En
estos días he visto, leído y oído cualquier cosa, desde monumentales mentiras
dichas en cadena nacional y hasta para los medios internacionales, he oído de
paz mientras hay balas pagadas por mis impuestos y los de todos hiriendo
ciudadanos, todo un desbarajuste de violencia, terror encastrada junto a una “normalidad” anormal de calma en algunas
ciudades, donde conviven la miseria, el olvido, la apatía y la rabia sin
tocarse siquiera, con cierta sorpresa y algo de tristeza he visto gente de
mirones mientras al otro lado de la calle vuelan piedras y bombas lacrimógenas sin
participar, solo miran, es tragicómico el asunto.
Entre
las ridiculeces de estos del gobierno que me faltaba criticar, es el uso del
lenguaje, apartando la ramplonería del discurso, creo que hay que oír con
atención el uso del estilo al construir sus arengas, no sé si será asunto de su
ultra militancia estilo zombi, pero cada día imitan (muy mal por cierto) el
estilo de los románticos del siglo XVIII, sus arengas son “pasionales” , se
rasgan las vestiduras, lloran, hacen pucheros, gritan, hablan de paz pero al
segundo siguiente salen amenazas más virulentas que otras, viven sumergidos en
alguna novela francesa tipo escarlata y pimpinela, mezclado claro con algunos
ingredientes tipo Lupita Ferrer con todo y pecado de nacer. No se salvan ni el
estilo de los documentos emitidos desde las oficinas oficiales, especialmente
los memos que van encabezados por una retahíla de líneas laudatorias del
difunto y la camaradería y fidelidad, para, en la línea 33 y hasta la línea 35,
comunique el petitorio y liego otras 33 líneas en despedida revolucionaria y
comprometida, en el mismo tono tipo Lupita Ferrer.
No
son miguelitos son “pezuñas del diablo”, no es el gran líder es “el comandante galáctico
eterno de los tiempos nuevos de la quinta república del empíreo todo”, no van a
trabajar por sacar adelante el país van a “salvar la raza humana”, son
Bolivarisismisismos pero ponen preso a uno de los pocos descendientes de la
familia Bolívar, hablan de seguridad alimentaria y todo se exporta, hay escasez
absoluta de algunos rubros y otros pues casi que ni relativa, no habrá
devaluación solamente un “ajuste cambiario para defender la revolución”, gritan
consignas antiimperiales pero están furiosos por que les quitaron las visas,
hablan de respeto a los derechos humanos y la red está llena de gente golpeada,
asaltada, robada, sin importad edad ni sexo.
Uno
de los eventos más graciosos es, “la siembra del comandante”, yo aún me
pregunto si nadie se ha dado cuenta de tamaño sarcasmo, pues desde donde se
mire es un asalto a la educación el tal axioma, ¿siembra?, ¡Es que lo
sembraron?, ¿mataron? Pues hasta donde se, en los lejanos años ochenta cuando decían
“sembraron a fulano” era que lo habían matado y sepultado a la orilla de alguna
carretera, tenía connotaciones funestas, pero estos señores se pasaron, eso de
la siembra, a pesar de que el muerto, la verdad no me duele más que por las
penurias por las que pasamos todos, ni es santo de mi devoción, no creo que ese
axioma sea ningún halago para un muerto.
Ahora
se a quienes en realidad les va a dar clases de actuación. Hoy veía a un
gobernador explicando cómo murió el militar ayer, con un tono tipo radionovela
que lo hacía ver realmente muy mal ante el “electorado” culto que lo sigue,
además del énfasis en remarcar que nadie hizo ningún disparo hacia los apartamentos,
ni habló de las chorropotocientas bombas lacrimógenas, tampoco de los intentos
de hacer allanamientos sin orden ni mesura, ni de valerse de los colectivos
para “ablandar” las protestas, peor, resulta que dijo en la televisión que no
eran más de cuarenta individuos, que dominaron a los soperuniformados que jamás
van menos de cien, con tanquetas, balas, escopetas, escudos, cascos y demás
florituras de seguridad. Como cuarenta muchachos desarmados y si acaso una molotov,
los dejó en ridículo al frente de la colectividad, pena ajena señores, llorar
no los hace ver menos agresivos ni más amorosos, lloriquear más bien les desnuda
la maldad con la que envuelven todo su discurso.
Para
despedirme un pensamiento leído al vuelo “"La educación de los militares,
desde el soldado raso hasta las más altas jerarquías,les convierte
necesariamente en enemigos de la sociedad civil y el pueblo. Incluso su
uniforme, con todos esos adornos ridículos que distinguen los regimientos y los
grados, todas esas tonterías infantiles que ocupan buena parte de su existencia
y les haría parecer payasos si no estuvieran siempre amenazantes, todo ello les
separa de la sociedad. Ese atavío y sus mil ceremonias pueriles, entre las que
transcurre la vida sin más objetivo que entrenarse para la matanza y la
destrucción, serían humillantes para hombres que no hubieran perdido el
sentimiento de la dignidad humana. Morirían de vergüenza si no hubieran llegado,
mediante una sistemática perversión de ideas, a hacerlo fuente de vanidad.La
obediencia pasiva es su mayor virtud. Sometidos a una disciplina despótica,
acaban sintiendo horror de cualquiera que se mueva libremente. Quieren imponer
a la fuerza la disciplina brutal, el orden estúpido del que ellos mismos son
víctimas
Miguel
Bakunin
José
Briceño 2014
@jbdiwancomeback