Venezuela
debe ser una suerte de realidad paralela, acá no hay nada, pero nadie se
molesta, los jerarcas declaran cosas sin sentido, pero sus acólitos son
incapaces de pensar que les están “mamando gallo”, ¿como es posible que un
fulano diga que las colas frente a los supermercados son de gente “cuidando los
alimentos”? y nadie se digne a escupirle la cara, otro diga que el venezolano
ha crecido tres tallas con la revolución y a ningún ser pensante se le ocurra
gritarle que “de bolas” , si lo que se puede comer son harinas pues son lo más
barato, tenemos una legión de gordos con diabetes escrito en la frente gracias
a los malos hábitos alimentarios.
Reto
a cualquiera con sueldo mínimo a comprar almuerzo dos días a la semana, no va a
poder hacerlo, eso lo sé, sin embargo a los imbéciles que tienen cargos
gerenciales en el gobierno alguien debería decírselos. Hay gente con la que no
discuto, son bestias que hablan y tienen cedula, es que no hay otra explicación
para que la razón los haya abandonado, no tiene sentido hablar con ellos para
intentar que entiendan las razones de tal debacle, que no es Obama, es más, a
Obama le importa nada Venezuela, el cuento del peroleo es solo eso, cuento,
gracias a los “buenos oficios” de Pedevesa ahora dependemos más de los gringos
que ellos de nosotros, para proveerles petróleo tienen a los Mexicanos y a los
Rusos, Venezuela ha caído en el foso de los proveedores no confiables, ya ni
gasolina se produce acá, de paso lo poquito que entra se lo roban sin piedad.
Hace
meses que decidí no escuchar las cadenas de radio y televisión, me producen un
asco insondable y una rabia tal que siempre termina en jaqueca, prefiero leer
las declaraciones via electrónica, esta me permite leer lo que publican los
jalabolas de los “servicios de noticias” estatales y los otros que no lo son
tanto, hace días me golpeo en la nariz una declaración de Diosdado Cabello
donde decía en primera persona “ es que ellos no nos quieren a nosotros los
pobres”, coño, grité a la pantalla de mi computadora, es que ese tipo no tiene vergüenza,
si él es pobre yo la verdad soy menos que un mendigo (mi cuenta corriente no
desmiente tal cosa), sigo leyendo y todo su discurso va en ese sentido, en
despertar en los pobres de alma y corazón, esos que desean que alguien los
saque de su pobreza, el odio de clases, lo sorprendente es que tengan tal cara
de palo, que pretenden hablar de paz y felicidad cuando ellos prenden el
tusero.
Claro
toca mirar alrededor y saber que el miedo campea en todos lados, que las balas
tienen un lenguaje difícil de no ser entendido por los ciudadanos pacíficos, lo
peor es que ellos tienen el monopolio del plomo de su lado.
Pensando
en todas esas cosas ahora entiendo la razón de que las ciudades parezcan bocas
de lobo, invito a todos a darse una vuelta por las ciudades del país por las
noches, en mi ciudad cuando menos el 90% de las calles adolecen de alumbrado público,
si andas a pie (como yo) es toda una temeridad caminar por esas calles oscuras
donde el hampa ha hecho sitio, imagino que las policías están más interesadas
en capturar opositores, monitorear las redes sociales o en hacer negocios raros
pues no se ven mucho, solamente hacen presencia cuando les toca hacer redadas
antiopositoras o simplemente los acostumbrados allanamientos, parecen tener
miedo.
Entre
todo esto lamento ser una víctima como muchos, nada especial, igual sigo
trabajando y amanecerá alguna vez mejor que hoy. Ahora con todo esto sufro de
xenofobia, en estos días me tropecé con un fulano de acento cubano y se me salió
decirle “Cubano de mierda” , de verdad los detesto, se están metiendo en todos
lados, menos mal que lo digo a voz en cuello, en el momento que me claven
alguno en mi trabajo, seguro me botan pues pienso partirle la nariz (si es
hombre) si es mujer, mi verbo es lo suficientemente amargo como para que se
vaya solita por donde vino, no los soporto, así mismo he decidido hacer con
tanto loco “revolucionario” que anda suelto, al primero que me viene con
peroratas lo corto en seco, a los fanáticos los ignoro, sobre todo no oculto mi
filiación política, creo que ya estoy viejo para andar de borrego.
Ojalá
todos nos volvamos radicales, no se escandalicen, pienso que si seguimos en
esta paja de “tolerar”, “aceptar”, “buscar la paz”, nos van a seguir
persiguiendo hasta que todos demos con nuestros huesos a la cárcel o terminemos
de balseros, mientras los jerarcas, sus acólitos, los enchufados y demás
bestias con cedula viven felices en su cúpula de mentiras, los demás, esos
chavistas de a pie, que sigan disfrutando su miseria que ni mandrake los podrá ayudar.
José
Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback