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domingo, marzo 23, 2014

Apuntes del exilio


Irse del país, bajo la figura que sea, es una cosa ruda, no importa que te vayas con empleo de sueldo mágico, de esos que solo pensabas que existía en los sueños, casa soñada, futuro que se anuncia maravilloso y oportunidades que quizás no tendrías acá, igual dejas familia, amigos, casa natal, playas de fin de semana, ron barato y tocará olvidar algunas costumbres muy criollas que en otros países o son mal vistas o son penadas por la ley.

Las redes sociales han permitido abrir nuevas ventanas de comunicación y de expresión, si bien en esta esquina se piensa que el internet no es la gran cosa como catalizadora de cambios, igual TODOS se expresan de la manera que mejor piensan, ahí viene lo increíble. He leído en los sitios sociales de simpatizantes con el gobierno, cualquier cantidad de frases laudatorias, censuras duras como piedras, arengas fuertes, expresiones de alegría por los presos políticos, en fin, expresiones excesivamente complacientes para con la “gestión” gubernamental. Lo único que sorprende es que en muchos casos las defensas más furibundas son de funcionarios del estado (nada sorprendente por cierto) y chavistas en el extranjero. Esos dan más grima pies se fueron porque no tenían oportunidades aquí, se fueron buscando un futuro que por acá está muy lejos de perfilarse.

El chavismo invierte buenas cantidades de dinero en su promoción en el extranjero, sin embargo de esos cientos de emigrantes que se asumen “Revolucionarios” no he leído ni uno que defienda el gobierno más allá de sus muros de redes sociales, les toca trabajar pues meterse a político como ciudadano extranjero no es muy buen negocio, además por lo general las comunidades venezolanas en el exterior son producto de la emigración forzada y no ven con buenos ojos a quienes apoyan a los culpables de su emigración.

Hasta hace unos años, la figura del refugiado político (para mí cuando menos) era una suerte de leyenda urbana, pues no conocía a ninguno de cerca, hoy día tengo tres primos bajo esa figura, se fueron apurados, dejando casas, vehículos, querencias y hasta mascotas por evitar la segura cárcel y quien sabe que más terrores de parte de los esbirros, en los tres casos eran militares de muy baja graduación que estaban asqueados, los dos primeros, un matrimonio se fue a una vacación de la que jamás volvieron, ahora viven de nostalgia en nostalgia con hijos que se sienten venezolanos pero que no pueden volver al país so pena de cárcel, el ultimo de ellos, se fue hace unos días, apurado, sin avisar a nadie, porque desde su posición de retiro fue fotografiado protestando el gobierno, a quien no solo no le gusta que hablen mal del (el gobierno claro) tampoco le agrada que gente sin tacha y con información certera  promulgue sus cochinadas, mucho menos si ese que protesta es un ex GNB, les dio en la madre, BRAVO por mi primo, por cierto el viernes por la noche fue allanada la casa de su padre, un militar jubilado hace más de 15 años, por unos funcionarios de mal talante que se metieron con los dos viejos indefensos quienes por cierto pagaron los pasajes a su hijo y su familia quienes hoy día comienzan una nueva vida en el exilio forzado de los refugiados.

Este teniente que se fue entre gallos y medianoche, con maletas plenas de lo estrictamente necesario para no alertar a los vecinos, que compró el pasaje en las taquillas del aeropuerto, que seguramente no tuvo tiempo de despedirse de nadie, no sabe cuándo volverá, su esposa ha dejado empleo, pacientes y hasta el título profesional para salvarse de los esbirros, seguramente unos dirán que “no creen que les vaya tan mal en el imperio, al final ese es su deseo por escuálidos”, yo disiento pues una cosa es irse pero poder volver cuando quieras y otra muy diferente es irse para no poder volver jamás, con la seguridad de que lo que dejaste acá lo abandonas para dejar que se pierda, la vida vale más pero las nostalgias son una cadena que ahoga a quien la porta.

Una cosa es no querer volver, otra muy diferente es no poder hacerlo, desde esta esquina vaya mi solidaridad total con esos valientes primos que pusieron su vida y libertades en riesgo para demostrar, una vez más, que este gobierno es todo un museo de particularidades coprológicas, cuyas ideas y acciones van solo en función del avance social y económico de sus elites, dejando al país y sus habitantes chapaleando en este océano de miserias que ellos pretenden vendernos como el mar de la felicidad, a los defensores desde el extranjero de esta porquería de gobierno los invito a volver a trabajar y a vivir acá como todos los hijos de vecinos que como yo trabajamos a diario en el país, para que se les quite el fácil encanto de ser chavista desde cualquier capital cuya economía sea favorable.

A los compatriotas que nos quedamos en pie de lucha, mi más ferviente abrazo de solidaridad, a los que se han ido les pido un poco de solidaridad para con los otros compatriotas que se ven en el avión del olvido a rehacer sus vidas en la dureza del exilio, a los refugiados políticos que sepan que no se les olvida y al gobierno que me lee una gran rechifla mezclada con mentadas de madre y maldiciones gitanas, saludos desde mi esquina.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback  

 
Oswaldo Cerro Sanchez, mi primo

viernes, marzo 21, 2014

¿Venezuela del norte o del sur?


Hace más de un mes escribí por acá un artículo donde asomaba la posibilidad de dividir al país geográficamente en dos, todo eso en virtud de todo este lio de balas, gases, robos, pancartas, muertos y presos. Ante la fiereza con que unos defienden un sistema político y social que evidentemente ha fracasado, para evitar más gente muerta o presa, familias divididas, miserias obligadas y tanto mal que estamos pasando TODOS los venezolanos, afirmé que deberíamos ir planteándonos la Venezuela del sur y la del norte, de esa forma cada una de esas Venezuelas podrían ser completamente abiertas para implantar el sistema político que mejor les convenga junto con los planes económicos hartamente planteados y de los cuales el estado no ha tomado ni el más mínimo apunte.

¿Cuál de las dos será la democrática realmente?, no sé, eso toca pensarlo con más detenimiento, lo más sorprendente de todo es que cuando lo asomé por primera vez esperaba mil insultos y algunas mentadas de madre, sin embargo sucedió lo contrario, mucha gente me ha escrito para expresar su conformidad con la idea y hasta propone cosas, eso la verdad me ha sorprendido, casualmente los únicos que están en contra de la idea son los oficialistas.

Pensar en dividir mi país me produce cierto espanto, ciertamente crecimos bajo el paradigma de la Venezuela unida, sin embargo en los últimos años hemos estado más divididos que nunca, especialmente en estos momentos el odio es mucho entre las facciones en pugna,  la verdad no hemos llegado al climax del odio pero estamos bastante cerca de comenzar a matarnos por venganzas, además claro por ganar espacios para la disidencia, si no me creen lean sobre los estados Mérida, Trujillo, Zulia, Miranda, Carabobo y hasta Barinas, todos están en pe de guerra, con barricadas, molotov, piedras y palos contra tanquetas, balas, bombas lacrimógenas, motos y quien sabe que más se inventan los milicos para su acto represivo. Sabemos además que la división se está haciendo más profunda, en estos momentos ya ni por educación se tratan las familias en las que hay militantes de ambos bandos, los vecinos ya no se pueden ni ver, las redes revientan con fotos y nombres de los supuestos delatores del régimen, quienes por cierto no les veo mucho futuro en los espacios donde comparte con sus vecinos, no creo que falte mucho para que esos empiecen a amanecer colgados de los postes o muertos en alguna esquina con su cartelito explicativo de las razones de su ejecución, igual creo que será en las zonas populares con los opositores.

Todo el panorama es espantoso, lo que veo en el futuro, lo que podría pasar y de no pasar un escenario se recrudecería este otro que estamos viviendo, total no hay escenario final bonito para esta historia ni el “vivieron felices por siempre” es factible, cuando menos o en mi imaginación.

Mientras escribo estas líneas buscando  argumentos, recuerdo que Venezuela es recién como la conocemos, no éramos así antes de 1920, los únicos que viajaban por el país para esa época eran los comerciantes y los militares con sus arreos de guerra, muy poca gente conocía como ahora, el oriente, el occidente, los andes, el llano o las selvas del sur, éramos siete países cosidos a bala por las guerras tanto de independencia como las que le siguieron, hasta que un general que bajó de las montañas se le ocurrió hacer carreteras y unir al país por vía terrestre, ahí comenzó un lento avance en esto de la llamada conciencia nacional. Es más, los zulianos tenían un proyecto secesionista ya desde el siglo XIX, entonces mi idea ni es tan nueva, ni puede ser tan mala.

Fuera de broma sería interesante plantearse eso, sé que es doloroso, también sé que traerá no pocas penurias para muchos, pero sería una apuesta a futuro que nos sacará del atolladero, podríamos hacer los planes que siempre quisimos los pensantes, reactivar la economía, atraer inversiones extranjeras, reducir el crimen, invitar a los compatriotas en el exilio a volver para colaborar con esta refundación nacional, empezar de cero y darnos el chance a todos de ser felices por elección y no por obligación, regalemosle su lado a los chavistas, que terminen su gran orgía coprológica, que pongan en acción sus estúpidos planes de seguir haciendo mal todo , pongámonos en la ruta del futuro y pensando en ese futuro algún día podremos volver a estar todos en la misma mesa, no este eterno andar en una cola, en seguir buscando las cosas de vivir , en este catastrófico “NO HAY” que llevo atorado en la garganta, en este parte de guerra en que se ha vuelto la calle y por fin poder aspirar en serio a que mi esquina ya no esté en el tercer mundo.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback 

jueves, marzo 20, 2014

San José, patrono del espanto


Ayer fue día de San José, patrono de la ciudad donde vivo, por supuesto fue no laborable para los trabajadores del sector público, además es el día de la inauguración de las ferias que llevan el mismo nombre, a pesar de todos los disturbios, muertos, tragedias que se suceden a cada rato en este país, estos infames las hicieron igual, según me cuentan hubo cohetes, toros y hasta alguna presentación de un grupo musical ahí, no sé, jamás he ido a esas ferias pues desde los años 80 eso se ha vuelto un nido de gente de mal vivir que igual te sonríe como te da una puñalada para robarte, no es un asunto de clasismo, es cuestión de evitar peligros, claro en eso incide mi alergia a los ritmos “populares” que aturden en todo el parque de ferias y la ausencia de cosas interesantes, si bien en algún momento habían todo tipo de exposiciones industriales, artísticas y hasta académicas donde también vendían productos exóticos a bajo precio, ahora son una especie de sucursal de la buhonería del centro del país, para eso voy al centro de la ciudad donde los chinos venden cualquiera de las chucherías que se expenden en la dichosa feria.

La última vez me atreví a ir, atraído por un grupo de rock que era muy famoso en mi juventud, estaba con unos amigos de años, a uno de ellos, alguien, nadie sabe en ese desbarajuste, le administró escopolamina (burrundanga) y hubo que sacarlo en andas pues se desmayó, este amigo es un hombre de peso (más de 100 kilos) y al final nunca vimos el concierto que fuimos a ver pero reiteramos en conjunto la decisión de no volver a esos eventos.

Frente al parque de ferias hay varios urbanismos, uno clase media y varios que se debaten entre clase media baja y la muy baja, atrás del parque de ferias hay uno nuevo bastante grande, de clase baja pues son viviendas de interés social, si han visto la película brasilera “ciudad de dios” podrían darse una idea de cómo es el tal urbanismo social y el tipo de gente que la habita. Pues bien, mientras en el parque de ferias todo era luces, música y fuegos artificiales, a solo 100 metros la musca la ponía la policía con sus equipos antimotines junto a algunos vecinos que dicen iban a la fiesta invitados por el gobierno, ellos, los vecinos, son del urbanismo que queda tras el parque de ferias, hubo detenidos, heridos, balas, gritos , piedras , imprecaciones, angustias y quien sabe que más, mientras el alcalde y los acólitos celebraban la inauguración de la más infame fiesta inventada.

Algunos amigos viven allí , tienen hijos pequeños, sus viejos también, hay de todo como en todo urbanismo de mediana talla, eso no les importa a los bárbaros del estado, ellos quieren “orden” a todo costo, no les interesan esas tonterías de convenios internacionales, leyes, constitución o procedimientos judiciales, quieren eliminar todo foco de protesta para sentirse a sus anchas, continuar sus desmanes, el desfalco continuado y sin interrupción que lleva más de 15 años, establecerse como millonarios para luego no sufrir los males que sufrimos la mayoría de los ciudadanos de a pie, lo peor es que hay vecinos de esa misma urbanización que los apoyan (a los del gobierno), gente que aun piensa que todo es culpa de otros y jamás de la “re(in)volución”, si no me creen acá uno de los videos (https://www.youtube.com/watch?v=5tTWia5LpxM&feature=youtu.be).

Soy del pensar en que esto se va a complicar más, con acciones como esas que se replican en todo el país, no creo que haya poca gente descontenta, la rabia es un asunto serio, dentro de poco todos tendremos un familiar, un amigo(a), el hijo de algún amigo(a), un hermano, un cuñado, todos tendremos alguien agredido, preso, muerto o desaparecido, ya no hay vuelta atrás, cuando lleguemos al tope del odio comenzará la guerra, terrible como todas, malvada como pocas pues el bando vencedor no tendrá piedad con el vencido, la muerte será una fija cada mañana, el desenlace no lo sabremos hasta que nos toque, los militares de cualquier bando, si es que salen a defender a quienes masacran y a restituir el poco respeto que tenían pues se dejaron montar como jefes a militares de otro país, ellos con su orto dispuesto reciben el amor revolucionario de la república de cuba.

Anoche se demostró la calaña real de este régimen, su cualidad clasista que raya en el racismo pues mientras ellos andaban de fiesta, a escasos metros se desencadenaba una batalla desigual, con trampa incluida entre una población desarmada y otra armada de civil protegida por unos brutos de uniforme, esa noche aun me duele en las tripas, igual que las noches de todo mi país, no me atrevo a pedir auxilio desde estas líneas pues sé que el auxilio que nos toca obliga a elevar las cotas de violencia, de esa la verdad no deseo más por mucho que sepa que es necesaria, así como necesarios son los supermercados al tope, las farmacias bien surtidas, mi moneda fuerte, los hospitales bien dotados, los sueldos que alcancen y el futuro se mire, pero que ese futuro no sea gris y rojo, que sea azul como el cielo, luminoso, con su sol amarillo rabioso pero no regado por el rojo sangre que eternamente está manchando mi suelo.
José Ramón Briceño Diwan, 2014
@jbdiwancomeback



miércoles, marzo 19, 2014

Nadie sabe


Hasta estos días he estado confundido, yo pensaba desde siempre que un golpe de estado necesitaba tanques, soldados, balas, muertos y por supuesto, asaltos sangrientos a las bases militares, con sus respectivas amenazas de guerra civil, encontronazos entre las fuerzas insurgentes y los oficialistas, total una cadena de cuartelazos que generan sangre mediante el derrocamiento del régimen imperante para ser sustituido por otro nuevo. Así lo demuestra la historia, en Venezuela por ejemplo, tenemos todo un catálogo de formas de llegar al poder , desde golpes fallidos con cifras de muertos y con los cabecillas presos que al final se treparon a la silla presidencial sin tan siquiera merecer un indulto pues sus crímenes son de amplio conocimiento, esos hoy día andan furibundos, gritando desde todas las palestras que son víctimas de un golpe de estado, cuando la realidad demuestra que las balas pertenecen a un solo lado y no es el civil precisamente.

Si nos vamos al pasado más reciente, el siglo XX , si bien fue menos movido que el siglo que lo precedió si tuvo su cuota de golpes de estado, desde aquel donde sin hacer un disparo Juan Vicente Gómez se quedó con la silla presidencial luego de una larga conjura que terminó cuando el presidente tomo el barco que lo llevaría a una operación para salvarle la vida, pasando por el cuartelazo de Pérez Jiménez y compañía, sin olvidar los 20 años de guerrilla patrocinada cortésmente por el barbudo que ahora (dicen) gobierna tras bastidores y es responsable de todas estas muertes que algunos se niegan a ver.

Por los momentos hay una guerra no declarada desde hace más de diez años, sus partes son secreto de estado, tradicionalmente vulnerado por la complicidad manifiesta, bien sea gratuita o de pago por parte de los patólogos forenses del país, sumando los últimos diez años van muchos más de 250.000 muertos en las calles de nuestro país por obra y gracia de un hampa cada día más hambrienta y por supuesto más a sus anchas en este estado donde caer preso por un delito de esos es más parte de la mala suerte que de un trabajo de investigación serio, según cifras solamente el 2% de los asesinatos en Venezuela terminan en condena, el 98% restante camina tranquilo como si nada  le debiese  a la sociedad. En este último  mes lo que han existido son protestas, en unos casos ha terminado en violencia, en otros no pasan de personas en son de absoluta paz gritando consignas y agitando banderas, nada del otro mundo. Sin embargo hay estados adonde el estado de guerra es total, no deberíamos sorprendernos si una mañana de estas amanecemos con guerra de verdad en esos estados, quizás ya no se conformaran con desnudar a los guardias que captures, quizás comenzaran a ahorcarlos, quemaran a otros con molotovs y en el último caso se harán de armas de fuego para repeler a los militares que, cumpliendo órdenes, se enfrenten, sin olvidar claro que no tendrán piedad con los integrantes de las bandas armadas civiles del gobierno, esos no estarán cubiertos ni por la convención de Ginebra.

Con respecto a la tontería esa de declarar que hay un golpe de estado, no creo procedente que sigan con esa payasada, la verdad acá las balas salen de un solo lado, no digo que en otros casos no se intercambien disparos , sin embargo los casos que conozco son de gente que protegiendo vida y bienes (lo que debería ser potestad del estado) responde ante los ataques de esos monstruos civiles a lomo de moto que usan para “ablandar” las protestas, no es de culparlos, si yo viviese en una urbanización, donde no hay escapatoria sin tener que toparme con esos animales parlantes, y de haberlas más allá me tropiezo con una ley que en vez de protegerme los protege a ellos (las bandas armadas) no creo que vaya a pensármelo mucho al momento de empuñar un arma y defender a los míos, en esos momentos no creo que nadie piense en la colectividad, sobre todo en estos tiempos en que protegerse es un asunto prioritario más allá de las protestas.

Para que acá halla un golpe de estado se necesita la colaboración de los militares decentes, esos no se han reportado, no hay nada que indique que hay algún movimiento pro-civiles en los cuarteles, puro rumor de milicos presos, arrestados tanto en el mismo domicilio como en los cuarteles, de otros fusilados sumariamente y hasta de corte marcial he escuchado, sin embargo rumor no es noticia y en este país todos tenemos que vivir pensando como Santo Tomás, ver para creer.

Ceo que al final, cuando llegue el final todos quedaremos sorprendidos, empezando por el estado totalitario y fascista que se niega a aceptar su cualidad dictatorial, quizás la guerra baje de las montañas, quizás el día de mañana cuatro capitanes al mando de tres regimientos acaben la payasada chavista y tengamos elecciones pronto, uno la verdad nunca sabe, si tenemos miedo de morir les recuerdo a todos que acá la vida es un regalo máximo, nadie  sabe en qué momento será parte de las estadísticas, nadie se puede salvar, en ningún lado estamos 100% seguros, hasta una bala perdida aplica para que nos reciban en el sitio a donde van las almas, nadie sabe.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback



martes, marzo 18, 2014

La comparsa de los gorilas


La juventud es usualmente un periodo de ajustes, de descubrimientos, de rebeldías. Algunos hay que su tiempo lo pasa de manera “normal”, hacen deportes, son excelentes hijos, no experimentan con alcohol ni tienen amigotes con los cuales emborracharse es la norma  bueno, yo fui un joven de esos últimos, con amigotes y amigas incluidas, larga cabellera, la alergia a los deportes de la que aun sufro, con una tendencia a la lectura que me hizo una suerte de hibrido de nerd con tipo popular, por supuesto odiaba el bachillerato, de  suerte que aun hoy esos amigotes de esa época todavía nos frecuentamos, claro ya no nos emborrachamos tan seguido, ustedes saben el colesterol, la tensión arterial, los achaques que se aparecen a los cuarenta y se instalan a placer en el organismo de los más reticentes, también de suerte esos mismos amigos somos hoy día todos profesionales, exitosos según la medida de inteligencia de cada quien, de paso ninguno ha pasado jamás una noche en la cárcel ni mucho menos, una vez quizás y fue porque se nos mojó el campamento y la policía del pueblo nos prestó unas celdas para dormir que agradezco desde aquellos tiempos, lástima que entre los efectos de aquel infernal anís y su resaca no menos virulenta no me dejen recordar ni los nombres ni la fisionomía de aquellos benevolentes agentes que hasta café nos invitaron.

Recuerdo una tarde de tragos, debió haber sido como en el 90, en un local de la ciudad, donde por burlarnos del dueño, quien dejó caer una bandeja de vasos y copas, nos llevó un piquete de policías hasta una estación móvil, una suerte de autobús acondicionado para ser espacio de detención en los operativos móviles, adentro nos catearon, revisaron billeteras y pronto se dieron cuenta que solo éramos unos muchachos con ganas de fiesta, sin mayor culpa ni penas. Mientras esperábamos al oficial que comandaba ese puesto, otros agentes trajeron a dos muchachos, de muy mala catadura, los mismos habían arrancado el bolso a una señora para robarla, la dama según nos contó el policía sufrió severos golpes, eso por supuesto enardeció a todos los presentes, un sonoro “que bolas” sonó en el breve espacio de la celda, los policías (imagino) envalentonados por nosotros golpearon al muchacho mezclando bromas con golpes, patadas, bofetadas y hasta peinillazos, la verdad estaba muy asustado pero ni modo, tocó quedarse callado hasta que salimos y por mera venganza acabamos de tomarnos las cervezas prometidas en el bar cercano.

Todo esto viene a colación pues los días en los que estamos viviendo en Venezuela, son de bomba, peinilla, rolazo y hasta balas contra piedras y gritos de los que protestan, también se ha hablado muchísimo de torturas y vejaciones, cada vez que leo algo al respecto recuerdo a los dos carteristas aquellos que atraparon, esos de hace años, si bien creo que se merecían algún castigo ejemplar por lastimar a una señora mayor, no creo que la solución haya sido golpearlos sin juicio ni procedimientos legales que de seguro nadie hizo y al día siguiente estaban fuera.  

Si eso fue hace casi 25 años, se consideraba normal golpear a los detenidos por cosas fútiles, no quiero imaginarme lo que les harán hoy día con la excusa de ser “terroristas” por tener piedras, los fulanos “miguelitos” (trozos de goma atravesados con clavos para desinflar cauchos de vehículos), por gritar en la vía publica pues hasta señoras mayores de 60 años se han llevado detenidas, por cualquier cosa que les apetezca a los esbirros te pueden tumbar la puerta y llevarse a todos presos sin orden ni legalidad, que horror.

Imagino que la defensora del puesto defiende las torturas ya que seguramente su asesor en materia de seguridad le debe asegurar que todo es un procedimiento normal, además los agentes se sienten muy felices de actuar sin la espantosa intervención de las asquerosas leyes de la república que les mantienen las manos atadas para defender la revolución, al final la tortura siempre ha sido la norma, solo se la saltan cuando el detenido es tan educado que se hace sospechoso de ser hijo, sobrino, ahijado, amigo de algún “chivo” que les puede poner la vida de cuadritos con una llamada, solo esos se salvan, aunque en estos días la verdad no creo que nadie esté a salvo, cualquier cosa, te matan y la culpa es del motorizado que te quería robar el teléfono celular y le echan tierra al asunto.

De tanto odiar a la derecha fascista la imitan muy bien, gracias a ustedes estamos más cerca de nuestra originaria África, esa de países ricos pero con ciudadanos pobres, gracias por tirarnos al saco de los agraviados, muchas gracias por ponernos en el mapa de las desgracias, gracias por nada, sobre todo gracias por enseñarnos una vez más que el poder enceguece y pervierte, sobre todo gracias a la bronca de abstinencia que tengo pues hace más de tres días no tengo café en casa, no se ve en ninguna parte, imagino que es culpa del imperio y seguro los GN y la PN andan tan escasos de café que su jaqueca de abstinencia la pagan todos los detenidos, por eso no es tortura, menos mal que tuve la juventud que viví y ahora se que junto con el uniforme viene un halo sádico que recién ahora es de notoria importancia pues le sobraran ascensos y honores sobre la sangre y el dolor de los jóvenes de mi país, lástima que también tenga el incordio de pensar en ustedes como compatriotas, que lástima que respiren mí mismo aire, si no se han dado cuenta los desprecio, quizás no y lo que está tipeando esto es mi alter ego incomodo en grado sumo por la mala situación y la otra peor que se avecina.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback




  

lunes, marzo 17, 2014

El reconcomio de Baudelaire


En estos días he visto, leído y oído cualquier cosa, desde monumentales mentiras dichas en cadena nacional y hasta para los medios internacionales, he oído de paz mientras hay balas pagadas por mis impuestos y los de todos hiriendo ciudadanos, todo un desbarajuste de violencia, terror encastrada junto a una  “normalidad” anormal de calma en algunas ciudades, donde conviven la miseria, el olvido, la apatía y la rabia sin tocarse siquiera, con cierta sorpresa y algo de tristeza he visto gente de mirones mientras al otro lado de la calle vuelan piedras y bombas lacrimógenas sin participar, solo miran, es tragicómico el asunto.
Entre las ridiculeces de estos del gobierno que me faltaba criticar, es el uso del lenguaje, apartando la ramplonería del discurso, creo que hay que oír con atención el uso del estilo al construir sus arengas, no sé si será asunto de su ultra militancia estilo zombi, pero cada día imitan (muy mal por cierto) el estilo de los románticos del siglo XVIII, sus arengas son “pasionales” , se rasgan las vestiduras, lloran, hacen pucheros, gritan, hablan de paz pero al segundo siguiente salen amenazas más virulentas que otras, viven sumergidos en alguna novela francesa tipo escarlata y pimpinela, mezclado claro con algunos ingredientes tipo Lupita Ferrer con todo y pecado de nacer. No se salvan ni el estilo de los documentos emitidos desde las oficinas oficiales, especialmente los memos que van encabezados por una retahíla de líneas laudatorias del difunto y la camaradería y fidelidad, para, en la línea 33 y hasta la línea 35, comunique el petitorio y liego otras 33 líneas en despedida revolucionaria y comprometida, en el mismo tono tipo Lupita Ferrer.

No son miguelitos son “pezuñas del diablo”, no es el gran líder es “el comandante galáctico eterno de los tiempos nuevos de la quinta república del empíreo todo”, no van a trabajar por sacar adelante el país van a “salvar la raza humana”, son Bolivarisismisismos pero ponen preso a uno de los pocos descendientes de la familia Bolívar, hablan de seguridad alimentaria y todo se exporta, hay escasez absoluta de algunos rubros y otros pues casi que ni relativa, no habrá devaluación solamente un “ajuste cambiario para defender la revolución”, gritan consignas antiimperiales pero están furiosos por que les quitaron las visas, hablan de respeto a los derechos humanos y la red está llena de gente golpeada, asaltada, robada, sin importad edad ni sexo.

Uno de los eventos más graciosos es, “la siembra del comandante”, yo aún me pregunto si nadie se ha dado cuenta de tamaño sarcasmo, pues desde donde se mire es un asalto a la educación el tal axioma, ¿siembra?, ¡Es que lo sembraron?, ¿mataron? Pues hasta donde se, en los lejanos años ochenta cuando decían “sembraron a fulano” era que lo habían matado y sepultado a la orilla de alguna carretera, tenía connotaciones funestas, pero estos señores se pasaron, eso de la siembra, a pesar de que el muerto, la verdad no me duele más que por las penurias por las que pasamos todos, ni es santo de mi devoción, no creo que ese axioma sea ningún halago para un muerto.

Ahora se a quienes en realidad les va a dar clases de actuación. Hoy veía a un gobernador explicando cómo murió el militar ayer, con un tono tipo radionovela que lo hacía ver realmente muy mal ante el “electorado” culto que lo sigue, además del énfasis en remarcar que nadie hizo ningún disparo hacia los apartamentos, ni habló de las chorropotocientas bombas lacrimógenas, tampoco de los intentos de hacer allanamientos sin orden ni mesura, ni de valerse de los colectivos para “ablandar” las protestas, peor, resulta que dijo en la televisión que no eran más de cuarenta individuos, que dominaron a los soperuniformados que jamás van menos de cien, con tanquetas, balas, escopetas, escudos, cascos y demás florituras de seguridad. Como cuarenta muchachos desarmados y si acaso una molotov, los dejó en ridículo al frente de la colectividad, pena ajena señores, llorar no los hace ver menos agresivos ni más amorosos, lloriquear más bien les desnuda la maldad con la que envuelven todo su discurso.

Para despedirme un pensamiento leído al vuelo “"La educación de los militares, desde el soldado raso hasta las más altas jerarquías,les convierte necesariamente en enemigos de la sociedad civil y el pueblo. Incluso su uniforme, con todos esos adornos ridículos que distinguen los regimientos y los grados, todas esas tonterías infantiles que ocupan buena parte de su existencia y les haría parecer payasos si no estuvieran siempre amenazantes, todo ello les separa de la sociedad. Ese atavío y sus mil ceremonias pueriles, entre las que transcurre la vida sin más objetivo que entrenarse para la matanza y la destrucción, serían humillantes para hombres que no hubieran perdido el sentimiento de la dignidad humana. Morirían de vergüenza si no hubieran llegado, mediante una sistemática perversión de ideas, a hacerlo fuente de vanidad.La obediencia pasiva es su mayor virtud. Sometidos a una disciplina despótica, acaban sintiendo horror de cualquiera que se mueva libremente. Quieren imponer a la fuerza la disciplina brutal, el orden estúpido del que ellos mismos son víctimas
Miguel Bakunin
José Briceño 2014
@jbdiwancomeback




domingo, marzo 16, 2014

Ensayo sobre la ceguera


La envidia es un sentimiento incomodo, la verdad, en mi caso no la entiendo, yo creo firmemente, que cada quien hace lo que tiene que hacer para poder aspirar a merecer todo eso que desea, su trabajo y capacidades ha de ser la medida de sus aspiraciones, quizás esté equivocado pero así veo este asunto de vivir. Tengo amigos cuyo estatus y calidad de vida es superior, por lo menos en lo que a ingreso mensual se refiere, ellos han trabajado bastante para lograr su estilo de vida y eso me alegra, me emociono cada vez que me entero de algún logro, un viaje, una mejora, en fin, en todo eso que hace que uno se sienta orgulloso de conocer gente interesante como ellos, lo único malo de conocer tanta gente brillante y talentosa es que uno termina creyendo que eso del talento es algo normal, cuando la realidad es que son la excepción y no la regla.

Eso de las excepciones y las reglas pude comprobarlo en estos días, una tarde en la que andaba con mi hija, coincidí en una parada con un antiguo alumno a quien conocía desde hace tiempo gracias a una amiga en común, este alumno es un señor de más de cincuenta años que decidió ponerse a estudiar en sus cuarentas, eso lo aplaudí. Cuando nos encontramos nos saludamos, el respectivo abanico de preguntas normales de gente que tiene mucho tiempo sin verse, de esos que terminan en una competencia a ver quién ha hecho alguna cosa digna de mención, porque sé su filiación política no quise preguntarle nada, sin embargo el hombre insistió, yo por supuesto le fui sincero, soy solo un humilde profesor de fotografía, aunque con cargo titular tampoco es que el cheque del sueldo sea para creerse la gran cosota, con todo y que me encanta este trabajo cosa que no digo muy en voz alta por un asunto cabalístico (de que vuelan vuelan), el hombre me dice muy orgulloso que ahora trabaja en una oficina patrocinada por el gobierno local desde donde monitorean lo que pasa, en sus propias palabras, donde cambian matrices de opinión equivocadas. Para cambiar el tema le pregunté por qué andaba a pie y no en moto como siempre, me dijo que por culpa de la generalización ya que ahora todos los motorizados son mal vistos, yo me sorprendí pues ese señor no tiene la estampa de boleta de captura que tienen los otros, le comenté que los motorizados mal vistos eran los que parecían de los llamados colectivos, me respondió que en su cuadra habían hecho destrozos esos colectivos y los vecinos los habían amenazado, a él y a su esposa, por eso andaban a pie, medio escondidos, por miedo a las amenazas de los vecinos que los asumen como informantes del régimen, aunque me espante la cosa, no creo que los vecinos estén tan equivocados. Para cerrar el comentario me responde el señor que a pesar de los destrozos ellos, la guardia y los colectivos, defienden la revolución.

Mi expresión me delató y el sujeto, quien se sintió a sus anchas, comenzó a disertar sobre la libertad de pensamiento y la tolerancia, la cosa se comenzó a enturbiar en lo que le dije que eso de la tolerancia es una tontería, que mejor hablábamos de aceptación pues “tolerar” es en sí mismo un vocablo que invita a la polarización, él se rió y me dijo que no pensaba así, ahí la conversa se transformó en una suerte de pelea amable, casi nunca me molesto con gente del gobierno, no tiene sentido y la verdad a los pocos que trato son gente brillante que asume sus fallas, que tiene propuestas, no esa ciega como terminó siéndolo este tipo, la conversa tuvo su climax, cuando me dije , con una sonrisa amplia, que si bien mi visión era que todo andaba mal, para el todo estaba bien, contrario a mi costumbre grité, ya íbamos en un bus milagrosamente solitario, me acordé que ese señor había sido operado por un cáncer de próstata hace unos años, y le espeté a bocajarro, que bolas tiene, si no ha visto las colas para comprar leche, si el café todavía lo vendían en la bodega del frente, si las medicinas que tomaba se las mandaban de la habana y si su puto sueldo le alcanzaba para todo.

Ahí el hombre sonrió beatíficamente y me dijo descaradamente que sí, que a él no le hacía falta nada, que todo estaba bien, que la culpa de la inflación era de los especuladores, que el dólar no estaba regulado si no que el estado tenía que hacer así para poder controlar un poco al capitalismo, que fuese a visitar no se cuales comunas, yo no podía creer lo que escuchaba, como alguien que vive en la misma ciudad que yo, que gana lo mismo que yo pues lo sueldos de la gobernación no son la gran cosa, que sufre las mismas cosas que todos, niega lo innegable, si pasear por un centro comercial es la antesala a la depresión, ir al centro de la ciudad es ver la agonía en pleno de una economía.

Lo mandé a freír monos para continuar conservando las formas, el hombre se bajó sin pagar el pasaje y cuando el conductor del autobús le reclamó, el tipo muy molesto le grita que ellos pusieron los muertos para que todos pudiésemos vivir así, los otros pasajeros le gritaron a coro, Chavista tenías que ser desgraciado, mi hija se recostó de mi hombro y escondió la cara asustada por el ruido.

Pasé el resto del día molesto, esto tenía que haberlo escrito ayer pero la verdad tenía la rabia muy a flor de piel como para poder hacer un detallado y medianamente ecuánime escrito, sin embargo la constatación de los síntomas de la ceguera oficialista es algo que se sale de los parámetros de lo “normal” pues se supone que TODOS deberíamos reclamar lo justo, futuro, empleo, educación, economía, salud, todo al alcance de nuestras aptutudes, que el trabajo y el futuro sean porque así lo determinamos con el esfuerzo de nuestras neuronas y no con el de los músculos que se usan al inclinarse pues de tanto hacerlo llega un momento que olvidas como ponerte de pie, así mismo sucede con los países, esa conversa con ese señor me ha abierto los ojos ante el horror de que esta historia no terminará bien para nadie, como me gustaría estar equivocado de verdad.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback



viernes, marzo 14, 2014

Venezuela, país de locos


En los ochentas hubo una película de bajo presupuesto, se llamaba “los dioses deben estar locos”, su trama daba vueltas alrededor de un indígena africano que mira como una botella, lanzada por un piloto aterriza en medio de la sabana y el indígena piensa que es un regalo de los dioses, desencadenando toda una cadena de eventos muy graciosos por lo absurdos, una suerte de encuentro entre la modernidad y la era de piedra en la que algunos viven aún.

Mirando las redes sociales y las publicaciones digitales no dejo de pensar en la fulana película, acá todo está de locos, vemos, vivimos y sentimos todo lo que el estado niega con vehemencia, he visto como motorizados civiles con estampa de boleta de captura colaboran hombro a hombro con sus naturales “enemigos”, las fuerzas de seguridad, quienes de paso son las primeras víctimas de los motorizados, estos a su vez se ofrecen en las horas libres como los infames Mototaxis, en vehículos de barata construcción y con la misma estampa que da más miedo que otra cosa. En este país nadie anda desprevenido, hoy vi cómo, mientras que alguien se montaba en un autobús con alguna historia trágica para que le regalen alguna limosna, una joven estudiante casi saltó por la ventana, tenía miedo, eso no se puede censurar, los asaltos en los autobuses son algo casi que cotidiano, mientras, en las calles los policías y guardias nacionales solo tienen ojos para los que protestan, muy de locos eso.

Igualmente sigue la cacería de cosas de comer, ya es casi un deporte adivinar adonde hay tal o cual producto, el ejercicio de voyeur de bolsas de supermercado ha tomado un auge inusitado en estos tiempos, antes solo se miraban las venezolanas que usualmente son bellas en extremo sin embargo en estos tiempos es más importante el contenido de su bolsa que el mirar su falda, cosas de la locura revolucionaria.

El estado ha ido reforzando su idea de que los barrios populares son territorio chavista, hay redes de información bastante nutridas, de soplones y vigilantes fanáticos que monitorean todos los movimientos de sus vecinos, por esa y otras razones es complicado ver representantes de esas barriadas en las manifestaciones, sin embargo. Ayer estuve en una de las marchas diarias, unos jovencitos, apenas saliendo de la adolescencia, todos portan barbas que los hacen ver mayores, sin embargo se les nota por encima la juventud, las muchachas igualmente jóvenes, son esa sonrisa difícil de encontrar en los mayores, unos cuantos apenas. Convocaron a una concentración en una urbanización de clase media del sur de mi ciudad, la gente, en su mayoría amas de casa, jubilados y algunos otros jóvenes activistas de la zona se dieron cita a la cinco de la tarde, luego de las arengas, los discursos y los vítores, uno de los estudiantes dirigentes, invitó a toda la concurrencia a una caminata por la zona, atravesaron una urbanización y tomaron camino a un barrio cercano, donde la pobreza se absorbe por los cincos sentidos, de esos donde la delincuencia han hecho nido.

El recorrido fue lento, pero curiosamente, esa zona considerada de alta densidad de oficialistas miraba desde las puertas, aceras y negocios la marcha de gente de oposición, en algún momento parecía estar en una película, en algunas partes daban vítores, en oros nos miraban como si de marcianos se tratase, solo unos pocos habitantes de esa zona hicieron comentarios de rabia como era de esperarse. Una mujer de apariencia humilde, pelo teñido de rubio y vestimenta acorde a la zona, gritaba destemplada que “Son puros ricos y los pobres estamos con Maduro” más algunas poco sutiles palabras dirigidas a la marcha, de una acera, una voz masculina amenazó a los marchantes con grupos violentos a la salida del barrio, de una casa un señor mayor gritó alguna sandez con acento oficialista. En líneas generales se sintió más estupor por parte de los vecinos de la barriada que otra cosa, no hubo la violencia esperada, pues debo confesar que hasta yo estaba asustado.

La violencia demostrada por todos los estratos bajos en la defensa de su mesias era proverbial, difícilmente podía uno cruzar esos espacios sin sentirse observado y hasta en algunos momentos amenazado, lo común es que quienes no pertenecen a esos espacios son tildados de “sifrinos” que es algo así como tildar de ricos descerebrados que solo andan pendientes de la moda, eso también es herencia directa del estamento político que así se asegura la fidelidad de ese estrato tan grande de la población, fueron ellos los que con su presencia masiva permitieron el retorno de Chavez aquel once de abril del 2002, pero que en esta ocasión parecen haber abandonado al heredero.

Minutos antes de terminar la marcha por el barrio, una familia que miraba con asombro desde su portal le reclamaba a una niña, con uniforme de liceísta que gritaba algo sobre Maduro, que se dejara de eso pues al no trabajar tampoco sabía lo duro que la pasaban todos, que la comida era todo un acto de magia y llegar a fin de mes un misterio divino, por supuesto la joven silenció sus gritos y desapareció en el interior de su vivienda mientras sus otros familiares seguían dando ánimos a la marcha, la cosa se puso más tensa a la salida, un grupo de motorizados estaban esperando a los marchantes para golpearlos, les exigían devolverse por donde vinieron, cosa complicada por lo estrecho de las calles, imagino que tenían otros cómplices adentro de la ciudadela que es ese barrio y allí cometer cualquier barbaridad, los muchachos que organizaban la marcha les dieron frente, llegaron más de treinta policías motorizados y hasta allí todo, sin embargo tanto los policías como los violentos a lomo de moto dejaron muy en claro que no tolerarían más marchas, sin embargo ya se hizo, se demostró que los barrios pobres no son ya territorio chavista.

Cosas de locos en este manicomio, por el momento los furiosos son pocos, mañana no sabemos, la locura es así, intempestiva, sin un patrón especifico, en algún momento los pacíficos se vuelven violentos y viceversa, ojalá solo pase lo contrario y no vaya a ser que termino en el mismo manicomio con la camisa de fuerza rojarojita hecha de fusiles, cantos, arengas y mucha pero mucha hambre.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback

jueves, marzo 13, 2014

La “fiesta” de los muertos



Anoche estaba escribiendo un nuevo post, la verdad ya no tengo tanto tiempo para dedicarle al blog , sin embargo no pude escribirlo, me perdí en la línea quince, no podía escribir nada serio ni mucho menos ecuánime por las cosas que suceden en mi país, en mi ciudad, recibí llamadas de gente que vive cerca de uno de los epicentros de la actividad opositora, además los mensajes que se reciben vía redes sociales espantan aún más, preferí apagar la máquina y dejar para esta mañana el articulo pues lo único que salía de mis dedos eran insultos de muy alto calibre que si bien no matan a nadie tampoco me agradan mucho, esos mejor me los guardo.

Pensé durante toda la noche, busqué una razón para todo este carnaval de balas, creo que lo que sucede es que todavía los opositores no nos hemos dado cuenta que hay una guerra, cuando menos eso es lo que piensan desde el oficialismo. Ellos tienen años preparándose, conversando, haciendo planes, fantaseando con eso, ninguno de los fanáticos escapa a esa ensoñación “patriótica” de salir a disparar para defender lo que ellos sienten y si encima de eso les ofrecen inmunidad pues la tragedia de unos es la fiesta de otros. Como si ya el asunto de matar no fuese lo suficientemente grave, se permite el vandalismo, han aflorado TODOS los instintos sádicos de los esbirros, de los vecinos que a lomo de moto andan “colaborando” no se puede decir menos, allí está la muestra patente de la lucha de clases, que se parece más a la envidia que a otra cosa.

Una guerra adonde el “enemigo” usa piedras y bombas molotov (adonde las hubiere) es una fiesta para los “heroicos” defensores de este esperpento espantoso que mientan revolución, la gente se pregunta hasta cuando, la verdad yo creo que ese “hasta cuándo” será realmente hasta que no quede ningún ánimo de protesta, hasta que la oposición tenga sus “contras” como en la Nicaragua de los ochentas, cuando la guerra sea de verdad y los muertos del lado oficialista sean más números rojos que del otro lado, la verdad no sé nada, sin embargo así lo veo.
Cuando los milicos se hacen de un  brazo ejecutor civil, al que mandan (imagino) a ablandar la zona, para luego entrar a saco con balas, bombas y hasta tanquetas contra peligrosos criminales que si acaso hacen un montón con basura para hacerles más complicada la entrada y de donde nunca salen los disparos, esos que en muy pocas ocasiones , los de mi ciudad, se defienden como deberían, seguramente son el motivo de la fiesta más grande que ellos se pueden imaginar, ya que después de tantos años haciendo nada por fin tienen trabajo, los de la guardia, los civiles siempre tienen pues si no son mototaxistas, son atracadores y cualquier otra forma ilegal de ganarse la vida.

La violencia en todas sus formas me asquea, creo que siempre hay otra manera de arreglar las cosas, no puedo pensar que existan algunos felices con esto excepto los criminales, tanto los de uniforme como los que no lo usan. Me es difícil pensar que los policías trabajen codo a codo con los malandros de los colectivos, quienes a su vez son amigos de los que cada día matan funcionarios casi que por gusto, para robarles el arme de reglamento que necesariamente irá a parar a las manos de algunos de los “colaboradores” del régimen, lo más gracioso del caso es que se creen émulos de los libertadores como dijo el  infame aristobulo “Simón Bolívar no necesito papel higiénico para hacer lo que hizo”, creo que el olvidó que fueron 20 años de guerra donde la mitad del país mató a la otra mitad y donde hacer la guerra no fue con molotov, ni camionetotas, tanquetas, uniformes vistosos, redes sociales, motos, esbirros, soldados extranjeros, armas de repetición ni munición a discreción, esa fue una guerra tan espantosa que difícilmente podemos imaginar las cotas de maldad a la que se llegó, de lado y lado pues el mentado libertador hizo cosas como matar a 200 españoles a cuchillo en una tarde después del decreto de guerra a muerte, de paso no todos los españoles eran gente de guerra, en esa escabechina se fueron más de unos cuantos vecinos cuyo delito era haber nacido allá, fea la cosa. Otro detalle, todos peleaban, no había una facción armada contra otra desarmada, más que una guerra esto es una cacería de diversión para el gobierno.

La cobardía del estado se puede medir en los muertos por su culpa, ya les llegará el juicio popular, no saldrán bien parados, cuando esto realmente estalle lo hará por todo lo alto, las payasadas de los gobierneros, bastante documentadas por aquello de que ahora todos somos reporteros por nuestros teléfonos, la gente harta saldrá a matar ya no a protestar, se defenderán , harán lo que se les ha hecho, comenzaran a cazar a los “colectivos”, los muertos comenzaran a tener rango y chapa oficial, en ese momento no habrá posibilidad de dialogo pero tampoco habrá vuelta atrás, creo sinceramente que eso no lo quiere nadie, sin embargo lo están pidiendo a gritos desde el gobierno, amanecerá y veremos, si es que una bala se ocupa de que no veamos ni sintamos nada más, ustedes saben la revolución es tan bonita como sus intenciones.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback
Foto: José Briceño @plurifotos

lunes, marzo 10, 2014

Mensaje a los funcionarios opositores

Es indudable que el país entero está en situación crítica, ya no es solo que no hay harinas, es que no se encuentra casi nada en los supermercados, las caras crispadas de los clientes lo dicen todo. En algunos estados la guerra ya está instalada en las calles, en mi ciudad no se ve movimiento de nada, no sabemos que sucede, quizás todos los estudiantes se fueron a ayudar en otros espacios donde hay más movimiento, la verdad no sé, sin embargo cada día hay una marcha protestando por alguna cosa, que misteriosamente es dejada en paz por los antimotines, quien sabe que pasa.

Lo que si se es que la oposición, esa que está en la asamblea nacional, los de los municipios, alcaldes, concejales, gobernadores, se han vuelto invisibles, ninguno ha levantado su voz más que dos excepciones con las cuales me quito el sombrero o la gorra, según sea lo que tenga puesto. El resto imagino que está bajo la cama, temblando de miedo o quien sabe haciendo que, el cuento es que no están visibles, no hacen acto de presencia en las marchas, no dan apoyo logístico, si estoy equivocado que alguien me saque de mi error por favor.

En las últimas elecciones hablaron, chillaron, pidieron votos, dieron besitos a viejitas y niños, regalaron planchas de zinc, tanques de agua, prometieron hasta el paraíso eterno para los seguidores. Ganadores y perdedores, ahora, cuando el coraje hace falta han puesto pies en polvorosa, otros como el tal Gaviria ha dado la espalda al electorado y se retrata en un fulano dialogo de paz que más parece monologo y letanía de guerra, él sabe que no representa a nadie y la plata en la política manda, de los otros mejor no hablar pues mi pensar es tan ofensivo que me da pena escribirlo, nobleza obliga a no escupir insultos tan gruesos en letra times new roman 12 a espacio y medio.

Menos mal que existen aún venezolanos valientes poniéndole el pecho a la cosa, mientras, en la dimensión desconocida, esa de mordazas y mentiras hay un escuadrón de sayones pagados por el estado para participar en ese sainete de negaciones, todos dicen que lo evidente no existe, no hay desabastecimiento, basta ir a cualquier establecimiento y pedir un simple litro de leche para ver que el dependiente o algún pasillero te diga con una sonrisa forzada, no hay, es más, en algunos sitios hacen que la gente haga colas fuera del supermercado solo por una “medida de seguridad” , hacen pasar a los clientes de 15 en 15, mientras nunca falta algún despistado que pregunte la razón de la cola, el encargado de seguridad ya no sonríe, dice que no hay nada de lo escaso pero que por las medidas antes mencionadas está la cola, pero tenemos patria.

Sin preguntar nada solo resta hacer un recorrido por los establecimientos comerciales, ya todo está escuálidamente surtido, solo sobran las cosas que o son lujos o son de esas que se compran muy poco, así nos podemos encontrar con una pieza entera de queso Pecorino en todas sus presentaciones pero no hay ni queso amarillo y mucho menos queso llanero, que en caso de encontrarse no baja de 200 bolívares el kilo, del queso importado mejor ni les cuento el precio, sin embargo hay unos cuantos actorsuchos sin empleo diciendo voz en cuello que todo lo que reclamamos es mentira, que estamos al servicio de la CIA, el Mossad, MI5 o quien sabe cuál agencia de recontra inteligencia.

Ojalá mañana me levante y en lo que encienda la computadora, mientras mi inefable café matutino levanta hervor, lea con absoluta sorpresa que se unieron a las protestas varios diputados, alcaldes, concejales y gobernadores opositores, que entre todos compraron las primeras páginas de los diarios de circulación nacional, publicaron un comunicado expresando su rabia por los muertos, detenidos junto a los desaparecidos del régimen, que la policía se retire por el asco que sienten al servir a un amo infectado del virus cubano, la guardia despierte de su letargo y descubra, no sin sorpresas que han sido contagiados de un virus vudú que los ha vuelto unos animales, pidan perdón y por la rabia de ser unos viles peones del abusador extranjero, expulsen a patadas a todos los esbirros que tanto mal han hecho a mi país, acto seguido los mandamases tomen vuelos a los destinos que prefieran para disfrutar su robo masificado, tranquilos, luego los extraditamos, renueven el CNE, volvemos a las elecciones manuales y verdaderas, sin asomo del fraude continuado de siempre, los colectivos serán eliminados y olvidados, las guarimbas recogidas y el futuro recibido, pero a pesar de todo las cuentas deben ser cobradas, a pesar de mi delirio depresivo de esta noche no las olvido y mi esquina se encargará de reordarlas.
Buenas noches.
José Ramón Briceño Diwan, 2014
@jbdiwancomeback


Hablando de la paz chavista


En Venezuela la locura y la impunidad han logrado cotas de película de terror, hace unos días, el jueves ocho de marzo, en la capital del estado Apure  (http://reportepolicial.com/?p=28478) un niño fue muerto a bala, todo fue obra de un policía por que el padre del niño le chocó la moto y se negó a pagar antes de que transito levantara el choque, la criatura de apenas nueve años fue ejecutada por el  policía, todo por una moto que encima de todo es de las baratas que ahora regala el gobierno a cuanto vándalo esté dispuesto a defenderlo y al parecer a los policías los contratan con la misma finalidad, ¿Qué es eso de que un policía asesine en plena vía pública?.

Ayer recién me enteré de esa noticia y la verdad tengo un amargo sabor en la garganta, me hago el loco pero sé que ese mal sabor en la boca es el regusto del odio, es que no se puede sentir nada menos que eso de un animal que mata a un niño por una rabieta, de paso también mató al tío del bebé cuando este intentó auxiliarlo, según he visto en las redes por la ciudad donde se cometió el asesinato nadie dice nada, los medios locales ignoran el hecho y al parecer la imbécil ministrucha esa que se dice defensora del pueblo de Miraflores imagino, no ha dicho esta boca es mía, cuando lo correcto sería meter a ese subanimal de cabeza en una cárcel, preferiblemente de máxima seguridad, al lado de violadores y asesinos que el mismo haya puesto preso y de paso pasarles a los reos una detallada sinopsis (ellos no creo que lean mucho) de las razones por las cuales los funcionarios están tras las rejas. La verdad es que ninguno de los dos amanecería y también es cierto que mucho no se perdería, la vida del niño no la van a devolver, sus padres seguirán hasta que les toque irse de este mundo con el luto fresco, cada niño que vean les recordará a su hijo, mientras los culpables son protegidos quien sabe por cual razón.

Ando de verdad con el ánimo crispado, la bronca a flor de piel y la tristeza inoculada en el alma, soy padre como muchos, amo a mi hija tanto o más que a mi vida, ella es mi razón de ser, estoy seguro que la razón de ser de muchos hombres y mujeres que tienen hijos, el terror de que ese caso se replique es un asunto latente, puede pasar en cualquier momento y al final ellos, los asesinos, saben que no les pasará nada, ojalá les dejen a ese par de agentes a los pobladores de san Fernando para que les den un banquete a los caribes y así ni los huesos de esas cosas a las que algunos cometen la grosería de decirles gente desaparezcan de la faz de la tierra.

Lo de la epidemia de funcionarios enfermos no termina en ese episodio del niño, quien sabe cuántos hay, que con su uniforme de la guardia nacional o de cualquier otro organismo de (in)seguridad del estado, andan matando jóvenes, no de nueve pero si desde los catorce años hasta los cuarenta y en algunos casos de más edad, por ahí existen muchos testimonios de gente torturada, muchachos detenidos que luego aparecen muertos, nadie investiga nada, todo se queda en veremos, la ministrucha esa dice que la tortura no solo es legal si no necesaria, incumpliendo de medio a medio la labor que le fue encomendada con el cargo, así mismo ningún funcionario llama a la cordura, pero lo más grosero es que hablan de paz. Sobre todo cuando sospechosamente llueven acusaciones sobre el cobro de recompensa por liberar a algún detenido, lo que tampoco ha merecido ni una aclaratoria asegurando con su silencio un manto de complicidad, tan típico de estos tiempos.

Imagino que todo ese discurso de paz debe referirse a la paz de los sepulcros, mientras la devaluación, el desabastecimiento, la pobreza y la desesperanza es lo único que ha mantenido un crecimiento constante durante estos días (para no caer en el lugar común de los 15 años de coprolalia que obligan a que ahora todos seamos realmente coprófagos sobrevivientes). No se hacia dónde vamos, puedo imaginármelo, la cuenta está muy grande, aunque la soberbia los esté “por ahora” mostrando como “sobrados” , tanta maldad no puede quedar impune, desde esta esquina vaya mi más profundo desprecio tanto para los criminales ejecutores como para los no menos criminales que por omisión no levantan su voz, ya les llegará su hora, mientras, sigamos apretando que la ruta es larga y recién comienza.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback