En Venezuela, con todo lo
liberales, globalizados, polítizados, abiertos de mente que se la da un gentío,
aun hay muchos tabúes, temas a los que le tienen el miedo hereje, hoy quiero
hablar de uno en especial que me debo desde hace tiempo, las drogas. Esas están
en todos los ámbitos de nuestra vida y familia, desde las legales, esas que se
compran si receta y se consumen al mayor desde hace bastante tiempo, el alcohol,
el café, el cigarrillo y hasta un inocente chocolate producen adicción pero son
socialmente aceptados, distribuidos y vendidos sin cortapisas ni límite alguno,
¿Cuántos hemos tenido abuelos, tíos, padrinos y padres que nos inviten una
cerveza y después celebran con bombos y platillos la “pea” del muchacho?, a las
madres y en general a las mujeres no les hace gracia la cosa, sin embargo
aceptan que son parte de los ritos de crecimiento en muchas familias, lo vemos
de los más normal.
Si hacemos un arqueo me puedo
arriesgar a decir sin ningún problema que más de la mitad de las mujeres y
hombres de más de 50 años se toman regularmente algún opiáceo para dormir,
bajar la neurosis o simplemente mejorar el día cuando se pone asqueroso,
ustedes saben, esos donde la nube gris no deja mirar bien al frente, ellos van
al doctor y les ruega por favor que le recete cualquier pastilla mágica que les
permita llevar bien la vida, el doctor se las receta y todo normal, es medicina,
sin embargo también produce adicciones y abusos, algunos hay que los mezclan
para potenciarlas, yo por ejemplo tuve una novia cuya madre de cena se metía
dos pastillas y cinco cervezas “para los nervios”, pero a pesar de ser bastante
nociva la vaina ,nadie se inmutaba, la señora era (o es,no se) feliz así y a
nadie le molesta la cosa.
Cada fin de semana los borrachos
se matan, se atropellan, disparan, hacen bulla, causan muertos, se vuelven
recoge latas, duermen en las calles, algunos son alcohólicos y mendigan para la
botella más barata y dormir en las aceras más cómodas, pero nadie ha hablado
nunca en Latinoamérica de prohibir el alcohol por dañino, es una mala decisión
política que le costaría el cargo a cualquiera que ose proponerlo, de hecho en
las manifestaciones “espontaneas” del gobierno de este país es parte del
paquete de hidratación algunos litros de ron, pero nadie dice nada.
Últimamente he visto con muy
buenos ojos un movimiento mundial, organizado, propuesto y llevado a las altas
esferas del poder en pro de la legalización de la marihuana, excusas hay a montón,
pero si lo vemos desde una perspectiva menos cerrada a la impuesta por los
gobiernos e instituciones, no solo es más barata, también es menos dañina que
muchas otras legales y de libre venta,
causan menos muertes, hasta propiedades anticancerosas tiene. Sin embargo los
retardatarios gobiernos de la mayoría de los países de esta parte del mundo se
niegan a abrir los ojos y legalizar el auto cultivo, la venta y la distribución
de esa droga beneficiosa y hasta anodina que han satanizado , imagino que el
miedo es porque las fuerzas políticas y los militares retardatarios y ciegos
como han sido tradicionalmente en mi país temen una mala imagen en el mundo,
alegan que eso es apoyar a los maleantes, la asocian con otras peores como la cocaína
y otras barbaridades químicas que andan sueltas en el mundo.
Uruguay está dando el ejemplo,
Argentina también, España, Canadá, Holanda, Suecia y otros que se me escapan y
la verdad sus índices de violencia no solo han bajado, si no que aun cuando según
su óptica son altos al lado de Venezuela son insignificantes los crímenes. Hay unos
ciegos que dicen que Venezuela no está preparada, pero les digo una vaina, en
mi país bebemos, fumamos, tomamos café, chocolate, pastillas y pare usted de
contar, eso hablando de lo legal y si ven bien el costo de la marihuana es el
menor de todas las otras drogas, la verdad es tan barata que nadie hace plata
con ella, sin embargo es una droga de inicio, los narcos se la venden a los
adolescentes, es tan barata que todos pueden solo dejando de comer la merienda
en el liceo o pedir para ir a un cine imaginario , le dan mucha yerba hasta que
esas dosis se hacen insuficientes, ahí los tipos pues se afanan ofreciendo
cosas que realmente les dan ganancia, ya allí el narco tiene un potencial
cliente, se vuelven rambos, tipos que necesitan la plata a como dé lugar pues
esas si son caras y si no hay dinero les toca salir al narcotráfico o peor a
otro tipo de criminales transformándose en un engranaje más de la espiral de
violencia y crimen que nos azota como país. Lo peor, no existen planes de apoyo
para las familias, tratamientos externos gratuitos, clínicas especializadas
para el tratamiento del problema de las drogas duras en las escuelas de mi
país, alguien me hablaba de la misión negra hipolita, pero esa es solo para
gente en situación de calle dejando un inmenso cumulo de jóvenes en el
abandono, señores la prevención y la ayuda no son solo canchas de basket, he
visto a más de uno fumandose un porro para después jugar una partida en la
cancha frente a mi casa, no se caigan a embustes.
Imaginemos que tenemos un
gobierno de gente seria y honesta, se permite el autocultivo, el estado vende y
supervisa la compra y distribución del cannabis sativa, de distintas cepas y
potencias, le arrebatamos un buen campo de acción a los carteles del
narcotráfico, la gente sabe realmente que se fuma, reducimos en buena parte la violencia
y la corrupción, sacamos a miles de jóvenes de las calles, lo mejor, la yerba
termina siendo tan normal como la cerveza, el Ron o el anís, se termina el
secreto pecado del porro escondido, también se acaba el esfuerzo de iniciar a
los muchachos para drogas más duras, se eliminan muchas de las taras de nuestra
sociedad. Otra ventaja, pagan impuestos esas drogas, impuestos que
necesariamente deberán ir (aunque suene paradójica la cosa) a mantener
programas, clínicas y toda una infraestructura dirigida a quienes tienen
problemas de drogas, señores, señoras, jóvenes y ancianos que me leen, la cosa
es seria, en las escuelas y liceos de nuestra nación hay todo un mercado
abierto, jóvenes que se pierden en las drogas duras porque no hay un puto
espacio para su tratamiento y las zonas educativas se niegan a invertir en eso,
en los hospitales públicos ni decir, si tuviésemos un estado sólido y serio ya
la discusión estaría en las calles.
Se preguntaran por que toco el
tema, pues bien lo hago porque hay necesidad de hacerlo, seguir al margen del
debate mundial es una tontería, tener miedo otra faceta más de la ignorancia de
muchos. La verdad soy un defensor de la legalización pues me parece menos
dañina que el alcohol, aunque en mi caso tengo casi todos los vicios hasta el
de la lectura que en mi país es pernicioso ya que la ignorancia al parecer es
un bien apreciado por el gobierno y sus corifeos, pónganse a pensar, aun no he sabido
del primer caso de suicidio por exceso de marihuana, pero de alcohol,
pastillas, cigarrillos juntos a ´por separado hay un cumulo inmenso de casos, sin
hablar de lo ilegal.
La gente debe dejar de estar en
su zona de confort y abrir los ojos al mundo, comenzar a destrozar a los
carteles desde la base, la corrupción policial, eliminar vías de inicio en
otras cosas más peligrosas y por qué no, hacer la vida más alegre de muchos
solamente con legalizar una planta milenaria, de mil usos y beneficios, que da
mucha risa y reírse da vida, lo otro pues no siempre da alegría y muy
importante, no da resaca.
José Ramón Briceño, 2013
@jbdiwancomeback