Quejarse
del país ya es una fija, es complicado no molestarse cuando sabes que en dos días
cobras la quincena y no te alcanzará para un octavo de mercado, que no hay
medicinas y que las perspectivas a corto plazo son un rosario de malos presagios,
como si fuese poco a la presidencia y sus acólitos al parecer les vale nada la situación
del país, se burlan de la asamblea legislativa pasándose la constitución por el
forro mientras los militares ven hacia otro lado, como si ellos no ganasen su
sueldo (entre otras cosas) para defender la constitución y las leyes.
Como
pienso que toda historia tiene varias caras, quiero dejar a los altos jerarcas
del gobierno la posibilidad de una excusa entonces toca mostrar un par de
posibles tesis, la primera; es que los funcionarios que viven atemorizados le
mienten descaradamente y ellos (sus jefes) están mal informados, la otra es que
son unos caras de tabla que se aferran a su poder omnímodo a cualquier costo, así
les toque negociar con el diablo, es preferible mentir con la posibilidad de
viajes, escoltas, dólares preferenciales, cero colas y si por casualidad
necesitas algo cualquier pana te lo manda en valija diplomática cuando no vas
personalmente a buscarlo con la familia incluida.
La
verdad me decanto por la última opción, es complicado no saber de la escasez
cuando vez las colas a diario, de la falta de medicamentos si las redes sociales,
las emisoras de radio y todo medio de comunicación al alcance del público está
lleno de mensajes urgentes de gente buscando medicinas, además se supone que
llevan estadísticas en los hospitales así que ahí tampoco hay posibilidad de
excusas, eso sin contar todos los demás problemas que pasamos a diario, seguramente
a ninguno de esos les importa nada pues en el olimpo de los semidioses rojos
del psuv no falta nada.
Ahora
bien, quejarse no tiene sentido, ya sabemos que con marchas, gritos,
declaraciones, maldiciones, tuitazos y todas esas cosas no se hace nada, los
funcionarios se lavan el orto y si acaso te ponen preso. Continuar creyendo que
la asamblea nacional va a resolver nada es una fantasía, quizás los señores van
con muchas ganas, sancionan leyes que hacen falta, solicitan a los ministros
quie expliquen la razón de nuestra miseria, muy bueno por ellos, pero la verdad
es que no logran nada si NADIE acata las sentencias de allí emanadas, al
presidente le vale madres lo que le digan que para eso tiene un TSJ arrastrado,
los ministros no asisten a las interpelaciones, las collas siguen y los
militares como si nada.
La
salida es terminar de entrar al infierno, el asunto es que ahora los malos son
tantos que los buenos ni nos vemos, tampoco tenemos armas ni gente con guaramo
para hacerles frente a todos los peligros que nos acechan, los rojos sacaran
su tarjeta de racionamiento, nosotros nos moriremos de mengua,los que pueden
se van y los que no pues nos quedamos impotentes ante todo esto, rogando que el
desgraciado planeta Hercobulus caiga encima del palacio de Miraflores y las emanaciones toxicas del choque planetario acaben con todos los malos.
Es
triste llegar a pensar que Pinochet no fue tan malo, si la izquierda chilena
iba a llegar a estos extremos bien se merecían sus 40 mil muertos que la verdad
es como año y medio de las morgues de las grandes ciudades venezolanas, no me
gusta pensar que la salida es violenta pero ya no queda espacio para dudas, es
momento que quienes puedan hagan de tripas corazón y olviden los resquemores,
muertos ya hay bastantes y cada día suman más, sin contar los del hambre,
miseria y escasez.
Comunista
no cree en leyes y la gentuza tampoco es gente.
Josè
Ramòn Briceño 2016
@jbdiwancomeback
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