Lástima
Lástima
que todo lo que el gobierno dice sea mentira, de otra seguramente nuestra situación
seria otra, sin hablar de las promesas jamás cumplidas como libertad, alegría,
casas, paz, medicinas, mejores salarios o futuro. Hablo también de las
acusaciones truculentas que viven dando en cada cadena, ni el niño Jesús se ha
salvado de su diatriba coprológica. Acabo de enterarme que en una balacera cayó
una mujer embarazada. Tenía tres meses, su único delito fue haber estado cerca
en el momento que un carro, lleno de los animales esos que dicen apoyar la paz
pero solo hablan con balas.
Si
me pongo a pensar me estoy acordando por ejemplo, el asunto aquel de los
aviones de la oposición, que lástima que no existan para barrer hasta los
cimientos los nidos de bicho esos que andan matando por órdenes de algún sátrapa,
si los fulanos mercenarios que venían caminando desde “El Salvador” para matar
al heredero, si eso fuese cierto por lo menos tendríamos quien nos defienda
cada vez que alguien protesta, alguien cazaría a tanto colaboracionista, quien
quita si hasta acabarían con muchos, lástima lo del virus del cáncer pues sería
interesante colar un poquito en los únicos sitios adonde hay café, en los ministerios
y en algunos otros sitios. Lástima que los opositores no sean los monstruos que
dicen desde el estado, que nadie tenga las amas que millones de veces han
acusado, lástima de verdad que no somos la potencia que nos prometieron hace
quince años, que horror no ser ni siquiera el charquito de la felicidad en vez
del mar aquel que prometieron a los pobres, esos que siguen bañándose con
totumita porque ni agua corriente les llega.
Lástima
que no hay el holocausto que piden a gritos desde Miraflores, lástima que nadie
sabe exactamente adonde nació el residente, lástima que lo que me contaron en
la escuela resulta que estos tipos lo han retorcido hasta dejarlo irreconocible,
lástima que los militares no son todos pundonorosos como anuncian en todos los
papelitos, escudos, banderitas, arengas, gritos pa sentirse machos, armados
ungidos del dios del cuartel de la colina y solo unos cuantos han levantado sus
voces.
Lástima
que el tal respeto por la constitución, las leyes y los procedimientos termine
siendo pura retórica para aparentar que alguna cosa funciona, lástima de verdad
que la cosa esa de la invasión no sea una mentira falaz pues de otra
seguramente no estarían los Rusos en nuestros puertos, armados hasta las muelas
con una pax Romana tan anacrónica como ridícula, lástima que lo del paquetazo
necesario era pura bulla electoral y no esta realidad que le revienta las
narices a todos los habitantes de este manicomio tropical, lástima que los
valores de la izquierda sean una perversión retorcida, es decir, ellos generan
un discurso de austeridad pero gastan como millonarios, al final ni me molesta
que los hijos viaken, que tengan mansiones, sean una suerte de jequecillos tropicales
con corte y demás, lástima que las conversaciones de paz sean poco menos que un
monologo, lástima que las mentes teóricamente brillantes se opacan la mirada
hasta solo justificar por llevar la contraria, por más que sean tan mendigos
como los millones de habitantes de esta tierra caliente.
Lástima
que la tal vanguardia de izquierda no sea más que un bagazo medio hidratado por
los millones que reparten desde el poder, lástima que el amor revolucionario
esté tan contaminado por plomo que haya producido cáncer a mi nación, lástima
de verdad que tenga que escribir estas letras, lástima que el azul de mi cielo
no anuncie alegrías, lástima que de tanto odiar los chavistas a los adecos
hayan perfeccionado sus tácticas, lástima tener que odiar, lástima que mi hija
ande con el corazón en la boca cada vez que andamos caminando por ahí, lástima
que la ONU sea un cascaron vacío más pendientes de su tetero de petróleo que
por cumplir su real función, lástima que no soy terrorista, que solo hago
funcionar mi cerebro, lastima pensar y no dejarme llevar, lástima tener razón.
José
Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback