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domingo, febrero 01, 2015

Patria, colas y guerra económica

Hoy domingo, como la economía me ha obligado a decidir entre periódicos o cigarrillos, debo admitir que más ha podido el vicio, por tanto me conformaré con las ediciones digitales, aunque estamos claros, no es el mismo placer, como decía un alumno “Eso es lo que hay”. Me he tropezado con la noticia de que le llevan juicio a Farmatodo por las colas en las puertas de sus negocios, a mí que ya casi nada me sorprende en lo que respecta a mi país, me ha perturbado un poco la noticia.

Si fuésemos un país con real sentido común y algo de lógica, las autoridades que se supone están más informados que nosotros los mortales de autobús y camionetica, necesariamente tienen que saber mejor que nadie que las colas son culpa de la incapacidad gubernamental y la codicia de los miserables, no hay de otra. Fíjense queridos lectores, si la cosa no fuese incapacidad los mercales serían émulos de wallmart tropical, no los cementerios que son, las iniciativas como las extintas farmacias populares serian la competencia de farmatodo, los bancos del estado la maravilla que no son y las clínicas llorarían por pacientes y no por insumos como efectivamente están

Si sus economistas y políticos fuesen todo lo eficientes que se supone son, no tendríamos este control de cambio, tampoco nos afectaría mucho la baja del petróleo pues se produciría tanto que se exportaría, el campo estaría lleno de plantíos alimenticios, rebaños inmensos de reses y hasta podríamos ser una real potencia agrícola pero cuando vemos lo que hay y preguntamos por ahí, nos enteramos que hay más de un millón de hectáreas confiscadas por el estado que no producen más que mogote, bichos y servir de refugio a cuanto facineroso malandro grita cuatro consignas y pone su moto a disposición de los jefes.

Si fuesen todo lo brillantes que dicen ser y cumplieran lo que prometen, no tendría que hacer malabares para hacer un mercado siempre lleno de cosas que faltan y balances a fin de mes que no cuadran, no habría esta angustia por las medicinas de nuestros familiares y seres queridos. Entonces los interpelados deberían de ser otros que a ojos vista han desgraciado el futuro cercano del país y de paso tienen los cojones de pedir respeto.

Otro detalle, ahora a uno le piden la huella dactilar hasta para comprar en el supermercado, todos saben donde anda uno, entonces, ¿las escenas del crimen no tienen huellas digitales?, ¿para que carajo uno pone el dedo en todas partes?, sin hablar de que la cedula de identidad es digital desde hace un rato, teniendo esa base de datos podría fácilmente establecer responsabilidades en los juicios, ser expeditos en el castigo a los crímenes de a diario, la única manera en que demuestran que son inteligentísimos es para castigar a quien mata a uno de los suyos o para poner preso a algún opositor, de resto es vox populi que desde los penales se maneja toda una corporación del crimen en el país, eso sin hablar de loa narco jefes que según la DEA manejan todo en ese gobierno.

Si de verdad sirvieran de algo y tuviesen vergüenza, renunciarían hoy mismo pero no sin antes hacerse su expediente por ser culpables de las colas y la escasez, con esa autoguerra económica que nos han condenado.

 José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback


sábado, enero 31, 2015

A propósito de la inmigración política


Contrario a lo que mucha gente piensa, yo creo que los dirigentes del partido de gobierno no son brutos, quizás imbéciles pero en ningún modo brutos, de otra, ya hubiésemos salido de ellos hace años y no tuviésemos este calvario de vivir en un moridero de pobres. Algunas veces esa teoría tambalea (la de que no son brutos) sobre todo cuando usan (para un aviso sobre lo buena gentes que somos los venezolanos con los extranjeros) la imagen de un reportero que recién se bajaba del avión, en su país de origen, luego de haber sido secuestrado y encarcelado por apenas 24 horas, claro, si nos ponemos en la mente del pobre hombre esas 24 horas han de parecerle tres siglos en el infierno, si comparamos cualquier recinto policial de allá (USA) con este acá tan espantoso, eso sin contar las amenazas que ha de haber sufrido y la cosa terrorífica de los matones a sueldo junto a los gratuitos, unos en las patrullas y otros tras los barrotes.

Ciertamente los venezolanos siempre hemos recibido a los extranjeros con los brazos abiertos, no en balde mi genética es un mezclote de españoles, africanos, indios y hasta árabes, así mismo compartimos misma mezcla millones de compatriotas, aunque muchos no entendían ni pio del asunto y se crean la gran cosota hablando de la genealogía de un apellido insulso aunque musiú.

Sin embargo en los últimos años hemos sido invadidos por los cubanos, bielorusos, chinos, iraníes (en minúsculas por la opinión que tengo de su presencia) y quien sabe que más fulanos, esos de paso no vienen en son de proveer nada ni de producir, vienen entre otras cosas a chupar la sangre que les han ofrecido con extraños contratos bajo unas excusas aún menos plausibles, si trajesen realmente algo de futuro yo los tendría por bienvenidos, sin embargo no es así.

Jamás he estado de acuerdo con la xenofobia, mis ancestros multiétnicos así lo exigen, no creo en purezas de raza ni nada parecido, pero a estas alturas estoy casi que por volverme xenófobo ultroso. A lo más que me ha tocado escuchar es a los cubanos que se creen la tapa del frasco, sobre todo en esto de la cultura, como los que andan en misión oficial cumplen su triple oficio de lo que sea que hagan más instructores políticos y sapos por obligación, yo pues volteo mi espalda y me voy para otra parte, no los soporto, de verdad quisiera que se fueran de nuevo bajo la piedra de la que salieron y desaparezcan por siempre.

Una de las razones es que mientras a los profesores y maestros, todos licenciados en educación, con maestrías y demás, les pagan poco menos que a los obreros,  a los fulanos cubanos les pagan una millonada anual en dólares, así ellos no los vean pues su grandes jefesotes comunistas les quiten más de 90% de ese ingreso para que alimenten sus lujos, mientras los nacionales pelamos más que heladero en Alaska.

Mismo trato le doy al resto de los fulanos que andan en sus diferentes misiones, me niego a colaborar así sea con mi atención a esa tropa invasora, que de a poco, silenciosamente y con la anuencia de los imbéciles del partido de gobierno y sus acólitos han tomado mi país. Por cierto que con los militares va el mismo trato, por colaboracionistas, mentecatos y poca cosa frente a eso.

No me importan las razones que esgriman, creo que todo este pandemónium se pudo evitar, nadie me venga con eso de “pobrecitos” o lo que sea que piensen, tengo la certeza que debemos reaccionar y abrir los ojos, lo que nos viene es feo, este país se ha acostumbrado a no producir nada, el estado acostumbro a muchos que solo con jalar bolas se puede ser “alguien” en la vida. Ahora que no hay millones para repartir todos los que pueden se van, abandonan como las ratas que son pues saben que en cualquier momento la soga les apretará el pescuezo y mejor delatan a sus compañeros de fechorías ante quienes de seguro les cobraran las cuentas antes que caer presos o algo peor (la verdad creo que morirse es más “benéfico” que estar preso) , en resumen, no son brutos, lo que son es más malos que pegarle a una abuela con la correa y como todo malo es cobarde actúan en consecuencia a su naturaleza.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




viernes, enero 30, 2015

Pupukistan, la pelicula

Pupukistan, la película
Cuando la historia se vuelve sainete por obra y milagro de la política

El día que a alguien le dé curiosidad por levantar la historia reciente de este país, de seguro será defenestrado por mentiroso, me explico. Tomemos para comenzar el caso de la muerte del galáctico, el fulano muere el 31 de diciembre y hasta su mamá llora en cadena nacional tres meses después, unos días antes de que la muerte fuese notificada se publica una foto del fulano y sus dos hijas, riéndose de lo más felices leyendo el Granma, el actual presidente dice que trabajó con el jefe (de él claro) por seis o siete horas seguidas, que conversaron de todo y le aseguró al pueblo de Venezuela que pronto volvería.

Al poco tiempo también en cadena nacional anuncian su muerte y posterior traslado de sus restos, imagino que el cadáver fue tratado con algún embalsamador egipcio pues estuvo a 40° centígrados durante casi una semana y no mostró señales de deterioro, además el mentado embalsamador ha de ser arrechísimo para lograr eso en solo 36 horas de su muerte. Esa semana fue de colas, desfiles, llantos y hasta declaraciones de lealtad a puerta de ataúd, dos años después él mismo milico que hacia guardia junto al féretro, deserta y cuanta a los amigos nuevos de la DEA que todo fue un montaje, que lo que hay es un muñeco de cera en el panteón, que el señor murió tres meses antes de la proclamación de su ascensión al cielo de los ateos comecuras , que estaba al tanto de los negocios con el narco, que el actual heredó todo incluyendo los feudos del lado oscuro de la sociedad.

Algún productor dirá que eso no es posible, que nadie se creerá que tales gentes existan en la tierra y menos aún que ningún país medianamente decente tendrá en su gobierno tales engendros. De paso, mientras no hay nada en los anaqueles, sale un ministro, muy brillante el, gritando a los cuatro vientos que toca salir a sembrar, cortar las clases a media jornada, igualmente las oficinas públicas, que todos salgan a sembrar carajo, que esa es la orden sin importar de quien sean las tierras, pero ni por asomo dice que solamente en Aragua hay 17 mil hectáreas baldías gracias a la gran misión alguna vaina que expropio tierras al por mayor para ponerlas a producir y cinco años después lo único que crece allí es el hampa, el monte y las lagartijas, imagino que comeremos gato asado que es el único animal que se reproduce ayudado por los humanos en esas tierras, nada, es culpa del desgraciado imperio y toca sembrar para sobrevivir a la crisis, tipo periodo especial cubano.

El primer asistente del tercer asistente del cuarto asistente de la gerencia de producción de Sony pictures,  ha dicho vía email al productor de la película que se olvide de los fondos posibles, en una reunión reciente, el consejo ejecutivo ha decidido no prestar su nombre para esta película, nadie se va a creer el cuento ese de muertos, muñecos de cera y que una islita con menos de 15 millones de habitantes se haya hecho con el control de un país entero, donde 40 millones de habitantes se puedan dejar embaucar por un par de vejetes que todavía se empeñan en hablar en vez de morar en el ancianato que les toca, que ningún ejercito ni fuerza armada del mundo entero se va a dejar ningunear por un país extranjero, así, de gratis, sin que por lo menos una escaramuza con unos cuantos muertos esté de por medio.

En el guion hay un personaje, muy importante que “anuncia” una tal guerra económica, que el imperio les tiene montada una celada para que su pueblo lo tumbe, pero se olvida del detalle de los ciento y tantos dólares por barril de petróleo ligero que generaba una ganancia de más de seiscientos por ciento, aun declarando solo 60 dólares por ingreso para el gasto público, jamás nadie declaró que se hacía con el excedente, pero que no contentos con eso destrozaron la capacidad operativa y productiva de la empresa estatal petrolera, las refinerías se mueren de mengua, hasta una, la más grande explotó y regularmente alguna de sus partes se quema, pero es culpa de una conspiración internacional. Por supuesto tampoco tuvo que ver que hayan expropiado las cuatro fábricas que aun producían y después las quebraron con su ineptitud.

En el periplo para buscar dinero, el cineasta que quiere revivir la historia de pupukistan busca apoyo en algunos protagonistas para hacer más verídica la historia, así se entera que en la administración de los postgalácticos habían unos elementos llamados “Colectivos” andan en moto y tienen más poder que la policía, los estudiantes eran “enemigos de pueblo” y un ministro muy responsable decretó que la policía podía usar armas letales para repeler las protestas, teniendo en cuenta que esa gente (los que protestan están desarmados) es una muestra del “valor” de las fuerzas armadas, con los “colectivos” otro ministro aún más responsable les fijó sus guetos que son las “Zonas de Paz” como regalo a la fidelidad perruna de los motorizados y sus secuaces, además de que son una suerte de embajadas donde se pueden hacer cualquier cantidad de negocios sin la incómoda mirada de la ley.

Al final, el pobre cineasta no ha conseguido los fondos pues su pretensión de película histórica se topa con lo excéntrico de su guion que a su vez ha ocasionado que los posibles productores y patrocinadores se niegan a poner en juego su imagen dando por cierta una barbaridad imposible para su razonamiento. El equipo de producción ha decidido hacer una sátira política, quizás así si encuentren financiamiento pues el humor no necesita verosimilitud y este caos es más sencillo asumirlo desde ahí, sería interesante como lo tomaran los venezolanos, seguramente los únicos en tomar en serio eso serán ellos, mientras el resto del mundo se ría de las cosas “imposibles” que pudieran pasar en Pupukistan, la nueva república.
José Ramón Briceño 2015
@jbdiwancomeback



jueves, enero 29, 2015

El poder y la DEA


Hace un par de días se destapó la noticia de que un fulano, cuyo trabajo lo ponía en contacto directo con lo más alto del poder en Venezuela había negociado con la DEA para ser testigo protegido, hay mucha gente haciendo fiesta, buscando los cientos de artículos que detallan los pormenores del caso, algunas supuestas “revelaciones” que ha hecho el tipo, donde lo más resaltante ha sido destapar la otra faceta del poder, la del narcotráfico, supuestamente el presidente de la asamblea nacional es el capo más grande de por estos lares, sus esbirros la institución castrense, sus lugartenientes son también gobernadores, ministros, embajadores, altos funcionarios y hasta policías, el mejor medio de transporte para su producto es la flota de aviones de la empresa petrolera estatal. Todo eso con absoluta impunidad e inmunidad parlamentaria, además claro de la diplomática, todo un sueño hecho realidad.

Claro, las reacciones dentro del seno gubernamental no se han hecho esperar, desde amenazas de cerrar (más) medios que reproducen las noticias internacionales hasta acusaciones de narcotraficantes a fulanos visibles de la oposición y algunas declaraciones de los arrastrados del régimen, gente como un tal Elvis Amoroso quien desde su curul de diputado (o lo que sea que haga esa cosa parlante) cuanta que hasta la DEA le ofreció dinero para “traicionar” la revolución y él, muy revolucionario, se negó en redondo, discúlpenme, esa vaina no se la cree nadie, sobre todo quien tiene memoria sobre todo el desfalco que ha venido cometiendo ese fulano.

Ahora me pregunto yo, ¿Qué pasará con todas esas acusaciones?, si fuésemos un país decente, el presidente de la asamblea nacional que es el equivalente al congreso, mínimo seria cesado de sus funciones hasta que se aclare el asunto, se abriría una investigación a cargo de un equipo independiente caiga quien caiga, pero como somos esta república bananera de pupukistán, ya que la patria de Bolívar se ha ido disolviendo entre colas y balas, no pasará nada, se pondrán los mismos ridículos de siempre, será trending topic por unos días en tuiter, la gente se gritará algunas cosas, pero todo volverá a la normalidad pues de seguro alguno contará con las “pruebas” que la mis que perdió, la venezolana es transexual, mientras se aclara el entuerto, se olvida la cosa y el tal presidente de la asamblea termina siendo condecorado por su “heroicidad” frente a los abusos del imperio.

Si no me creen, revisen un poco la historia reciente del caso Makled, el juez Aponte Aponte, el exgobernador Isea y toda la ristra de gentuza de esa calaña que se ha largado a contarle a los muy eficientes y bien vestidos funcionarios todo el entramado de porquería narco asesina de sus jefes, donde por supuestos ellos son “victimas” que colaboraron de buena gana para tener los miles de millones que ahora poseen y que disfrutan tranquilamente en el imperio mismo. Por esa y otras razones veo con absoluto desinterés el asunto, por muy buenas intenciones que tengan otros organismos, estos fulanos son como ciertos tipos de cáncer, una vez que son descubiertos solo resta esperar la muerte pues no hay manera de extirparlos.

Mientras todo eso tiene ocupada la atención pública, en el país todas las mañanas hay cola para comprar cualquier cosa escasa, las cosas normales de tocador son artículos de lujo, no hay jabón ni detergente, tampoco desodorante, café, azúcar, pañales o leche (en cualquier presentación), lo que se encuentra está a precio de oro a pesar de la regulación y los aumentos de sueldo igualmente la cesta alimentaria está sobre los 30 mil bolivares, lo más grave quizás es la falta de medicamentos, se de varios ancianos al borde de la muerte porque no se encuentra su medicina para la tensión, así mismo muchas otras dolencias crónicas mantienen en vilo a los familiares pues encontrar la medicación es todo un drama, de paso este gobierno de mierda (sí, de MIERDA digo) prohíbe que envíen medicinas y comida por cualquier otra vía, es decir, ni siquiera se le pueden pedir a familiares o amigos en el extranjero que te traigan lo que necesites, por lo menos las medicinas ya que lo otro pesa demasiado para exigir una maleta con esas cosas que faltan.

Veremos qué pasa con el caso del tal narco y sus secuaces, ojalá esté equivocado y terminen presos en una cárcel venezolana, nada de esos paraísos de los países del primer mundo, ojalá le toque compartir celda con los otros , esos que mueven su negocio amparados por la guardia nacional y escondidos con sus ejércitos privados en las cárceles de este moridero de pobres, yo la verdad ya no creo en la gente, de otra minimo hubiesen quemado la casa presidencial o linchado a esos funcionarios imbéciles que andan pregonando la necesidad de sembrar en casa ya que ven cerca una suerte de periodo especial como el cubano por su incapacidad de hacer nada bien.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback





miércoles, enero 28, 2015

Hoy día


En este país siempre se ha escuchado que vamos mal, al parecer la matriz de opinión sembrada por los políticos se permeó a toda la sociedad que siempre opinó que la inflación era una cosa espantosa, desde que tengo memoria recuerdo comentarios por el estilo, sobre todo después de aquel viernes negro donde el dólar pasó de 4,30 a 7,50, en mi familia hubo crisis, mi viejo se quedó sin empleo y por varios años vivimos haciendo maromas para vivir, hasta mi abuela hizo hallacas para vender, cosa en la que todos los que vivíamos con ella nos tocaba colaborar.

Sin embargo, comparándolo con esta época podría decirse que vivíamos como saudíes de la realeza, yo estudiaba en un liceo privado, usaba zapatos de marca, tenía ropa limpia, tomabamos leche completa, café las veces que nos provocase y hasta la abuela viajó fuera del país varias veces invitada por la larga lista de hijos y sobrinos que andaban dando vueltas por el mundo. Tampoco recuerdo jamás que nadie en mi familia hubiese estado al borde de la muerte por que tal o cual medicina no se encontrase, es más, la abuela que tenía experiencia en eso de vivir siempre al día se las ingeniaba para lograr tener siempre algún farmaceuta que le diese crédito para pagar todos los gastos a fin de mes, de hecho, la abuela murió hace cuatro años y todavía tenemos crédito en una farmacia, el problema es que la tal farmacia tampoco tiene nada.

Eso me hace pensar en que en verdad fuimos un país donde hasta los pobres teníamos oportunidad de hacer cosas interesantes si nos lo proponíamos. Hoy pues todo es más cuesta arriba, es complicado explicar la frustración que siente el venezolano de a pie ya que en otras latitudes el asunto (al parecer) es como era hace años, sin embargo por acá es más rentable ser vendedor ambulante de cualquier cosa que tener una licenciatura.

Comer es toda una odisea, la carne es muy costosa (como en todas partes), solo que en todas partes la canasta básica de alimentación no cuesta cinco sueldos básicos, tampoco los alquileres cuestan entre dos sueldos y el infinito, todo depende de dónde quieres o puedes vivir, por ejemplo, una habitación en un sitio donde las balas silban desde las seis de la mañana y es tan seguro como vivir al descampado cuesta cuando menos el 80% de un sueldo básico al mes, si la cosa es un apartamento (tipo estudio) la cosa se multiplica hasta por seis, así sucesivamente según la zona de la ciudad donde vivas.

Así sucede con todo, nada se salva, todos vivimos entre las colas y la desesperanza. Mientras al otro lado de la realidad, los funcionarios guardan sus puestos de trabajo a cualquier costo así  sea el de su inteligencia, las clases más bajas hacen malabares para su supervivencia, eso incluye claro hacer tratos con el diablo, hacer colas kilométricas para estimular un mercado negro alimentado por el mismo estado, las clases más “acomodadas” hacen malabares igualmente para mercadear pero con divisas, los cuerpos de seguridad reciben su mascada de cualquier negocio ilícito, los funcionarios de rango medio hacen su fiesta con las coimas de cualquier cosa, desde comisiones por construcción de lo que sea, gestores de todo tipo hasta vender suministros con gran sobreprecio a las mismas oficinas que dirigen y los grandes jerarcas (Cabello por ejemplo) trafican con drogas según la DEA, en el medio de todo y recibiendo lo que se cae de las mesas están los militares que entre sueldotes y prebendas prefieren el mal trago de sentirse menos que gente fuera de sus cuarteles.

En fin, todo un carnaval de miserias donde perdemos solo los pendejos que pensamos que trabajando se encuentra lo que se quiere. Amanecerá y veremos, por lo pronto me siguen disgustando las mañanas pues son prueba fehaciente de que el tiempo no se detiene por mucho que lo desee, que al parecer lo mejor que puedo hacer por mi familia es buscar la forma de emigrar y dejar que los “vivos” se queden con esta tierra que hace apenas 15 años era de quienes trabajábamos, estudiábamos y nos portábamos como la ley manda, el tiempo me ha desmentido y lo peor es que sigo mintiéndole a mi hija diciéndole que debe estudiar mucho para progresar, en vez de hacerla una “viva” más y así asegurar por lo menos que en su futuro tenga casa propia y no este eterno trabajar para nunca poder ver más allá de la próxima quincena.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback


martes, enero 27, 2015

Las colas de la infamia


El contraste entre las declaraciones de los ministros, al ser comparadas con la realidad de las calles es bastante fuerte. Mientras hay ruedas de prensa, declaraciones, mítines y cientos de pasquines que hablan de un fulano universo de paz y concordia, que acusan a una tal oposición de ser una suerte de malos hados de las noticias que exageran todo en su indetenible ansia de poder, las colas se reproducen casi que como por arte de magia.

Hoy caí por inocente, fui a un supermercado de mi ciudad con la esperanza de ubicar algo de detergente para lavar ropa, la verdad no tengo ni un gramo de eso y en algunas casas de gente muy cercana tampoco, así que toca compartir, cuando llegué al sitio me encontré con no menos de 600 personas en una descomunal cola, todos apelotonados bajo el sol de 42° de la ciudad, eso sin contar la cola de la tercera edad y una muy particular de empleados del hospital militar.

Mi primer pensamiento fue retirarme, sin embargo hice acopio de fuerza (para no comenzar a insultarlos a todos) y me di una vuelta, simulando tener intenciones de meterme en la fulana fila para el jabón, la verdad vi de todo, desde señoras mayores con colchonetas, otras más jóvenes con niños en brazos y un bolso con las cosas que este bebé necesitase, hombres jóvenes trasegando cargamentos del fulano producto, gente variopinta con montones de bolsas con jabón, lo que denunciaba el destino que tendría y su impacto para la economía de esas personas que se dedican a revender. Cosa curiosa, no había molestia alguna, quizás algo de incomodidad por el sol, sin embargo las caras no eran de gente con rabia ni nada por el estilo, tampoco aceptación, el gesto en la mayoría era más cercano a la alegría por la cercanía de algo que de bronca por la indignidad de hacer no menos de tres horas de cola para encontrar una cosa vulgar y silvestre como es eso del jabón para lavar ropa.

La cosa me dio una extraña sensación entre asco y rabia, uno puede quizás pensar que como está escaso, la gente se aguanta su cola para poder comprar y tener en casa, pero cuando te tropiezas con cientos de personas cuyo animo está más cercano a la gula por la pronta ganancia que a la necesidad dan ganas de quemarlos vivos en una pira publica, a todos, bachaqueros, policías, militares y funcionarios de distinta calaña que hacen de esa rosca un negocio altamente rentable.

Si los ministros pusieran cara seria, a lo mejor no me molestaría tanto, pero, caramba, mientras el país se cae a pedazos un fulano grita que hay que sacar a todo el mundo al campo, como si esa vaina fuera como sembrar caraotas en frascos de compota, aquello que hacen todos en los primeros años de escuela para entender eso de la germinación, otro imbécil dice que las colas son gracias al gran ingreso del venezolano, el presidente que el 70% de los venezolanos son felices con las medidas y la escasez, ahí le doy la razón al fulano presidente, por supuesto que ese porcentaje está felíz, ellos son los que hacen sus colas y revenden en más del mil porciento cualquiera de los productos, además también tienen sus “Zonas de paz”, esos guetos donde el hampa es tan feliz que los cuerpos de seguridad se olvidan de esos sitios, mientras los ciudadanos de bien pues no les queda más que rezar para que ningún hampón se enamore de sus cuatro cosas, además el costo de la canasta alimentaria está por sobre los treinta mil bolívares débiles que es algo así como seis sueldos básicos solo para comer, eso sin incluir todas las otras cosas del vivir.

En ese razonamiento podríamos inferir que una familia come una semana con la venta de seis paquetes de 60 unidades de pañales desechables ya que en el mercado negro se venden hasta en dos mil bolívares, tres kilos de café que ya están por los 450 (150 el kilo), unos cuatro de jabón en polvo que a 300 la presentación de 900 gramos son 1200 bolívares débiles , lo que suma un total de 10.200 bolívares, aproximadamente dos veces el sueldo de un licenciado en educación que trabaja a tiempo completo en cualquier escuela del país (de las públicas pues de los privados no llega ni a la mitad) y la inversión de esa gente es en tiempo de cola y aproximadamente el 8% del valor total de todo eso vendido en el mercado negro, pero seguimos en la patria revolucionaria.

Mientras todo eso sucede las autoridades están mezcladas en negocios raros como el narcotráfico, ya hay un alto militar declarando en Washington al respecto, eso incluye al presidente de la asamblea general, total, un país gobernado por vándalos y supeditado a la anarquía del más fuerte.

Por cierto, una abuela necesita urgentemente conseguir Adalat oros de 60 miligramos o un similar, si saben de algo por favor comuníquense conmigo, tampoco hay medicinas y existe gente muriéndose por eso mientras los vándalos disfrutan su paraíso de miseria y balas.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



lunes, enero 26, 2015

Zonas de paz


Cada vez que me asomo a los pocos espacios informativos que hay, quedo al borde del infarto, es complicado no molestarse cuando uno lee o mira las barbaridades que los fulanos de la tolda roja. No hablo de los miles de tuits con “chismes” cuya credibilidad solo alcanza para que los creyentes crean que alguien nos va a sacar de acá, que seguramente hay unos fulanos torpedeando la institución militar, esperando un espacio para la insurrección.

A estas alturas no sé qué pensar, de quien pensar o que esperar, simplemente hago mi parte desde todos los espacios donde me muevo, miro feo a los policías y si se me atraviesa algún milico procuro que ni me hable para no verme en la necesidad de ignorarlo, si por casualidad quiere insistir pues le diré lo primero que se me ocurra así toque tomarme un lexotanil para que de la bronca no me dé una vaina.

Ayer domingo compré un diario de circulación nacional, en sus páginas internas vi una noticia de verdad aterradora, hablaba de unas fulanas “Zonas de paz” (Nota de prensa sobre la zona de paz), donde ni la policía u otro cuerpo de (in)seguridad entran a hacer lo poquito que hacen, ya que un ministro irresponsable quiere creer que el hampa hace tratos con nadie y menos aún respeta la vida de ningún ciudadano. La verdad no sé en qué país piensan que viven esos fulanos, lo único que me queda por pensar es que esos mal vivientes (los hampones de los barrios bajos pues los otros viven muy bien aunque se comporten muy mal) son aliados incondicionales y son tratados como tales, como previendo lo que temen, algo así como tener un ejército que no sabe de ordenes ni de disciplina, una excelente carne de cañón para evitar que los “gloriosos” miembros del ejército se manchen (más) las manos con la sangre de quienes no comulgamos con su discurso maniqueo de pobreza, miseria además de su escasez mental y física.

Todos saben las cifras de criminalidad, ahora entiendo la razón de que nadie haga nada, con zonas despejadas y sin autoridad, las cárceles ahora son despachos ministeriales desde donde los altos jefes de las grandes corporaciones del hampa despachan a su gusto y al parecer hasta tienen como asistentes a los lacayos de la guardia nacional, todo con la anuencia y beneplácito de los altísimos jerarcas del régimen.

Se supone que si la cosa está muy difícil, los primeros perjudicados son los más pobres, sin embargo ellos han logrado hacer pingues negocios, hacen las colas y revenden hasta en un mil por ciento o más lo que no se vende en ninguna parte, hacen su fiesta de miserias mientras el país se cae a pedazos, si a eso le sumamos lo de las fulanas zonas de paz, ahora entiendo un poco más la razón de que ningún barrio salga a protestar, los hijos, amigos y familiares que andan en malos pasos están protegidos y la manga de inútiles que no han querido estudiar ni hacer nada productivo se dedican a mercadear con la necesidad de mucha gente que prefiere trabajar a perder su valioso tiempo en colas.
No me mal interpreten, vivo en un barrio, una cosa de verdad ruda, los disparos se escuchan todos los fines de semana y los robos están a la orden del día, afortunadamente no me ha tocado el turno, sin embargo tiemblo a diario solo de pensar en la posibilidad de que me suceda. Sé que allí vive gente decente, que trabaja a diario, que no anda en malos pasos ni acepta que nadie en su casa lo haga, sin embargo toca estar claro, en esos sitios pulula todo lo malo de una ciudad, la gente como uno es una suerte de poro incrustado en medio de un mar de pus que supura porquería todos los días, si esa por quería está alimentada desde adentro de lo que debería ser el organismo encargado de hacer la limpieza social respectiva, estamos perdidos.

No pido disculpas por mis afirmaciones, esas no necesitan muchas conclusiones, basta dar una vuelta por todos lados y ver los miles de compatriotas en las colas, escuchar a los vecinos para saber quiénes y cómo venden los productos de primera necesidad a precio de oro, preguntar por ahí a quienes han sido víctimas del hampa como sus vehículos son secuestrados, como las muertes suman miles al mes en todo el país sin que pase nada significativo, como el sueldo se va en dos tonterías y los que ganan el sueldo mínimo ni se inmutan, entonces sabemos que el país ha sido ganado por la miseria y que lo que queda por hacer mejor me lo cayo, aunque sé que será necesario un holocausto de muertos como todos los del siglo XIX y después, con lo poco que quede volver a empezar, mientras seguiremos navegando en una cloaca, esa misma que un fulano prometió ser el mar de la felicidad, ese que todavía esperamos.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


martes, enero 20, 2015

Aroma de patria socialista

En Venezuela hay mil carencias, entre otras, están las medicinas. Esta tarde pase por una farmacia y pregunte por un complejo vitamínico para mi hija, está en crecimiento y toca reforzar la dosis de nutrientes, la farmaceuta me dijo que no tenía nada, en la mañana una alumna embarazada llegó a mi clase feliz pues consiguió una caja de ácido fólico, cuando miró mi cara de extrañeza me dijo que hacía un mes que buscaba por todos lados y encontró a través de una amiga de su madre quien le regaló dos cajas, lo suficiente para un mes, al llegar a casa, mi novia me pregunta si entre tanta gente que conozco se de alguien que tenga farmacia pues la abuela que tiene 80 años necesita una medicina y en ninguna de las 20 farmacias visitadas se encontró ni una cajita.

Cada vez que le pregunto a alguno de los médicos amigos como va la cosa en el hospital, ellos terminan hablándome del tiempo y del calor de estos días, cosa rara para enero pero que el calentamiento global tiene todo vuelto nada, seis tercios después me dicen que andan deprimidos pues se les ha muerto algún paciente de mengua, que ya casi ni operan y que el tiempo de espera para una operación está por el orden de los seis meses, eso sin hablar de las medicinas que no se encuentran y el gobierno que no los dota, están totalmente desolados pues ellos no estudiaron tanto para estar de brazos cruzados mientras los pacientes se mueren pues no hay nada, las medicinas no se encuentran y los familiares andan vueltos locos buscando muchas veces algo que no existe o es muy caro o simplemente ya no se importa.

Mientras todo eso sucede, las colas frente a los establecimientos que venden cualquier cosa escasa están a la orden del día, los revendedores hacen fortunas comerciando cualquier cosa, desde tres pastillas de jabón en 200 bolívares cuando su PVP es de apenas 35, un kilo de café en 400 y su PVP es de 50, un pañal desechable en 70 mientras el PVP de cada paquete es de 300 y trae 40 unidades, un frasco de una cosa malísima que llaman champú Head and Showlder (o algo así) en 250 mientras el PVP es de 35, así ad infinitum cualquier producto mercadeable en el mercado negro. Un pollo entero cuesta hasta 500 bolívares mientras el sueldo básico mensual es de 4000, es decir, si compras un pollo para tu familia ya te gastaste la mitad de la quincena.

Luego de estas consideraciones uno se pregunta si es válido hacer un esfuerzo mental para no terminar de fanático, de ser algo parecido pues lo usual es que en situaciones como estas los rivales terminen pareciéndose, pero seamos sinceros, como entender nada, como poder ser tolerante cuando no solo es que el país está revolcándose en la miseria fecal emanada del psuv, también toca hacer buchitos de a poco cada día cuando necesitas algo y, o no se puede comprar sin pasar hambre el resto del mes, se te muere un ser querido por que no hay medicinas o terminas comprando a cualquier precio cualquier cosa para resolver una contingencia del tipo que sea.

Sepan señores que de verdad me dan asco todos, comenzando por esos que dicen idioteces que ni sus madres le cree, esos otros que se escudan en un abanico de excusas, los que al final no son más que peones al servicio de un sistema que no sirve y por ultimo a los ciegos que no solo se contentan con burlarse, también te venden a precio de oro lo conquistado en las eternas colas a puerta de supermercado.

Ya ni pensar en emigrar se puede, es fácil la cosa con el mercosur, lo difícil es reunir el dinero para pagar el pasaje, los dólares para pagar lo demás y hasta el empleo para no tener que volver a este moridero de pobres. Ojalá su mama, su hijo, su esposa y hasta los primos aplican, que no encuentren nada y se solacen en su nada patria que de oler a orgullo ha terminado por tener hedor de mierda. Saludos desde mi esquina
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




domingo, enero 18, 2015

Semblanza del jefe chavista

En Venezuela ideología y lógica están disociadas totalmente, unos confunden el fanatismo con estar ideológicamente comprometidos, los folletines del PCV con literatura y solo leen a sus cofrades, jamás a quien no comparta sus ideas, es más, para identificarlos utilizo una estrategia simple, les pregunto si leen alguna cosa, a lo que responden afirmativamente, acto seguido les pregunto si han leído a Mario Vargas Llosa, si son fanáticos responderán que no leen a “ese señor” pues sus libros son “muy políticos”, eso pues me deja una rendija con la que burlarme y decirles de manera bastante elegante cuan ignorantes pueden llegar a ser, es como si yo dijese que no leo a Neruda o a Miguel Otero Silva porque eran comunistas, por cierto tampoco leen a Miguel Otero pues lo asocian con su hijo, quien de paso no tiene las dotes de su padre.

Les da pánico sentirse desnudos en su constitución ideológica, los de la “izquierda” esos que se saben de memoria páginas enteras de los tratados de Marx y hasta se conocen de memoria la cantidad de vello púbico del “Che” y de sus ídolos, esos que ante cualquier situación responden con alguna sentencia tipo pie de página de agenda ochentosa , no saben de análisis ni de pensamiento de futuro, se creen unos genios del pragmatismo pues ejecutan planes infantiles y los presentan como gestas heroicas y al final, cuando ya no pueden más con la situación , se excusan de cualquier manera.

He tenido unos cuantos empleos en muchos años, de esos, cuatro han sido con el estado, mi oficio de fotógrafo siempre me ha puesto cerca del poder, total, ellos siempre quieren salir en todas las fotos y para eso me han contratado. Imagino que entre otras razones por eso es que jamás me impresiona ningún jefe, mientras que los demás compañeros de trabajo van de la idolatría a la envidia a mí me daba igual, lo que jamás pude dejar de hacer fue analizarlos, ahora a la luz de los acontecimientos he descubierto que tengo razón.

En ninguna de esas ocasiones me he tropezado con ningún jefe que supiera realmente lo que hacía, mucho menos su equipo de trabajo, todo se resumía a intentar hacer propaganda gubernamental y agradar a sus jefes para no perder el cargo, en el ínterin pues acomodar a sus familiares y conseguir la vuelta perfecta para sacar provecho económico de la situación sin que ello supusiera un peligro para su libertad, ¿Cómo se logra eso?, fácil, ese guion siempre tiene la misma organización, usa franelas alusivas, atiende a cuanto fanático pase por la puerta, sonríe siempre al jefe ,no olvides jamás llamarlo de otra forma que no sea jefe, a menos claro que sea milico, en ese caso lo llamas con el rango pero intercalando un pronombre posesivo, mi capitán, mi general o cualquiera de esos, sin importar mucho que seas civil a esos les encanta la adulación, si por casualidad tiene aires de “combatiente” le dices “comandante”.

No importa que la institución no haga nada, siempre habrán otras que te colaboren, en dicho caso has de tener un buen equipo de sonido de 10mil decibeles , la colección de Alí Primera y de las canciones del galáctico, así logras el ambiente musical perfecto para lo que sea que hagas.

En fin, al parecer todos los jefes que he tenido tienen en común la inutilidad de sus funciones más allá de lo que debería ser el trabajo. Es como la gente esa que sueña con un empleo y cuando le preguntas te responden que quieren algo de oficina, ser gerentes, presidentes, administradores pero cuando le vuelves a preguntar que han estudiado o por cual razón quieren hacer esas labores te responden que son bachilleres, pero que están muy seguros de hacer bien el trabajo que aunque no tengan experiencia ellos pasaron un mes como obreros y no les gustó. O esos otros que prefieren vivir en la miseria solo para quejarse eternamente de que el universo no los quiere, que es culpa del imperio pues ellos no pudieron estudiar ni hacer nada, pero tampoco hacen nada por enmendar la plana. Todos esos jefes son machotes de escolta y pistola pero de ellos sé que tres se han ido del país pues “temen por sus vidas”, ojalá se hallan llevado dinero para montar algún negocio capitalista pues en otras latitudes la cosa no es tan sencilla como acá, por lo menos allá (donde sea) toca realmente conocer un oficio, mejor si eres universitario para poder sobrevivir, me parece muy gracioso que se acostumbren al poder y luego de tanto mandar terminen de mesoneros en alguna parte del mundo.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



sábado, enero 17, 2015

Hablando de victimas anónimas


 El hampa es un asunto de cuidado en todo el mundo, quizás para los lectores de otros países lo que uno dice suena a exageración, para no extenderme tanto en contar lo que los periódicos dicen a diario y que el estado, desde su pedestal de ignorancia selectiva se empeña en negar, eso mismo que califican de amarillismo y que han combatido por todos los medios, desde la censura hasta el cerrar fuentes oficiales que pudieran darle veracidad a cualquier historia.

La verdad muy poca gente entre los que me leen me conocen y muchos otros a pesar de que nos conozcamos de vista, trato y comunicación tampoco saben quién soy. Provengo de una familia de clase baja que ha logrado a través de los años ir superando la pobreza para tener algún tipo de calma, a unos le ha ido muy bien y a otros no tanto, los de la nueva generación, ahora padres, si no se han ido del país, seguimos bregando, estudiando y trabajando todos los días para emular el ejemplo en el que crecimos.

 Al hermano mayor de mi padre, médico especialista con consulta propia y un largo historial de trabajo que le ha producido buena cantidad de pacientes, lo ha  robado tres veces en su casa, por supuesto, el hombre se ha esforzado siempre y tiene un estatus de vida algo más alto que el resto de la familia, quizás podría achacarse a eso el evento del robo, lo que colmó el vaso fue que en el último episodio los fulanos atracadores, no contentos con maniatarlos y robarles uno de los vehículos donde por cierto cargaron con todo lo de valor que les quedaba, quisieron matar a uno de sus hijos menores pero la suerte fue que se le encasquilló la pistola, cosa por la cual se contentaron solo con patearlo.

Hace dos noches, en otra ciudad, la hermana mayor de mi padre, una señora jubilada de 75 años fue víctima de un robo en su casa, cuando volvió en si, como pudo llamó a la familia que vive cerca, allí la encontraron en un charco de sangre, con la cabeza rota y varios moretones por la golpiza recibida, aún está en terapia de sueño pues la pobre señora no sale del shock, este caso es peor pues la dama en cuestión no vive en ninguna zona ni siquiera clase media, muy por el contrario, vive en una barriada populosa y su único ingreso es el de su pensión que es, en términos monetarios, menos de 100 dólares al mes, el saldo del robo fue de tres mil bolívares (30$) y un teléfono celular que creo es analógico, de los más baratos que existen en el mercado.

En ambos casos,  más allá de ser hermanos y estar en ambos extremos del estatus económico, la señora muy abajo y el señor pues gana lo que la señora en una hora con dos pacientes, es que ninguno de los dos va a obtener justicia, nadie buscará a los agresores, lo más seguro es que anden por ahí riéndose de su fechoría mientras las victimas sufren de las secuelas de haber presenciado tal cosa.
Sé que a nadie interesa la vida y milagros de las familias anónimas, mucho menos va a cambiar algo solo porque yo lo cuente por acá, es más, historias como esas se cuentan por cientos cada día y la gente ahora agradece que por lo menos no los mataron pues lo más “normal” es que cualquier evento de naturaleza delictiva termine en un hecho de sangre por la razón que sea, acá en este país te matan por tener mucho, por no tener nada, por cargar un celular costoso, unos zapatos de marca y hasta por no parecer tan poca cosa como la gente de esa ralea.

Una vez alguien que me lee y a quien conozco bastante bien me reclamó por una de mis opiniones, donde pedía pena de muerte para unos fulanos que secuestraron a una niña quien sabe con qué fin pues jamás pidieron rescate, gracias a dios a la niña la encontraron esa misma noche a más de cien kilómetros de donde la habían secuestrado, pero díganme si alguien que se ensaña con una anciana, con un niño, esas personas para quienes la vida de otros vale menos que la de una gallina vieja tiene derecho a seguir respirando el mismo aire que uno, esos seres deberían de ser barridos de la faz de la tierra con la misma saña con la que ellos cometen sus fechorías y hasta quienes por omisión o acción se hacen cómplices vale la misma cosa , claro ejemplo son las cárceles donde carceleros e internos han logrado hacer de toda la actividad hamponil un pingüe negocio con la bendición de civiles, militares y autoridades, sin que nadie ose poner el dedo en la llaga y todos nos preguntemos cada día si hoy nos tocará y respiremos cada mañana por que aún no nos ha tocado nuestra parte.

José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback





viernes, enero 16, 2015

Feliz día del maestro

Desde que comencé a trabajar, hace bastante rato, nunca he estado pendiente de los días festivos, es una suerte de estrategia mental para no aburrirme ni desesperarme, acá en Venezuela todos deberíamos ser así pues ya con la vida basta para preocuparnos y si a eso le sumamos la pasmosa rapidez con la que pasan los días además del misterio de la desaparición del sueldo en apenas minutos, ya estaría al borde de una neurosis (cuidado si ya no estoy viviéndola), hoy me ha dicho mi hija que no tiene clases, al preguntarle me cuenta que es 15 de enero día del maestro en mi país, por asuntos de la vida yo he podido trabajar dos turnos seguidos durante tres días y acumulo el número de horas suficientes como para no tener que laborar jueves y viernes, quizás por eso nunca me di cuenta, pero de laborar esos días igual me hubiese encontrado con las puertas de mi trabajo cerradas pues no sabría que hoy jueves no se trabajaría.

Imagino que al gobierno no le interesa mucho la labor de los maestros y profesores, de otra quizás nos tratarían mejor a todo nivel, veamos mis quejas, por ejemplo, un profesor con maestría que de clases en bachillerato, con horario completo y hasta cargo no llega a los dos sueldos básicos (incluyendo el fulano cesta ticket), el seguro que nos “protege” es si acaso de diez sueldos básicos, cosa que todos sabemos si acaso cubre dos días de hospitalización, eso si es que por suerte están al día con los pagos y te reciben en alguna clínica pequeña, el sueldo de verdad no alcanza para cotizar ni aspirar para comprar una carpa grande donde vivir, mucho menos para el terreno, por tanto estamos obligados a sobrevivir casi como mendigos a menos claro que hagamos lo que hacen muchos, ejercemos un oficio por separado en las “horas libres” para ir redondeando el presupuesto familiar.

Se de muchos colegas que hacen tortas, comidas, piñatas, fotógrafos, buhoneros, animadores, cantantes, vendedores de cerveza y hasta traficantes de drogas imagino ha de haber, otros pues fueron más sinceros y abandonaron las aulas de clase para montar negocios más rentables, dejando así tirados los años universitarios y el titulo para que adornase la sala de su casa pues no tiene sentido trabajar siempre en cero, con el presupuesto apenas alcance para mal comer y si acaso comprar un par de zapatos al año, de libros nos olvidamos pues un buen libro te cuesta casi que la mitad de la quincena y usado la cuarta parte, que no siendo mucho es bastante cuando vives de ese escueto sueldo.

Lo que más molesta es cuando te das cuenta que los obreros ganan más que tú, tienen mejores beneficios y hasta el sindicato los cuida, a nosotros, el gremio docente nos descuentan infinidad de cosas que no se usan pues no existen, como el IPASME por ejemplo, eso es un descarado robo, también podría hablar de la fulana ley de política habitacional, cuando una casa en una zona clase media baja, donde el hampa ronda de manera descarada cuesta no menos de mil sueldos básicos, algo así como 95 años de sueldo sin comer ni hacer nada más que pagar la deuda, si es de construir o ampliar la casa te prestan hasta 100.000 bolívares y sin entrar en mucho pues una nevera grande cuesta ya 50 mil, es decir que si pides el fulano crédito volvemos al esquema de la carpa o el rancho de cartón y láminas de zinc.

Mientras todo eso sucede, nuestros “gloriosos” milicos ganan entre 15 y ochenta mil bolívares mensuales, tienen privilegios insospechados, urbanismos solo para ellos, hasta les eliminaron la “oprobiosa” diferencias entre suboficiales y oficiales, poniendo de igual manera por el suelo los años de estudio (si es que esa gente de verdad estudia), al final ellos no hacen nada más que ser perros de presa, si acaso algunos tendrán trabajo riesgoso, pero déjense de vainas, un profesor o maestro que labore en un colegio de cualquier barriada de cualquier ciudad del país tiene un empleo tanto o más peligroso que el de cualquier milico de pistola al cinto, nada más por el riesgo de perder la vida entre los animalejos malandros que pululan en las escuelas ya es suficiente como para que el estado los considere más y no los tenga en ese sitial espantoso de ser vivir miserablemente con título universitario y todo.

Aunque tarde pues no tengo internet en mi casa, vaya para todos los colegas un caluroso abrazo de felicitación y de comprensión, desde mi esquina siento con verdadera rabia la situación de todos. En estos tiempos de cambios los gremios deben ponerse los pantalones y exigir verdaderas mejoras para los agremiados, no seguir en ese hablar por las esquinas, prometer lo que sea con tal que  las afiliaciones se multipliquen, dejarse de pendejadas políticas pues la verdad está en el bolsillo y el hambre, lo demás, la palabrería, las quejas, las ruedas de prensa y hasta la franelita se pasan, lo verdaderamente importante es volver a darle a la profesión docente el sitio que se merece, quizás todos sabemos que ningún docente en ninguna parte del mundo es rico pero lo que sí sabemos es que en cualquier otra parte del mundo civilizado, el maestro y el profesor son gente muy respetada, cuya vida es más digna pues el sueldo alcanza para comer completo, vestirse, tener casa propia, vehículo, seguro médico para hijos, padres y esposa, en fin, es una profesión con futuro, no este eterno vivir entre tigres, malandros y desesperanza.
 Feliz día del maestro mis colegas
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback



martes, enero 13, 2015

Cuando el exilio es de traidores


Es normal enterarse de que alguien se ha mudado a otro país, ya es algo cotidiano saber que alguien se fue, se ha ido o está pensando en irse, es un signo de estos tiempos, nadie se salva de buscar otros caminos cuando ya estos están intransitables por cien razones. Lo que de verdad me indigna es enterarme como están huyendo de cualquier manera muchos funcionarios cuya responsabilidad fue ser el brazo armado de este des-gobierno, van varios conocidos que han huido.

Hoy alguien me contaba que un tal fulano se fue del país huyéndole a unos mal vivientes a quienes les había expropiado sus tierras, según él su vida estaba en peligro y nadie lo iba a ayudar a sortear el problema de seguridad personal, entonces tomó sus cosas y se mudó de país, la verdad hasta ahí escuché el cuento, le pedí a mi interlocutor que no me contase más nada pues yo sabía cosas de ese fulano durante su paso por el gobierno, en conchupancia con su jefe el “Ciudadano Ministro fulano”.
Esa gente hizo y deshizo, la verdad lo único que hicieron fue chuparse un presupuesto monumental sin al final hacer nada, además claro de dejar una estela de enemigos gratuitos y con motivos a todo lo largo del territorio nacional.

Mi molestia básica por su huida es que hasta hace poco lo oía decir loas a la revolución, disfrutar las posibilidades que le daba su posición, pero cuando el asunto se complica, se encuentran cualquier excusa válida para huir con el rabo entre las piernas, mientras los que si hacemos cosas por el país y de paso no hemos tenido chance de reunir fondos para montar ni un puesto de empanadas en Bogotá, nos sale calarnos todo este desastre del cual ellos han sido artífices de primera línea, por supuesto como buenos izquierdosos ellos jamás tienen culpa alguna, solo atendían órdenes y no sabían que colaboraban para el empobrecimiento general.

No hablo de los sancionables, esos pues si son inteligentes ha  debido de tener sus fondos distribuidos por el mundo, para eso hay banqueros bien informados que usan el internet de manera interesante, son los otros, esos de rango medio, a quienes se les mueve la cola cada vez que sus jefes les hablaban, que estaban las 24 horas dispuestos a lo que fuere sin excusas y sin familia, esos quienes hasta abandonaron las buenas maneras aprendidas en su casa para dedicarse al pillaje oficial. También se de otro que se compró un hotelito en España, de esos se solo dos casos, pero estoy seguro que han de existir cientos y cuidado de no miles, quienes muy cobardemente cometen la fechoría y huyen al amparo del anonimato a disfrutar lo robado de las arcas nacionales.

De verdad espero nunca más volver a tropezarme a ninguno pues me veré en la penosa necesidad de mandarlos al carajo, sin decencia y mucho menos con educación, sé que no voy a lograr nada pero cuando menos que agradezcan que soy un tipo educado pues de otra les prometería unos trancazos solo por desahogar esta rabia que tengo contra todos ellos pues a pesar de que se les dijo en distintas conversaciones, se les advirtió que eran cómplices del desmadre, pero que siempre aseguraron que eran puras exageraciones y hoy, cuando han logrado todo lo que plantearon, se van a otras tierras, ojalá les vaya bien que sus hijos crezcan felices que nunca les falten medicinas y que vivan 200 años para que cuando menos el castigo de una vejez larga e indigna en tierra ajena, les de el escarmiento por haber colaborado con esto, espero de paso que me lean, ellos saben quienes son, no tengo necesidad de contar sus nombres y quienes me leen en el extranjero y por casualidad conocen a alguno por favor denles la espalda, ellos no se merecen ni el gentilicio venezolano, los traidores se disfrazaron de patriotas para terminar en el exilio.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback