La violencia nuestra de cada día, al parecer es un misterio enterrado bajo las neuronas de los habitantes del Olimpo Miraflorino que atendiendo instrucciones de los dinosaurios de la re(in)volución les otorgan cada día, noche o en el momento que sea. A los ojos de este mirón de esquina, las causas de esa violencia son varias, sin embargo hubiesen podido ser atacadas desde la raíz si realmente se tuviesen ganas de extirparla de esta tierra.
Si tenemos una nación al filo de una eterna confrontación, donde hay miles de imbéciles alborotando a los barrios, armando patotas de motorizados que por su Bera Socialista gratis fungen de horda de choque ante cualquier manifestación opositora amén de causar terror en las calles, que de paso tienen patente de corso para hacer lo que les viene en gana con la anuencia de los jefes "Zoocialistas", si tenemos como modelo social privilegiado el PRAN, las cárceles son resorts de bajo presupuesto con todo lo necesario, a viva voz y sin medias tintas, los señorones del gobierno apoyan los grupos armados y tener un arma es el plus más interesante para cualquier joven, ustedes me dirán.
Resulta que de paso, la pobreza extrema de muchos aunada a la evidente inmunidad de los malandros quienes están claros que caer preso es un asunto de mala suerte (solo el 2% de los crímenes se resuelve), lo fácil ha invadido las barriadas de mi país con dignas excepciones pero todos sabemos que mientras más pobres menos ganas de hacer cosas importantes tienen, ademas claro con la caterva de misiones regalan becas hasta por orinarse en los pantalones , menos trabajo es la consigna. También ese mantra "novedoso" tiene su asidero en una economía de menestrales, todos sabemos que con un sueldo básico no se saca crédito ni para una bicicleta iraní, hacer mercado es un acto temerario de autocontrol y temple, una familia de tres personas necesariamente tendría que gastar dos sueldos básicos para medio comer, vestirse de manera decente es algo similar, tener casa mejor ni te lo imagines querido lector, todo eso se agrava si no eres ni bachiller (que tampoco vale nada), si eres profesional universitario la cosa mejora un poquito pero tampoco es que mucho, la clase media a menos que esté muy enchufada ya no es clase media, lo que les quedó fue la resaca de antañas riquezas, viven igual al borde de una miseria alentada y alimentada desde el estado forajido.
Ahora dicen que es culpa de la televisión la cosa. Desde que tengo memoria se ha repetido esa tesis sin que nadie me de todavía resultados realmente fehacientes, ciertamente hay por ahí un estudio donde afirma que cuando se mira la tele las neuronas funcionan menos que cuando dormimos, la verdad eso no me anima, pero estamos claros que la gente de a pie tampoco tiene muchas opciones. Desde mi esquina quisiera saber ¿cuantas bibliotecas publicas han inaugurado en estos 15 años? ¿cuantos nuevos teatros se han erigido? ¿cuales son las bibliotecas de las escuelas y liceos? ¿que habrá sido de la vida del plan nacional de lectura que con tan mal pie nació? ¿cual ha sido la verdadera inversión del estado para masificar la cultura? ¿cuantos museos tiene presupuesto para actividades? ¿cuales han sido las becas para los artistas?¿donde está la real intención de este estado por elevar el nivel cultural de la población?, pero la cultura de verdad, esa que pone a pensar, que es fruto del intelecto, no la de los tipos esos que hacen hiphop, los perrocalenteros, patineteros y hasta esos otros que no saben lo que es una pastilla de jabón, no aplica tampoco la burriquita y similares, esas son costumbres, automáticas, plenas de fe y pueblo pero no del ejercicio creador ni intelectual.
Al final, los culpables son esos que promueven la guerra, la lucha armada, salen en cadena nacional enarbolando un arma, enseñan a los niños a usar un fusil, demuestran que la fuerza es la manera y el cerebro un estorbo pues toca tener disciplina revolucionaria, así el aire huela a heces fecales y el futuro no esté, es el imperio el culpable, no sé, toca pensar un poco más, de seguro se me escapan otras cosas que más adelante referiré, pero "por ahora" hasta acá llego, la culpa es de muchos, no de los televisores, si quieren que no exista violencia, promuevan la real cultura, enseñen a la gente desde la más tierna infancia que existe otro mundo, apoyen el intelecto, hagan cumplir las leyes, impulsen una economía que haga ver un smartphone como un accesorio común y no un bien de consumo obligado para subir de estatus, en fin, veamos el progreso como producto del intelecto y no de la patraña política, para dejar de vivir esta violencia de cada día.
José Ramón Briceño , 2014
@jbdiwancomeback