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jueves, octubre 01, 2015

Al maestro con cariño


Tengo días fuera del aire pues aún sigo sin PC, hoy escribo otra vez desde computador alquilado. Tengo que confesar que la situación me tiene tan desconsolado, preocupado, molesto e impotente que he terminado en el diván del psiquiatra, quien de paso me ha recetado alguna medicación junto a un largo reposo para pasar mi depresión.

Es complicado no terminar loco, las razones son evidentes pues la vida cada  momento no solo es más cara, también más peligrosa, las balas silban y hasta la policía anda asustada, lo que deja al ciudadano de  a pie  indefenso ante la aplastante realidad/país que nos toca vivir, mientras en el universo paralelo ministros y funcionarios exhiben su ignorancia supina diciendo barbaridades solo para no justificar y lo peor es que hay mucho pendejo que les cree, particularmente he perdido toda mi fe en todos, ya no creo en nadie.

Ningún ser humano que se precie de tener un mínimo de inteligencia puede ser feliz haciendo horas de cola para comprar cosas de comer, gastándose la mitad de su quincena en dos cosas que apenas alcanzaran para una semana, con sueldos que aun en el caso de muchos profesionales universitarios no llegan a los 10 dólares mensuales, tanto es el asunto que creo que la ONU debe modificar sus tabuladores de pobreza extrema pues acà el sueldo es menos de unos centavos de dólar al dia.

Como bien he compartido con muchos mi profesión es de docente, mi sueldo da unas ganas terribles de llorar cada vez que llega la quincena, de hecho me toca volver a la casa de mis padres pues mi sueldo no alcanza ni para alquilar una habitación, afortunadamente tengo un oficio que me permite ciertos desahogos alguna vez pero se supone que uno se compromete con lo que considera fijo y el sueldo que se supone lo es no alcanza.

Como tengo un par de años en el cargo ya me sale obtener la titularidad , aunque la ley es taxativa en cuanto a si el cargo está vacante y el docente reúne todas las credenciales para cubrirlo, luego de un periodo de prueba, la titularidad es automática, pero como a esta gentuza del gobierno les valen madres las leyes a menos que sean para su abuso, se han inventado unos fulanos cursos de actualización docente para tener acceso a dicha titularidad, los fulanos cursos son unas sesiones de adoctrinamiento, mañana asistirè a la primera a ver que tal, por fortuna el psiquiatra me recetó unas pastillas que hacen bajar la intensidad de ciertos sentimientos (como la ira  por ejemplo ) sin embargo voy con todo a destrozarles el discurso, no puedo pensar como cualquier imbécil va a venirme a hablar de las ideas pedagógicas de un militar, no me joroben que la pedagogía militar no pasa del servilismo y la obediencia ciega, si me van a hablar del siglo XIX creo que deberían saber que los militares de buena cuna hablaban con soltura el Francès, Alemán, Latín y Griego para poder leer la literatura clásica en su idioma original, estos animalejos de hoy día leen Facebook o porno pero de ahì dudo que tengan idea de que es eso de la cultura.

Si me dan el cargo o no, ya la vaina me tiene sin cuidado, casi que prefiero vender café a la puerta de mi empleo que gano màs y sin papeleo, que andar trabajando todas las horas que trabajamos por un ingreso que si a ver vamos ni para comer completo alcanza , de paso hay que pasar por la grosería de pasar por un adoctrinamiento que va en vías de obtener votos pues dudo que en ningún caso otorguen las titularidades antes de las elecciones, son una porquería de gente esas del gobierno.

Sigo molesto con el gremio docente, tengo la impresión de que la mayoría son unos conformistas que han depreciado la condición docente al dejarse pisotear durante todos estos años sin hacer nada para darles un parado, ahora somos las cenicientas de todo el sistema de funcionarios públicos, mientras que los militaresy los políticos de oficio son arrastrados para vivir como jeques, los que estudiamos para formar nuevas generaciones vivimos como mendigos, ojalà me lean muchos colegas y se molesten conmigo pero saben que es la verdad, mientras no tengamos el valor de darnos valor seguiremos siendo mendigos con sueldo y en pocos casos hasta con cultura.
Josè Ramòn Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



viernes, agosto 14, 2015

Los “venezolanos”

Siempre se lee o escucha por ahí sobre las costumbres del venezolano, esa frase me incomoda pues presupone un país homogéneo donde todos pensamos más o menos igual, sin importar clima, historia, modos de vida, economía o educación, realmente la sociedad criolla, desde su simpleza, es una compleja red de gente con pensamientos y costumbres que cambian casi que de cuadra en cuadra.
Uno por supuesto tiene como rasero inicial su familia, cuando comienza a hacer vida social de adulto, se entera (algunas veces de la peor manera) que no todos tenemos la misma forma de mirar el mundo, creo que para conocer o cuando menos intentar prever el futuro debemos comenzar a mirarnos desde las diferencias, no para concentrarnos en ellas, más bien para buscar los puntos coincidentes que al final nos hagan poder coincidir en algo constructivo dirigido a apuntalar nuestro futuro.

Pongamos como ejemplo una ciudad, para no extendernos demasiado, Maracay es una ciudad que apenas tiene poco más de cien años como tal, a pesar de los 315 años oficiales, no fue hasta finales del siglo XIX que un dictador andino le dio forma de ciudad, pasando de ser un asentamiento agrícola a la capital política del país por casi treinta años, eso por supuesto deja cicatrices en la conformación de su población.

Gracias a esa intervención es la ciudad, aparte de la capital nacional, con más asentamientos militares, lo que favorece la emigración, también alguna vez fue un polo de desarrollo económico lo que logró que muchas familias emigrasen desde lejanos poblados, sobre todo los llaneros, como si fuera poco esta ciudad  ha ido creciendo hasta tragarse algunos poblados cercanos que fueron lejanos hasta hace apenas cincuenta años y ahora son parte de esta megalópolis del tercer mundo, de hecho proporcionalmente menos del cincuenta por ciento de la población tiene más de cincuenta años en la ciudad, lo que la convierte en una vitrina de lo que podría ser el país en general.

Al sur están las barriadas más miserables, todo es calor, suciedad y miseria. Allí se cometen actos atroces todos los días, al parecer sus habitantes se sienten cómodos con el asunto pues cada día crece más la delincuencia, amén de que la situación económica no colabora. Al norte de la ciudad también hay barriadas pobres pero por  alguna razón no son tan sucias como sus pares del sur, al sureste de la ciudad hay barriadas conformadas por exiliados de pueblos que a mitad del siglo XX fueron reubicados para construir una base naval, como es el caso de Turiamo, ellos trajeron de la costa sus costumbres y festejos, al norte también hay mucho poblador de la costa que en algún momento emigraron con sus costumbres, conucos y animales, ahora son parte de este conglomerado humano. Es natural ver en las barriadas casas muy lujosas al lado de otras muy humildes, que desentonan pero que a nadie espantan, la razón es simple, fueron familias que en algún momento tuvieron una economía boyante, sin embargo sus vecinos no tuvieron tanta suerte pero el arraigo y la costumbre pudieron más que los preceptos sociales, razón por la cual todos viven más o menos contentos en el mismo sitio. Eso nos habla de una ciudad sin oligarquías ni necedades sociales por aquello de la división de clases, esto último es un mal invento de control social que se ha inventado la izquierda para lograr sus fines políticos pues saben que más del 90% de la población es pobre y por tanto susceptible a sufrir de complejos, generar odio es fácil, lo complicado es lo contrario.

Me parece que para lograr entendimientos debemos quitarnos la careta de la igualdad, ciertamente todos somos iguales, si nos miramos al espejo todos estamos constituidos de manera similar, un sexo, dos brazos, dos ojos, dos piernas, una cabeza y un cerebro, ahora, si la fatalidad pone de su parte hay quienes nacen diferentes con necesidades igualmente diferenciadas, pero como son minoría, al resto solo nos resta apoyarlos, en cuanto a los que nacemos completos creo que debemos mirarnos realmente bien y ser implacables con nuestros defectos, si eres pobre entonces trabaja mucho para superarlo, si el trabajo manual no se te da toca estudiar bastante para poder usar la inteligencia como modo de vida, si naces con una excelente posición social, heredaste un buen negocio o empresa entonces lo que te toca es tratar a tus empleados como te gustaría que te tratasen a ti, eso de explotar a los obreros, maltratar a todos los empleados en función de que tú eres el jefe me parece una estupidez, sin embargo pedo dar fe de que también muchos obreros son un cumulo de resentimientos que caminan y esperan solo la oportunidad para importunar, por lo general confunden amabilidad con otras cosas menos amables, lo que causa no pocos problemas laborales, razón por la cual he visto mucho jefe iracundo.

El asunto al final no es de igualdad si no de tener las mismas oportunidades o cuando menos buscarlas por sí mismos y dejar esa idiotez de que papá estado debe ofrecerte todo en bandeja de plata para que tu flojera se haga notable.  La cosa empieza por tener una economía fuerte que permita el ahorro, una universidad a reventar de estudiantes donde primero vaya la inteligencia al igual que los estudios básicos, recobrar la dignidad del empleo y que nosotros como conglomerado humano reconozcamos nuestro lugar, siempre aspirando a llegar más alto, no ésta apatía de desesperanza que nos está matando como país y que nos ha llevado a esta situación de miseria donde la mejor vía pareciera ser la del aeropuerto internacional y no las calles de nuestras ciudades.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



miércoles, julio 29, 2015

Razonamiento rojo

Soy de esos que se niegan a discutir con idiotas cuyos argumentos no tengan lógica, es muy difícil para mí pensar en molestarme (más) en pelear con gente que la verdad no tiene el más mínimo sentido común, a pesar de que decidí no enemistarme con nadie por sus ideas políticas pues creo que es más sensato tratar a los contrarios si no para hacerlos entrar en razón cuando menos si para intentar hacerlos avergonzarse de su idiotez, desnudando con argumentos sensatos las estupideces de los jerarcas, es que de verdad es muy fácil destrozar tanto argumento manido del discurso gubernamental y como acá no hay quien no tenga por lo menos una deficiencia que no puedan cubrir, entonces todos somos víctimas de una u otra manera.

Como no siempre estuvo la política en la palestra, tengo amigos de muchos años que por alguna misteriosa razón perdieron la integridad intelectual en el camino y decidieron hacer vida activa dentro de esta porquería que se empeñan en llamar revolución, a casi todos los he borrado de mis redes, sin embargo unos pocos todavía los tengo agregados pues el cariño de muchos años de amistad es complicado de eliminar por una rabieta, pero todo tiene un límite.

Una amiga muy querida con quien tengo más de veinte años de amistad, cuyos hijos y mi hija se dicen primos, es una de esas personas, el problema de mi amiga es que su intelecto no le da para mucho y decidió hace unos años ser una absoluta lacaya del sistema , más por necesidad que por otra cosa, nunca estudió más allá del bachillerato y le toca estar en la cresta de la ola de la lisonja para poder tener empleos que le aseguren más que el sueldo básico, además claro de llenarle el ego. En una publicación que hizo en las redes sociales, gastó por lo menos un par de cuartillas para intentar demostrar las razones por las que no es válido reclamarle nada a la revolución, la piedra angular de su razonamiento es que 16 años no son nada, explicaba con cierta pomposidad que el ser humano a los 15 años no es la gran cosa y todavía necesita de la ayuda de sus padres para poder concluir y llegar a feliz término con sus planes de vida, por tanto la “revolución” es como una pobre quinceañera que necesita de la protección de todos para florecer más allá de los desaciertos.

Tengo que ser sincero, el primer impulso fue el de insultarla de manera personal, nada de mensajitos ni de responder post de manera pública, sin embargo me contuve y le contesté algo más o menos mesurado sin estridencias generadas por esta visceral arrechera que me embarga ante su razonamiento.

Le coloqué que si en 16 años estamos a nivel de recogelatas el año próximo nos comeríamos perros y gatos, si  es que alguno quedara para comer después de tanta hambre. La amiga no respondió, pero una seguidora me dijo que eso no podía verse así que no siempre dos más dos no eran cuatro, en ese momento decidí escribir esto para dejar constancia de mi opinión, tampoco es que valga mucho pero prefiero dejarlo por escrito y en las redes solo para que nadie me venga con la tontería de que nunca se dijo.

En vista de la opinión de mi amiga y de la respuesta de su seguidora, la cosa me preocupa en grado sumo, cuando la gente se enceguece ante una realidad de manera insostenible solo por el mendrugo de sueldo y la posibilidad de mantener un cargo que en cualquier país decente jamás tendrían acceso pues su formación no les da más que para empleos de muy bajo nivel, el futuro es peor de lo que pensaba, si a eso le sumamos las alarmantes noticias de que van a solicitar una “habilitante” para que el presidente decrete la eliminación de las bandas paramilitares colombianas cuando aquí todos sabemos que las bandas armadas son la suma de los mal vivientes que malviven del crimen junto a los otros que usan uniforme o corbata pero que comparten las ganancias con los primeros, puedo pensar con toda justicia que estamos al borde de una escabechina anunciada, todos pasamos a ser sospechosos a pesar de no estar más cerca del paramilitarismo que mi abuelita (que en paz descanse) , toda la palabrería hueca de la paz solo estará asociada a la paz de los sepulcros para la gente critica, los otros se harán oídos sordos y se escudaran en las “necesidades” de la revolución.

Lástima me da esa gente. Aunque me niego a insultarlos debo admitir que lo pienso de las maneras más escandalosas, esas que uno aprende en los bares o con los conductores maracuchos, no puedo adivinar el futuro, sin embargo ya se anuncia para quien esté atento, es una lástima perder amigos por causa de la política, pero peor es tener como amigos a gente que no piensa pero que se escuda en su ignorancia disfrazándola de intelectualidad, esa que todavía no se ha dado cuenta que ser intelectual es preguntarse cosas y buscar múltiples respuestas, no conformarse con argumentos estúpidos para tranquilizar su conciencia y hacer felices a sus jefes, de esa manera escapar a su destino. Son historias tan repetidas que hasta ministros hay de esa condición, imagínense el resto de los funcionarios de alto, medio y bajo nivel, amanecerá y veremos.

José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




miércoles, julio 22, 2015

Postales de mi ciudad

He tenido la sensación de que existe una relación directa entre las calles y sus habitantes, en cualquier sitio adonde he ido lo primero que observo con detenimiento es cómo funciona el tráfico, la manera de comportarse tanto de peatones como de los conductores y de ahí he sacado siempre una tesis más o menos ajustada a la realidad de la forma en que funciona esa ciudad y del grado de civilismo tanto de los ciudadanos como de los gobiernos locales. Si no me creen hagan un ejercicio de memoria, salgan a la ciudad y deténganse un rato a ver alguna avenida principal, visiten una plaza o algún espacio público, verán que tengo razón.

Venezuela no es la excepción, en esa relación ya todos conocemos la anarquía de nuestras calles, entre motorizados, mototaxistas, taxistas y autobuseros hacen que manejar por las calles sea un acto temerario, de hecho yo me niego a manejar, alguna vez tuve licencia y en alguna parranda la bité junto a todos mis documentos, renové todos los papeles excepto la licencia, esa negativa me ha traído hasta problemas con las distintas novias que, acostumbradas a que los hombres sean sus choferes se indignan cuando me niego a manejar simplemente porque no me da la gana, prefiero restar problemas a mi estrés que sumarlos por asuntos de ego.

En la ciudad donde vivo no es la excepción, es una locura. En esa onda de hacer comparaciones entre el comportamiento de las calles y los gobiernos se me ha ocurrido una alegoría perfecta. En mi ciudad como en todas las ciudades y pueblos del país hay una Plaza Bolívar, la de Maracay fue por mucho tiempo la plaza más grande de latinoamerica y hoy mantiene el sitial como la Plaza Bolívar más grande del mundo, orgullo del estado Aragua. Hace poco fue restaurada, con algunos errores pues el alumbrado de la plaza que es hecho con unos hermosos postes de bronce importados por el general Gomez a principios del siglo XX desde Italia fueron cruelmente pintados de negro por alguna iniciativa de los muy bestias, en vez de pulirlos y agregarle alguna resina que los proteja de la interperie prefirieron pintarlos para ahorrarse algo de dinero.

La plaza está custodiada por unas personas de uniforme, no son policías pero lo parecen, andan desarmados pero son los vigilantes perfectos, hay como cincuenta en cada turno y al parecer se esfuerzan bastante en hacer su trabajo, en principio no tiene gran problema y hasta se agradece la vigilancia en este país donde los criminales te acechan en cualquier parte, la cosa se pone álgida cuando comienzan las prohibiciones.

No puedes pasar fumando ni por la acera del frente, están prohibidas las reuniones de más de tres personas en la plaza, más de una vez me he peleado con gritos y demás con esos funcionarios idiotas que no entienden que ando con un grupo de mis alumnos de fotografía, aprovechando el aura de seguridad que emana del espacio público para hacer las practicas, no dejan que los niños patinen pues alegan que dañaran los mosaicos del piso, bien vale la prohibición a los jóvenes que hacen piruetas y cuyo peso podría fracturar una baldosa pero a u niño de apenas seis años que si acaso rodará y el mayor efecto lo hará con las rodillas cuando se caiga de los patines o de la bicicleta no hará daño alguno, hasta los he visto (a los vigilantes) prohibiendo a la gente que se acerque a la fuente, quien sabe por cual razón.

Si hablamos de las glorietas están terminantemente prohibidas para todos, si pasas a hacerte una foto, sale de la nada un vigilante con un papelito para exigirte que salgas de allí, que allí no se puede estar, no he hecho la prueba pero creo que si voy con alguna franela alusiva a la oposición me sacaran de allí a trompadas sin derecho a réplica. El mensaje pareciera ser, pasa a la plaza, mírala pero no la uses,  no traigas a tus hijos que la contaminas, no hagas nada en ella pues tenemos que mantenerla impoluta, si tienes familiares paséate por el frente, no sabemos si ese es un grupo opositor que viene a matar iguanas y ardillas para acusar al gobernador de venderlas en el mercado negro como sustituto del pollo o si por el contrario vendrás a comerte los mangos o a ensuciar la memoria del comandante eterno con tus pensamientos obscenos.

El funcionamiento de esa plaza creo que sería una muestra tangible tanto del civilismo de los habitantes que prefieren no ir antes que pelearse con los “vigilantes” y mas importante, del talante del gobierno que te prohíbe todo con tal de lograr sus fines, una parábola del pensamiento de esta izquierda retrograda que nos ha tocado en suerte, además del retrato de un estado policial donde solo los pendejos (como uno) es afectado pues estoy más que seguro de que los altos funcionarios jamás pasarían por el incordio de decirle a sus hijos que no pueden usar los patines, la patineta o la bicicleta en la plaza pues está prohibido y vaya que mi papá me llevaba a la plaza a pasear con mi triciclo hace más de 35 años, era bella y no tenía mil vigilantes ávidos de “poder”, pero eran otros tiempos y hasta otra República que por cierto me gusta más que esta en la que vivo.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback

Plaza Bolívar de Maracay, foto: @plurifotos



miércoles, julio 08, 2015

Historia de horror cotidiano IV

Tengo varios días fuera de las redes, ocasionalmente me conecto desde algún ciber, la verdad detesto escribir rodeado de gente sin poder tomar un buen café ni fumar mientras pienso como hilvanar mis palabras para estas lineas. La verdad es complicado no escribir nada sobre la desesperanza de vivir acá, me canso de buscar sentido a todo pues me niego a convencerme de que todo es tan malo como siempre escribo, alguna cosa buena ha de haber, ciertamente aparte de las conversas con mis amigos, la sonrisa de mi hija y la certeza de estar rodeado de mucha buena gente mitiga un poco la desesperación.

Estos días han sido bastante acontecidos, aunque me ha dado la oportunidad de constatar que tengo varios buenos amigos, cosa que se que a pocos le sucede, es una maravilla. Gracias a todo este tiempo he podido pensar y repensar sobre eso de la libertad, como se come y cual es la razón para que me sienta preso en mi propio país, sin solución posible. 

En primer lugar, libertad es un asunto de escogencia, si tú puedes escoger donde, cuando y como hacer cualquier cosa eres libre, de otra eres poco menos que un lacayo, por más que te resistas en algún momento tendrás que bajar la cabeza y aprovechar las migajas que te tira el poder, es más, hasta lo agradeces. 

No es asunto de si puedo o no irme del país, en teoría puedo, pero en la praxis tendría que trabajar tres vidas y medias solo para pagar un pasaje, un mercado para mi y otro para mi hija me cuesta no menos de cuatro sueldos, casa, carro, muebles  y algunas otras cosas a las que aspiramos todos los mortales medianamente decentes están también a cuatro vidas de distancia, eso sin hablar de la salud, la educaciòn, los libros y las computadoras, esta ultima en mi caso no es un articulo suntuario si no una herramienta de trabajo.

Hace tres semanas caí victima de un cólico nefrítico, quienes lo han sufrido saben lo doloroso del asunto, es simple, tenia un seguro con el ministerio de educación heredado de mi ultima tentativa matrimonial y resulta que no existe pues nunca jamas el estado lo volvió a pagar y esta suspendido, el de la gobernación de estado que se supone debo tener por convención colectiva tampoco, lo peor es que no me toca pues tengo dos años esperando una titularidad que no llega, ¿pagar uno personal? eso es imposible, las cuotas mensuales exceden mi capacidad de pago, ¿ira un hospital publico? tampoco pues allí no hay ningún insumo, gracias a la providencia el ataque me dio en casa de mi compadre, la esposa de este compadre es mèdico y me recibió en su clínica sin cobrarme, pero quien no tenga esa facilidad simplemente se jode.

Eso es solo un ejemplo de lo que por acá sucede, los ejemplos serian largos y penosos de contar. Alguien mucho más inteligente que yo dijo alguna vez que la verdadera libertad la daba tener múltiples posibilidades, en Venezuela no solo somos presos , también esclavos de un sistema que promete pero que jamás cumple, cuya soberbia no leda para pensar que estamos rodando en un foso lleno de patria, que hiede a ella, que ha logrado pervertir eso tan bonito de país, patria, cuidadania y hasta la vida en un barrial apestoso pleno de anaqueles vacíos, de gente con hambre, miedo, desesperanza, asco e impotencia.


miércoles, junio 03, 2015

Fascismo con bandera revolucionaria

Ayer escribía sobre la violencia, hoy he leído sobre un ataque en toda la regla a una alcaldía opositora (http://www.el-nacional.com/regiones/Grupos-Alcaldia-Mario-Briceno-Iragorry_0_640136091.html) en la ciudad donde vivo, con varios heridos y en especial un camarógrafo que no se por cual razón tiraron desde un segundo piso, los muy idiotas oficialistas creyeron que era un peligro y no se dieron cuenta que era un trabajador más que se gana un muy mal sueldo por ejercer un oficio altamente peligroso, quizás querían quitarle la cámara sin poner mucho interés en que acá NADIE va a transmitir por ningún canal ninguna de las barbaridades que cometen los imbéciles “revolucionarios”.

El comentario general, desde hace días es que hay algunos “Pranes” que están pendientes de tomar por asalto ese municipio, hacerlo suyo y después cobrar por “protección” a habitantes y comerciantes de la zona, ahí no se salvaría ni el chichero que tiene muchos años en una esquina, el que vende comida rápida, el chino del restaurante ni el portugués de la esquina, también aplican TODOS los residentes con su contribución semanal para que los tipejos esos mantengan su ritmo de vida, mientras de cara a la política, seguramente algo se inventarán, sacaran al alcalde y se montará de manera fraudulenta algún esbirro del gobierno, total, aunque no haya dinero para medicinas siempre habrá la manera de hacerse con una plata para poder tener un poco más, ustedes saben , la cosa está difícil y la economía inflacionaria no permite que nadie ahorre, entonces toca sacar fondos de todos lados a fin de mantener el estatus.

Eso suena también a que como hay mucho descontento, si los malvivientes que trabajan para los pranes hacen el trabajo sucio de control de la población por la vía del miedo, el estado siempre puede negar todo y hacerse ver como los santos de la cosa, algo así como el fulano premio que le ha dado la FAO al presidente por el supuesto apoyo a la alimentación del venezolano.

Aunque no tenga mucho que ver con los dos primeros párrafos, en principio cuando menos, creo que deberíamos ver el asunto de manera global. La FAO al parecer no tiene funcionarios en el país y si los tiene, deben estar encerrados, solo se han de reunir con altos funcionarios que felices los llevan a pasear a los operativos de venta de carnes y otras cosas de comer que esporádicamente se hacen en las ciudades, sobre todo son más esporádicos a medida que están lejos las elecciones. Estos funcionarios, realmente ignorantes del acontecer nacional, de seguro solamente toman como fuentes “confiables” solo los reportes de los medios oficiales.

De otra manera no hay explicación para que hagan tal cosa como ponerse en ridículo, a menos claro que alguna razón más intere$ante exista en el medio, aunque leí en alguna parte que están remendando el entuerto ya está tarde para remedios. Si los funcionarios esos que hicieron el informe que determinó que al gobierno de Venezuela tenían que darle un premio fuesen gente seria y hubiesen investigado a fondo, así sea llamando a algunos contactos que de seguro tienen los del departamento de prensa para no ponernos muy exigentes, quizás la historia del premio sería otra.

En resumen, todo está montado para que puertas afuera puedan alegar buenas intenciones, puertas adentro el control por cualquier medio posible es la norma, tanto que hablan de fascismo y la verdad creo que se quedaron cortos, Benito Mussolini sonreiría feliz con esta gente, fácilmente le daría cien condecoraciones a miles de partidarios que están regados a lo ancho y largo del país, pues la verdad no solo han imitado el plan que aquel hombre trazaba para su ideología, lo han llevado a otro nivel más alto y con mucha más tecnología.

Nos quedamos solos , sin nadie que apoye la lucha, en el panorama internacional ni en el panorama nacional, mucha palabra y pocos resultados, amanecerá y veremos con que nuevo horror nos levantaremos mañana los venezolanos.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



sábado, mayo 23, 2015

Paraíso perdido

Historias del horror cotidiano III
Desde que comencé a escribir estas historias de terror venezolanas, que parecieran ficción sin serlo, se  han acercado algunos amigos para contarme sus vivencias, he decidido, por un rato escribir sobre ellas, en primer lugar para sacarlas de mi cabeza pues atormenta la posibilidad de volverme un número más de las estadísticas extraoficiales, por otro lado, darles difusión para que otros sepan que el asunto aquí está más allá de la estupidez política y la miseria económica que nos agobia todos los días, donde un grupo de inútiles de traje y corbata hacen ruido daño declaraciones para achacar su imbecilidad a otros , sin jamás hacer amago de aceptar sus errores o enmendarlos, siempre el cambio es para peor.

En el estado Aragua existen varias playas, entre ellas, La Ciénaga,  que antaño fue una suerte de refugio donde se supone jamás pasa nada pues el único acceso que tiene es por mar, a pesar de ser parque nacional existen allí varias casas vacacionales, un par de docenas acaso y todas a la orilla del mar, por ser una ensenada están enfrentadas orilla con orilla y separadas por unos cien metros (en su parte más ancha) por una lengua de mar. Desde niño he pasado allí cientos de fines de semana, tenía un padre bastante irresponsable que me dejaba a mis anchas por horas hasta que volvía de la pesca o de juguetear con alguna novia del momento, nunca me pasó nada, es más creo que allí aprendí a estar solo, aprendizaje interesante para estos años de mi adultez.

Ayer un buen amigo y colega me contaba, mientras tomábamos un café que hace poco ha habido una ola de robos allá, una noche asaltaron por lo menos a diez casas y quince campistas que dormían en sus carpas, los despojaron de todo. Se metieron en las casas y se llevaron hasta las plantas eléctricas junto a cualquier cosa de valor, entre las víctimas se cuenta un señor de más de 60 años a quien le fracturaron la frente con la culata de un fusil de asalto, de esos de uso militar, mientras amarraban a un poste a la nieta del señor quien no tiene más de diez años. Todos los asaltantes venían en botes a motor y como dato curioso usaban botas militares, según mi amigo se movieron con rapidez, como si hubiesen tenido todo planificado de antemano y no con la acostumbrada improvisación que para esos casos exhibe usualmente el hampa desorganizada.

Un tiempo después, volvieron pero esta vez abrieron las puertas de las casas y las mudaron otra vez, también armados, al filo de la madrugada, para irse por donde volvieron, por supuesto eso jamás salió reseñado en ningún medio y nadie dijo nada, quiero pensar que por un asunto publicitario pues la percepción de ese espacio es que está a salvo del hampa, cosa que como ya veo no es así.

Como dato curioso me cuentan que un domingo cualquiera , una lancha entró a la ensenada a una velocidad inusual pues lo normal es que todas las embarcaciones reduzcan la velocidad al entrar pues hay mucho nadador pasando de una orilla a la otra, además de gente buceando o simplemente pasando el rato en el agua aprovechando la calma y la ausencia de olas, resulta que iba perseguida por otra embarcación con identificación de la guardia costera, al llegar justo a la mitad de la ensenada ambas embarcaciones abrieron fuego, un domingo a las doce del día, donde ambas orillas están llenas de temporadistas, ni los perseguidos no los que perseguían tuvieron la decencia de no hacer disparos pues nadie pensó que pudieran haber heridos, que milagrosamente no hubo, al final el perseguido había secuestrado quien sabe en qué playa al lanchero y lo obligó a encallar en alguna playa desierta de las muchas que hay en la costa, para acto seguido escapar por la montaña, dicen que el lanchero quedó detenido, sin embargo, menudo domingo de terror han pasado esos pobres turistas que escapando de las balas de la ciudad igual se las encuentran en el mar.

Ambas situaciones son graves, pero la última podríamos achacarla a una muy mala casualidad. El primer relato me causa cierta suspicacia pues esta playa está a apenas diez minutos de navegación de una base militar, eso de los asaltantes armados con fusiles de asalto, usando botas militares y con cierta disciplina para ejercer su maldad me da muy mala espina, no quiero pensar que todo se debe a que algunos altos oficiales quieren tener sus casas de veraneo allí a precio de ganga pues el miedo usualmente hace que la gente se deshaga de todo al precio que sea, a veces perdiendo se gana y la vida pues no tiene precio, aunque la verdad en este país de horrores cotidianos cualquier cosa puede pasar y cualquier intento de ficción se tropieza con una realidad aún más retorcida que la mentira literaria.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



jueves, mayo 21, 2015

Historias del horror cotidiano (I)


Todos sabemos que hay un gentío yéndose del país, hay muchos (como yo) a quienes la tristeza no les alcanza en estos días, para colmo todo es una porquería, entonces la suma de todas las cosas es un desastre interno (muy personal por cierto)  de dimensiones estrambóticas por decir algo. Hoy hablé con una colega quien está esperando unos meses para irse del país, me contó una de las historias de horror más espantosas que he escuchado de gente conocida alguna, resulta que al marido de esta señora, profesora de Ciencias Sociales de un liceo de Valencia, le robaron su carro hace un par de meses, con golpiza y extorsión incluida , le pedían ciento cincuenta mil bolívares por devolverles el vehículo hurtado, que por cierto costó menos de la mitad hace diez años cuando lo compraron.

La cosa ya estaba fea, se puso peor cuando la misma policía les aconsejo buscar algún recluso de la cárcel de máxima seguridad más cercana y así recuperar el vehículo, coño, LA POLICIA mandando a buscar a un hampón para recuperar lo que ya desde el principio es tuyo, que asco.

En medio de la conmoción por el asunto, la colega se tropezó con un ex alumno quien ahora no anda en muy buenos pasos, este hombre dice tener una deuda de gratitud con la señora y en cuestión de horas encuentra el vehículo y a quienes lo habían robado, sin que la policía hiciera nada al respecto, el final de la historia es que el carro fue “liberado” al sur de la ciudad, donde la policía lo encontró y en teoría lo desvalijó. Lo que sucedió fue que el robo se hizo sin consentimiento ni aprobación del PRAN del penal, por tanto la pareja de ladrones estaba en desventaja por lo cual y debido a la intercesión del mal hechor, la pareja de amigos (mi colega y su marido) recuperaron su carro , pero los que cometieron el robo fueron castigados con una ejecución por parte de su propia gente.

A pesar de lo trágico o sórdido que pueda parecernos esa historia en 100% verídica, mi colega ha vendido hasta las escobas, ya la pareja tiene pasaje comprado y están esperando solamente que llegue el día para irse para nunca jamás volver, lo dejan todo pues un día cualquiera confirmaron que las historias de terror no lo son tanto y que lo que decimos desde la oposición no son exageraciones, años después que se jactaron de tener filiación chavista, ahora saben que la revolución “empoderó” a quienes no eran, por suerte se pueden ir, sin embargo existimos millones que no.

La verdad no creo tener todas las respuestas ni todas las preguntas, lo único que sé, es que de esa  pregunta que nos hacemos todos ya me espanta esbozar la respuesta, sin embargo a pesar de lo dolorosa, no creo que exista otra solución que no implique cosas espantosas , eso de pensar que debemos estar peor para estar mejor, es un axioma que me repito cada mañana antes de salir, que voy pensando mientras camino y desconfió hasta del gato que salta de la pared vecina, del motorizado que viene por la calle, del que se sube en el bus, de quien camina por mi acera y del sonido de los disparos que se oyen en mi barrio por las madrugadas.

Solo por el gusto del exorcismo mental seguiré contando las historias de horror que escuche por ahí, querido lector no crea que estoy haciendo alarde de alarmismos ni de mentiras para que crean que vivo en un el país del espanto, la verdad supera a la ficción y la maldad en Venezuela está desatada, solo espero jamás tener que escribir mi propia historia de horror y que de este trance salgamos ilesos, solamente los que tenemos que salir ilesos para lograr vivir en un sitio de calma y progreso.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

viernes, mayo 15, 2015

El paro docente

Hubo un paro docente de 24 horas, por primera vez en 15 o más años, los docentes reunieron todo el valor necesario para hacerse escuchar, antes no lo habían hecho gracias a las amenazas y coacciones que los jefes de las respectivas zonas educativas realizaban en contra de todos los docentes, las amenazas van desde suspensión del cargo hasta el despido por la razón que les provocase, para eso se dieron a la tarea de hacer que los consejos comunales tuvieran voz y voto dentro de los planteles educativos, bajo el supuesto de coacción política pues suponen ser mayoría dentro de todas las comunidades.

Entre otras cosas, la parte maligna de los fulanos consejos comunales, no es que la comunidad se involucre, es que en muchos casos dichas comunidades tienen niveles educativos muy por debajo del necesario para tener cierto criterio evaluador, se dejan más convencer por el asunto político o simplemente acomodaticio de tener donde depositar a los hijos por algunas horas al día, tanto así que el ministerio ha reorganizado la ley de educación para que TODOS los alumnos sin hacer distinción alguna en el mérito académico, sean promovidos al grado inmediato superior, como si ser bachiller sin méritos le traerá algún beneficio no solo al individuo si no a la sociedad que es al final la que debe ser beneficiada por el conocimiento de sus ciudadanos.

Aplaudo desde esta esquina la iniciativa de los colegas profesores de educación básica, debo admitir que siempre les tuve ojeriza pues consideré que nunca han tenido el temple para no dejarse pisotear por los jefes, alguno me dirá que no tienen salida, que encontrar otro empleo es un asunto espinoso, que trabajar en el sector privado es aún más deplorable. Pero si hasta nos han quitado los beneficios, esos que uno dice, por lo menos sé que mi familia está segura, teníamos un seguro privado para las emergencias que en este país se agradece en grado sumo pues los hospitales son morideros de pobres, había un instituto de previsión social que tampoco funciona pues el estado le adeuda pagos desde hace varios años pero igual nos descuentan, este instituto a su vez promovía planes para que los profesores pudieren comprar vivienda, créditos para amoblarla y hasta agencia de viajes, ahora de eso solo queda el recuerdo, somos los empleados públicos peor pagados de todo el sistema. Eso sin hablar de que en ciertas zonas de cada ciudad sea el empleo más peligroso después de el de policía.

Cuando digo que se dejan es que por ejemplo, los obreros ganan más que los maestros y profesores, tengo la impresión de que eso se debe a que tienen un sindicato más fuerte, se hacen escuchar y se paran cuando la cosa no los satisface. Cuando en una institución uno le pide a un obrero que limpie algo ellos tranquilamente se niegan por un abanico de razones más que válidas, no es su zona, están en periodo de descanso, no hay materiales o simplemente su sindicato no se los permite.

Un maestro necesita algo y le busca la vuelta, llama a un amigo, hace rifas, se inventa jornadas de limpieza, hace de madre o padre de los muchachos y todo lo escuda en la vocación, mientras los jefes se pasan haciendo reuniones que no van a ningún lado, llenan papeles que languidecen en los archivos e inventando gafedades solo para, a su vez, complacer a sus jefes, al final todos están tranquilos pues mientras en las escuelas y liceos se gerencia la miseria, ellos pues disfrutan su fugaz paso por los puestos de poder sabiendo que los subordinados son obedientes y tienen “vocación de servicio”, como si con esa vaina se pagara un mercado.

Discúlpenme de verdad, yo tengo vocación, de esa me sobra según he descubierto recientemente pues jamás había dado clases a nivel básico, pero me niego a ser monigote de nadie, jamás me quedo callado, me niego rotundamente a sonreír tan siquiera cuando algún jefe me exige alguna pendejada como colaboración, no pedo ser consecuente para con quien me ofende con mi trabajo, quien no respeta que todos somos profesionales universitarios pero me ofende más con quienes se dejan ofender.

No es asunto de opositores o de oficialistas, en la mayoría de los casos somos igual de pobres a excepción de los maestros dependientes de PDVSA cuyo sueldo sobrepasa casi en seis veces el sueldo promedio de un maestro de cualquier escuela nacional o estadal, mientras, al otro lado de la realidad el ministro asegura que no hay razón para un paro educativo, que los sueldos están ajustados como si un 30% fuese la gran cosa, igual a pesar de ese aumento de lastima estamos a menos de la mitad del costo de la cesta básica, es decir que no nos alcanza ni para comer completo, mucho menos para otras cosas importantes del vivir.

Ojalá exista otro paro, es más, debería ser indefinido a ver si con eso los jefes se ponen las pilas y rescatan nuestro sueldo, ojalá los colegas recuerden que tienen el empleo más importante y recobren el autoestima, eso no tiene nada que ver con ser humilde, toca tener conciencia de la importancia de nuestro trabajo, además , para esa vaina nos fajamos unos cuantos años de universidad, otros de posgrado y tantas horas preparando clases, haciendo planificación, revisando pruebas, en fin todo lo que toca hacer en el trabajo y que por cierto nadie nos paga, debemos ser un poco más como los obreros, solo que con real orgullo pues limpiar (aunque no desmerita el trabajo) no impulsa cambios en la sociedad, enseñar si.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback






miércoles, mayo 13, 2015

La guerra en la nuca

Hace días se viene comentando sobre una guerra en algunas “Zonas de Paz” que existen en el estado Aragua y pueblos vecinos, donde no lo son tanto , hoy algunos medios hablan de una sola, sin embargo varios alumnos se comunicaron conmigo para disculpar su ausencia pues en sus barriadas hay guerra, solo en un caso mi alumno estaba atrapado en una población cercana pues no se atrevía a salir de su trabajo gracias a las balas que silbaban en la ciudad, ningún medio de comunicación reseña el asunto, es más, nadie fuera de esos sitios sabe muy bien lo que está pasando, ni el chismoso tuiter cuenta nada similar.

Pescando en las redes, una fuente (muy poco confiable) cuenta que supuestamente hay hasta refugiados en la cárcel de Tocorón, no sé ustedes pero hasta donde se, las cárceles no son sitios donde nadie pueda entrar a menos que vaya esposado y con escolta además claro de sentencia firme, pero en Venezuela cualquier cosa puede pasar por lo visto.

Tengo que admitir que estoy muy asustado, al no tener mayores bienes de fortuna mi despensa es igual de escueta que mi sueldo, no he podido guardar vituallas para una posible hambruna como deberíamos hacer mucha gente pensante, aunque sea caraotas o cualquier grano, sal, azúcar y café (aparte de los granos y la sal lo otro está escaso o es muy caro), tampoco he guardado medicinas. ¿La razón para decir esto? Simple, siento que la guerra está respirándonos en la nuca y nos seguimos haciendo los bobos, ocupados en boberas como acusar al presidente de bruto y pelearnos entre nosotros.

La verdad no creo que los fulanos malvivientes se queden tranquilos, tampoco que la policía logre hacer frente a la amenaza que significan tales personajes armados y haciendo de las suyas por ahí, realmente creo que la cosa se va a poner álgida pronto, esos no son los estudiantes ni los opositores pendejos como nosotros, están armados, tienen muchas balas y son realmente malos.

Ahora bien, ¿Dónde están los medios de comunicación? ¿Qué ha pasado con los responsables? ¿el hijo de José Vicente Rangel? Que fue el responsable de la firma de los tratados de paz con los malvivientes de las bandas armadas, ¿Quién me asegura que el día de mañana no amanezca en estado de sitio?. Todos conocen la solución, pero tarde han tomado la determinación.

Se que muchos oficialistas me leen, sería interesante que comentasen este post, que me dijeran que se sienten felices haciendo colas, que de verdad creen que es una guerra mediatica, si les agrada que sus hijos vean que es más rentable ser mal viviente que un ciudadano modelo, si de verdad creen que encerrarse en casa antes de que caiga la noche es un asunto maravilloso.

Si por casualidad me leen militares o policías, díganme si ustedes que manejan real información son felices, si en serio desean este futuro para sus familias, los políticos de cualquier tolda, de verdad creen que las elecciones resolverán algo ¿el hampa hay que soportarla?.

Ojalá algunos respondan pues estoy ansioso por saber su opinión. También tengo miedo pues en cualquier momento amaneceremos de golpe, el fulano Caracazo será un patio de juegos cuando esta vaina reviente, les dieron mucho poder, la ministra les ha regalado el país para sentirse cómodos, sé que muchos se han ido, otros sacan a sus familias y se mueven cundidos de escoltas, ahora, los ciudadanos de a pie que nos jodamos, que aprendamos a echarnos pecho a tierra cada vez que se escuche un disparo.

Pero nada sucede, siento la respiración en la nuca, creo que cualquier ruido es un pistoletazo, los disparos son una pesadilla, ya ni siquiera se puede imitar a Guido, el italiano aquel de la película “La vida es bella” pues los niños se comentan entre si las barbaridades que cometen los adultos, todos tenemos algun ser querido que ha sido víctima del hampa, todos sentimos el mismo susto en el alma las 24 horas del día, todos tememos.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




jueves, mayo 07, 2015

Venezuela y las películas de "terror"

 Siempre me ha llamado la atención el cine, últimamente he estado atento a esa relación entre la película y sus espectadores, por ejemplo, con el asunto ese de las 50 sombras casi me caí de espanto, sobre todo por ver cuanta mujer “normal” se declaraba sumisa y fan del fulano libro, me dio por pensar en cuanta tinta, papel, gritos y consignas han perdido las feministas durante el siglo XX para que en el siglo XXI la acefalía haga explosión, así, sin vergüenza ni reconcomio, muy al contrario, con mucha honra.

Otro fenómeno son las fulanas películas de “terror”, esas donde los malos hacen picadillo a los buenos de las maneras más crueles, de verdad me espanta ese tipo de cine pues no le encuentro explicación al morbo de disfrutar las miles de maneras de matar a un semejante, sobre todo porque al minuto 10 ya puedes saber como terminará y de los cientos de clichés con las que esas películas están construidas. Tengo la creencia de que quienes van a los cines a ver ese tipo de filmes lo hacen pues se sienten ajenos a esas realidades, es decir, no hay ninguna posibilidad de que le sucedan a ellos esas cosas espantosas que los argumentos narran.

Ahora bien, he visto con curiosidad que esas películas no las pasan en las salas de cine nacional, no es que la gente ahora piense más o se hagan menos películas de ese genero pues en cualquier puesto ambulante de películas piratas se pueden ver cientos de títulos por ese estilo, yo creo que las han retirado de las carteleas locales pues ya no so realidades ajenas en este país.

Si a eso le sumamos que ya la gente no va mucho al cine pues andar en la calle a las diez u once de la noche es una temeridad que pocos cometen, no creo que a nadie le guste mucho recordar que en cualquier esquina te pueden destripar y que ese fulano destripador siga impune hasta que alguien le haga eñ favor de destriparlo a él (o ella) .

Quizás exista una comisión de censura que procure limpiar las carteleras para que nadie recuerde la maldad imperante en este territorio, aunque nadie me ha contado nada similar es perfectamente factible esa posibilidad. Así como nadie habla de la guerra entre algunos estados del occidente de Venezuela que se puede sentir cada vez que pasas frente a alguna empresa de encomiendas donde hay anuncios que prohíben terminantemente enviar medicinas, productos de cuidado personal y alimentos a esos estados, alegan que ni escondidos o camuflados pues las fuerzas del orden hacen requisas constantes en las encomiendas con ese destino y quienes al final pierden son las empresas pues entre multas o cierres fácil pueden ir a la quiebra, tampoco se habla mucho de la públicamente expuesta relación entre los grandes jerarcas del crimen en Venezuela, los Pranes, y el estado, pues en los últimos años se ha construido todo un imperio criminal que es manejado desde las cárceles de máxima seguridad, ahí se manejan desde los asesinatos por encargo hasta los secuestros, extorsiones y según me cuenta gente de mi absoluta confianza los custodios hacen de mandaderos, todo eso a plena luz del día y en muchos casos ante los acordes de “artistas” de moda que son contratados para dar conciertos privados o en las discotecas que existen allá donde la compañía femenina es pagada en efectivo y manejada como agencia de acompañantes de alto nivel.

Total, cualquier película de terror se queda corta ante la realidad nacional, el cine es para perderse en la ficción durante un rato, sabemos que se acaba al encender la luz y abrir las puertas, comer cotufas, olvidarte de cualquier atisbo de realidad, hasta es una excusa perfecta para apagar el teléfono sin que exista alguna consecuencia pues todos aceptan eso de “estaba en el cine, disculpa pero tenía el teléfono apagado”, sin embargo ante lo que sucede en las calles, cuando reúnes dinero y valor para ir al cine (preferiblemente acompañado) no creo que nadie quiera ir a confirmar que las fantasías más espantosas de los guionistas se quedan cortas ante la maldad que este siglo XXI nos ha legado en esta esquina que alguna vez aspiró a ser del primer mundo, que sin embargo se ha degradado a ser un pedacito del inframundo del que solo se sale en avión y con visa.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback


viernes, abril 24, 2015

Según como yo lo veo


Hace casi treinta años, amanecimos de golpe, quienes , como y cuando muchos nos acordamos. Hay quienes lo recuerdan de la peor manera pues tienen muertos que recordar, otros de manera más amable ya que hoy día recogen los frutos de su militancia, sin embargo muchos más somos los que lloramos aquellos 20 segundos donde un militar se rendía y decía “por ahora”, paradójicamente años despues cerró a televisora que lo catapultó a la fama.

Este viernes por la tarde, mientras leo las noticias y os tuits de mucha gente, he intentado darle una forma coherente a todo este galimatías de gobierno que ha terminado de parecer una mezcla de película de horror con canción de Rubén Blades, un mundo bizarro como bien lo definió uno de mis alumnos en una conversa antes de entrar a clases.

Se hizo presidente un domingo de hace unos cuantos años, la historia se repitió unas cuantas veces, la sospecha de fraude siempre ha flotado como u vaho pestilente, denuncias sobran, sospechas también, sin embargo se hacen la propaganda de ser el evento electoral más transparente del mundo, pero ni por asomo proponen auditar las papeletas de votación, es más, en las últimas elecciones unos comandos motorizados saquearon unas cuantas urnas en muchos centros de votación.

Hace apenas unos tres años el hombre de aquellos 15 segundos de fama inicial se murió, se desataron los demonios, todo se fue al traste, la historia detrás del fallecimiento está infestada de mentiras más que evidentes, un “presidente encargado” que no es más que una figura inventada por los fulanos para mantenerse en el poder, unas fotos sonriente leyendo el periodicucho comunista rodeado de sus hijas, el encargado hablando de horas de trabajo, una enfermera que dijo haberlo visto caminando, mientras un periodista muy serio decía que el hombre estaba vivo solo porque nadie lo había desconectado.

El cáncer lo mataba muy rápido, creo que los fulanos del ministerio de información no saben la existencia de google o de Wikipedia que te resuelven cualquier duda en apenas segundos, por tanto no había que ser experto para saber que pasaba. Una tarde cualquiera dijeron en cadena nacional que se había muerto, empezó un show de muy mal gusto (como todos sus inventos), al día siguiente llegó una urna donde se supone venia el cadáver, lo expusieron casi por un mes con música, romería, se hicieron escapularios con el rostro del difunto, lloraron todos. En ese momento lo único raro es que (gracias a google) descubrí que para mantener un cuerpo sin que se pudra tocaba hacerle un tratamiento embalsamatorio que si acaso debía durar mínimo un mes, la sospecha se hizo presente.
Desde ahí se armó el desmadre, la cosa fue en picada, pasamos de ser pobres a ser mendigos, se habla de narcotráfico, de que los cubanos realmente son los que gobiernan, de millardos de dólares regados por el mundo, terminamos ganando apenas unos dólares al mes, en la mayoría de los casos hablamos de menos de 90 centavos de dólar al día.

Van miles de muertos por el hampa pero su escenario de guerra solo les permitió regalar parcelas de país a los hampones en las llamadas “zonas de paz”, el gobierno paralelo manda desde las cárceles del país, los policías se han vuelto unas mascotas de los presos poderosos, se habla de nexos entre el alto gobierno y los llamados pranes, de una ministra esposa de uno de los más peligrosos del país. Las colas son un espectáculo diario, la muerte una constante en las calles, la desesperanza una fija en todos lados.

Seguramente algún oficialista me lea y volverá a reclamar pues dice que hablar mal de mi país es no quererlo, sin embargo desde esta esquina le respondo que el respeto es un asunto que se gana, si el país que se supone está representado por sus funcionarios, que no respetan a nada ni a nadie por ende tampoco me respetan a mí, como ciudadano de a pie, indefenso como todos aquellos que no tenemos ni padrino ni revolver, que dependemos de un miserable sueldo que no alcanza ni para un mercado decente, que añoramos la época en que el sueldo alcanzaba hasta para darse algún gusto de vez en cuando, cuando la inseguridad (protegida por el estado) no te obligaba a encerrarte antes de que caiga la noche, el único problema con las medicinas era su costo pero estaban siempre al alcance de la mano, cuando no se hacían colas para comprar nada importante para vivir, tengo derecho a quejarme como me de la gana, ya estoy harto de mantener las formas y de mal vivir en este puto tercer mundo que alguna vez no fue, pero que apunta de idiotas comunistas hemos retrocedido a la época de las montoneras, nunca fuimos tan pobres, tampoco tan desgraciados, nunca antes los aviones fueron una preocupación, hoy día solo pensamos en eso pues la desesperanza nos alcanzó, el hartazgo de tanta violencia nos ha inmunizado contra la nostalgia, muchos solo quieren irse a vivir a otra parte con tal de no formar parte de las estadísticas de guerra cada lunes por la mañana.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback