Imagino
que todos se preguntan ¿Cuál es la salida? ¿Cómo terminamos casi de mendigos
con sueldo?, a pesar de todas las explicaciones, todos los intentos, todas las
protestas, los muertos, los presos, los supermercados vacíos, los malabares
para medio comer, estirar la ropa, tener que buscar las recetas de los abuelos
para eso del cuidado capilar, pedirle a los panas y familiares en el exterior
que ayuden a encontrar eso de los juguetes para navidades, la escasez hasta de
medicinas (que según algunos medios serios dan como mínimo un 80%), ¿ por qué? todavía
no se arma un gran escándalo que borre hasta de la memoria a tan nefasta
administración.
Desde
mi punto de vista es por varias razones, una de ellas es la gran pendejera de
creer que los fulanos son “democráticos” , déjense de cuentos aquí lo único democrático
en los procesos administrativos estatales es el uso del vocablo “democrático”
de resto todas las consultas, reuniones, asambleas ciudadanas y hasta
votaciones son realizadas en base a decisiones ya tomadas, las consultas se
hacen con una suerte de “focus group” que presupone de apoyo a lo que ellos
piden, además de una gran fanfarria propagandística para apoyar sus
iniciativas. A eso le sumamos el grandísimo nivel de complicidad de muchos
funcionarios que no hacen más que buscar las maneras de esquilmar al estado
pues sienten que son intocables y con razón, ya que todas las empresas y
ministerios que dependen del gobierno son inauditables.
El
CNE es una mampara, tengo la impresión de que todo está cuadrado para dejar un mínimo
margen para la oposición y de esa manera lavarse la cara ante la opinión internacional,
nada más, quien crea lo contrario está en su derecho, ciertamente no tengo
ninguna prueba para demostrarlo, pero tal pobreza en un país cuyo PIB se supone
es de los más altos de Latinoamérica (por decir lo menos) demuestra que quizás
no estoy tan lejos de tener la razón.
Otro
de los ingredientes es que en la repartija de dividendos por tantas
irregularidades están los militares, históricamente los milicos son los que
intervienen al momento de tumbar un gobierno, todos sabemos que los cambios de régimen
se han dado siempre de la mano (o de las balas) de los cuerpos armados, sin
embargo hoy día están sindicados hasta de narcotraficantes, lo que hace pensar
que ningún general estaría dispuesto a hacer conspiraciones cuando la impunidad
manifiesta le da tantas ventajas, hasta pasaportes diplomáticos les regalan,
así mismo hay mucha tropa que disfruta un montón haciéndole los mandados a los
oficiales, lo que en su eterna brutalidad (no existe milico inteligente y la
tropa lo es menos pues los entrenan para no pensar, las ordenes se ejecutan, no
se piensan), ese desbarajuste de malandraje se cuela hasta la policía cuyos
negocios son cada día más grandes y menos supervisados, ahora los criminales
usan placas o carnets que los libran de todo mal.
Esto
último no es casualidad, con la excusa de encontrar “apoyo popular” se han
entregado muchas armas a unos supuestos “combatientes” que andan acaballados a
lomo de moto y en los sitios más sórdidos de las ciudades y pueblos del país,
esos “combatientes” no están allí por
motivos ideológicos lo que los hace más peligrosos pues en toda la crisis las
armas terminan usándose solo para defenderse entre ellos, matando, robando,
atracando, traficando hasta harina de maíz sin que eso presuponga pena alguna
para nadie, es más, los recintos carcelarios son guetos desde donde los
mandamases criminales hacen sus negocios mejor protegidos que si estuviesen
afuera, muchos han sido los artículos y testimonios que aseguran eso, además
con la anuencia del estado.
La
forma de corregir todo esto, no me atrevo a nombrarla tan siquiera, me espanta
pues el pantano de sangre que se formará pesará sobre mi conciencia, sin
embargo eso es lo único que veo, quizás la solución pueda ser también dividir
el país en dos grandes territorios, el norte y el sur, así una porción la
destroza la izquierda sin traba alguna y la otra crece como es debido, al final
los años dirán si fue buena o mala la
idea, la historia es solo papel que han amoldado a su imagen y semejanza todos
los gobiernos, deberíamos pensar en borrón y cuenta nueva, otro país, otras
ideas, mejores ciudadanos pero en estos momentos, en este territorio lo veo
complicado, todos quieren ser jefes pero muy pocos están dispuestos a
prepararse para ello.
La
idea tiene tiempo dando vueltas en mi cabeza, el laberinto de nuestra economía
y lo intrincado del entramado hamponil en que se ha vuelto mi país no me deja
ver salidas no violentas, una guerra seria desastrosa pues si sin haberla hay
tanta muerte por balas anónimas si le ponemos frentes y nombres la cosa se
centuplicará con el añadido de tanto vándalo apoyado por otros vándalos de
menos escrúpulos e historia bañada en sangre de sus propios ciudadanos que de
paso glorifican hasta la histeria.
José
Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback