solo que sin la excusa de ser idiotas, creo firmemente que la inteligencia está de este lado de la historia, los del otro lado (muy pocos de verdad) son gente que después de haber militado desde su infancia en la izquierda se les hace difícil creer que están equivocados, es como si un católico se levantase una mañana y descubra que todo es una farsa, se lo negará hasta que las pruebas lo abrumen o simplemente ignorará todo pues quedarse sin dios ni ideas debe ser algo espantoso.

Amanecerá y veremos, cuando todo esto haga explosión, como sea que explote, nos necesitaremos todos para reconstruirnos como nación, seguirnos odiando de gratis no nos llevará a nada.

José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback


martes, mayo 19, 2015

Mintiendo un poco


Mañana es miércoles, a mediodía pienso invitar a mi hija a almorzar, luego le compraré la ropa y algunas otras cosas que tiene tiempo pidiéndome, al volver a mi casa, luego del trabajo me tomaré tres copas de brandy de Jerez para, acto seguido conectarme a internet y comprar los pasajes para salir de viaje este fin de semana, le daré la sorpresa a mi novia, ella se merece un paseo por Copacabana y de paso le propongo matrimonio, es complicado esto de ser soltero, a los cuarentas ya es hora de sentar cabeza y disfrutar los placeres de vivir en pareja.

Mientras estemos de viaje ya hablé con el decorador para que redecore toda la casa según las indicaciones que dio la señora que desde el lunes será mi prometida, espero no olvidar dejar pagadas las flores que adornaran mi casa para cuando volvamos del viaje, quiero que ella se sienta en las nubes, sobre todo cuando le de la sorpresa de que el hotel que ella soñaba para realizar la boda está todo reservado para que nuestras amistades y familia se queden pues espero que la fiesta dure todo el fin de semana, con todo incluido, ya arreglé con mi amiga de la agencia de viajes el itinerario de la luna de miel.

Pasaremos una semana en París, otra en Madrid, de ahí iremos a Nueva York y por ultimo estaremos seis días en Punta Cana disfrutando de todos los lujos que se pueden pagar por allá, al volver tendremos una gran cena para celebrar nuestra nueva vida, aunque pensándolo bien, mejor compramos otra casa, esta nos va a quedar pequeña pues nuestros respectivos hijos (de anteriores relaciones) deben tener su espacio en nuestro hogar, además como vamos a contratar servicio de adentro habrá que hacer unas habitaciones de servicio, más otras para invitados y en el jardín debemos tener un espacio para que los domingos o los sábados vengan amigos a comer, entonces decidido, se suspende la visita del decorador y mejor llamo al agente de bienes raíces para que me ubique la asa que queremos y si no existe pues se manda a construir, no hay nada que con dinero no se resuelva, mañana mismo le encargo a mi asistente que se ocupe de todo eso, que al volver nos ocuparemos de los detalles, en pareja como dios manda.

Menos mal que este empleo de escritor da para todos los caprichos , desde mañana me dedicaré a hacer feliz a todas las personas que quiero, ya es hora de dejar de lado las pequeñas miserias del vivir y dedicarse a VIVIR con mayúsculas que al final lo único que se deja es el recuerdo.
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Amigos disculpen la transgresión de esta esquina, estoy intentando olvidar por un momento que nada de eso que sueño puede ser realidad en estos instantes, aunque parezca algo loco el asunto hoy que querido pensar que todo es un mal sueño para no terminar en el diván de algún psiquiatra pues no veo solución posible.

Se que existe mucha gente pujando por mejorar la situación de todos, también estoy conciente que hay mucha más gente pujando porque no sea así, ya que al parecer la mejoría de todos pasa por la desmejora de unos pocos que casualmente acaparan el poder, de tantas malas maneras que explicarlo ocuparía demasiado espacio, de verdad es mi más sincero deseo que mañana, al despertarnos nos descubramos en un país diferente, sin colas, con sueldos lo suficientemente buenos como para que TODOS podamos estar tranquilos con nuestros empleos.

Que nadie tenga que llorar una muerte a bala, que las muertes sean todas de manera natural, como debe ser, que la comida deje de ser un asunto crítico para que sea eso natural de hace años, que las medicinas no tengan que ser ubicadas por otro medio que no sea la caminata hasta la farmacia más cercana, que las cárceles dejen de ser cuarteles generales de toda la maldad al igual que las instituciones gubernamentales, que las primeras sean espacios para que una vez cumplida la condena se reintegren a la vida los que purguen sus culpas allí y la segunda un espacio para que el país crezca.
Que mañana cuando salgamos a la calle dejemos de desear que una bomba atómica acabe con todo, que los exiliados vuelvan y quienes se quieren ir pierdan las ganas, que el miedo deje de ocupar tanto espacio para que lo ocupe la esperanza, en fin, que toda esta depresión colectiva termine en alegría.

José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



lunes, mayo 18, 2015

Para los profesores y maestros de #Venezuela

Andando en bus mucho se oye, como tengo en suerte no usar uniforme y tampoco me gusta eso de tener el carnet del trabajo colgando del cuello, nadie sabe que intento ganarme la vida como profesor así que la gente habla a sus anchas. He oído muchas cosas desde madres quejándose porque fulano o mengano “la tiene cogida” con su hijo, para después reírse pues saben que de todas maneras el muchacho debe aprobar la materia pues así lo exige la ley de educación.

La semana pasada escuché a unas señoras quejándose de que su hijo no tuvo clases, acusaba a los maestros de flojos por ponerse en paro, ¡que bolas! Dijo una, seguramente tienen un sueldote y se quejan, estuve a dos segundos de intervenir pero ganó la cordura y mis ganas de no molestarme más de lo que ya vivo, además la verdad sea dicha, discutir con desconocidos es un asunto peligrosísimo en estos días pues uno nunca sabe qué clase de monstruos andan caminando por ahí disfrazados de gente.

Creo que todos los colegas deberíamos hacer una campaña informativa sobre lo que ganamos en nuestros respectivos empleos, las señoras y señores que representan a sus hijos o la filiación que tengan con los muchachos deberían saber que los profesores que le imparten clases a sus retoños ganan menos que un obrero cualquiera a pesar de tener títulos universitarios, además por un sueldo así, si acaso uno debería dar una hora de clase diaria y dejarlos de su cuenta, al final esos muchachos no son hijos de uno y si se desmandan allá ellos, eso verdaderamente es responsabilidad de sus familiares o tutores, no de uno que mal pagado y todo se preocupa por hacer más o menos bien el trabajo.

Las madres saben cuánto se gasta en un mercado, saben por ejemplo que un kilo de carne cuesta 600 bolívares , uno de café cuesta 300, un par de zapatos malosos no baja de siete mil , un pantalón de cinco mil, una camisa (de las muy baratas) dos mil quinientos , un par de medias mil, unos interiores de mediana calidad no bajan de los mil quinientos bolívares y un mercado completo no cuesta menos de veinte mil bolívares si por casualidad se encuentra todo en un mismo sitio y no toca buscar con los bachaqueros, pero tenemos una quincena de apenas tres mil y la otra con “beneficios” incluidos es de cinco mil (por lo menos a los estadales nos pasa así) , que además no somos solos, que tenemos familia e hijos que también pasan por la angustia de la miseria.

Creo que así se condolerían de nosotros y quizás hasta colaborarían con la lucha salarial, aunque para ser sincero a estas alturas del partido no creo en nadie ni en nada, toca hacer el esfuerzo, eso aplica también para los gremios en general.

Todo esto viene a colación pues he visto con espanto como los altos funcionarios del ministerio de educación dicen voz en cuello que cualquier intentona de paro es inconstitucional, hasta donde sé el derecho a huelga está en la constitución, si ellos quedan desnudos en su incapacidad no es mi problema, mi problema hoy es que cobré el viernes y ya no me queda sueldo, aún quedan 15 días y estoy rogando por un tigre que me ayude a equilibrar la quincena y eso que no me he tomado ni una cerveza, tampoco hice mercado, me cortaron el cable, todavía debo casa, escuela  y manutención de mi hija, mientras los desgraciados del ministerio estoy seguro que sus quincenas son adecuadas a su cargo, por lo menos seis de las mías, como son las cosas en este país seguramente apenas son bachilleres los jefes.

Sé que tener un cargo gubernamental es una carga grande, que tienen que ser consecuentes con las políticas absurdas que acataron apenas asumieron su trabajo pero no sean idiotas por favor, saben que la cosa va mal, que nadie está contento y siguen haciendo sus burradas.

Es una lucha de todos, profesores, maestros, directivos, padres y representantes, a los representantes tengan en cuenta que del buen ánimo de sus profesores dependerá en buena parte la formación de sus hijos o representados, a los directivos que son tan miserables como los profesores pues hasta donde se ganan lo mismo, a los colegas que no se dejen amedrentar y al gremio en total que nos unamos independientemente de nuestra posición política, nos pueden botar a algunos pero nunca a todos juntos. Así que sin miedo que esa es la única manera de obtener una compensación adecuada, no sigamos siendo las cenicientas de todo el sistema público.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

domingo, mayo 17, 2015

Mal paga el diablo a quien le sirve

Salí a comprar cigarrillos, en el kiosco donde hice la compra (dolorosamente caro me sale el vicio) me ocupé de ver los titulares de la prensa nacional y regional, vi con absoluta sorpresa que un medio regional de alta circulación tiene como titular que apenas le queda papel para diez días de periódico, lo único que pensé fue “Mal trata el diablo a quien le sirve”, en el caso de este medio y de todos los regionales es un axioma de certezas pues en los últimos años se han transformado en el eco del oficialismo, quiero imaginar que como medida de supervivencia, recordemos que más allá de cualquier consideración, los periódicos han de ser un negocio, solo para no terminar de tenerles más bronca pues si los comparamos con algunos otros que sobreviven más por su bravura que por los ingresos, la reflexión seria de otro tenor.

En ese mismo orden de ideas ya he visto a mucho lacayo caer, por ejemplo el señor Leocenis García, preso por una supuesta filiación con el narcotráfico, como son las cosas en este país es complicado alegar inocencia para ese señor, aunque la verdad no tengo nada en contra de el, su medio (sexto poder) sufrió en los últimos meses en que circuló un cambio radical en su línea editorial pues aunque tenía (aparente) forma de semanario de investigación, jamás volvió a ocuparse en profundidad de asumir la antigua posición opositora frente al régimen y miren, hoy día está cerrado y el fulano preso, con todo y su rendición, quien sabe lo que allí sucedió.

Imagino que a los que se entregaron a la DEA, les sucedió lo mismo y antes de caer bajo las balas de sus antiguos compinches prefirieron la calma del norte a la zozobra de este sur que en cualquier momento se los hubiese comido crudos tal y como ha sucedido recientemente, si no me creen vean el caso del diputado aquel de apellido Serra, lo mataron en su bunker, fue como la canción aquella “Pedro Navaja” , no hubo gritos, no hubo preguntas, nadie lloró, es más hicieron una apología de su preferencia sexual para ilustrar lo retorcido de su pensamiento, cuando la verdad la condición sexual de nadie tiene que ver directamente con su mala entraña.

A mis colegas que hicieron campañas pro oficialistas desde sus aulas de clases, que se envanecían con su preferencia política, manejan a Marx como quien se aprende el manual de uso de la licuadora, fueron cómplices de cuanta vagabundería se les ocurre a los del gobierno, justificaron cualquier estupidez gubernamental y hoy día son tan miserables como sus colegas opositores pues su sueldo es tan pobre como el de todos y las colas son iguales para sus casas a menos claro que sean enchufados de primera línea, de esos que consiguen de todo sin moverse de sus casas con tal de seguir de justificadores de oficio, pero igual les va muy mal económicamente.

Los que en principio acompañaron a esta basura ideológica con aspiraciones absurdas y que ahora reniegan, ellos también tienen parte de culpa, aunque se justifiquen con cualquier idiotez tipo “yo no sabía, creía que era otra cosa” “pensé que todo era verdad” pero hasta ahora, quince años después, cuando ven que no hay nada, que escapar del país cada día es más difícil, que sus viejos o ellos mismos están aterrorizados por la escasez de medicinas, que su sueldo es menos cada día y que el hampa se ha llevado a mucha de su gente (un solo muerto por el hampa es demasiado) , ahora si odian el legado de su comandante galáctico y detestan a sus acólitos.

Yo que ellos desde ya pondría mis barbas en remojo, cuando menos a mí me queda la satisfacción de jamás haber sido oficialista, nunca haber votado por ellos y muy importante, nunca me he guardado mi opinión sobre nada, claro, todo tiene un precio, yo lo pago con amargura pero con gusto, hay placeres que toca tener así sea a costa de la economía y por tanto de todo lo demás pues en esta esquina, tanto tienes, tanto vales.

Si continúo con la lista va a ser muy extensa la cosa, al final la moraleja parece ser que no se debe creer en nada que sea muy bonito, las promesas electorales siempre han sido poco menos que fantasías para crédulos, sin embargo a estos fulanos ya se les pasó la mano, no hay nada que hagan que les salga bien, sin embargo jamás es culpa de ellos, siempre hay algún enemigo externo, la verdad señores es que el enemigo son ustedes mismos, han creído durante años las pendejadas de los politicuchos estos que más parecen capos de la mafia que gente decente, no hay quien cierre la puerta pues para ostentar cargos hace falta hacer concesiones, se le vende el alma al diablo, aunque todos saben que “Mal paga el diablo a quien le sirve” .
José Ramón Briceño 2015
@jbdiwancomeback


sábado, mayo 16, 2015

Señora Fiscal General de la Nación


Entrar a la universidad debe ser un asunto difícil, los jóvenes de todas las épocas han sido siempre despistados, muchas veces sometidos por las presiones sociales o por la necedad de los adultos quienes los impulsan a estudiar tal o cual carrera solo por tradición familiar o simplemente por la preocupación de que el muchacho (a) estudie algo con lo que pudiere encontrar empleo rápidamente, de esa forma poder colaborar con la economía familiar y quizás independizarse pronto, cosa que también se agradece. Como docente me he encontrado con casos tristes de jóvenes que terminan una carrera de cinco años en quince o de quienes frustrados se salen de la universidad para ser “fiscales” de tránsito, cuando no alguna otra cosa menos elegante.

Jamás he estado de acuerdo con la cosa esta de no hacer pruebas de admisión pues tengo la impresión de que sin vocación no hay aprendizaje posible, ser profesional indica que tiene que gustarte la carrera pues de otra terminas siendo un fulano más que no aporta nada.

La señora fiscal general de la nación ha dicho que en la “Cuarta República” las mujeres tenían que entregar sus cuerpos por un cupo en la universidad, discúlpeme señora pero eso no lo puedo creer, no digo que no haya pasado, al final siempre hay flojas empeñadas en saltarse los canales regulares solo por obtener algo que desean sin tener que estudiar, también conocí en mis tiempos de universitario fulanas que apelaron al poder que tienen entre las piernas para lograrlo, quizás lo más llamativo es que eran las menos inteligentes en las clases que tuve en suerte cursar con alguna de ellas.

Eso de asegurar que antes tenían que prostituirse deja muy mal paradas a todas esas señoras que hoy día trabajan en el gobierno, digamos que todas las mayores de 50 años fueron universitarias en los años ochenta, entonces hablan de que jamás hubo inteligencia en este país, que todas las egresadas universitarias anteriores al advenimiento del galáctico han sido prostituidas para lograr sus aspiraciones académicas, es ciertamente una ofensa mayor al gentilicio nacional.

Caramba señora fiscal, debería usted misma imponerse alguna pena de cárcel es más, si este país fuese gobernado por gente seria, usted debería ser retirada de su cargo y como mínimo asignarle una jefatura civil en el alto apure solo por no desearle que se quede desempleada y sin la posibilidad de hacer el ridículo. Usted realmente me desagrada como todos los funcionarios que han hecho de la mentira oficial su gran verdad publica, pero me molesta mucho más pensar que usted ni siquiera respete a su género solamente por intentar demostrar que la república bananera en la que nos han vuelto y que ustedes tan malamente lo llaman quinta república, es mejor que los años en que estuvimos en la verdadera democracia .

Se que la fiscal no lo leerá, quizás algunos funcionarios si lo hagan y a lo mejor le comente que un fulano equis, perdido en las profundidades de los millones de usuarios de la internet ha escrito algunas cosas francamente ofensivas sobre su persona, aunque para ser sincero no he expresado ni la décima parte de lo que realmente me provoca al leer que una fulana que debería mantener al país en lo más alto gracias a su rango y ocupación, se pronuncie de manera tan grosera sobre los habitantes su país.

No quiero ser ofensivo pero acá en mi tierra decimos que “Cada ladrón juzga por su condición”, visto así puedo entender algunas cosas, desde la bronca con todos hasta la poca inteligencia de su verbo y la pasión puesta en afirmar espantos como esos sobre los cupos en la universidad, dejando tan mal paradas a tanta universitaria brillante que he tenido en suerte a conocer hasta mis profesoras del pedagógico, claro, pasando por familiares y amigas que se graduaron hace más de quince años en las universidades públicas de mi país, a ellas sería interesante saber que opinan de lo que la señora fiscal expresa.
José Ramón Briceño , 2015

@jbdiwancomeback