Toda mi vida viví en un país donde burlarse del
poder era cosa cotidiana, más allá de las fallas de los políticos, que no
fueron pocas, nunca recuerdo que hayan puesto preso a alguien por expresar su
opinión en público , excepto el incidente aquel en que detuvieron a un
astrologo por “profetizar” la muerte de un muy anciano presidente, los ridículos
siempre han existido dentro de las llamadas policías políticas.
Lo que viene pasando hace unos años no tiene ningún paralelo
en la historia de nuestro país, cuando menos en los anteriores años a la
llegada del poder de estos fans enamorados de su nada política a la que llaman
zoocialismo del siglo XXI. Han cerrado televisoras, estaciones de radio,
bloquean sitios de internet y últimamente hasta el Twitter está en la mira de
ls fanáticos, claro todos esos excesos están enmarcados en la ley.
Hace un rato andan diciendo por ahí que los tiranos
no gobiernan con leyes, pero el asunto es cuando las leyes son hechas a medida
de las necesidades de los que ordenan, además la corte suprema y el congreso
(hoy asamblea) no hace más que validar los dicterios del poder , estamos ante
una dictadura con todas sus letras, de esas que no soportan la crítica por que
la saben cierta y es más cómodo silenciar que aclarar. En otro orden de ideas
los humanes somos tan inconformes que siempre le verán las costuras a todo, es
cuestión de naturaleza no de maldad, ahora, si la mirada “diferente” a lo que el poder desea le es incomoda y
termina en censura, ahí la cosa se pone fea pues la inconformidad irá creciendo
y con ella las maneras de obligar el silencia también se ponen más rebuscadas,
lo que por lo general trae consigo cárcel, persecución y muchas veces hasta la
muerte a quienes tienen la entereza de levantar la voz para mostrarle a esos
otros cuales son los motivos de inconformidad, las leyes en todo caso allanaran
ese camino para que se mantenga una máscara de legalidad.
Tengo la percepción de que los venezolanos nunca
creemos que a nosotros nos puede pasar algo, la verdad no tenemos de otra, si
no mantenemos nuestro pensamiento así de seguro ni trabajaríamos pues las
calles son campo de batalla con cientos de muertos al día y hasta en nuestras
casas una bala perdida nos puede reclamar para la tierra sin que tengamos culpa
de nada, lo único malo de pensar así es que esa manera nos arrastra a descuidar
de nuestra mirada el fantasma de la represión estatal. Menos mal existen las
redes sociales y entre tanta basura que arrastran en forma de los llamados spam
y las cadenas tontas, nos enteramos de las barbaridades que cometen los estúpidos
fanáticos, por ejemplo, a una señora la
detuvieron por “desestabilizar “ el país con un twitt, si hubiesen sido “inteligentes
“ los de la policía la dejaqn pasar pues si vemos el TL de esa señora podemos
observar que solo tenía 16 o menos seguidores, casi que solo su familia y los
pendejos creen que iba a desestabilizar la nación diciendo que lo que había en
la urna era un muñeco de cera, por cierto seguramente si era en verdad un muñeco
era de latex pues la cera no es buen material en estos climas tropicales. Brutalidades
oficiales diría yo.
Justo debajo de este texto hay otro post que
publique ayer, ese texto –imagino- levantó algunas ronchas pues a los diez
minutos o menos de que un sitio de internet (@noticiasvenezue ) publicase el
texto me bloquearon mi cuenta de tuiter sin aviso y sin protesto como dicen las
letras de cambio. Aun no entiendo realmente como carajo bloquean a alguien que
ni postea porno, ni publica nada ofensivo, ni hace spam pues me cuido de no
enviar nada a nadie que no esté en mi TL, ayer un experto en esto de las redes
sociales me decía que seguramente algún chavista envió el post a sus contactos
y estos en masa me denunciaron como alguna vaina de esas a tuiter y ellos como
no tienen tiempo pues me bloquearon la cuenta sin más, cosas de la
intolerancia.
Ahora digo yo, deberíamos hacer una revaluación del
uso del español en Venezuela (hablaré como profesor) , se supone que la
tolerancia es , y cito, según la academia de la lengua española en su
Diccionario Panhispánico de la Lengua Española “Respeto a las ideas, creencias
o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.”,
que dicho sea de paso es muy cercana a la idea popular de lo que es esto de la
tolerancia, no la idea propuesta desde el poder que debe rezar algo así como “Respeto
a las ideas, creencias o prácticas siempre y cuando se parezcan a lo que el
estado y sus secuaces me piden” . la razón de esta aseveración está a la vista,
mientras desde la palestra pública insultan, menosprecian, se burlan de la
oposición, cometen delitos electorales, organizan mítines con transporte,
comida e hidratación incluida pero pagada con fondos del estado (la payasada
del día de sueldo para el Psuv no alcanza para diez minutos de propaganda) impulsan
la violencia con sus grupos armados y hasta cantan himnos nacionales
extranjeros en eventos nacionales, solo por el gusto de sentirse cubanos e
imagino más cercanos a sus héroes de operetas de sangre y plomo. El ente
comicial y los tribunales de la república no solo se hacen los sordos y ciegos,
también desfilan con su esvástica tricolor en el brazo izquierdo para que nadie
dude de su filiación política y de a quien le deben obediencia, también ciega
por cierto.
En el otro lado de la balanza, si alguna asociación
osa hacer visible su apoyo a la oposición enseguida el CNE brinca y prohíbe cualquier
apoyo mediático a no pues son los partidos políticos los llamados a la
promoción ( ¿los institutos públicos, el ejército, el TSJ y el CNE son?) si
alguno osa tan siquiera rozar cualquier cosa que se considere delito electoral
es profundamente sancionado, eso sin decir la mordaza mediática instalada de
frente. Esas diferencias han de ser accidentes del idioma como las conocen los
expertos en el lenguaje.
A mí me censuraron, quien sabe a cuantos más los harán,
la presión está destinada a hacer que los preocupados por todo esto desistamos
con las pocas ventanas que nos quedan hasta que, o nos vamos del país, nos
cansamos y nos dedicamos a sobrevivir como podamos, nos lleven presos y nos
olviden, y en el último caso nos volvamos una suerte de parias destinados a
mendigar por las calles de nuestra nación mientras los creyentes, los jaladores
de oficio y los autómatas funcionarios del estado apuntalan cualquier
iniciativa para prevenir la ausencia de las migajas del poder en su mesa, así
que aprendemos a saborear la mordaza o la mordemos hasta que de tanto hacerlo
se rompa y podamos respirar con la calma que nos merecemos solo por haber
nacido acá, que tristeza que siendo herederos de la gloria de la independencia
ahora seamos dependientes de los dicterios extranjeros de una islita entre los
aplausos ensordecedores de una caterva de traidores a la patria que se dicen
los émulos de la gesta libertadora.
José Ramón Briceño 2013
@jbdiwan , antes @jbdiwancomeback