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domingo, diciembre 02, 2012

Amistades de estos tiempos de políticas y absurdos


Los amigos son esa familia que uno se busca por ahí, unos (as) son fugaces y se desparecen con el tiempo, otros (as) terminan siendo hasta hermanos, con esos vínculos que se inventan los hijos de uno para justificar tal cercanía con otra familia, estoy seguro que no entienden muy bien el asunto de parentesco pero al final pareciera no importar mucho el asunto, e igual terminan diciendo tíos y tías a gente que a ciencia cierta no comparte la genética pero que después de todo, igual se despide tal cariño que se pasa por alto el detalle genético y legal para dar y entregar el cariño respectivo.
Típico de los Venezolanos que prodigan amistades a granel. Paro como todo terminan siendo unos cuantos los escogidos. En estos raros tiempos (para los cuarentones como yo) de redes sociales, ha aparecido toda una red de panas que alguna vez compartieron calle y parranda, pero que ahora viven desperdigados por el mundo. Ese fenómeno claramente ha revolucionado todo el sistema comunicacional que traemos desde nacer, ahora pues gente que uno nunca ve, se comunica vía chat o simplemente toma por asalto los muros (del Facebook por ejemplo) que se han transformado en vitrinas de los sentires individuales, y con toda esta tensión política también son foros abiertos para exhibir opiniones y radicalismos lo que ha traído no pocas discusiones y divisiones entre los habitantes de esta aldea globalizada en la que vivimos.
En virtud de esas amistad de la que vengo escribiendo en los primeros párrafos, debo admitir que el asunto político no es impedimento para mantener amistades, aunque se por ahí que algunos se incomodan con mis opiniones y otros pues hasta me han borrado de sus contactos y claro, para no quedarme atrás yo he hecho otro tanto borrando a los radicalisimos y ladillosisimos “panas” que desde sus ideales pues me hartan con sus argumentos políticos de plana y uso común automático del discurso oficial, los que más impresionan por furibundos y radicales ni siquiera viven en este país, desde la distancia alaban al sistema que los empujó a buscar otras tierras, quienes se fueron antes del chavismo ni de vaina proponen volver, no vaya a ser (imagino) que la realidad le tuerza su fantasía de triunfo de la justicia social.
Otros pues se escudan en su sapiencia infalible para acomodar el mundo desde su habitación para apuntalar la gloria del comandante supremo de la galaxia, quien a sabiendas de lo que hizo el imperialismo en marte ha decidido ser el germen de la salvación planetaria, en conjunto con sus secuaces.
Estamos claros en que la fantasía es parte importante de la psique humana y que, además, los sueños de justicia social es algo universal, a menos entre los ciudadanos de a pie, eso no tiene discusión, lo que en verdad molesta es la maña que esos seres tienen de enmendar la plana a todos acusando a quienes adversamos de fascistas imperialistas, aun cuando somos tan pobres unos como otros, se encojonan cuando uno se burla de los sagrados símbolos de la ¿izquierda? Chavista, pero como se solazan en ridiculizar a la oposición e insultar a todo aquel que no concuerde con que marx desde su biblioteca encontró la formula perfecta, y que los Venezolanos como son tan arrechos van a lograr lo que nadie ha logrado en cien años cuando menos, que la sangre que cueste es el tributo claro al avance de la humanidad, así como la fantasía de una guerra para exterminar a cualquiera que adverse sus aspiraciones de vivir en comunas, donde el trabajo no valga más que lo necesario para vivir, que los deseos de viajar, vivir y opinar como a uno le venga en ganas son intrascendencias del individuo. Lo más gracioso es que por conocerlos se que a pesar de todas las pendejadas igual se mueren por visitar el imperio, por tener un estatus de vida que les permita comer con holgura y mantenerse en un estatus que no implique colas en mercales o pedevales.
Algunos muy buenos me han recomendado que me meta al PSUV y de  esa manera solventar el cuento económico, otros simplemente ya han perdido el pudor y me hablan de el gran impedimento que poseo por haber firmado y aparecer en la lista tascón (infame por cierto) pero que me aleje del pensamiento fascista que me corroe las tripas, ajá, yo soy el fascista y ellos son los que manejan listas y segregan a todo aquel que no comulgue con esas ideas, si me leen, más abajo en este blog hay un articulo que explica el fascismo desde la máxima de uno de sus exponentes en el siglo XX, analicen a ver si por casualidad no existen paralelismos en esos postulados.
Al final toda esta cantaleta la escribo para pedir, por favor, que si no les agrada mi pensamiento cuando menos no me jodan, si no sienten que realmente somos amigos que me borren para que no me lean y si aun así están incomodos , inviten unos buenos tequilas y ahí conversamos, pero no me jodan, además los que hemos compartido espacios laborales dentro del gobierno y que  también saben cuanto les agradezco el gesto de llamarme para estar en su equipo de trabajo más allá de las diferencias, igualmente saben de sobra que a los grandes jefes les importa una mierda el discurso y que su mayor empeño es hacer plata y asegurarse el empleo, la mayoría de las veces jodiendo a todos los que por desventura estamos por debajo en la escala laboral,
Igual se les quiere pero (aunque lo saben y en el fondo lo lamentan) no voy a cambiar ni mi pensar ni mis intenciones de seguir siendo  una piedra en el zapato del sistema, seguiremos siendo los panas pero lo político es un asunto tan personal como el gusto y, creo yo, pelearse por gente que ni sabe que uno existe no tiene sentido, vivan, jodan, beban, viajen, lean, estudien, disfruten a sus hijos, pero no jodan que la vida es corta y las angustias muchas, que los amigos no crecen en las matas y que lo compartido no se olvida.
 José Ramón Briceño Diwan, 2012

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